1. Pedagogía de la esperanza
Paulo Freire, 1992
Coral Rojas Serrano
2. La esperanza
• “…sin poder desconocer
la desesperanza como
algo concreto y sin
desconocer las razones
históricas, económicas y
sociales que la explican,
no entiendo la existencia
humana y la necesaria
lucha por mejorarla sin la
esperanza y sin el sueño”
(Freire, 1992: 8)
3. Esperanza
Sola no
transforma el
mundo
Necesidad
ontológica:
necesita
anclarse en la
práctica
No existe en
la pura espera
Sin un mínimo
de ella no se
puede
comenzar el
embate, pero
sin éste la
esperanza se
tuerce y se
convierte en
desesperanza
La y el educador progresista
debe a través del análisis
político serio descubrir las
posibilidades para la
esperanza
4. Continúa afirmando
• Necesidad de democratizar
la escuela pública.
• Formación permanente de
las y los educadores
(incluidos cocineras,
vigilantes, cuidadores, etc.)
• Conocer la sintaxis de los
educandos, entenderlos
desde su perspectiva.
• Comprensión crítica de la
opresión como primer paso
para superarla: necesidad
de la lucha política.
5. De la práctica de la pedagogía del
oprimido reflexiona
• No hay otro camino para
educadoras y educadores
progresistas que partir del
“aquí” y el “ahora” de los
educandos y superar así su
“ingenuidad”.
• Enseñar y aprender son así
momentos de un proceso
mayor: el de conocer que
implica re-conocer.
• En la práctica de conocer el
educando se asume como un
sujeto capaz de conocer, en
cuyo proceso se va
convirtiendo en “significador
crítico”.
6. Reflexiones
Si los individuos no
se reconocen como
clase
No es posible que
se comprometan a
luchar contra
aquello que los
humilla
La humillación
acontece porque
ellos mismos
introyectan la
ideología
dominante que los
perfila como
incompetentes y
responsables de su
fracaso
7. Reflexiones
Educador o Educadora
Partir del aquí del
educando y respetarlo
No es posible que el
educador desconozca,
subestime o niegue los
“saberes de
experiencia de hechos”
8. Críticas que retoma
• Lenguaje de cuño “machista” que
utiliza en la Pedagogía del
oprimido: “De esta manera,
profundizando la toma de
conciencia de la situación, los
hombres se apropian de ella
como realidad histórica y como
tal, capaz de ser transformada
por ellos”
• ¿por qué no las mujeres
también?
• Ningún hombre se sentiría
incluido en el discurso o texto
que dijera: “las mujeres están
decididas a cambiar el mundo”.
• No es un problema gramatical,
sino ideológico.
9. “El rechazo de la ideología
machista, que implica
necesariamente la recreación del
lenguaje, es parte del sueño
posible a favor del cambio del
mundo” (Freire, 1992: 64).
10. Respuestas a las críticas
• Critica a quienes consideran que su lenguaje en la
pedagogía del oprimido es “difícil y esnob” : Toda lectura
requiere esfuerzo, es un asunto serio que requiere
aprender cómo se van relacionando las palabras para dar
composición al discurso.
• Rechaza la crítica que le hacen a que es un “invasor
cultural”: Visión ingenua de la práctica educativa , vista
como práctica neutra, negando su necesaria politicidad.
• Rechaza el discurso neoliberal de que ya no existen las
clases sociales, y sostiene que él continúa creyendo que el
motor de la historia es la lucha de clases y que lo manifiesta
en la pedagogía del oprimido cuando habla de opresor y de
oprimido y de su relación dialéctica.
11. Señalamientos
No es válido enseñar únicamente la técnica a las y los educandos, pues es
imprescindible la reflexión y comprensión de nosotros mismos en cuanto a
seres históricos, sociales, y culturales, con comprensión de cómo funciona la
sociedad.
Importante políticamente discutir con los campesinos cómo las
universidades están comprobando algunos de sus saberes.
Necesario en la educación popular tomarse en serio la discusión sobre los
contenidos, así como a favor de qué enseñarlos, a favor de quién, contra qué
y contra quién
12. Señalamientos
• “Necesario que las llamadas minorías reconozcan que en el fondo
ellas son la mayoría. El camino para reconocerse como mayoría está
en trabajar las semejanzas entre sí y no sólo las diferencias y así
crear una unidad en la diversidad, fuera de la cual no veo cómo
perfeccionarse ni cómo construir una democracia sustantiva,
radical” (Freire, 1992: 147)
• Importante que la universidad se ponga al servicio de intereses
populares y la necesaria implicación de una comprensión crítica
sobre cómo debe relacionarse la ciencia universitaria con la
conciencia de las clases populares: relación entre sabiduría popular
y conocimiento científico.
• No caer en la ilusión idealista de prestar a la educación una fuerza
que no tiene para el cambio social, pero tampoco caer en el otro
extremo del objetivismo mecanicista que le niega todo valor antes
de la revolución.