Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Todo sobre el pecho y la lactancia
1. Todo lo que siempre has querido saber sobre el pecho
Muchas de las consultas que recibimos las asesoras de lactancia son
recurrentes, y a menudo guardan relación directa con la anatomía y
la fisiología del pecho durante la lactancia. Aquí os damos respuesta a
esas dudas. Esperamos que os sea útil.
Mis pechos son pequeños, ¿tendré suficiente leche?
Cuando un niño nace tiene el pecho exactamente igual que una niña.
Las estructuras son las mismas, y no es hasta la pubertad, gracias a
los cambios hormonales, que el pecho de las chicas crece y se
desarrolla. El pecho adquiere forma gracias a los depósitos adiposos
que modelan su tamaño y volumen exterior. Por dentro, el tejido
glandular, que es el que se encargará de producir leche, también
crece y se desarrolla al margen del tejido graso externo. Por tanto, el
tamaño y la forma exterior del pecho no importan, ni permiten
predecir si una madre tendrá más o menos leche. Todos los pechos,
sean grandes o pequeños, sirven a la hora de alimentar a un bebé.
Tengo el pezón muy pequeño, ¿podré dar el pecho?
¡Por supuesto! Todos los pezones sirven, al margen de su tamaño. De
hecho, los bebés no necesitan el pezón para mamar, es tan sólo una
referencia visual y táctil para que sepan a dónde deben dirigir la
boca. Es cierto que hay pezones, como los umbilicados (tipo de pezón
que cuando es estimulado se retrae), que pueden complicar un poco
el agarre inicial del bebé. Si tienes dudas respecto a tu pezón, lo
mejor que puedes hacer es acudir a un grupo de apoyo antes de
tener a tu bebé, para que lo puedan valorar y enseñarte todo lo
necesario para iniciar la lactancia con buen pie.
Si tienes los pezones planos o poco prominentes tampoco es
necesario que hagas nada durante el embarazo. Busca un grupo de
apoyo para consultar tus dudas. Tampoco hace falta preparar el
pezón y la areola con masajes o ungüentos. Los corpúsculos de
Montgomery, que son las protuberancias que encontrarás alrededor
de la areola, se encargan de limpiar, desinfectar y lubricar el pecho.
2. Estoy embarazada y siento el pecho muy lleno y tenso, ¿es
normal?
Durante el embarazo, el pecho aumenta de peso, entre 400 y 600 g,
y una vez iniciada la lactancia puede llegar a pesar 800 g gramos
más que antes del embarazo. Durante las 6-7 primeras semanas de
embarazo crecen los alveolos, lo que produce una sensación de
plenitud, así como la cantidad de tejido adiposo y la irrigación de la
mama. Los pechos se ven llenos de venas que a veces llegan hasta el
cuello. Todo esto es normal.
¿Por qué durante el embarazo no hay leche?
Durante el embarazo, el tejido glandular de los pechos produce
calostro en pequeñas cantidades. A veces no se aprecian más que
unas costras blancas en el pezón, que son las gotitas de calostro que
se han secado.
Las hormonas predominantes durante el embarazo, la progesterona y
los estrógenos, se encargan de impedir que la prolactina alcance
grandes concentraciones, por lo que no es posible fabricar grandes
cantidades de leche. Esto cambia a medida que disminuyen los
niveles hormonales de progesterona y estrógenos, en el posparto
inmediato, cuando se produce un pico de prolactina.
¿Cómo se produce la leche?
La succión del niño estimula los receptores de oxitocina y prolactina,
situados principalmente en la areola y el pezón, y desencadena un
impulso nervioso que viaja hasta el cerebro, donde el hipotálamo
induce la producción de dos hormonas: la prolactina, que se encarga
de la producción de la leche, y la oxitocina, que provoca la
contracción de los alveolos y desencadena la eyección o salida de la
leche.
La forma más fácil de visualizar el funcionamiento de la glándula
mamaria es pensar en una vid. Cada grano de un racimo de uvas es
un alveolo mamario. En su interior se fabrica la leche, los elementos
que hacen falta para constituirla se fabrican directamente dentro del
3. alveolo o provienen del plasma materno. Cada alveolo o grano de uva
está envuelto en una fina capa muscular que se contrae en respuesta
a la oxitocina, provocando la eyección de la leche. Todos los alveolos
van a dar a los conductos, las ramitas de la vid, que se encargan de
transportarla hasta el pezón, donde el bebé la extrae del pecho
mediante la succión.
¿Todas las madres fabrican leche de calidad?
Sí. Se ha comprobado que incluso las madres desnutridas y que viven
en situaciones de pobreza y precariedad extremas producen leche
materna de calidad. Existen pequeñas variaciones individuales
derivadas de la dieta, pero el cuerpo de las mujeres usa el mismo
patrón para fabricar la leche, y ésta siempre es de calidad.
Los elementos que pueden variar de una madre a otra son el yodo y
los ácidos grasos esenciales, por lo que las mujeres occidentales que
dan el pecho deben tomar un suplemento de 200 microgramos diarios
de yodo y aumentar el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos
esenciales: pescado azul, frutos secos, aceite de semillas, etcétera.
Aunque comas mal y tu dieta no sea del todo equilibrada puedes
estar tranquila, ya que las células que se encargan de fabricar la
leche se las arreglan para extraer de las reservas maternas todo lo
necesario para que no le falte de nada al bebé.
Me han hecho una cesárea, ¿me va a tardar más a subir la
leche?
No, las cesáreas no retrasan la subida de la leche. La subida de la
leche se inicia en el moomento en que la placenta se separa del
útero, y esto ocurre tanto en un parto vaginal como en una cesárea.
Las rutinas hospitalarias que suelen ir unidas a la cesárea pueden
retrasar el primer contacto entre la madre y el bebé, por lo que son
las verdaderas causantes de la demora de la subida de la leche,
además de la incomodidad que puede sentir la madre para colocar al
bebé al pecho a causa de los puntos de sutura, lo que puede interferir
en algunas tomas o reducir su número.
4. Sí es cierto que las madres insulinodependientes o con obesidad (con
un índice de masa corporal igual o superior a 30) pueden sufrir un
retraso en el inicio de la producción de leche, que puede demorarse
más de 72 h, pero acaba normalizándose en ambos casos.
Acabo de dar a luz y tengo un bulto hinchado en la axila, ¿qué
es?
Seguramente se trata de tejido mamario ectópico o fuera de lugar.
Estos bultos no constituyen motivo de alarma y pueden presentarse
en cualquier punto de la denominada "línea de la leche", que recorre
el cuerpo desde la axila hasta la ingle. El 1% de las mujeres tiene
este tipo de "glándulas mamarias accesorias", que pasan
desapercibidas hasta que la madre se queda embarazada y pare,
pues entonces crecen y pueden incluso llegar a secretar leche.
También hay mujeres que poseen pezones supranumerarios. Si hay
una inflamación de este tejido es mejor no manipularlo, aplicar frío y
presión y esperar a que desaparezca.
¿Qué son las subidas de la leche?
Cuando el bebé mama, estimula los nervios del pezón. Este impulso
nervioso llega al cerebro, donde se producen la prolactina y la
oxitocina, las hormonas encargadas de la producción y la eyección de
la leche.
Entre las 42 y las 72 horas posparto se produce la primera subida de
leche, y muchas mujeres notan que los pechos se les ponen tensos y
a veces inflamados.
Posteriormente van notando las subidas de leche (en algunos países
hispanohablantes se llaman "bajadas”) cuando el bebé mama o
cuando piensan en él o lo oyen llorar. Este fenómeno se debe a la
acción de la oxitocina y suele ir acompañado de una sensación de
hormigueo en el pecho, que durante las primeras semanas puede
incluso resultar doloroso, y que indica que la leche empieza a fluir
hacia el pezón. Hay un 75% de mujeres que perciben más de una
subida de la leche en una misma toma, mientras que un 30% no nota
5. jamás la subida de leche. Ambas situaciones son perfectamente
normales y no revisten mayor importancia, puesto que no afectan en
absoluto el transcurso de la lactancia.
¿Cuáles son las hormonas encargadas de producir la leche?
Durante el embarazo y las primeras semanas posparto, la producción
de leche depende por completo de dos hormonas, la prolactina y la
oxitocina, que ven su acción complementada por una proteína
conocida como FIL (Factor Inhibidor de la Lactancia).
La oxitocina provoca la subida de la leche. Hay fibras musculares
que rodean los alveolos y que, al contraerse, "exprimen" la leche. La
oxitocina no sólo responde a los estímulos táctiles, sino que a veces
basta con oír llorar al bebé, pensar en él u oler su ropita para
desencadenar un flujo de oxitocina en sangre. Cuando esto ocurre, la
madre siente que el pecho se llena de leche y gotea.
Factores como el miedo, la falta de confianza en el propio cuerpo o el
alcohol pueden bloquear momentáneamente este flujo de oxitocina y
dificultar un poco la toma, por lo que es de vital importancia que la
madre esté tranquila y confiada para que todo fluya, literalmente.
La prolactina hace que la glándula mamaria fabrique leche. Cada
vez que el niño mama, un torrente de prolactina es liberado en la
sangre materna. Esta hormona es la que se encarga de dar la orden
de fabricar leche a las células de los alveolos. Si el niño tiene poco
apetito, si se le hace esperar o no se le da de comer siempre que lo
pide, mama poco y se produce menos leche. Cuando hay partos
múltiples, se produce una estimulación doble o triple, la necesaria
para atender a la demanda de producción de dos o más bebés.
Hacia los 6 meses posparto, los niveles basales de prolactina
disminuyen, puesto que para entonces la glándula mamaria ya
funciona por sí sola, es una unidad independiente de fabricación. Esta
glándula autocrina funciona de otra manera: si el bebé saca mucha
leche, la madre fabrica mucha leche; si por el contrario mama poco,
6. el FIL o Factor Inhibidor de la Lactancia mantiene a raya la
producción de leche.
El FIL (Factor Inhibidor de la Lactancia) es una proteína que está
presente en la leche.
Cuando el niño mama mucho, al sacar la leche saca también el
inhibidor, y en las próximas horas la leche se fabricará a toda
velocidad. Si el niño mama poco, el inhibidor se queda dentro, y el
pecho fabrica poca leche. A los 6 meses posparto, los niveles basales
de prolactina vuelven a alcanzar los valores anteriores al embarazo, y
tiene más importancia el FIL que dicha hormona para el
mantenimiento de la producción láctea.
Desde hace algún tiempo me noto los pechos blandos, ¿me
estoy quedando sin leche?
Como hemos dicho ya, la glándula mamaria es un mecanismo que se
autorregula. Durante las primeras semanas de vida de tu hijo, el
pecho está en prácticas, por así decirlo. Para que no falte leche al
bebé, fabrica mucho más de lo necesario. De este modo se asegura
de que el bebé no pasará hambre. Cuando la glándula empieza a
adaptarse a la demanda del bebé, ajusta la oferta y, por pura
logística, fabrica la leche sólo cuando el bebé la pide. Desde que un
bebé se pone al pecho hasta que se produce el reflejo de eyección
pasan 2,2 minutos de media. A partir de los 3 meses, las madres
sienten los pechos blandos y pueden creer que no tienen leche. Si a
esto se le une la crisis de los tres meses, la madre puede
interpretarla como una sensación de rechazo por parte del niño a
causa de la falta de leche. Nada más lejos de la realidad. Lo único
que ocurre es que la glándula mamaria se ha regulado
perfectamente.
¿Por qué hay mujeres que no tienen leche?
Todas las mujeres pueden fabricar leche. La hipogalactia (escasa
producción de leche) verdadera se da en ocasiones muy contadas, y
puede tener su origen en las siguientes afecciones:
7. Hipotiroidismo no controlado
SOP (Síndrome de Ovarios Poliquísticos)
Síndrome de Sheehan
Reducción mamaria reciente
Tanto las mujeres con hipotiroidismo como las que sufren de SOP
pueden tomar medicación específica para su enfermedad sin riesgo
alguno para el bebé. Al normalizar los niveles hormonales, la
medicación regula la producción de leche.
Si la madre ha sufrido una hemorragia masiva y severa en el
posparto inmediato, puede desarrollar un Síndrome de Sheehan, que
se define como la necrosis de la hipófisis por falta de riego sanguíneo
durante el parto. Esto puede imposibilitar la lactancia. La madre
deberá someterse a un examen endocrinológico exhaustivo para
valorar la gravedad del caso y decidir qué hacer en función del
resultado.
En el caso de las mujeres que se han sometido a operaciones de
reducción mamaria, hay que valorar cada caso de manera individual.
Todo va a depender del tipo de incisión realizada para hacer la
reducción y del tiempo transcurrido desde que se realizó la misma,
pues los conductos seccionados durante la operación pueden haberse
recanalizado de forma espontánea. Las mujeres que se hallan en esta
situación y desean dar el pecho a sus bebés deben acudir a un grupo
de apoyo a la lactancia ya durante el embarazo.
Entonces, si la leche materna siempre es buena y casi todas
las madres producen leche suficiente, ¿por qué hay tantas
mujeres que aseguran que no pudieron amamantar porque sus
hijos pasaban hambre?
Es complicado encontrar una sola razón, pues pueden haber pasado
muchas cosas.
Como se ha dicho ya, la hipogalactia verdadera es una condición muy
rara. En la mayoría de los casos, lo que la madre percibe como una
producción insuficiente es en realidad una cascada de problemas que
8. tuvo su origen en una mala técnica, un frenillo lingual corto, la
imposición de horarios para dar el pecho o las recomendaciones
contradictoras o erróneas.
A menudo, detrás de estas vivencias negativas de la lactancia existen
también unas expectativas que no hallan correspondencia en la
realidad. La inmensa mayoría de las madres primerizas no ha visto
amamantar jamás, por lo que ignora cómo funciona la lactancia. A
menudo, esperan bebés que coman puntualmente cada tres horas y
duerman entre toma y toma, algo que pocas veces se da en la vida
real. Y, de nuevo por desconocimiento, estas madres acaban
pensando que el niño llora porque pasa hambre, es decir, porque no
tienen suficiente leche.
Hay toda una generación de mujeres, hoy abuelas, que no dieron el
pecho a sus hijos, lo que significa que se rompió la cadena de
transmisión familiar de la cultura de la lactancia.
Los grupos de apoyo intentamos suplir, en la medida de lo posible,
esa labor ancestral que realizaban las mujeres mayores de la familia,
arropando con su sabiduría y experiencia a las que se convertían en
madres por primera vez. Para ello, ofrecemos información veraz y
actualizada, así como un espacio en el que compartir nuestras
vivencias con otras madres que dan el pecho.
Me han dicho que si dejo mamar al bebé todo el tiempo que
quiera, al final sólo va a tragar aire, ¿es verdad? ¿No es mejor
dar el pecho con horarios?
Los bebés utilizan dos tipos de succión: succión nutritiva y succión
no nutritiva. Las dos son necesarias, y mientras realizan la succión no
nutritiva los niños se alimentan y se relajan. Si están bien colocados,
con la succión no nutritiva no van a tragar aire, sólo leche.
El pecho no se puede dar con horarios, pues eso impide que los bebés
regulen la cantidad de leche que toman y la composición de la
misma. En condiciones normales, lo consiguen haciendo tomas más
cortas o más largas y espaciándolas más o menos. Así, habrá
9. momentos en los que sólo necesiten un poco de leche para calmar la
sed (o el miedo, o conciliar el sueño) y otros en los que hagan una
toma larga y completa. Hay que confiar en la capacidad del niño para
regular la cantidad de leche y el tiempo que necesita para comer.
La lactancia siempre debe respetar la demanda del bebé, pero hay
momentos en los que la demanda de la madre también cuenta. Si
ésta necesita dar el pecho (por tener una ingurgitación u obstrucción,
para poder salir a trabajar, etcétera), puede ofrecer el pecho al bebé
en cualquier momento.
Sólo se recomienda que los padres marquen la demanda del niño en
casos excepcionales: bebés enfermos, prematuros, niños que no
aumentan de peso, recién nacidos extremadamente soñolientos,
etcétera.
¿Qué puedo comer o tomar para tener más leche?
En todas las culturas del mundo existen alimentos considerados
galactogogos (es decir, que aumentan la producción de leche). La
variedad es infinita. En España es habitual recomendar a las madres
que tomen horchata y leche de almendras. En la cultura china se da a
las madres una sopa caliente de jengibre y pollo. En Sudamérica se
les prepara un caldo a base de pollo y verduras. En otras latitudes se
recomiendan: las sardinas, el bacalao, los guisantes, la alfalfa, el
cardo santo o el cardo mariano, la levadura de cerveza, la leche de
vaca, las larvas de mosca azul....
Lo cierto es apenas existen estudios al respecto y no es posible
afirmar que la ingesta de determinados alimentos aumente la
cantidad de leche producida. En cambio, se ha demostrado que
numerosas plantas consideradas galactogogos tienen precisamente el
efecto contrario, es decir, disminuyen la producción de leche.
Lo único que aumenta la producción de leche de una mujer es la
succión eficaz y el vaciado de la glándula mamaria, algo que el bebé
consigue si mama a demanda y de manera correcta (o, en su defecto,
si la madre utiliza un sacaleches).
10. La succión y el vaciado inducen al cuerpo a producir más leche, ya
que aumentan los niveles de prolactina en sangre y eliminan del
interior de la glándula el factor inhibidor de la lactancia (FIL).