SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 12
Descargar para leer sin conexión
INTRODUCCION: LA DMA Y LOS TRES EJES
(3E’S). DEFINICION DE SOSTENIBILIDAD
Ambiente (environment), economía y ética
son las tres palabras clave (figura 1) que permiten
precisar más la definición de sostenibilidad que el
propio concepto de equidad intergeneracional intro-
ducido por el informe Brundtland. Estas tres dimen-
siones de sostenibilidad están incluidas en la defini-
ción de Naciones Unidas, una definición que ha si-
do adoptada y aplicada a la política del agua por el
consorcio de investigación Eurowater. En el proyec-
to Water 211
, esas tres dimensiones de sostenibili-
dad han sido contrastadas y aplicadas a dos de las
principales áreas de actuación de la política del
agua. La gestión integral en cuencas del agua y el
suministro de agua (abastecimiento y saneamiento).
También ha sido discutido el adecuado nivel de sub-
sidio del agua en la gestión de la misma así como su
articulación en cinco estados miembros: Francia,
Alemania, Holanda, Portugal y el Reino Unido. De
este modo, con esta iniciativa, se estaba en perfecta
sintonía con los temas y discusiones que se han ido
tratando durante la elaboración de la DMA.
Figura 1. “Dimensiones requeridas para definir adecua-
damente equidad intergeneracional”
Los temas abordados eran, aparentemente,
muy complejos tal cual indica la extensión y la di-
ficultad de lectura del documento escrito final (EC
2000/60). Además, para facilitar la comprensión
del lector, aún puede proponerse una representa-
ción tridimensional adicional. Básicamente la
DMA trata de alcanzar tres objetivos (Figura 2).
281INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Resumen:
Adoptada en Octubre de 2000 y publicada en Diciembre del mismo año, la Directiva Marco del
Agua (DMA, 2000/60 EC) es ciertamente una pieza de legislación muy ambiciosa. Porque no es úni-
camente la primera vez que la Unión Europea asume el objetivo de la mejora del medio acuático si-
no que, en el fondo, busca propiciar una política sostenible del agua. El presente artículo preten-
de dar una definición más precisa del concepto de política sostenible del agua para, posterior-
mente aplicarla al caso particular de los servicios de agua y de las infraestructuras hidráulicas. En
una segunda parte del artículo, se tratará de demostrar cómo la DMA empuja a los países europe-
os miembros, y muy especialmente a los mediterráneos, hacia una política del agua desde la pers-
pectiva de la gestión de la demanda, en lo que bien podría llamarse la “tercera edad” de la indus-
tria del agua.
LA T T S. Laboratoire Techniques Territoires Sociétés
Tel 01 64 15 38 23 Fax 01 64 15 38 47
E-mail: barraque@latts.enpc.fr
1
Eurowater y Water 21 son proyectos de investigación financiados por la Dirección General de Investigación de la UE, así como otras
instituciones a nivel nacional. El coordinador es Francisco Nunes Correia, del Instituto Superior Tecnico, Lisboa, y los grupos de inves-
tigación los dirigen R. Andreas Kraemer (Ecología, Berlin), Erik Mostert (RBA Centro, Universidad de Delft), Thomas Zabel (Centro de
Investigación del Agua, Medmenham, UK), y yo mismo de LATTS, Francia.
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A
PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
B. Barraqué
Un buen estado ecológico de todos los medios
acuáticos europeos, tanto por lo que respecta a las
aguas superficiales como a las subterráneas, una re-
cuperación integra de costes por parte de los usua-
rios de los servicios, de acuerdo con el concepto
económico de la concepción de eficiencia y, por úl-
timo, una adecuada información pública y partici-
pación, desde el lado de la ética.
Figura 2. DMA objetivos para cada dimensión
De hecho, la primera tarea que impone la DMA
es la adecuada identificación del espacio sobre el
cual debe desarrollarse una política del agua integral
y coherente. Y su resolución es clara. Ese marco lo
configuran las cuencas hidrográficas, incluyendo las
internacionales. La segunda de las tareas fundamen-
tal es establecer un conocimiento preciso de las dis-
ponibilidades y condición de las aguas (o sea, tanto
en cantidad como en calidad), y llevar a cabo un es-
tudio comparativo entre la presente situación con re-
lación a un determinado nivel de referencia. En con-
secuencia los estados miembros de la unión en los
próximos seis años tienen que delinear planes que
les acerquen a los niveles de referencia que se deben
establecer. Ello implica asumir toda una serie de cos-
tes que debe reflejar la tarifa del agua. Finalmente la
información sobre el estado de las aguas, los progra-
mas y su impacto sobre las tarifas debe ser entendido
por la opinión pública en general y por el usuario en
particular. Con todo hay que ser muy conscientes de
que esos objetivos, aparentemente muy simples, de-
mandan clarificar numerosos aspectos políticos y
científicos. Nosotros hemos identificado sobre todo
seis. Son los que seguidamente se presentan.
LAS SEIS CARAS PRINCIPALES DE LA DMA
Cual se ha dicho, con relación a la DMA,
seis aspectos fundamentales deben concretarse.
Los dos primeros están relacionados con las cien-
cias naturales, si bien no de manera exclusiva.
A saber, cómo establecer los distritos hidrológicos
y cuál es el verdadero y específico significado de
“un buen estado ecológico de las aguas”. Otros dos
se refieren fundamentalmente a las ciencias socia-
les, en particular el establecimiento de un progresi-
vo aumento de los costes hasta conseguir su plena
recuperación y, de otra parte, la participación ciu-
dadana que los debe asumir. Los dos últimos, que
no caen de manera específica en un área de la cien-
cia, son la relación de sustancias peligrosas a prohi-
bir y el complejo tema de las aguas subterráneas.
Los distritos hidrográficos
En la mayoría de estados miembros, general-
mente conformado por un conjunto de cuencas hi-
drográficas, estas cuencas están en desventaja fren-
te a los contornos de las tradicionales administra-
ciones del agua. De manera que no solo existe un
debate acerca del tamaño óptimo, acerca de si debe
ser una o un conjunto de cuencas las que deben ser
agrupadas bajo una única administración (de una
parte dependiendo de las condiciones geográficas, -
similar o diferente-, y de otra a partir de la política
y sus condicionantes), sino que el debate también
se extiende a qué tipo de administración hídrica de-
be ser la responsable del manejo del agua. En Fran-
cia, lasAgencias delAgua, con treinta años de exis-
tencia, son las responsables únicas, las encargados
de promover el ahorro y la coordinación del gasto
entre los diferentes usuarios, así como quienes sub-
sidian las inversiones requeridas para proteger el
medio ambiente. El poder está, fundamentalmente,
en las manos de los perfectos de cada uno de los de-
partamentos, mientras que todo el planeamiento es-
tá en las manos de los prefectos regionales. En con-
secuencia existe una probabilidad elevada de que
Francia transforme los actuales “bassins” (cuencas
hidrográficas) en distritos hidrográficos2
.
La pregunta que de inmediato surge es ¿será en
Francia capaz la DMAde desarrollar las relaciones y
la coordinación de las agencias del agua y las comi-
siones de las cuencas de los ríos o, por el contrario
otorgará mayor poder a las tareas de mando y control
de las prefecturas?. Y ¿a qué nivel de prefecturas?.
¿Primará el criterio de la eficiencia o tal vez el de la
autonomía?. Si incluso en Francia la cuenca hidro-
gráfica no es siempre vista como la mejor frontera pa-
ra llevar a cabo una eficiente gestión integral del agua
282
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
2
Deben haber adecuaciones: por ejemplo, el rio Sambre forma parte de la cuenca del Artois Picardie, pero a su vez es afluente del Meuse, que desembo-
ca en Bélgica. En consecuencia debe formar parte de la cuenca internacional del Meuse. Entre la Confederación del Ebro y la cuenca del Adour-Garon-
ne debe haber al menos un simbólico intercambio de representantes por cuanto varios ríos de ambas cuencas cruzan la frontera entre España y Francia./
(o, en otras palabras, que la mayor parte de la gente
prefiere conservar las actuales organizaciones terri-
toriales y coordinarlas de manera adecuada), ¿qué
puede llegar a suceder en el resto de países miem-
bros?.Ycon relación a los ríos internacionales de la
Unión Europea, ¿Cómo llevarán a cabo la coordi-
nación los diferentes estados miembros que com-
parten la cuenca?. ¿Caminamos hacia cuencas hi-
drográficas supranacionales o bien hacia organiza-
ciones más flexibles como la comisión establecida
en torno al Rhine?
Alcanzando el estado de referencia
En un continente en que el hombre ha inter-
accionado o sea de algún modo ha condicionado
su curso con el agua desde el Neolítico, ¿cuál de-
be ser el estado de referencia?. ¿Cuál es en reali-
dad el concepto más adecuado, el nivel óptimo, de
buen estado ecológico?. Ciertamente no se puede
pensar en un estado de virginidad absoluto, pero
¿qué nivel de alteración puede llegar a asumirse
como positivo?.
En consecuencia la pregunta clave es ¿dónde
se establece el límite de la modificación artificial
del estado de las aguas?. Y, en segundo lugar, ¿cuál
es el conjunto de indicadores que deben evaluar el
estado de referencia y, la distancia existente entre
estos valores con los propios del estado actual?,
¿cuánto va a costar su convergencia?. O, más sim-
plemente, ¿cuánto cuesta su simple monitorización
y control?. O, en fin, ¿cómo pueden desarrollar un
sistema de información adecuado a los temas más
candentes que deben ser abordados en primer lu-
gar?. Con relación a todo ello, ¿serán respetadas
por parte de la Comisión las especificidades de ca-
da estado miembro, teniendo en cuenta, por una
parte, que existen hasta 15 años para ponerse al
día, pero por otra parte la comisión (para incentivar
a los estados miembros) puede poner multas?
Análisis económico y recuperación de los
costes
En la mayoría de estados miembros, la indus-
tria del agua está muy preocupada con una de las
cuestiones fundamentales de la DMA. De acuerdo
con la opinión generalizada de los economistas y de
los técnicos gestores de los abastecimientos, la DG
XI promueve la recuperación de costes para los di-
ferentes usos del agua. Pero este no ha sido, prácti-
camente nunca, el caso en el pasado y si los países
líderes están ya muy cerca de tal objetivo, no puede
olvidarse cómo el sistema debe ir implantándose.
De hecho, la promoción de la salud y del bienestar
que hemos visto a lo largo del pasado siglo XX com-
portaron la financiación subsidiada de la mayor par-
te de las infraestructuras durante el periodo de equi-
pamiento. Ello hizo que los precios del servicio de
agua bajaran de manera notable lo que ha creado una
cultura bien consolidada que ha llegado a nuestros
días. Ello deberá ser valorado y explicado por eco-
nomistas e historiadores de la ciencia y tecnología.
En cualquier caso, no sería razonable ni políticamen-
te correcto condenar los subsidios generalizados en
los países miembros del sur e Irlanda, que aún están
inmersos en el proceso de completar su equipamien-
to básico e inicial. Esta cuestión ha sido subrayada
por el Instituto for Prospective Technological Stu-
dies (IPTS) en un informe sobre los países medite-
rráneos preparado por la DG XVI (E.U., 2000).
En los países del norte de Europa, los precios
del agua se han incrementado de manera rápida en
los últimos años por una clara razón: una vez ha con-
cluido la fase inicial de inversión, los gobiernos na-
cionales tienden a suprimir los subsidios. Y, en con-
secuencia, los suministros de agua deben hacer fren-
te a la reposición de las enormes cantidades de capi-
tal invertido, y todo ello justo en el mismo momento
en que nuevos estándares medioambientales están
siendo impuestos. Pero el momento coincide, des-
afortunadamente, con una crisis económica europea,
y las consecuencias sociales de esta crisis económica
pueden afectar de manera notable al mundo del agua.
De este modo la cuestión es: ¿pueden las tarifas
europeas del agua hacer frente a la recuperación
completa y a largo plazo del medioambiente hídrico
con las actuales estructuras y la tecnología del mo-
mento?. Y si esta política es asumible, ¿es política-
mente asumible?. Por ello sostenibilidad supone in-
cluso reconsiderar las políticas del lado de la oferta
que han dominado la política del agua del siglo pasa-
do. ¿Podemos todavía continuar con el sueño de co-
nectar la práctica totalidad de usos a un sistema úni-
co de suministro de agua, incluyendo el riego del cés-
ped y las descargas de los inodoros a un sistema úni-
co de drenaje con el posterior tratamiento de agua, to-
do ello formando un circuito cerrado, cuando el ciu-
dadano no ha sido suficientemente sensibilizado?.
Algunos estados miembros deberían mas bien
considerar el desarrollo de servicios públicos tales
como alcantarillados descentralizados en áreas de ba-
ja densidad, promover la reutilización del agua para
usos de menor calidad, y todos ellos debieran consi-
derar el suplementar las soluciones más tradicionales
propuestas desde la perspectiva de la ingeniería civil
283
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA
A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
aumentando el control de los usos así como su racio-
nalización. La misma Comisión Europea debería po-
ner fin a sus contradicciones que suponen de una
parte promover la recuperación de costes mientras
financia transferencias de agua a larga distancia en
España o la presa de laAlqueva en Portugal (Vergés,
2002). En estos proyectos aún está viva la idea ya
desfasada de que como el agua es vida debe ser gra-
tis especialmente para promover el desarrollo de re-
gadíos de cultivos subvencionados a costa de los
abastecimientos de agua a las ciudades y, por su-
puesto, de las necesidades de los ecosistemas.
Una cuestión de gran importancia aún pen-
diente de concretar es si el nivel de la recuperación
de costes debe efectuarse bien sector por sector a un
nivel nacional, o por el contrario debe efectuarse de
manera intersectorial en el marco de una cuenca o
de un distrito hidrográfico. Un buen ejemplo del
control de la contaminación difusa nos viene del
norte de Europa. La solución arbitrada consiste en
que los abastecimientos urbanos abonen a los agri-
cultores la falta de productividad derivada de no
utilizar pesticidas y nitratos.
Información pública y participación
Ha habido una gran cantidad de debates con
relación a este punto, sobre todo con relación del
momento del proceso en que debe involucrarse la
opinión pública. ¿Debe incluso extenderse hasta el
momento del planeamiento y de la toma de decisio-
nes?. ¿Deben las comisiones de los distritos hidro-
gráficos definir el estado de referencia y las direc-
trices para alcanzarlo y, posteriormente, presentarlo
al público para que, a su vez, pueda manifestar su
desacuerdo si no está satisfecho?.
¿Debe ser inducido el ciudadano a que ejerza
como testigo en un proceso de judicialización acer-
ca del cumplimiento de determinadas directivas? O
¿debe la opinión pública participar desde el inicio
en definir el estado de referencia y el programa de
actuación, pero de una modo más cualitativo, como
por ejemplo a través de ONG’s. Obviamente hay
necesidad de combinar ambos tipos de participa-
ción pero en algunos estados miembros, los respon-
sables de la política del agua puede sentir la tenta-
ción de interpretar la DMA y, de este modo, “reba-
jar” de manera cualitativa la participación de los
usuarios del agua así como los de quienes más pre-
ocupados están por el estado de los ecosistemas,
que en definitiva no es más que un usuario anóni-
mo, y permitiéndole que opine sólo al final del pro-
ceso de planeamiento.
Sustancias peligrosas
Resultó muy complejo alcanzar un compromi-
so acerca de la lista de sustancias, en particular las
que se incluyen en la lista negra, prohibidas durante
al menos 20 años en un proceso que lleva a listarlas
cada 4 años, porque no se conoce cual puede ser el
impacto secundario sobre las políticas agrícolas e in-
dustriales. Tampoco se conoce como eliminar estas
sustancias del ambiente, una vez ya han sido difun-
didas. De este modo existe un amplio debate acerca
del número de sustancias. La Comisión ha listado ya
32, de las cuales 21 han sido calificadas como peli-
grosas, pero algunos ecologistas piensan que deberí-
an ser prohibidas más de 400. La Directiva tampoco
especifica con claridad si los fabricantes están obli-
gados a suministrar datos acerca de todas las sustan-
cias químicas que producen o utilizan. En conse-
cuencia la regulación acerca de los daños que pue-
den producir se hace prácticamente inviable.
Aguas subterráneas
Las aguas subterráneas constituyen un serio
problema porque las graves consecuencias de su
contaminación y sobre explotación son, general-
mente, mucho más duraderas en el tiempo que en el
caso de las aguas superficiales. Además la política
de aguas de Europa ha estado muy limitada, toda
vez que el único instrumento legislativo operativo
que aborda su contaminación por sustancias tóxicas
por parte de la industria es la DMA. Desde enton-
ces la contaminación por parte de la agricultura in-
tensiva se ha convertido en un tema capital. En par-
ticular los suecos, cuando se integraron en la Unión
Europea, fueron especialmente activos a la hora de
preparar una revisión de la directiva de aguas sub-
terráneas (Hilding Rydevik, FRN, 1998).
No conviene olvidar que cualquier plan de ac-
tuación debe tener presente una gran limitación: es
virtualmente imposible ejercer un estricto control
sobre los agricultores, dado que estos están desper-
digados a largo del país. En los países latinos el
problema es más grave, debido a que las leyes ro-
manas que ellos heredaron, establecían que las
aguas subterráneas son propiedad de quienes pose-
en las tierras, lo que hace particularmente complejo
explicar a los agricultores que las aguas subterráne-
as constituyen un bien público y, muy especialmen-
te, cuando están sobre explotadas. Proteger las
aguas subterráneas con el propósito de disponer de
recursos hídricos en buenas condiciones, comporta
suplementar las políticas de aguas y el control so-
bre el uso de las tierras.
284
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Sin embargo, los observadores de los estados
miembros del norte de Europa sostienen que la
DMAconstituye un paso atrás para las aguas subte-
rráneas, por cuanto la antigua prohibición comple-
ta de algunas sustancias (Directiva de 1980), ha si-
do reemplazada por el principio de “no degrada-
ción” que será muy complejo de aplicar y hacer
cumplir e incluso de controlar. Y al contrario, en al-
gunos países del sur de la comunidad, los ingenie-
ros que vienen ocupándose del agua están interesa-
dos únicamente en las superficiales, ignorando no
sólo el potencial de las aguas subterráneas sino
también la interconexión entre acuíferos y ríos. Es
lo que ha dado en llamar Ramón Llamas (2001) hi-
droesquizofrenia. Incluso más. Varios autores espa-
ñoles han subrayado la discrepancia entre la políti-
ca nacional del agua de España, aún orientada hacia
el lado de la oferta con grandes obras hidráulicas
que sólo contemplan las aguas superficiales, y la
DMA que claramente empuja las nuevas políticas
del agua hacia el lado de la demanda. Pero, ¿sólo
hay que dar mala nota a España?. También en Fran-
cia, por ejemplo, mientras algunos observadores ar-
gumentan de manera muy superficial que la DMA
es fácil para nosotros, por cuanto hemos proporcio-
nado nuestro modelo a Europa, otros manifiestan
que su implementación será particularmente costo-
sa, sobre todo en lo referente a la monitorización y
el control que solicita la Comisión. Asimismo, los
cálculos económicos y financieros pueden dar más
de una sorpresa cuando se proceda a aplicar el prin-
cipio de recuperación de costes.
SOSTENIBILIDAD DE LOS SERVICIOS DE
AGUA URBANOS
Si tomamos en consideración el principio de
la sostenibilidad, implementado desde la óptica de
las 3Es, ello demanda obtener una respuesta a las
tres preguntas siguientes:
a) Economía: ¿Cómo se van a poder mante-
ner y renovar todas las grandes instalaciones que
han comportado una enorme inversión a la largo de
más de 150 años, necesarias para suministrar y dre-
nar el agua de las ciudades?. ¿Se calculan correcta-
mente las tasas de depreciación? y, en todo caso
¿cómo deben repercutirse en la factura del agua a
medida que los subsidios van siendo eliminados,
tras haber asumido el Estado las inversiones inicia-
les?. ¿Cuál es el adecuado compromiso entre un
buen mantenimiento y la prolongación excesiva de
los años de utilización de las instalaciones, frente a
un pobre mantenimiento y un tiempo de utilización
particularmente corto?. ¿Se puede diferenciar entre
un adecuado mantenimiento y la renovación de una
infraestructura amortizada?. Al respecto, el caso
concreto de las pérdidas de agua en las redes es un
buen ejemplo de la búsqueda del referido compro-
miso. Existe, lógicamente, un punto óptimo en una
red para cada precio del agua, bastante lejos del ob-
jetivo de red estanca. De otra parte, a menudo es
mucho más barato rehabilitar las tuberías con algún
recubrimiento que renovarlas. Pero, ¿cuál debe ser
la repercusión de todas estas actuaciones en el reci-
bo del agua.?
b) Environment (Ambiente): Con objeto de
minimizar el impacto medioambiental de las dife-
rentes infraestructuras existentes, ¿cuáles son las
infraestructuras que se requieren para poder cum-
plir con las Directivas Europeas, al tiempo que se
satisfacen los estándares propios de cada país?.
¿Cómo van a evolucionar los costes de operación a
medida que vayan creciendo los fangos proceden-
tes de las depuradoras?. ¿Cuál será el coste adicio-
nal a soportar por el usuario cuando los costes de
operación y las inversiones deban soportar las tasas
de interés comerciales?. ¿Cuán lejos están las dife-
rentes políticas nacionales del principio formal-
mente asumido de que quien contamina paga?.
c) Ética: Si todos los costes derivados de la
sostenibilidad (mantenimiento y renovación de las
instalaciones) les son repercutidos al consumidor,
¿podrán ser asumidos directamente por el usuario?.
¿serán políticamente aceptables?. Y si no lo son,
¿qué adecuación tecnológica, financiera o, en fin,
qué nueva planificación puede ser menester?.
¿Cuál será el impacto y la posterior repercusión so-
bre las generaciones futuras, tanto en precios como
en salud, como en riesgos medioambientales, si no
se toman las medidas adecuadas?. Es posible lle-
varlo a cabo sin subsidios o sin una financiación
adicional procedente de impuestos generales, bien
a nivel local, bien a nivel supra-local?.
Existen además otra serie de cuestiones por
concretar. Por ejemplo, y con relación al suminis-
tro de agua, uno es el derivado de aumentar el nivel
de los estándares de calidad con las subsiguientes
restricciones derivadas de reforzar estas medidas.
Por ejemplo la sustitución de todas las tuberías de
plomo. Otro es la selección de políticas alternati-
vas. De este modo nos podemos plantear qué es lo
que más conviene, si eliminar en las plantas pota-
bilizadoras los biocidas y nutrientes procedentes de
la agricultura o bien articular políticas que incenti-
ven la reducción en la agricultura de su utilización.
285
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA
A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Y quien debe asumir los costes asociados a estas
políticas, ¿los consumidores de agua (como en el
caso alemán del Wasserpfennig), o bien los agri-
cultores?. Otro tema interesante es el referente a la
medida del consumo en Inglaterra o Gales. Instalar
contadores en todas las viviendas, tal cual se preve-
ía sucediese tras la ley de privatización del sumi-
nistro de agua, puede ser muy caro y sin embargo
no resultar económicamente rentable, dada la rela-
tiva baja elasticidad de la demanda de agua a los
precios. Pero con muy pocos contadores resulta
muy difícil auditar y verificar dónde se producen
las fugas, y no hay modo de averiguar cuáles son
los usuarios con fugas internas. Probablemente de-
be haber un óptimo a determinar. Por otra parte, por
razones obvias de equidad, existe una gran presión
desde las ONG’s, expertos y políticos para implan-
tar la medición universal a todos los consumidores.
Y con relación al drenaje y depuración de las
aguas residuales, al menos cuatro cuestiones bási-
cas se deben concretar. La primera pregunta es re-
lativa a los efluentes industriales porque ¿es acep-
table que las industrias viertan en las redes urbanas,
y si la respuesta es positiva, cuál es la tarifa que de-
ben asumir?. O, ¿cuál es el pre tratamiento que se
les debe exigir?. ¿Qué clase de tecnologías son ade-
cuadas en zonas urbanas de baja densidad y en mu-
nicipios muy pequeños si se toman en cuenta los
costes de operación a largo plazo?. ¿Cuál debe ser
el coste y el beneficio medioambiental de una polí-
tica exigente en el control de la polución proceden-
te del agua de lluvia y cómo debe ser financiada?.
¿Cuál debe ser el impacto económico del manejo
de fangos procedentes de las depuradoras en un
momento en que los agricultores se muestran clara-
mente en contra de utilizarlos en sus campos?.
Con relación al tipo de gestión de estos servi-
cios, públicos o privados, son muchas las cuestio-
nes objeto de discusión. ¿Está la delegación de es-
tos servicios poco controlada?. ¿Permite esta falta
de control reducir la falta de rehabilitación y/o re-
novación en estos servicios?. ¿Es la agrupación de
servicios de agua en entes supra municipales más
competitiva?. ¿Permite ser más eficiente desde el
punto de vista de la ingeniería, la operación o el
planeamiento (tal cual ocurre en el modelo francés,
y cada vez de manera más acusada en el inglés)
que la tradicional industria del agua fragmentada y
ligada a la gestión pública o a la permanente priva-
tización de la gestión del servicio a través de con-
vocatorias públicas? Y, por encima de todo, ¿cuál
es el tamaño optimo de este tipo de servicios? ¿Es
la gestión local preferible a la regionalización?.
¿Sería interesante la adopción de formulas interme-
dias como la adopción de una gestión local con fi-
nanciación regional y un sistema de cargas mixtas
(locales – regionales)?.
Las preguntas que aquí se han detallado son
sólo una muestra parcial de una lista amplia rela-
cionadas con el concepto de sostenibilidad. Y un
análisis similar sería del caso llevar a cabo para
analizar el uso del agua en la industria, en la agri-
cultura o, en fin, en la generación de energía eléc-
trica. Pero lo que ahora procede es analizar la nece-
sidad de un cambio en la cultura de la ingeniería del
agua para afrontar de manera exitosa la implanta-
ción de la DMA. En una conferencia celebrada en
Roma en Octubre de 2002 sobre la aplicación de la
gestión de la demanda en los países mediterráneos,
el representante del Banco de Inversión Europea
declaró que su institución no era partidaria de fi-
nanciar grandes obras hidráulicas porque sencilla-
mente olvidan por completo el control de las fugas
y otras medidas de conservación para así justificar
“plantas de desalinización sexy”. No llegó ni a
mencionar las transferencias de agua a larga distan-
cia. Debemos ahora entender y diferenciar por qué
algunas técnicas forman parte de la gestión de la
demanda mientras otras son más propias de la ges-
tión de la oferta (por supuesto que este tema fue ob-
jeto de debate en el seminario), pero ahora debe-
mos ir a presentar un histórico recorrido sobre lo
que ha sido la evolución de las tecnologías del agua
en el periodo contemporáneo.
LAS TRES EDADES DE LA INDUSTRIA DEL
AGUA
Describimos, seguidamente, las tres fases de
la ingeniería que ha vivido la industria del agua.
Tuberías y depósitos vinieron de la mano de la in-
geniería civil, las potabilizadoras y las depuradoras
de la mano de la ingeniería química, así como toda
la tecnología de las membranas, mientras que los
más recientes avances relacionados con la gestión
de la demanda están relacionados con la ingeniería
del medio ambiente. Esa es la síntesis.
Al objeto de explicar de manera clara este
desarrollo basado, en parte, en las crisis parciales
habidas, debemos recurrir al concepto de “reverse
salient” que bien pudiera entenderse como una “in-
versión relevante”, y que fue inicialmente propues-
ta para explicar la evolución de las redes eléctricas.
En el caso del agua podemos suponer que fue a lo
largo del siglo XIX, o más bien hasta que los más
que notables descubrimientos de Koch y Pasteur
286
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
fueron bien conocidos, que los sistemas de distri-
bución de agua (SDA) se desarrollaron bajo la hi-
pótesis de que el agua debía ser conducida de ma-
nera natural desde su nacimiento (con independen-
cia de lo lejano que estuviese) hasta los núcleos ur-
banos. Las grandes ciudades debieron recurrir a
buscar el agua cada vez a mayor distancia, lo que
fue posible gracias a la facilidad con que los dife-
rentes municipios obtenían “dinero muy barato”,
principalmente a partir de las cajas de ahorros mu-
nicipales que a la sazón se establecían y que ellos
mismos controlaban.
Estos bonos resultaron muy atractivos para
los ciudadanos por lo que finalmente todos estos
gobiernos acabaron por subsidiar estas obras. Es
claro el ejemplo de Glasgow “la gestión municipal
directa ofrecía diferentes ventajas a la ciudad (...).
La compañía privada existente (...) no actualizaba
las infraestructuras y, en consecuencia, era inca-
paz de dar respuesta al rápido crecimiento de la
población (...). Además, la compañía no podía asu-
mir la inversión necesaria para poner al día las
instalaciones, al contrario que el Ayuntamiento de
la ciudad, cuya creciente población le permitía
asumir con solvencia la obtención de la financia-
ción necesaria, de manera que se efectuaron las in-
versiones necesarias y a partir de entonces un ser-
vicio estable fue posible(..). Loch Katrine fue loca-
lizado en Perthshire Highlands, a unos 55 km de la
ciudad de Glasgow, o sea, lo suficientemente aleja-
do de la polución de la ciudad (...). La inaugura-
ción oficial llevada a cabo por la reina Victoria, en
un húmedo día de otoño de 1859, fue un aconteci-
miento de enorme significación para Glasgow
(...).Loch Katrine constituye, sin la menor duda, la
primera obra relevante de la ciudad, combinando
las maravillas de la tecnología victoriana con la
calidad del agua pura procedente de High-
land”(Maver, 2000). Joel Tarr (1996) ha ilustrado
de manera conveniente y clara en los USA esta so-
lución: por una parte obteniendo agua clara y lim-
pia desde muy lejos, mientras que, de otra parte, se
utilizaban los ríos como alcantarillas, descansan-
do esta última decisión en la capacidad de dilución
natural y de auto purificación de los ríos.”
Este modo de resolver la problemática de los
abastecimientos urbanos ha sido la tónica general
en el nuevo mundo, extendiéndose, tras la segunda
guerra mundial, al resto del mundo, sobre todo de-
bido al apoyo de las Instituciones de Crédito Inter-
nacional que ofrecen dinero barato así como otras
formas alternativas para apoyar el desarrollo de in-
fraestructuras (Keynesiano o socialista).
Sin embargo las grandes obras hidráulicas de
los años 50 y 60 fueron dedicándose, cada vez más,
no a las ciudades sino a potenciar la agricultura con
destino a la exportación. De tal manera que a día de
hoy, todos los países en vías en vías de desarrollo
basan su política de aguas en grandes transferencias
de agua, subsidiando de manera indirecta la pro-
ducción de áreas de regadío para introducirlas en
los mercados internacionales. Una pequeña parte
de estas grandes obras es utilizada en las ciudades,
lo que contribuye a reducir el déficit, pero funda-
mentalmente estas grandes transferencias propor-
cionan agua subsidiada que es generalmente gestio-
nada de manera ineficiente (pérdidas de agua y ba-
jos precios dan lugar a un círculo vicioso). En algu-
nos casos, el límite de los recursos hídricos dispo-
nibles se ha alcanzado, por lo que la actual crisis
otorga la posibilidad de chequear la insostenibili-
dad de estas políticas del pasado.
UNA INVERSIÓN RELEVANTE:
DESDE AUMENTAR LA CANTIDAD HACIA
PROMOVER LA CALIDAD DE LAS AGUAS
PRÓXIMAS
Resulta muy interesante constatar cómo una
crisis similar ocurrió hace ya mucho tiempo en el
norte de Europa. Los crecientes incrementos en la
densidad de población de las ciudades, en paralelo
con los recursos naturales limitados, trajo una fuer-
te competencia por las fuentes de agua más puras.
De otra parte, el desarrollo de los análisis químico -
biológicos, mostraban el creciente aumento de la
contaminación. Y dado que el riego no es en abso-
luto una necesidad en la Europa del norte, pronto el
problema del agua no fue tanto de cantidad como
de calidad. Finalmente se decidió, a finales del si-
glo XIX, que el agua debía ser, en primer lugar, clo-
rada, ozonizada o desinfectada mediante el uso de
lechos de carbono activado (alrededor de la prime-
ra guerra mundial), con independencia de cual fue-
se su procedencia. Pero en cualquier caso captando
el agua del río, justo aguas arriba de las ciudades,
nada cambiaba en términos de salud pública y cali-
dad, mientras se evitaban costosas inversiones. De
este modo, bien pronto las grandes ciudades euro-
peas cambian la estrategia y comienzan a aumentar
las inversiones en el sentido de mejorar la calidad
en lugar de aumentar la cantidad, lo que lógica-
mente conlleva un crecimiento muy importante en
los costes de operación, mientras el suministro de
agua a presión hasta la misma vivienda del ciuda-
dano pasa a ser más que una cuestión de lujo, un
confort natural, de manera que los abonados co-
mienzan a pagar el suministro.
287
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA
A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Esto fue, exactamente, lo que sucedió en París
hace unos cien años. Desde Napoleón, la idea que
predominaba era que París debía abastecerse desde
fuentes de suministro lejanas y, ciertamente, el tra-
bajo del ingeniero Belgrand, bajo la concepción ge-
neral del Baron Haussman que concebía este servi-
cio público como un monopolio, se diseñó para
asegurar el suministro de agua desde fuentes muy
distantes (alrededor de 100 Km). En cualquier ca-
so, y a partir del crecimiento de la ciudad, pronto se
vio que algún día París debería abastecerse del Loi-
ra, excepto en el caso de que el río discurriese con
un bajo caudal, lo que ciertamente ocurre en verano
que es cuando la demanda crece. A la vista de ello,
en 1890, un ingeniero de nombre Duvillard, conci-
bió un proyecto para transportar el agua desde el
Lago Leman, a ¡¡440 km de distancia!!. Parecía un
proyecto fantástico, debido a losAlpes y al carácter
internacional del Rhone (¿hubieran aceptado los
suizos?), aunque era técnicamente bastante sencillo
incluso en aquel entonces. Los defensores de aquel
proyecto de inmediato iniciaron una campaña con
toda clase de argumentos para convencer tanto a la
ciudad de París como al mismo estado: la capital
del mundo necesitaba agua para las más lujosas
fuentes, las calles más limpias 3
, el máximo confort
e higiene doméstico, una cantidad de agua que faci-
litaría la navegación durante las épocas de sequía,
descargando las aguas usadas desde el nuevo siste-
ma de drenaje urbano con dirección al mar, y de-
jando los restantes recursos hídricos disponibles
para el desarrollo económico y local. En conclu-
sión, decían, un gran trasvase que aseguraría para
siempre el SDA (sistema de distribución de agua) a
París y cuanto mayor fuese más barato resultaría
cada metro cúbico transferido. Es, en verdad, muy
divertido constatar que cien años después vuelven a
utilizarse los mismos argumentos por parte del re-
ciente consorcio franco-español, para justificar una
transferencia de aguas desde el Rhone a Barcelona
de 350 km de longitud. Ello muestra como en los
países del sur de la Unión europea, la necesidad del
riego cambia por completo la película. Las ciuda-
des deben conseguir el agua como siempre, cada
vez desde más lejos, porque el agua superficial lo-
cal y las aguas subterráneas son utilizadas y, en mu-
chas ocasiones, desperdiciadas por los agricultores
a un precio prácticamente nulo.
Pero volvamos de nuevo al París de hace cien
años cuando los promotores de aquel trasvase esta-
ban concluyendo sus estudios. Una enfermedad epi-
démica se extendió, constatándose que una de las
fuentes naturales más distantes que suministraban el
agua a la ciudad (la de Loing) era la responsable.
Pronto se concluyó, pues, que podían contaminarse
incluso las aguas distantes más puras. En otras pa-
labras, toda el agua debía ser filtrada y tratada,
cualquiera fuese su procedencia. En 1902 Paul
Brousse, uno de los padres fundadores del llamado
“socialismo municipal francés” (similar a lo que de
manera jocosa ha sido denominado en Inglaterra
como “socialismo de agua y gas”), inauguró la nue-
va planta de filtración en Ivry, justo aguas arriba de
París (siguiendo la corriente del Sena). Una esta-
ción de potabilización que hace unos pocos años ha
sido actualizada y que en la actualidad sirve para
mostrar la tecnología francesa más puntera relacio-
nada con el agua. Una elección, pues, bien durade-
ra. La cloración se decidió justo después de la se-
gunda guerra mundial. La demanda de agua iba en
aumento de manera muy marcada y el gran trasva-
se parecía una apuesta demasiado arriesgada. Fi-
nalmente el proyecto fue descartado por la ciudad
de París por razones de seguridad. ¿Qué hubiera su-
cedido si en la siguiente guerra los alemanes hubie-
se volado el acueducto cortando el suministro de
agua?.Aún cuando esta decisión no ayudó mucho a
prevenir la siguiente guerra (¿existen guerras reales
por el agua?), lo que está muy claro es que tan pron-
to como la ingeniería química comenzó a reempla-
zar a la ingeniería civil, las soluciones tendentes a
mejorar la calidad sustituyeron a las que tienen por
objetivo aumentar la cantidad.
Tras la segunda guerra mundial, el prefecto
del Sena obtuvo gran provecho de una enorme in-
undación para conseguir la construcción de tres
grandes embalses en el Sena, el Marne y el Aube.
Permiten aumentar el caudal del río en verano al
tiempo que posibilitan abastecer a la ciudad de París
incluso en épocas de sequías severas, como la que
aconteció en 1.976. Conviene subrayar que incluso
un cuarto embalse fue contemplado por los conseje-
ros de J. Chirac, desde el que se transportaría di-
rectamente el agua hasta París a través de una tube-
ría. La idea fue abandonada por razones similares.
288
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
3
París es una de las pocas ciudades del mundo en la que las calles son limpiadas con aguas claras. Por razones políticas y económicas, ligadas a la deci-
sión de Haussmann de unir los barrios periféricos a la ciudad, y extender Paris desde 12 hasta 20 barriadas, se decidió que el agua sería producida por la
ciudad y entregada sin cargo a través de una red pública, mientras una segunda red suministraría agua a presión a los consumidores urbanos e industria-
les que pagarían por ello. Esta es la razón por la cual Paris todavía tienen 2 SDA, uno potable y el otro no-potable de acuerdo con los estándares actua-
les. La red no potable transporta agua del Sena con una sola filtración para la limpieza de las alcantarillas y para suministrar agua a los lagos de los par-
ques, así como para limpiar las calles. El resto de usos públicos, como la alimentación de las tomas de agua contra incendios, se han conectado a la red
de agua potable, con mayor presión y más fiabilidad.
Podemos y debemos potabilizar toda el agua, dije-
ron las grandes compañías suministradoras, una
circunstancia a la que se debe añadir que la deman-
da del agua en París ha caído entre 1990 y 1996 un
13 % (Cambon-Grau, 2000).
En definitiva, el desarrollo de la ingeniería
química y bio-química permite a las compañías en-
cargadas del suministro de agua implementar solu-
ciones de carácter local a sus problemas, lo que per-
mite mantener a las autoridades municipales la he-
gemonía a la hora de prestar el servicio de suminis-
tro de agua, bien de manera aislada, bien a través de
consorcios metropolitanos.
Este hecho es, con frecuencia, ignorado en el
debate existente en todo el mundo con relación al
binomio gestión pública – gestión privada, cuando
a lo largo de los siglos los europeos han encontrado
buenas soluciones para conectar toda la población
al suministro de agua urbano: el municipio es el
centro, pero a su vez es compatible con el sector
privado y con otros niveles de organización territo-
rial. La siguiente etapa de la historia de los servi-
cios de agua lo ilustra.
LA CRISIS DE LOS SERVICIOS MUNICIPALES
DE AGUA: ¿UNA NUEVA INVERSIÓN
RELEVANTE?
En Francia, como en otros muchos países eu-
ropeos, a partir de 1950 se van a hacer importantes
esfuerzos para mejorar el drenaje de unas ciudades
que, a partir de 1970 ven notables obras para mejo-
rar sus alcantarillados. Para facilitar la financiación,
se decidió cambiar el estatus del SPAD (Servicio
Público de Alcantarillado y Depuración) desde un
sistema impuesto a un servicio, y consiguientemen-
te a pagar por el mismo a través de la factura del
agua. El efecto indirecto fue internalizar los costes
externos generados sobre el medio ambiente por el
uso del agua en las ciudades, lo que es bueno, y de-
jar al margen de la red de agua potable determina-
dos usos que no necesitan el agua potabilizada, o
bien, obligándoles a reciclarla. Pero en el mismo
periodo, el SPAD se convierte en sí mismo en una
actividad objeto de negocio, pues debe hacer frente
a la renovación de sus más antiguas infraestructuras
sin disponer ya de más subsidios. Esta es una razón
esencial por la cual el municipalismo abrió diversas
vías legales hacia la gestión privada de estos servi-
cios. La contabilidad pública tradicional ni puede
devaluar los inventarios ni puede hacer provisiones
para renovar las infraestructuras, mientras las con-
tabilidades privadas si lo pueden hacer.
Los SDA y posteriormente los SPAD pronto
debieron contemplar tanto la depreciación como la
provisión de fondos para amortizar lo que, obvia-
mente, supone un aumento en la tarifa del agua.
Además los gobiernos están bajo la influencia de
los economistas que argumentan a favor de la recu-
peración, cuanto menos parcial, de los costes, lo
que supone la erradicación de los subsidios. Ello
provoca un notable aumento de las tarifas por lo
que un cada vez mayor número de usuarios (indus-
tria y servicios especialmente) cambian sus proce-
sos de producción o se las ingenian para minimizar
las fugas, lo razón última por la cual los consumos
últimamente están decreciendo. En algunos países,
incluso los consumidores domésticos, han reducido
su demanda de agua cambiando las características
de los dispositivos y electrodomésticos de las vi-
viendas, modificando las plantas del jardín e inclu-
so instalando depósitos para almacenar agua o, in-
cluso, otras alternativas para el suministro domésti-
co de agua no potable. Con seguridad que si estos
movimientos se desarrollasen con rapidez los SDA
y los SPAD caerían en bancarrota.
En estos momentos, además, las compañías
de distribución de agua están constatando que cada
vez resulta más costoso producir agua que cumpla
con los estándares de agua potable (EAP). Los con-
troles de naturaleza “ecotoxicológica” sobre los es-
tándares de agua potable, tienden a propiciar la es-
trategia de “ausencia de riesgo”, sin tomar en con-
sideración los costes que ello conlleva. A Europa el
rebajar el nivel mínimo de plomo desde 50 hasta 10
µg/l le ha supuesto un coste de 35 billones de euros,
aún cuando no hay ninguna evidencia de que el an-
terior nivel de plomo pudiera llegar a envenenar. La
proliferación de criterios está complicando la situa-
ción cada vez más. Los productos residuales de la
cloración son cancerígenos. Hay otros muchos
ejemplos y año tras año, los medios de comunica-
ción se hacen eco de que una creciente población
no bebe agua potable de acuerdo con los estándares
establecidos, pese a la notable mejora, con el paso
del tiempo, de los tratamientos. Para rebajar el ries-
go, pues son incapaces de alcanzar los objetivos de
los estándares, las compañías de agua, en colabora-
ción con las autoridades locales nacionales y euro-
peas están cambiando de estrategia. Hay que prote-
ger determinadas zonas que corresponden a las
captaciones de agua, lo que implica por lo general
una reprogramación de la agricultura y programas
de compensación a los propios agricultores (para
conocer más a fondo la historia de los criterios re-
lativos a la calidad del agua potable, ver por ejem-
plo, Okun, 1996).
289
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA
A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Esta política de reordenación territorial siem-
pre va a ser más barata que sofisticar la potabiliza-
ción, incluso incluyendo la compensación de los
agricultores. En cualquier caso, aún queda un largo
recorrido para alcanzar un nuevo y más sostenible
equilibrio. Y lo que es peor mientras tanto los crite-
rios relativos a la potabilidad del agua se refuerzan
regularmente, a medida que nuevos riesgos se des-
cubren, con lo que la espiral de los costes de pota-
bilización y sus negativos efectos no para de crecer.
Esta crisis de la “edad de la ingeniería química”,
abre el camino a una tercera edad, el de la ingenie-
ría medioambiental, la edad en la que todas estas
cuestiones deben ser consideradas de manera si-
multánea en un análisis conjunto.
En cualquier caso, la presente crisis no es la
más apropiada para realizar largos trasvases (Barra-
qué, en Vlachos & Correia, 2000). Lo que sucedió
en California a comienzos de los años 70, está ocu-
rriendo ahora en Europa. Ello es debido a que los
movimientos medioambientales están uniendo sus
fuerzas con los economistas y liberales que deman-
dan la recuperación integra de los costes que com-
portan las grandes infraestructuras hidráulicas.
Unos costes que deben asumir los beneficiarios de
las mismas. Por ello el nuevo eslogan parece ser
“ahorra y gestiona la demanda en primer lugar pues
no hay dinero barato para subsidiar trasvases”. En
nuestra revisión de proyectos sobre trasvases, he-
mos encontrado otros muchos que añadir a los de
España. Copenhague podría pensar en comprar
agua a Suecia, Palermo a Albania, Londres podría
obtenerla procedente de los lagos del norte aún
cuando antes parece lógico pensar en disminuir sus
fugas. Y los más de los restantes fantásticos pro-
yectos en otros continentes estarían muertos como
hidrodinosaurios si los gobiernos nacionales se hu-
bieran percatado de la ineficiencia financiera así
como del hecho que el intercambio de alimentos
transportan a notables distancias grandes cantida-
des de “agua virtual”, mucha más de la que pueden
transportar todos estos proyectos (Allan, 2000).
La ciudad de Nueva York, como otras mu-
chas ciudades de los Estados Unidos y Canadá,
vienen siguiendo un camino diferente al que he-
mos visto sigue Europa, debido a la abundancia de
agua limpia. La tradición induce a aumentar el
consumo mientras el agua se capta cada vez más
lejos, al tiempo que se protegen los puntos de ver-
tido mediante un estricto control del uso del suelo.
Con todo, las metrópolis bien pudieran caer en la
“historia europea”, porque las fuentes limpias na-
turales no son inmunes al cryptosporidium y otras
nuevas enfermedades letales. Un panel de expertos
de la USEPA concluyó que Nueva York no debía
ya posponer por más tiempo el uso de la filtración
y potabilizar toda el agua, mientras que los inge-
nieros de la ciudad opinan que basta con aumentar
el control del uso de la tierra. Los adicionales tra-
tamientos tan específicos darían lugar a un incre-
mento de precios tan importante que podrían co-
lapsar la demanda, al tiempo que daría lugar a un
debate adicional. Si se aumenta el tratamiento de
potabilización ¿por qué no bombear directamente
desde el río Hudson mientras se deja en paz el
damnificado Quebecois?.
Si en el norte de Europa las compañías de dis-
tribución de agua están comprando las fuentes de
agua de calidad a los agricultores, mientras se les
compensan las pérdidas de productividad al tiempo
que se va evolucionando hacia la agricultura ecoló-
gica, una evolución similar, esta vez en términos de
cantidad es posible en la Europa mediterránea. El
80% del agua empleada en la agricultura genera un
valor económico añadido muy inferior al agua uti-
lizada en las ciudades y en el turismo, por lo que es-
tos contratos son posibles en tiempos de sequía sin
ninguna necesidad de invocar formalmente los
mercados de agua. Es evidente que Barcelona tiene
agua mucho más barata en el embalse de Rialp, en
el oeste de Cataluña que al otro lado de los Pirine-
os, con tan sólo promover la flexibilización de los
usos. Y no ya tanto de los presentes, sino de los fu-
turos: Rialp fue concebido para aumentar la super-
ficie regada en el oeste de Cataluña. Se han cubier-
to la mitad de las previstas, y es muy improbable
que se siga adelante...
Es del caso recordar el ejemplo de California,
donde los mercados de agua han sido desarrollados
al igual que la política de rotaciones (“the “whee-
ling” policy”), debido a las limitaciones de agua del
Colorado. Sin embargo los gestores de los SDA rá-
pidamente advirtieron que el agua más barata no es
la comprada a los agricultores sino, y con mucha
diferencia, la ahorrada por los usuarios existentes
que la liberaban para los nuevos usuarios. Esa es la
razón por la que se creó el California Urban Water
Conservation Council (Dickinson, 1998). Una ac-
ción que se adapta plenamente al espíritu de la nue-
va DMA.
CONCLUSIÓN
En este artículo no se ha querido discutir a
fondo el tema de los subsidios en la política euro-
pea del agua, pese a que es un punto crucial.
290
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Porque una política de subsidios significa que de-
bería haber un desarrollo de comunidades de usua-
rios al nivel territorial adecuado. Estos usuarios de-
berían llevar a cabo una mejor gestión, en primer
lugar a través de un sistema de aprendizaje colecti-
vo, lo que rebajaría el intercambio de costes entre
ellos. Esto es lo que se ha dado en llamar Water go-
vernance o también gestión del agua de abajo hacia
arriba. Hoy sabemos que este proceder es más pro-
metedor que proceder de arriba hacia abajo, o polí-
ticas de mando y control. Con todo la pregunta es
¿como será interpretada la DMA en los diferentes
estados miembros?. ¿Yen Bruselas?. Teniendo pre-
sente el dominio predominante del criterio liberal
anglo sajón, existe la posibilidad de que la opción
escogida sea la tradicional, o sea, la de la planifica-
ción por parte de la administración, e incluir la par-
ticipación ciudadana al final, una vez los temas ca-
pitales han sido decididos. Una opción liberal que
incluiría el principio de recuperación de costes,
mientras los distritos hidrográficos desarrollarían
los sistemas de pagos a satisfacer, como el princi-
pio de quien contamina paga. Al mismo tiempo se
crearían entes de regulación para controlar y valo-
rar los intereses (casi siempre egoístas) de los prin-
cipales actores.
El enfoque liberal – estadista no es el más
adecuado desde la óptica de los recursos hídricos
que no son ni un bien público ni una mercancía, si-
no una propiedad común que debe ser compartida
de manera equitativa entre sus usuarios. Tampoco
es conveniente para los abastecimientos, dado el
peso de las inversiones y habida cuenta los largos
períodos de interés de estas inversiones. Por ello
en la mayoría de estados miembro diferentes es-
quemas de subsidios cruzados entre usuarios han
sido desarrollados para minimizar el impacto de
las inversiones en los recibos de agua (ver Barra-
qué, 2000a). Sería ciertamente irónico que un nue-
vo enfoque de la política del agua dificultara los
esquemas de subsidios cruzados entre usuarios,
mientras continua apoyando grandes proyectos hi-
dráulicos que no son siempre útiles y que, en cual-
quier caso, se alejan del principio de recuperación
de costes.
Afortunadamente el planteamiento de la
DMA es suficientemente prudente como para posi-
bilitar cualquier opción. En cualquier caso sería
muy util desarrollar una comparación sistemática
entre las políticas del agua europeas y americanas.
Al fin y al cabo, el congreso de los Estados Unidos
lanzó un muy ambicioso plan de renovación de su
política del agua, allá por 1972.
REFERENCIAS
Allan,T.2000.ThemiddleEastwaterquestion,hydropolitics
and the global economy. London, Tauris, 2000.
Arrojo, P. 1999. El agua a debate desde la Universidad, Hacia
una nueva cultura del agua.Actes du 1er congrès ibéri-
que sur l’aménagement et la gestion des eaux. Funda-
ción Fernando el Católico, Zaragoza, 1999.
Barraqué, B. 2000a. Assessing the efficiency of economic
instruments: reforming the French Agences de l’Eau.
Market based instruments for environmental manage-
ment. Andersen M.S. & Sprenger R.U. Edward Elgar,
2000.
Barraqué, B. 2000b.Are hydrodinosaurs sustainable? the ca-
se of the Rhone-to-Barcelona water transfer’, in Vla-
chosEvan,andCorreiaF.N.,Sharedwatersystemsand
transboundary issues, with special emphasis on the
iberian pen-insula. Luso-American Foundation and
Colorado State University, Lisbon, 2000.
Barraqué, B. 1998. ‘EuropäischesAntwort auf John Briscoes
Bewertung der Deutschen Wasserwirtschaft’. GWF
Was-ser-Abwasser, 139(6), 1998.
Barraqué, B. 1995. Les politiques de l’eau en Europe, La Dé-
couverte. Coll. Recherches, 1995.
Barbier, J.M. et al. 2000. Evolution des consommations
d’eau. Dossier in TSM – Génie Urbain – Génie Rural,
peri-odical of theAGHTM, n°2, 2000. Incl.Apaper by
Sophie Cambon Grau on water savings by the large
consumers in Paris.
Correia, F.N. 1998. Eurowater, Institutions for / Selected is-
sues in / Water resources management in Europe. Bal-
kema, Vol. I and II, 1998.
Dickinson, M.A. 2000.Water conservation in the United Sta-
tes: a decade of progress. InAntonio Estevan & Victor
Viñuales, La efficiencia del agua en las ciudades, Ba-
keaz y Fundacion Ecologia y Desarrollo, 2000.
European Union Commission, Regional Policy Directorate.
2000. Toward a strategic and sustainable management
of water resources, study n°31. Publications office of
the Commission, Luxemburg, 2000.
Hilding, R.T. & Johanssson, I. How to cope with degrading
groundwater quality in Europe, proceedings of the in-
terna-tional seminar in Johannesberg Sweden, FRN re-
port, n°98:4, Stockholm, 1998.
Llamas, R.M.; Fornés, J.M.; Hernandez, N.; Martinez, L.
2001. Aguas subterraneas: retos y oportunidades. Ma-
drid, Fundacion Marcelino Botin & Mundi Prensa,
2001.
Maver, I. 2000. Glasgow, Town and city histories, Edinburgh
University Press, 2000.
Moss, T. 2000. Unearthing water flows, uncovering social re-
lations: Introducing new waste water technologies in
Ber-lin.JournalofUrbanTechnology,Vol.7n°1, 2000.
Okun, D.A. 1996. From cholera to cancer to cryptosporidio-
sis. Journal of Environmental engineering, June 1996.
291
LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA
A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
Okun, D.A.; Craun, G.; Edzwald, J.; Gilbert, J.; Rose, J.B.
1997. New-York city: to filter or not to filter? Journal
of theAmerican water works association, 89(3) March
1997.
Richardson, J. 1997. EU water policy: uncertain agendas,
shifting networks and complex coalitions, in Environ-
mental politics, 3(4), 1997.
Tarr,J.1996.Thesearchfortheultimatesink,urbanpollution
in historical perspective, Akron University Press,
Ohio, 1996.
Van Humbeeck, P. 1998.An assessment of the distributive ef-
fects of the wastewater charge and drinking-water ta-
riffs reform on households in the Flanders Region in
Belgium. Report of the SERV (Sociaal-Economische
Raad Van Vlandern), may 1998.
Vergés, J.C. 2001. El saqueo del agua en España, Barcelona.
La Tempestad, 2001.
Zérah, M.H. 1997. Inconstances de la distribution d'eau dans
les villes du tiers-monde: le cas de Delhi. Flux, cahiers
scientifiques internationaux Réseaux et Territoires 30.
October--December, 5-15.
292
B. Barraqué
INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivir
Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivirEvaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivir
Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivirNueva Cultura del Agua
 
Cuenca Tomebamba- Cuenca- Ecuador
Cuenca Tomebamba- Cuenca- EcuadorCuenca Tomebamba- Cuenca- Ecuador
Cuenca Tomebamba- Cuenca- EcuadorMiguel Gomez Araujo
 
Hidrologia
HidrologiaHidrologia
HidrologiaCHENKLEN
 
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZ
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZHIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZ
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZCarlos Pajuelo
 
Estudio de caso calidad del agua
Estudio de caso calidad del aguaEstudio de caso calidad del agua
Estudio de caso calidad del aguaAurymarAlvarez
 
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino ysik_aa
 
Gestión del agua para la adaptación del cambio climático
Gestión del agua para la adaptación del cambio climáticoGestión del agua para la adaptación del cambio climático
Gestión del agua para la adaptación del cambio climáticoColmenaLab
 
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del Tajo
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del TajoPresentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del Tajo
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del TajoNueva Cultura del Agua
 
Restricciones de uso por calidad
Restricciones de uso por calidadRestricciones de uso por calidad
Restricciones de uso por calidadNatalia Funeme
 
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entorno
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entornoVigilancia y control en las reservas fluviales y su entorno
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entornoEcologistas en Accion
 
Estudio de la Cuenca del Rio Blanco
Estudio de la Cuenca del Rio BlancoEstudio de la Cuenca del Rio Blanco
Estudio de la Cuenca del Rio BlancoLuis Morales
 

La actualidad más candente (20)

Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivir
Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivirEvaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivir
Evaluación preliminar de la propuesta de plan de gestión del guadalquivir
 
1838 marino[1]
1838 marino[1]1838 marino[1]
1838 marino[1]
 
Cauces aluviales
Cauces aluvialesCauces aluviales
Cauces aluviales
 
SESION_03.pptx
SESION_03.pptxSESION_03.pptx
SESION_03.pptx
 
Cuenca Tomebamba- Cuenca- Ecuador
Cuenca Tomebamba- Cuenca- EcuadorCuenca Tomebamba- Cuenca- Ecuador
Cuenca Tomebamba- Cuenca- Ecuador
 
Dma Taller Lima
Dma Taller LimaDma Taller Lima
Dma Taller Lima
 
Los caudales ecológicos como herramienta para armonizar objetivos ambientales...
Los caudales ecológicos como herramienta para armonizar objetivos ambientales...Los caudales ecológicos como herramienta para armonizar objetivos ambientales...
Los caudales ecológicos como herramienta para armonizar objetivos ambientales...
 
Subcuencas y microcuencas
Subcuencas y microcuencasSubcuencas y microcuencas
Subcuencas y microcuencas
 
Hidrologia
HidrologiaHidrologia
Hidrologia
 
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZ
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZHIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZ
HIDRAULICA DE CANALES - PEDRO RODRIGUEZ
 
Estudio de caso calidad del agua
Estudio de caso calidad del aguaEstudio de caso calidad del agua
Estudio de caso calidad del agua
 
SESION_04.pdf
SESION_04.pdfSESION_04.pdf
SESION_04.pdf
 
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino
Priorizacion cuencas sub cuencas y microcuencas a nivel alto andino
 
Enfoques del manejo de cuencas
Enfoques del manejo de cuencasEnfoques del manejo de cuencas
Enfoques del manejo de cuencas
 
Gestión del agua para la adaptación del cambio climático
Gestión del agua para la adaptación del cambio climáticoGestión del agua para la adaptación del cambio climático
Gestión del agua para la adaptación del cambio climático
 
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del Tajo
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del TajoPresentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del Tajo
Presentación de José María Tarjuelo sobre tres décadas de trasvase del Tajo
 
Acueductos y componentes
Acueductos y componentesAcueductos y componentes
Acueductos y componentes
 
Restricciones de uso por calidad
Restricciones de uso por calidadRestricciones de uso por calidad
Restricciones de uso por calidad
 
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entorno
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entornoVigilancia y control en las reservas fluviales y su entorno
Vigilancia y control en las reservas fluviales y su entorno
 
Estudio de la Cuenca del Rio Blanco
Estudio de la Cuenca del Rio BlancoEstudio de la Cuenca del Rio Blanco
Estudio de la Cuenca del Rio Blanco
 

Destacado

Broadstar technology inc.
Broadstar technology inc.Broadstar technology inc.
Broadstar technology inc.boss1nasa
 
Seminario de Intervencion No Formal
Seminario de Intervencion No FormalSeminario de Intervencion No Formal
Seminario de Intervencion No Formalllortega
 
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío - (17)
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío -  (17)888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío -  (17)
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío - (17)tayclau
 
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribir
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribirCualquier cosa de la que quisiéramos escribir
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribirDaniela Zapata Perez
 
Subtema 2 transm sex 1
Subtema 2 transm sex 1Subtema 2 transm sex 1
Subtema 2 transm sex 1jeylow1
 
Aprendizaje y pensamiento critico
Aprendizaje y pensamiento criticoAprendizaje y pensamiento critico
Aprendizaje y pensamiento criticoAlejandro Fuentes
 
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de Dios
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de DiosComienzos de la Iglesia Universal del Reino de Dios
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de DiosPaulo Guimaraes
 
Curso admin otec_unidad_ii_cursos
Curso admin otec_unidad_ii_cursosCurso admin otec_unidad_ii_cursos
Curso admin otec_unidad_ii_cursosLibroElctronico
 
Mon futur profesionel
Mon futur profesionelMon futur profesionel
Mon futur profesionelcoralie97
 
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍA
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍAINVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍA
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍALore Iza
 
Trabajo practico de latin. 28 de octubre
Trabajo practico de latin. 28 de octubreTrabajo practico de latin. 28 de octubre
Trabajo practico de latin. 28 de octubreprisca100
 
Angulo De Una Vuelta
Angulo De Una VueltaAngulo De Una Vuelta
Angulo De Una Vueltaxurrupaka
 
Bit iit submission_form
Bit iit submission_formBit iit submission_form
Bit iit submission_forms1017659
 

Destacado (20)

Broadstar technology inc.
Broadstar technology inc.Broadstar technology inc.
Broadstar technology inc.
 
Kpsi grupal
Kpsi  grupalKpsi  grupal
Kpsi grupal
 
Seminario de Intervencion No Formal
Seminario de Intervencion No FormalSeminario de Intervencion No Formal
Seminario de Intervencion No Formal
 
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío - (17)
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío -  (17)888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío -  (17)
888810 educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío - (17)
 
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribir
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribirCualquier cosa de la que quisiéramos escribir
Cualquier cosa de la que quisiéramos escribir
 
Subtema 2 transm sex 1
Subtema 2 transm sex 1Subtema 2 transm sex 1
Subtema 2 transm sex 1
 
Una iglesia en salida 4
Una iglesia en salida 4Una iglesia en salida 4
Una iglesia en salida 4
 
Aprendizaje y pensamiento critico
Aprendizaje y pensamiento criticoAprendizaje y pensamiento critico
Aprendizaje y pensamiento critico
 
Escala
EscalaEscala
Escala
 
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de Dios
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de DiosComienzos de la Iglesia Universal del Reino de Dios
Comienzos de la Iglesia Universal del Reino de Dios
 
Curso admin otec_unidad_ii_cursos
Curso admin otec_unidad_ii_cursosCurso admin otec_unidad_ii_cursos
Curso admin otec_unidad_ii_cursos
 
Mon futur profesionel
Mon futur profesionelMon futur profesionel
Mon futur profesionel
 
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍA
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍAINVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍA
INVITACIÓN A LA DIDÁCTICA DE LA GEOMETRÍA
 
Trabajo practico de latin. 28 de octubre
Trabajo practico de latin. 28 de octubreTrabajo practico de latin. 28 de octubre
Trabajo practico de latin. 28 de octubre
 
Angulo De Una Vuelta
Angulo De Una VueltaAngulo De Una Vuelta
Angulo De Una Vuelta
 
feliz día del padre
feliz día del padrefeliz día del padre
feliz día del padre
 
La sociedad de la información
La sociedad de la informaciónLa sociedad de la información
La sociedad de la información
 
Janice 9B2
Janice 9B2Janice 9B2
Janice 9B2
 
Bit iit submission_form
Bit iit submission_formBit iit submission_form
Bit iit submission_form
 
Nengo flow
Nengo flowNengo flow
Nengo flow
 

Similar a 2586 7800-1-pb

Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdf
Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdfManejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdf
Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdfJulioAntonioEstradaR
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasEsperanza Moreno
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasEsperanza Moreno
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasEsperanza Moreno
 
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...james467770
 
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de agua
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de aguaSostenibilidad y subsidios de la tarifa de agua
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de aguakmcordero
 
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientes
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientesPlaneación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientes
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientesAcademia de Ingeniería de México
 
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativo
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativoGuerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativo
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativocariasumanizales
 
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...EOI Escuela de Organización Industrial
 

Similar a 2586 7800-1-pb (20)

Los caudales ambientales y la DMA
Los caudales ambientales y la DMALos caudales ambientales y la DMA
Los caudales ambientales y la DMA
 
2003 lineamientos politica integral agua
2003 lineamientos politica integral agua2003 lineamientos politica integral agua
2003 lineamientos politica integral agua
 
El agua y el bienestar de la poblacion (3)
El agua y el bienestar de la poblacion (3)El agua y el bienestar de la poblacion (3)
El agua y el bienestar de la poblacion (3)
 
Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdf
Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdfManejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdf
Manejo de vertimientos y desechos en Colombia. Una visión general.pdf
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
 
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficasPresentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
Presentacion en diapositivas cuencas hidrograficas
 
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...
gobernanza-de-aguas-subterr%C3%A1neas-y-gesti%C3%B3n-conjunta-de-recursos-h%C...
 
Trabajo colaborativo 3 cuencas hidrograficas wcp
Trabajo colaborativo 3 cuencas hidrograficas wcpTrabajo colaborativo 3 cuencas hidrograficas wcp
Trabajo colaborativo 3 cuencas hidrograficas wcp
 
VALORES COORPORATIVOS.pptx
VALORES COORPORATIVOS.pptxVALORES COORPORATIVOS.pptx
VALORES COORPORATIVOS.pptx
 
El agua, una responsabilidad compartida
El agua, una responsabilidad compartidaEl agua, una responsabilidad compartida
El agua, una responsabilidad compartida
 
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de agua
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de aguaSostenibilidad y subsidios de la tarifa de agua
Sostenibilidad y subsidios de la tarifa de agua
 
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientes
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientesPlaneación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientes
Planeación de los sistemas de recursos hidráulicos: Experiencias recientes
 
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...
Buenas prácticas en la gestión pública municipal del agua y el saneamiento en...
 
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativo
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativoGuerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativo
Guerrero vicky ariascarlos_trabajocolaborativo
 
Sustentabilidad
SustentabilidadSustentabilidad
Sustentabilidad
 
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...
Hidromorfología, restauración fluvial, medidas naturales de retención del agu...
 
Relatoria i foro del agua (def)
Relatoria i foro del  agua (def)Relatoria i foro del  agua (def)
Relatoria i foro del agua (def)
 
Apuntes sobre el uso sustentable del agua en México
Apuntes sobre el uso sustentable del agua en MéxicoApuntes sobre el uso sustentable del agua en México
Apuntes sobre el uso sustentable del agua en México
 
Resumen rechidricovallemex
Resumen rechidricovallemexResumen rechidricovallemex
Resumen rechidricovallemex
 

Más de David Cortés Chaparro (19)

2629 7848-1-pb
2629 7848-1-pb2629 7848-1-pb
2629 7848-1-pb
 
2609 7825-1-pb
2609 7825-1-pb2609 7825-1-pb
2609 7825-1-pb
 
2590 7805-1-pb
2590 7805-1-pb2590 7805-1-pb
2590 7805-1-pb
 
2588 7802-1-pb
2588 7802-1-pb2588 7802-1-pb
2588 7802-1-pb
 
2584 7798-1-pb
2584 7798-1-pb2584 7798-1-pb
2584 7798-1-pb
 
2583 7797-1-pb
2583 7797-1-pb2583 7797-1-pb
2583 7797-1-pb
 
2569 7783-1-pb
2569 7783-1-pb2569 7783-1-pb
2569 7783-1-pb
 
2566 7780-1-pb
2566 7780-1-pb2566 7780-1-pb
2566 7780-1-pb
 
2547 7761-1-pb
2547 7761-1-pb2547 7761-1-pb
2547 7761-1-pb
 
2546 7760-1-pb
2546 7760-1-pb2546 7760-1-pb
2546 7760-1-pb
 
2545 7759-1-pb
2545 7759-1-pb2545 7759-1-pb
2545 7759-1-pb
 
2538 7752-1-pb
2538 7752-1-pb2538 7752-1-pb
2538 7752-1-pb
 
2525 7738-1-pb
2525 7738-1-pb2525 7738-1-pb
2525 7738-1-pb
 
2529 7742-1-pb
2529 7742-1-pb2529 7742-1-pb
2529 7742-1-pb
 
Presentaciontfmdavidcch
PresentaciontfmdavidcchPresentaciontfmdavidcch
Presentaciontfmdavidcch
 
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionalesEso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
 
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionalesEso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
Eso 04 mat a t01 numeros enteros y racionales
 
Números enteros y racionales
Números enteros y racionalesNúmeros enteros y racionales
Números enteros y racionales
 
Planas
PlanasPlanas
Planas
 

Último

Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.
Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.
Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.ALEJANDROLEONGALICIA
 
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potencia
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potenciaPRESENTACION DE CLASE. Factor de potencia
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potenciazacariasd49
 
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdf
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdfCENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdf
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdfpaola110264
 
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptxJhordanGonzalo
 
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdf
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdfCE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdf
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdfssuserc34f44
 
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NIST
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NISTUna estrategia de seguridad en la nube alineada al NIST
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NISTFundación YOD YOD
 
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...Francisco Javier Mora Serrano
 
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la Ingenierías
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la IngenieríasTopografía 1 Nivelación y Carretera en la Ingenierías
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la IngenieríasSegundo Silva Maguiña
 
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdf
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdfLEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdf
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdfAdelaHerrera9
 
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdfEdwinAlexanderSnchez2
 
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdf
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdfCONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdf
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdfErikNivor
 
Propositos del comportamiento de fases y aplicaciones
Propositos del comportamiento de fases y aplicacionesPropositos del comportamiento de fases y aplicaciones
Propositos del comportamiento de fases y aplicaciones025ca20
 
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO  Y UNIDAD DE ALBAÑILERIACLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO  Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO Y UNIDAD DE ALBAÑILERIAMayraOchoa35
 
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdf
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdfHistoria de la Arquitectura II, 1era actividad..pdf
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdfIsbelRodrguez
 
Fe_C_Tratamientos termicos_uap _3_.ppt
Fe_C_Tratamientos termicos_uap   _3_.pptFe_C_Tratamientos termicos_uap   _3_.ppt
Fe_C_Tratamientos termicos_uap _3_.pptVitobailon
 
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESA
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESAIPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESA
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESAJAMESDIAZ55
 
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdf
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdfTAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdf
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdfAntonioGonzalezIzqui
 
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptx
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptxproduccion de cerdos. 2024 abril 20..pptx
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptxEtse9
 
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdf
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdfManual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdf
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdfSandXmovex
 
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes Granada
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes GranadaEdificio residencial Tarsia de AEDAS Homes Granada
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes GranadaANDECE
 

Último (20)

Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.
Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.
Flujo potencial, conceptos básicos y ejemplos resueltos.
 
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potencia
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potenciaPRESENTACION DE CLASE. Factor de potencia
PRESENTACION DE CLASE. Factor de potencia
 
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdf
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdfCENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdf
CENTROIDES Y MOMENTOS DE INERCIA DE AREAS PLANAS.pdf
 
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx
3039_ftg_01Entregable 003_Matematica.pptx
 
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdf
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdfCE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdf
CE.040 DRENAJE PLUVIAL_RM 126-2021-VIVIENDA.pdf
 
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NIST
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NISTUna estrategia de seguridad en la nube alineada al NIST
Una estrategia de seguridad en la nube alineada al NIST
 
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
 
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la Ingenierías
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la IngenieríasTopografía 1 Nivelación y Carretera en la Ingenierías
Topografía 1 Nivelación y Carretera en la Ingenierías
 
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdf
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdfLEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdf
LEYES DE EXPONENTES SEMANA 1 CESAR VALLEJO.pdf
 
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf
183045401-Terminal-Terrestre-de-Trujillo.pdf
 
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdf
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdfCONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdf
CONSTRUCCIONES II - SEMANA 01 - REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES.pdf
 
Propositos del comportamiento de fases y aplicaciones
Propositos del comportamiento de fases y aplicacionesPropositos del comportamiento de fases y aplicaciones
Propositos del comportamiento de fases y aplicaciones
 
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO  Y UNIDAD DE ALBAÑILERIACLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO  Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
 
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdf
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdfHistoria de la Arquitectura II, 1era actividad..pdf
Historia de la Arquitectura II, 1era actividad..pdf
 
Fe_C_Tratamientos termicos_uap _3_.ppt
Fe_C_Tratamientos termicos_uap   _3_.pptFe_C_Tratamientos termicos_uap   _3_.ppt
Fe_C_Tratamientos termicos_uap _3_.ppt
 
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESA
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESAIPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESA
IPERC Y ATS - SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA TODA EMPRESA
 
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdf
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdfTAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdf
TAREA 8 CORREDOR INTEROCEÁNICO DEL PAÍS.pdf
 
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptx
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptxproduccion de cerdos. 2024 abril 20..pptx
produccion de cerdos. 2024 abril 20..pptx
 
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdf
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdfManual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdf
Manual de Usuario Estacion total Sokkia SERIE SET10K.pdf
 
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes Granada
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes GranadaEdificio residencial Tarsia de AEDAS Homes Granada
Edificio residencial Tarsia de AEDAS Homes Granada
 

2586 7800-1-pb

  • 1. INTRODUCCION: LA DMA Y LOS TRES EJES (3E’S). DEFINICION DE SOSTENIBILIDAD Ambiente (environment), economía y ética son las tres palabras clave (figura 1) que permiten precisar más la definición de sostenibilidad que el propio concepto de equidad intergeneracional intro- ducido por el informe Brundtland. Estas tres dimen- siones de sostenibilidad están incluidas en la defini- ción de Naciones Unidas, una definición que ha si- do adoptada y aplicada a la política del agua por el consorcio de investigación Eurowater. En el proyec- to Water 211 , esas tres dimensiones de sostenibili- dad han sido contrastadas y aplicadas a dos de las principales áreas de actuación de la política del agua. La gestión integral en cuencas del agua y el suministro de agua (abastecimiento y saneamiento). También ha sido discutido el adecuado nivel de sub- sidio del agua en la gestión de la misma así como su articulación en cinco estados miembros: Francia, Alemania, Holanda, Portugal y el Reino Unido. De este modo, con esta iniciativa, se estaba en perfecta sintonía con los temas y discusiones que se han ido tratando durante la elaboración de la DMA. Figura 1. “Dimensiones requeridas para definir adecua- damente equidad intergeneracional” Los temas abordados eran, aparentemente, muy complejos tal cual indica la extensión y la di- ficultad de lectura del documento escrito final (EC 2000/60). Además, para facilitar la comprensión del lector, aún puede proponerse una representa- ción tridimensional adicional. Básicamente la DMA trata de alcanzar tres objetivos (Figura 2). 281INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003 Resumen: Adoptada en Octubre de 2000 y publicada en Diciembre del mismo año, la Directiva Marco del Agua (DMA, 2000/60 EC) es ciertamente una pieza de legislación muy ambiciosa. Porque no es úni- camente la primera vez que la Unión Europea asume el objetivo de la mejora del medio acuático si- no que, en el fondo, busca propiciar una política sostenible del agua. El presente artículo preten- de dar una definición más precisa del concepto de política sostenible del agua para, posterior- mente aplicarla al caso particular de los servicios de agua y de las infraestructuras hidráulicas. En una segunda parte del artículo, se tratará de demostrar cómo la DMA empuja a los países europe- os miembros, y muy especialmente a los mediterráneos, hacia una política del agua desde la pers- pectiva de la gestión de la demanda, en lo que bien podría llamarse la “tercera edad” de la indus- tria del agua. LA T T S. Laboratoire Techniques Territoires Sociétés Tel 01 64 15 38 23 Fax 01 64 15 38 47 E-mail: barraque@latts.enpc.fr 1 Eurowater y Water 21 son proyectos de investigación financiados por la Dirección General de Investigación de la UE, así como otras instituciones a nivel nacional. El coordinador es Francisco Nunes Correia, del Instituto Superior Tecnico, Lisboa, y los grupos de inves- tigación los dirigen R. Andreas Kraemer (Ecología, Berlin), Erik Mostert (RBA Centro, Universidad de Delft), Thomas Zabel (Centro de Investigación del Agua, Medmenham, UK), y yo mismo de LATTS, Francia. LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA B. Barraqué
  • 2. Un buen estado ecológico de todos los medios acuáticos europeos, tanto por lo que respecta a las aguas superficiales como a las subterráneas, una re- cuperación integra de costes por parte de los usua- rios de los servicios, de acuerdo con el concepto económico de la concepción de eficiencia y, por úl- timo, una adecuada información pública y partici- pación, desde el lado de la ética. Figura 2. DMA objetivos para cada dimensión De hecho, la primera tarea que impone la DMA es la adecuada identificación del espacio sobre el cual debe desarrollarse una política del agua integral y coherente. Y su resolución es clara. Ese marco lo configuran las cuencas hidrográficas, incluyendo las internacionales. La segunda de las tareas fundamen- tal es establecer un conocimiento preciso de las dis- ponibilidades y condición de las aguas (o sea, tanto en cantidad como en calidad), y llevar a cabo un es- tudio comparativo entre la presente situación con re- lación a un determinado nivel de referencia. En con- secuencia los estados miembros de la unión en los próximos seis años tienen que delinear planes que les acerquen a los niveles de referencia que se deben establecer. Ello implica asumir toda una serie de cos- tes que debe reflejar la tarifa del agua. Finalmente la información sobre el estado de las aguas, los progra- mas y su impacto sobre las tarifas debe ser entendido por la opinión pública en general y por el usuario en particular. Con todo hay que ser muy conscientes de que esos objetivos, aparentemente muy simples, de- mandan clarificar numerosos aspectos políticos y científicos. Nosotros hemos identificado sobre todo seis. Son los que seguidamente se presentan. LAS SEIS CARAS PRINCIPALES DE LA DMA Cual se ha dicho, con relación a la DMA, seis aspectos fundamentales deben concretarse. Los dos primeros están relacionados con las cien- cias naturales, si bien no de manera exclusiva. A saber, cómo establecer los distritos hidrológicos y cuál es el verdadero y específico significado de “un buen estado ecológico de las aguas”. Otros dos se refieren fundamentalmente a las ciencias socia- les, en particular el establecimiento de un progresi- vo aumento de los costes hasta conseguir su plena recuperación y, de otra parte, la participación ciu- dadana que los debe asumir. Los dos últimos, que no caen de manera específica en un área de la cien- cia, son la relación de sustancias peligrosas a prohi- bir y el complejo tema de las aguas subterráneas. Los distritos hidrográficos En la mayoría de estados miembros, general- mente conformado por un conjunto de cuencas hi- drográficas, estas cuencas están en desventaja fren- te a los contornos de las tradicionales administra- ciones del agua. De manera que no solo existe un debate acerca del tamaño óptimo, acerca de si debe ser una o un conjunto de cuencas las que deben ser agrupadas bajo una única administración (de una parte dependiendo de las condiciones geográficas, - similar o diferente-, y de otra a partir de la política y sus condicionantes), sino que el debate también se extiende a qué tipo de administración hídrica de- be ser la responsable del manejo del agua. En Fran- cia, lasAgencias delAgua, con treinta años de exis- tencia, son las responsables únicas, las encargados de promover el ahorro y la coordinación del gasto entre los diferentes usuarios, así como quienes sub- sidian las inversiones requeridas para proteger el medio ambiente. El poder está, fundamentalmente, en las manos de los perfectos de cada uno de los de- partamentos, mientras que todo el planeamiento es- tá en las manos de los prefectos regionales. En con- secuencia existe una probabilidad elevada de que Francia transforme los actuales “bassins” (cuencas hidrográficas) en distritos hidrográficos2 . La pregunta que de inmediato surge es ¿será en Francia capaz la DMAde desarrollar las relaciones y la coordinación de las agencias del agua y las comi- siones de las cuencas de los ríos o, por el contrario otorgará mayor poder a las tareas de mando y control de las prefecturas?. Y ¿a qué nivel de prefecturas?. ¿Primará el criterio de la eficiencia o tal vez el de la autonomía?. Si incluso en Francia la cuenca hidro- gráfica no es siempre vista como la mejor frontera pa- ra llevar a cabo una eficiente gestión integral del agua 282 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003 2 Deben haber adecuaciones: por ejemplo, el rio Sambre forma parte de la cuenca del Artois Picardie, pero a su vez es afluente del Meuse, que desembo- ca en Bélgica. En consecuencia debe formar parte de la cuenca internacional del Meuse. Entre la Confederación del Ebro y la cuenca del Adour-Garon- ne debe haber al menos un simbólico intercambio de representantes por cuanto varios ríos de ambas cuencas cruzan la frontera entre España y Francia./
  • 3. (o, en otras palabras, que la mayor parte de la gente prefiere conservar las actuales organizaciones terri- toriales y coordinarlas de manera adecuada), ¿qué puede llegar a suceder en el resto de países miem- bros?.Ycon relación a los ríos internacionales de la Unión Europea, ¿Cómo llevarán a cabo la coordi- nación los diferentes estados miembros que com- parten la cuenca?. ¿Caminamos hacia cuencas hi- drográficas supranacionales o bien hacia organiza- ciones más flexibles como la comisión establecida en torno al Rhine? Alcanzando el estado de referencia En un continente en que el hombre ha inter- accionado o sea de algún modo ha condicionado su curso con el agua desde el Neolítico, ¿cuál de- be ser el estado de referencia?. ¿Cuál es en reali- dad el concepto más adecuado, el nivel óptimo, de buen estado ecológico?. Ciertamente no se puede pensar en un estado de virginidad absoluto, pero ¿qué nivel de alteración puede llegar a asumirse como positivo?. En consecuencia la pregunta clave es ¿dónde se establece el límite de la modificación artificial del estado de las aguas?. Y, en segundo lugar, ¿cuál es el conjunto de indicadores que deben evaluar el estado de referencia y, la distancia existente entre estos valores con los propios del estado actual?, ¿cuánto va a costar su convergencia?. O, más sim- plemente, ¿cuánto cuesta su simple monitorización y control?. O, en fin, ¿cómo pueden desarrollar un sistema de información adecuado a los temas más candentes que deben ser abordados en primer lu- gar?. Con relación a todo ello, ¿serán respetadas por parte de la Comisión las especificidades de ca- da estado miembro, teniendo en cuenta, por una parte, que existen hasta 15 años para ponerse al día, pero por otra parte la comisión (para incentivar a los estados miembros) puede poner multas? Análisis económico y recuperación de los costes En la mayoría de estados miembros, la indus- tria del agua está muy preocupada con una de las cuestiones fundamentales de la DMA. De acuerdo con la opinión generalizada de los economistas y de los técnicos gestores de los abastecimientos, la DG XI promueve la recuperación de costes para los di- ferentes usos del agua. Pero este no ha sido, prácti- camente nunca, el caso en el pasado y si los países líderes están ya muy cerca de tal objetivo, no puede olvidarse cómo el sistema debe ir implantándose. De hecho, la promoción de la salud y del bienestar que hemos visto a lo largo del pasado siglo XX com- portaron la financiación subsidiada de la mayor par- te de las infraestructuras durante el periodo de equi- pamiento. Ello hizo que los precios del servicio de agua bajaran de manera notable lo que ha creado una cultura bien consolidada que ha llegado a nuestros días. Ello deberá ser valorado y explicado por eco- nomistas e historiadores de la ciencia y tecnología. En cualquier caso, no sería razonable ni políticamen- te correcto condenar los subsidios generalizados en los países miembros del sur e Irlanda, que aún están inmersos en el proceso de completar su equipamien- to básico e inicial. Esta cuestión ha sido subrayada por el Instituto for Prospective Technological Stu- dies (IPTS) en un informe sobre los países medite- rráneos preparado por la DG XVI (E.U., 2000). En los países del norte de Europa, los precios del agua se han incrementado de manera rápida en los últimos años por una clara razón: una vez ha con- cluido la fase inicial de inversión, los gobiernos na- cionales tienden a suprimir los subsidios. Y, en con- secuencia, los suministros de agua deben hacer fren- te a la reposición de las enormes cantidades de capi- tal invertido, y todo ello justo en el mismo momento en que nuevos estándares medioambientales están siendo impuestos. Pero el momento coincide, des- afortunadamente, con una crisis económica europea, y las consecuencias sociales de esta crisis económica pueden afectar de manera notable al mundo del agua. De este modo la cuestión es: ¿pueden las tarifas europeas del agua hacer frente a la recuperación completa y a largo plazo del medioambiente hídrico con las actuales estructuras y la tecnología del mo- mento?. Y si esta política es asumible, ¿es política- mente asumible?. Por ello sostenibilidad supone in- cluso reconsiderar las políticas del lado de la oferta que han dominado la política del agua del siglo pasa- do. ¿Podemos todavía continuar con el sueño de co- nectar la práctica totalidad de usos a un sistema úni- co de suministro de agua, incluyendo el riego del cés- ped y las descargas de los inodoros a un sistema úni- co de drenaje con el posterior tratamiento de agua, to- do ello formando un circuito cerrado, cuando el ciu- dadano no ha sido suficientemente sensibilizado?. Algunos estados miembros deberían mas bien considerar el desarrollo de servicios públicos tales como alcantarillados descentralizados en áreas de ba- ja densidad, promover la reutilización del agua para usos de menor calidad, y todos ellos debieran consi- derar el suplementar las soluciones más tradicionales propuestas desde la perspectiva de la ingeniería civil 283 LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 4. aumentando el control de los usos así como su racio- nalización. La misma Comisión Europea debería po- ner fin a sus contradicciones que suponen de una parte promover la recuperación de costes mientras financia transferencias de agua a larga distancia en España o la presa de laAlqueva en Portugal (Vergés, 2002). En estos proyectos aún está viva la idea ya desfasada de que como el agua es vida debe ser gra- tis especialmente para promover el desarrollo de re- gadíos de cultivos subvencionados a costa de los abastecimientos de agua a las ciudades y, por su- puesto, de las necesidades de los ecosistemas. Una cuestión de gran importancia aún pen- diente de concretar es si el nivel de la recuperación de costes debe efectuarse bien sector por sector a un nivel nacional, o por el contrario debe efectuarse de manera intersectorial en el marco de una cuenca o de un distrito hidrográfico. Un buen ejemplo del control de la contaminación difusa nos viene del norte de Europa. La solución arbitrada consiste en que los abastecimientos urbanos abonen a los agri- cultores la falta de productividad derivada de no utilizar pesticidas y nitratos. Información pública y participación Ha habido una gran cantidad de debates con relación a este punto, sobre todo con relación del momento del proceso en que debe involucrarse la opinión pública. ¿Debe incluso extenderse hasta el momento del planeamiento y de la toma de decisio- nes?. ¿Deben las comisiones de los distritos hidro- gráficos definir el estado de referencia y las direc- trices para alcanzarlo y, posteriormente, presentarlo al público para que, a su vez, pueda manifestar su desacuerdo si no está satisfecho?. ¿Debe ser inducido el ciudadano a que ejerza como testigo en un proceso de judicialización acer- ca del cumplimiento de determinadas directivas? O ¿debe la opinión pública participar desde el inicio en definir el estado de referencia y el programa de actuación, pero de una modo más cualitativo, como por ejemplo a través de ONG’s. Obviamente hay necesidad de combinar ambos tipos de participa- ción pero en algunos estados miembros, los respon- sables de la política del agua puede sentir la tenta- ción de interpretar la DMA y, de este modo, “reba- jar” de manera cualitativa la participación de los usuarios del agua así como los de quienes más pre- ocupados están por el estado de los ecosistemas, que en definitiva no es más que un usuario anóni- mo, y permitiéndole que opine sólo al final del pro- ceso de planeamiento. Sustancias peligrosas Resultó muy complejo alcanzar un compromi- so acerca de la lista de sustancias, en particular las que se incluyen en la lista negra, prohibidas durante al menos 20 años en un proceso que lleva a listarlas cada 4 años, porque no se conoce cual puede ser el impacto secundario sobre las políticas agrícolas e in- dustriales. Tampoco se conoce como eliminar estas sustancias del ambiente, una vez ya han sido difun- didas. De este modo existe un amplio debate acerca del número de sustancias. La Comisión ha listado ya 32, de las cuales 21 han sido calificadas como peli- grosas, pero algunos ecologistas piensan que deberí- an ser prohibidas más de 400. La Directiva tampoco especifica con claridad si los fabricantes están obli- gados a suministrar datos acerca de todas las sustan- cias químicas que producen o utilizan. En conse- cuencia la regulación acerca de los daños que pue- den producir se hace prácticamente inviable. Aguas subterráneas Las aguas subterráneas constituyen un serio problema porque las graves consecuencias de su contaminación y sobre explotación son, general- mente, mucho más duraderas en el tiempo que en el caso de las aguas superficiales. Además la política de aguas de Europa ha estado muy limitada, toda vez que el único instrumento legislativo operativo que aborda su contaminación por sustancias tóxicas por parte de la industria es la DMA. Desde enton- ces la contaminación por parte de la agricultura in- tensiva se ha convertido en un tema capital. En par- ticular los suecos, cuando se integraron en la Unión Europea, fueron especialmente activos a la hora de preparar una revisión de la directiva de aguas sub- terráneas (Hilding Rydevik, FRN, 1998). No conviene olvidar que cualquier plan de ac- tuación debe tener presente una gran limitación: es virtualmente imposible ejercer un estricto control sobre los agricultores, dado que estos están desper- digados a largo del país. En los países latinos el problema es más grave, debido a que las leyes ro- manas que ellos heredaron, establecían que las aguas subterráneas son propiedad de quienes pose- en las tierras, lo que hace particularmente complejo explicar a los agricultores que las aguas subterráne- as constituyen un bien público y, muy especialmen- te, cuando están sobre explotadas. Proteger las aguas subterráneas con el propósito de disponer de recursos hídricos en buenas condiciones, comporta suplementar las políticas de aguas y el control so- bre el uso de las tierras. 284 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 5. Sin embargo, los observadores de los estados miembros del norte de Europa sostienen que la DMAconstituye un paso atrás para las aguas subte- rráneas, por cuanto la antigua prohibición comple- ta de algunas sustancias (Directiva de 1980), ha si- do reemplazada por el principio de “no degrada- ción” que será muy complejo de aplicar y hacer cumplir e incluso de controlar. Y al contrario, en al- gunos países del sur de la comunidad, los ingenie- ros que vienen ocupándose del agua están interesa- dos únicamente en las superficiales, ignorando no sólo el potencial de las aguas subterráneas sino también la interconexión entre acuíferos y ríos. Es lo que ha dado en llamar Ramón Llamas (2001) hi- droesquizofrenia. Incluso más. Varios autores espa- ñoles han subrayado la discrepancia entre la políti- ca nacional del agua de España, aún orientada hacia el lado de la oferta con grandes obras hidráulicas que sólo contemplan las aguas superficiales, y la DMA que claramente empuja las nuevas políticas del agua hacia el lado de la demanda. Pero, ¿sólo hay que dar mala nota a España?. También en Fran- cia, por ejemplo, mientras algunos observadores ar- gumentan de manera muy superficial que la DMA es fácil para nosotros, por cuanto hemos proporcio- nado nuestro modelo a Europa, otros manifiestan que su implementación será particularmente costo- sa, sobre todo en lo referente a la monitorización y el control que solicita la Comisión. Asimismo, los cálculos económicos y financieros pueden dar más de una sorpresa cuando se proceda a aplicar el prin- cipio de recuperación de costes. SOSTENIBILIDAD DE LOS SERVICIOS DE AGUA URBANOS Si tomamos en consideración el principio de la sostenibilidad, implementado desde la óptica de las 3Es, ello demanda obtener una respuesta a las tres preguntas siguientes: a) Economía: ¿Cómo se van a poder mante- ner y renovar todas las grandes instalaciones que han comportado una enorme inversión a la largo de más de 150 años, necesarias para suministrar y dre- nar el agua de las ciudades?. ¿Se calculan correcta- mente las tasas de depreciación? y, en todo caso ¿cómo deben repercutirse en la factura del agua a medida que los subsidios van siendo eliminados, tras haber asumido el Estado las inversiones inicia- les?. ¿Cuál es el adecuado compromiso entre un buen mantenimiento y la prolongación excesiva de los años de utilización de las instalaciones, frente a un pobre mantenimiento y un tiempo de utilización particularmente corto?. ¿Se puede diferenciar entre un adecuado mantenimiento y la renovación de una infraestructura amortizada?. Al respecto, el caso concreto de las pérdidas de agua en las redes es un buen ejemplo de la búsqueda del referido compro- miso. Existe, lógicamente, un punto óptimo en una red para cada precio del agua, bastante lejos del ob- jetivo de red estanca. De otra parte, a menudo es mucho más barato rehabilitar las tuberías con algún recubrimiento que renovarlas. Pero, ¿cuál debe ser la repercusión de todas estas actuaciones en el reci- bo del agua.? b) Environment (Ambiente): Con objeto de minimizar el impacto medioambiental de las dife- rentes infraestructuras existentes, ¿cuáles son las infraestructuras que se requieren para poder cum- plir con las Directivas Europeas, al tiempo que se satisfacen los estándares propios de cada país?. ¿Cómo van a evolucionar los costes de operación a medida que vayan creciendo los fangos proceden- tes de las depuradoras?. ¿Cuál será el coste adicio- nal a soportar por el usuario cuando los costes de operación y las inversiones deban soportar las tasas de interés comerciales?. ¿Cuán lejos están las dife- rentes políticas nacionales del principio formal- mente asumido de que quien contamina paga?. c) Ética: Si todos los costes derivados de la sostenibilidad (mantenimiento y renovación de las instalaciones) les son repercutidos al consumidor, ¿podrán ser asumidos directamente por el usuario?. ¿serán políticamente aceptables?. Y si no lo son, ¿qué adecuación tecnológica, financiera o, en fin, qué nueva planificación puede ser menester?. ¿Cuál será el impacto y la posterior repercusión so- bre las generaciones futuras, tanto en precios como en salud, como en riesgos medioambientales, si no se toman las medidas adecuadas?. Es posible lle- varlo a cabo sin subsidios o sin una financiación adicional procedente de impuestos generales, bien a nivel local, bien a nivel supra-local?. Existen además otra serie de cuestiones por concretar. Por ejemplo, y con relación al suminis- tro de agua, uno es el derivado de aumentar el nivel de los estándares de calidad con las subsiguientes restricciones derivadas de reforzar estas medidas. Por ejemplo la sustitución de todas las tuberías de plomo. Otro es la selección de políticas alternati- vas. De este modo nos podemos plantear qué es lo que más conviene, si eliminar en las plantas pota- bilizadoras los biocidas y nutrientes procedentes de la agricultura o bien articular políticas que incenti- ven la reducción en la agricultura de su utilización. 285 LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 6. Y quien debe asumir los costes asociados a estas políticas, ¿los consumidores de agua (como en el caso alemán del Wasserpfennig), o bien los agri- cultores?. Otro tema interesante es el referente a la medida del consumo en Inglaterra o Gales. Instalar contadores en todas las viviendas, tal cual se preve- ía sucediese tras la ley de privatización del sumi- nistro de agua, puede ser muy caro y sin embargo no resultar económicamente rentable, dada la rela- tiva baja elasticidad de la demanda de agua a los precios. Pero con muy pocos contadores resulta muy difícil auditar y verificar dónde se producen las fugas, y no hay modo de averiguar cuáles son los usuarios con fugas internas. Probablemente de- be haber un óptimo a determinar. Por otra parte, por razones obvias de equidad, existe una gran presión desde las ONG’s, expertos y políticos para implan- tar la medición universal a todos los consumidores. Y con relación al drenaje y depuración de las aguas residuales, al menos cuatro cuestiones bási- cas se deben concretar. La primera pregunta es re- lativa a los efluentes industriales porque ¿es acep- table que las industrias viertan en las redes urbanas, y si la respuesta es positiva, cuál es la tarifa que de- ben asumir?. O, ¿cuál es el pre tratamiento que se les debe exigir?. ¿Qué clase de tecnologías son ade- cuadas en zonas urbanas de baja densidad y en mu- nicipios muy pequeños si se toman en cuenta los costes de operación a largo plazo?. ¿Cuál debe ser el coste y el beneficio medioambiental de una polí- tica exigente en el control de la polución proceden- te del agua de lluvia y cómo debe ser financiada?. ¿Cuál debe ser el impacto económico del manejo de fangos procedentes de las depuradoras en un momento en que los agricultores se muestran clara- mente en contra de utilizarlos en sus campos?. Con relación al tipo de gestión de estos servi- cios, públicos o privados, son muchas las cuestio- nes objeto de discusión. ¿Está la delegación de es- tos servicios poco controlada?. ¿Permite esta falta de control reducir la falta de rehabilitación y/o re- novación en estos servicios?. ¿Es la agrupación de servicios de agua en entes supra municipales más competitiva?. ¿Permite ser más eficiente desde el punto de vista de la ingeniería, la operación o el planeamiento (tal cual ocurre en el modelo francés, y cada vez de manera más acusada en el inglés) que la tradicional industria del agua fragmentada y ligada a la gestión pública o a la permanente priva- tización de la gestión del servicio a través de con- vocatorias públicas? Y, por encima de todo, ¿cuál es el tamaño optimo de este tipo de servicios? ¿Es la gestión local preferible a la regionalización?. ¿Sería interesante la adopción de formulas interme- dias como la adopción de una gestión local con fi- nanciación regional y un sistema de cargas mixtas (locales – regionales)?. Las preguntas que aquí se han detallado son sólo una muestra parcial de una lista amplia rela- cionadas con el concepto de sostenibilidad. Y un análisis similar sería del caso llevar a cabo para analizar el uso del agua en la industria, en la agri- cultura o, en fin, en la generación de energía eléc- trica. Pero lo que ahora procede es analizar la nece- sidad de un cambio en la cultura de la ingeniería del agua para afrontar de manera exitosa la implanta- ción de la DMA. En una conferencia celebrada en Roma en Octubre de 2002 sobre la aplicación de la gestión de la demanda en los países mediterráneos, el representante del Banco de Inversión Europea declaró que su institución no era partidaria de fi- nanciar grandes obras hidráulicas porque sencilla- mente olvidan por completo el control de las fugas y otras medidas de conservación para así justificar “plantas de desalinización sexy”. No llegó ni a mencionar las transferencias de agua a larga distan- cia. Debemos ahora entender y diferenciar por qué algunas técnicas forman parte de la gestión de la demanda mientras otras son más propias de la ges- tión de la oferta (por supuesto que este tema fue ob- jeto de debate en el seminario), pero ahora debe- mos ir a presentar un histórico recorrido sobre lo que ha sido la evolución de las tecnologías del agua en el periodo contemporáneo. LAS TRES EDADES DE LA INDUSTRIA DEL AGUA Describimos, seguidamente, las tres fases de la ingeniería que ha vivido la industria del agua. Tuberías y depósitos vinieron de la mano de la in- geniería civil, las potabilizadoras y las depuradoras de la mano de la ingeniería química, así como toda la tecnología de las membranas, mientras que los más recientes avances relacionados con la gestión de la demanda están relacionados con la ingeniería del medio ambiente. Esa es la síntesis. Al objeto de explicar de manera clara este desarrollo basado, en parte, en las crisis parciales habidas, debemos recurrir al concepto de “reverse salient” que bien pudiera entenderse como una “in- versión relevante”, y que fue inicialmente propues- ta para explicar la evolución de las redes eléctricas. En el caso del agua podemos suponer que fue a lo largo del siglo XIX, o más bien hasta que los más que notables descubrimientos de Koch y Pasteur 286 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 7. fueron bien conocidos, que los sistemas de distri- bución de agua (SDA) se desarrollaron bajo la hi- pótesis de que el agua debía ser conducida de ma- nera natural desde su nacimiento (con independen- cia de lo lejano que estuviese) hasta los núcleos ur- banos. Las grandes ciudades debieron recurrir a buscar el agua cada vez a mayor distancia, lo que fue posible gracias a la facilidad con que los dife- rentes municipios obtenían “dinero muy barato”, principalmente a partir de las cajas de ahorros mu- nicipales que a la sazón se establecían y que ellos mismos controlaban. Estos bonos resultaron muy atractivos para los ciudadanos por lo que finalmente todos estos gobiernos acabaron por subsidiar estas obras. Es claro el ejemplo de Glasgow “la gestión municipal directa ofrecía diferentes ventajas a la ciudad (...). La compañía privada existente (...) no actualizaba las infraestructuras y, en consecuencia, era inca- paz de dar respuesta al rápido crecimiento de la población (...). Además, la compañía no podía asu- mir la inversión necesaria para poner al día las instalaciones, al contrario que el Ayuntamiento de la ciudad, cuya creciente población le permitía asumir con solvencia la obtención de la financia- ción necesaria, de manera que se efectuaron las in- versiones necesarias y a partir de entonces un ser- vicio estable fue posible(..). Loch Katrine fue loca- lizado en Perthshire Highlands, a unos 55 km de la ciudad de Glasgow, o sea, lo suficientemente aleja- do de la polución de la ciudad (...). La inaugura- ción oficial llevada a cabo por la reina Victoria, en un húmedo día de otoño de 1859, fue un aconteci- miento de enorme significación para Glasgow (...).Loch Katrine constituye, sin la menor duda, la primera obra relevante de la ciudad, combinando las maravillas de la tecnología victoriana con la calidad del agua pura procedente de High- land”(Maver, 2000). Joel Tarr (1996) ha ilustrado de manera conveniente y clara en los USA esta so- lución: por una parte obteniendo agua clara y lim- pia desde muy lejos, mientras que, de otra parte, se utilizaban los ríos como alcantarillas, descansan- do esta última decisión en la capacidad de dilución natural y de auto purificación de los ríos.” Este modo de resolver la problemática de los abastecimientos urbanos ha sido la tónica general en el nuevo mundo, extendiéndose, tras la segunda guerra mundial, al resto del mundo, sobre todo de- bido al apoyo de las Instituciones de Crédito Inter- nacional que ofrecen dinero barato así como otras formas alternativas para apoyar el desarrollo de in- fraestructuras (Keynesiano o socialista). Sin embargo las grandes obras hidráulicas de los años 50 y 60 fueron dedicándose, cada vez más, no a las ciudades sino a potenciar la agricultura con destino a la exportación. De tal manera que a día de hoy, todos los países en vías en vías de desarrollo basan su política de aguas en grandes transferencias de agua, subsidiando de manera indirecta la pro- ducción de áreas de regadío para introducirlas en los mercados internacionales. Una pequeña parte de estas grandes obras es utilizada en las ciudades, lo que contribuye a reducir el déficit, pero funda- mentalmente estas grandes transferencias propor- cionan agua subsidiada que es generalmente gestio- nada de manera ineficiente (pérdidas de agua y ba- jos precios dan lugar a un círculo vicioso). En algu- nos casos, el límite de los recursos hídricos dispo- nibles se ha alcanzado, por lo que la actual crisis otorga la posibilidad de chequear la insostenibili- dad de estas políticas del pasado. UNA INVERSIÓN RELEVANTE: DESDE AUMENTAR LA CANTIDAD HACIA PROMOVER LA CALIDAD DE LAS AGUAS PRÓXIMAS Resulta muy interesante constatar cómo una crisis similar ocurrió hace ya mucho tiempo en el norte de Europa. Los crecientes incrementos en la densidad de población de las ciudades, en paralelo con los recursos naturales limitados, trajo una fuer- te competencia por las fuentes de agua más puras. De otra parte, el desarrollo de los análisis químico - biológicos, mostraban el creciente aumento de la contaminación. Y dado que el riego no es en abso- luto una necesidad en la Europa del norte, pronto el problema del agua no fue tanto de cantidad como de calidad. Finalmente se decidió, a finales del si- glo XIX, que el agua debía ser, en primer lugar, clo- rada, ozonizada o desinfectada mediante el uso de lechos de carbono activado (alrededor de la prime- ra guerra mundial), con independencia de cual fue- se su procedencia. Pero en cualquier caso captando el agua del río, justo aguas arriba de las ciudades, nada cambiaba en términos de salud pública y cali- dad, mientras se evitaban costosas inversiones. De este modo, bien pronto las grandes ciudades euro- peas cambian la estrategia y comienzan a aumentar las inversiones en el sentido de mejorar la calidad en lugar de aumentar la cantidad, lo que lógica- mente conlleva un crecimiento muy importante en los costes de operación, mientras el suministro de agua a presión hasta la misma vivienda del ciuda- dano pasa a ser más que una cuestión de lujo, un confort natural, de manera que los abonados co- mienzan a pagar el suministro. 287 LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 8. Esto fue, exactamente, lo que sucedió en París hace unos cien años. Desde Napoleón, la idea que predominaba era que París debía abastecerse desde fuentes de suministro lejanas y, ciertamente, el tra- bajo del ingeniero Belgrand, bajo la concepción ge- neral del Baron Haussman que concebía este servi- cio público como un monopolio, se diseñó para asegurar el suministro de agua desde fuentes muy distantes (alrededor de 100 Km). En cualquier ca- so, y a partir del crecimiento de la ciudad, pronto se vio que algún día París debería abastecerse del Loi- ra, excepto en el caso de que el río discurriese con un bajo caudal, lo que ciertamente ocurre en verano que es cuando la demanda crece. A la vista de ello, en 1890, un ingeniero de nombre Duvillard, conci- bió un proyecto para transportar el agua desde el Lago Leman, a ¡¡440 km de distancia!!. Parecía un proyecto fantástico, debido a losAlpes y al carácter internacional del Rhone (¿hubieran aceptado los suizos?), aunque era técnicamente bastante sencillo incluso en aquel entonces. Los defensores de aquel proyecto de inmediato iniciaron una campaña con toda clase de argumentos para convencer tanto a la ciudad de París como al mismo estado: la capital del mundo necesitaba agua para las más lujosas fuentes, las calles más limpias 3 , el máximo confort e higiene doméstico, una cantidad de agua que faci- litaría la navegación durante las épocas de sequía, descargando las aguas usadas desde el nuevo siste- ma de drenaje urbano con dirección al mar, y de- jando los restantes recursos hídricos disponibles para el desarrollo económico y local. En conclu- sión, decían, un gran trasvase que aseguraría para siempre el SDA (sistema de distribución de agua) a París y cuanto mayor fuese más barato resultaría cada metro cúbico transferido. Es, en verdad, muy divertido constatar que cien años después vuelven a utilizarse los mismos argumentos por parte del re- ciente consorcio franco-español, para justificar una transferencia de aguas desde el Rhone a Barcelona de 350 km de longitud. Ello muestra como en los países del sur de la Unión europea, la necesidad del riego cambia por completo la película. Las ciuda- des deben conseguir el agua como siempre, cada vez desde más lejos, porque el agua superficial lo- cal y las aguas subterráneas son utilizadas y, en mu- chas ocasiones, desperdiciadas por los agricultores a un precio prácticamente nulo. Pero volvamos de nuevo al París de hace cien años cuando los promotores de aquel trasvase esta- ban concluyendo sus estudios. Una enfermedad epi- démica se extendió, constatándose que una de las fuentes naturales más distantes que suministraban el agua a la ciudad (la de Loing) era la responsable. Pronto se concluyó, pues, que podían contaminarse incluso las aguas distantes más puras. En otras pa- labras, toda el agua debía ser filtrada y tratada, cualquiera fuese su procedencia. En 1902 Paul Brousse, uno de los padres fundadores del llamado “socialismo municipal francés” (similar a lo que de manera jocosa ha sido denominado en Inglaterra como “socialismo de agua y gas”), inauguró la nue- va planta de filtración en Ivry, justo aguas arriba de París (siguiendo la corriente del Sena). Una esta- ción de potabilización que hace unos pocos años ha sido actualizada y que en la actualidad sirve para mostrar la tecnología francesa más puntera relacio- nada con el agua. Una elección, pues, bien durade- ra. La cloración se decidió justo después de la se- gunda guerra mundial. La demanda de agua iba en aumento de manera muy marcada y el gran trasva- se parecía una apuesta demasiado arriesgada. Fi- nalmente el proyecto fue descartado por la ciudad de París por razones de seguridad. ¿Qué hubiera su- cedido si en la siguiente guerra los alemanes hubie- se volado el acueducto cortando el suministro de agua?.Aún cuando esta decisión no ayudó mucho a prevenir la siguiente guerra (¿existen guerras reales por el agua?), lo que está muy claro es que tan pron- to como la ingeniería química comenzó a reempla- zar a la ingeniería civil, las soluciones tendentes a mejorar la calidad sustituyeron a las que tienen por objetivo aumentar la cantidad. Tras la segunda guerra mundial, el prefecto del Sena obtuvo gran provecho de una enorme in- undación para conseguir la construcción de tres grandes embalses en el Sena, el Marne y el Aube. Permiten aumentar el caudal del río en verano al tiempo que posibilitan abastecer a la ciudad de París incluso en épocas de sequías severas, como la que aconteció en 1.976. Conviene subrayar que incluso un cuarto embalse fue contemplado por los conseje- ros de J. Chirac, desde el que se transportaría di- rectamente el agua hasta París a través de una tube- ría. La idea fue abandonada por razones similares. 288 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003 3 París es una de las pocas ciudades del mundo en la que las calles son limpiadas con aguas claras. Por razones políticas y económicas, ligadas a la deci- sión de Haussmann de unir los barrios periféricos a la ciudad, y extender Paris desde 12 hasta 20 barriadas, se decidió que el agua sería producida por la ciudad y entregada sin cargo a través de una red pública, mientras una segunda red suministraría agua a presión a los consumidores urbanos e industria- les que pagarían por ello. Esta es la razón por la cual Paris todavía tienen 2 SDA, uno potable y el otro no-potable de acuerdo con los estándares actua- les. La red no potable transporta agua del Sena con una sola filtración para la limpieza de las alcantarillas y para suministrar agua a los lagos de los par- ques, así como para limpiar las calles. El resto de usos públicos, como la alimentación de las tomas de agua contra incendios, se han conectado a la red de agua potable, con mayor presión y más fiabilidad.
  • 9. Podemos y debemos potabilizar toda el agua, dije- ron las grandes compañías suministradoras, una circunstancia a la que se debe añadir que la deman- da del agua en París ha caído entre 1990 y 1996 un 13 % (Cambon-Grau, 2000). En definitiva, el desarrollo de la ingeniería química y bio-química permite a las compañías en- cargadas del suministro de agua implementar solu- ciones de carácter local a sus problemas, lo que per- mite mantener a las autoridades municipales la he- gemonía a la hora de prestar el servicio de suminis- tro de agua, bien de manera aislada, bien a través de consorcios metropolitanos. Este hecho es, con frecuencia, ignorado en el debate existente en todo el mundo con relación al binomio gestión pública – gestión privada, cuando a lo largo de los siglos los europeos han encontrado buenas soluciones para conectar toda la población al suministro de agua urbano: el municipio es el centro, pero a su vez es compatible con el sector privado y con otros niveles de organización territo- rial. La siguiente etapa de la historia de los servi- cios de agua lo ilustra. LA CRISIS DE LOS SERVICIOS MUNICIPALES DE AGUA: ¿UNA NUEVA INVERSIÓN RELEVANTE? En Francia, como en otros muchos países eu- ropeos, a partir de 1950 se van a hacer importantes esfuerzos para mejorar el drenaje de unas ciudades que, a partir de 1970 ven notables obras para mejo- rar sus alcantarillados. Para facilitar la financiación, se decidió cambiar el estatus del SPAD (Servicio Público de Alcantarillado y Depuración) desde un sistema impuesto a un servicio, y consiguientemen- te a pagar por el mismo a través de la factura del agua. El efecto indirecto fue internalizar los costes externos generados sobre el medio ambiente por el uso del agua en las ciudades, lo que es bueno, y de- jar al margen de la red de agua potable determina- dos usos que no necesitan el agua potabilizada, o bien, obligándoles a reciclarla. Pero en el mismo periodo, el SPAD se convierte en sí mismo en una actividad objeto de negocio, pues debe hacer frente a la renovación de sus más antiguas infraestructuras sin disponer ya de más subsidios. Esta es una razón esencial por la cual el municipalismo abrió diversas vías legales hacia la gestión privada de estos servi- cios. La contabilidad pública tradicional ni puede devaluar los inventarios ni puede hacer provisiones para renovar las infraestructuras, mientras las con- tabilidades privadas si lo pueden hacer. Los SDA y posteriormente los SPAD pronto debieron contemplar tanto la depreciación como la provisión de fondos para amortizar lo que, obvia- mente, supone un aumento en la tarifa del agua. Además los gobiernos están bajo la influencia de los economistas que argumentan a favor de la recu- peración, cuanto menos parcial, de los costes, lo que supone la erradicación de los subsidios. Ello provoca un notable aumento de las tarifas por lo que un cada vez mayor número de usuarios (indus- tria y servicios especialmente) cambian sus proce- sos de producción o se las ingenian para minimizar las fugas, lo razón última por la cual los consumos últimamente están decreciendo. En algunos países, incluso los consumidores domésticos, han reducido su demanda de agua cambiando las características de los dispositivos y electrodomésticos de las vi- viendas, modificando las plantas del jardín e inclu- so instalando depósitos para almacenar agua o, in- cluso, otras alternativas para el suministro domésti- co de agua no potable. Con seguridad que si estos movimientos se desarrollasen con rapidez los SDA y los SPAD caerían en bancarrota. En estos momentos, además, las compañías de distribución de agua están constatando que cada vez resulta más costoso producir agua que cumpla con los estándares de agua potable (EAP). Los con- troles de naturaleza “ecotoxicológica” sobre los es- tándares de agua potable, tienden a propiciar la es- trategia de “ausencia de riesgo”, sin tomar en con- sideración los costes que ello conlleva. A Europa el rebajar el nivel mínimo de plomo desde 50 hasta 10 µg/l le ha supuesto un coste de 35 billones de euros, aún cuando no hay ninguna evidencia de que el an- terior nivel de plomo pudiera llegar a envenenar. La proliferación de criterios está complicando la situa- ción cada vez más. Los productos residuales de la cloración son cancerígenos. Hay otros muchos ejemplos y año tras año, los medios de comunica- ción se hacen eco de que una creciente población no bebe agua potable de acuerdo con los estándares establecidos, pese a la notable mejora, con el paso del tiempo, de los tratamientos. Para rebajar el ries- go, pues son incapaces de alcanzar los objetivos de los estándares, las compañías de agua, en colabora- ción con las autoridades locales nacionales y euro- peas están cambiando de estrategia. Hay que prote- ger determinadas zonas que corresponden a las captaciones de agua, lo que implica por lo general una reprogramación de la agricultura y programas de compensación a los propios agricultores (para conocer más a fondo la historia de los criterios re- lativos a la calidad del agua potable, ver por ejem- plo, Okun, 1996). 289 LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 10. Esta política de reordenación territorial siem- pre va a ser más barata que sofisticar la potabiliza- ción, incluso incluyendo la compensación de los agricultores. En cualquier caso, aún queda un largo recorrido para alcanzar un nuevo y más sostenible equilibrio. Y lo que es peor mientras tanto los crite- rios relativos a la potabilidad del agua se refuerzan regularmente, a medida que nuevos riesgos se des- cubren, con lo que la espiral de los costes de pota- bilización y sus negativos efectos no para de crecer. Esta crisis de la “edad de la ingeniería química”, abre el camino a una tercera edad, el de la ingenie- ría medioambiental, la edad en la que todas estas cuestiones deben ser consideradas de manera si- multánea en un análisis conjunto. En cualquier caso, la presente crisis no es la más apropiada para realizar largos trasvases (Barra- qué, en Vlachos & Correia, 2000). Lo que sucedió en California a comienzos de los años 70, está ocu- rriendo ahora en Europa. Ello es debido a que los movimientos medioambientales están uniendo sus fuerzas con los economistas y liberales que deman- dan la recuperación integra de los costes que com- portan las grandes infraestructuras hidráulicas. Unos costes que deben asumir los beneficiarios de las mismas. Por ello el nuevo eslogan parece ser “ahorra y gestiona la demanda en primer lugar pues no hay dinero barato para subsidiar trasvases”. En nuestra revisión de proyectos sobre trasvases, he- mos encontrado otros muchos que añadir a los de España. Copenhague podría pensar en comprar agua a Suecia, Palermo a Albania, Londres podría obtenerla procedente de los lagos del norte aún cuando antes parece lógico pensar en disminuir sus fugas. Y los más de los restantes fantásticos pro- yectos en otros continentes estarían muertos como hidrodinosaurios si los gobiernos nacionales se hu- bieran percatado de la ineficiencia financiera así como del hecho que el intercambio de alimentos transportan a notables distancias grandes cantida- des de “agua virtual”, mucha más de la que pueden transportar todos estos proyectos (Allan, 2000). La ciudad de Nueva York, como otras mu- chas ciudades de los Estados Unidos y Canadá, vienen siguiendo un camino diferente al que he- mos visto sigue Europa, debido a la abundancia de agua limpia. La tradición induce a aumentar el consumo mientras el agua se capta cada vez más lejos, al tiempo que se protegen los puntos de ver- tido mediante un estricto control del uso del suelo. Con todo, las metrópolis bien pudieran caer en la “historia europea”, porque las fuentes limpias na- turales no son inmunes al cryptosporidium y otras nuevas enfermedades letales. Un panel de expertos de la USEPA concluyó que Nueva York no debía ya posponer por más tiempo el uso de la filtración y potabilizar toda el agua, mientras que los inge- nieros de la ciudad opinan que basta con aumentar el control del uso de la tierra. Los adicionales tra- tamientos tan específicos darían lugar a un incre- mento de precios tan importante que podrían co- lapsar la demanda, al tiempo que daría lugar a un debate adicional. Si se aumenta el tratamiento de potabilización ¿por qué no bombear directamente desde el río Hudson mientras se deja en paz el damnificado Quebecois?. Si en el norte de Europa las compañías de dis- tribución de agua están comprando las fuentes de agua de calidad a los agricultores, mientras se les compensan las pérdidas de productividad al tiempo que se va evolucionando hacia la agricultura ecoló- gica, una evolución similar, esta vez en términos de cantidad es posible en la Europa mediterránea. El 80% del agua empleada en la agricultura genera un valor económico añadido muy inferior al agua uti- lizada en las ciudades y en el turismo, por lo que es- tos contratos son posibles en tiempos de sequía sin ninguna necesidad de invocar formalmente los mercados de agua. Es evidente que Barcelona tiene agua mucho más barata en el embalse de Rialp, en el oeste de Cataluña que al otro lado de los Pirine- os, con tan sólo promover la flexibilización de los usos. Y no ya tanto de los presentes, sino de los fu- turos: Rialp fue concebido para aumentar la super- ficie regada en el oeste de Cataluña. Se han cubier- to la mitad de las previstas, y es muy improbable que se siga adelante... Es del caso recordar el ejemplo de California, donde los mercados de agua han sido desarrollados al igual que la política de rotaciones (“the “whee- ling” policy”), debido a las limitaciones de agua del Colorado. Sin embargo los gestores de los SDA rá- pidamente advirtieron que el agua más barata no es la comprada a los agricultores sino, y con mucha diferencia, la ahorrada por los usuarios existentes que la liberaban para los nuevos usuarios. Esa es la razón por la que se creó el California Urban Water Conservation Council (Dickinson, 1998). Una ac- ción que se adapta plenamente al espíritu de la nue- va DMA. CONCLUSIÓN En este artículo no se ha querido discutir a fondo el tema de los subsidios en la política euro- pea del agua, pese a que es un punto crucial. 290 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 11. Porque una política de subsidios significa que de- bería haber un desarrollo de comunidades de usua- rios al nivel territorial adecuado. Estos usuarios de- berían llevar a cabo una mejor gestión, en primer lugar a través de un sistema de aprendizaje colecti- vo, lo que rebajaría el intercambio de costes entre ellos. Esto es lo que se ha dado en llamar Water go- vernance o también gestión del agua de abajo hacia arriba. Hoy sabemos que este proceder es más pro- metedor que proceder de arriba hacia abajo, o polí- ticas de mando y control. Con todo la pregunta es ¿como será interpretada la DMA en los diferentes estados miembros?. ¿Yen Bruselas?. Teniendo pre- sente el dominio predominante del criterio liberal anglo sajón, existe la posibilidad de que la opción escogida sea la tradicional, o sea, la de la planifica- ción por parte de la administración, e incluir la par- ticipación ciudadana al final, una vez los temas ca- pitales han sido decididos. Una opción liberal que incluiría el principio de recuperación de costes, mientras los distritos hidrográficos desarrollarían los sistemas de pagos a satisfacer, como el princi- pio de quien contamina paga. Al mismo tiempo se crearían entes de regulación para controlar y valo- rar los intereses (casi siempre egoístas) de los prin- cipales actores. El enfoque liberal – estadista no es el más adecuado desde la óptica de los recursos hídricos que no son ni un bien público ni una mercancía, si- no una propiedad común que debe ser compartida de manera equitativa entre sus usuarios. Tampoco es conveniente para los abastecimientos, dado el peso de las inversiones y habida cuenta los largos períodos de interés de estas inversiones. Por ello en la mayoría de estados miembro diferentes es- quemas de subsidios cruzados entre usuarios han sido desarrollados para minimizar el impacto de las inversiones en los recibos de agua (ver Barra- qué, 2000a). Sería ciertamente irónico que un nue- vo enfoque de la política del agua dificultara los esquemas de subsidios cruzados entre usuarios, mientras continua apoyando grandes proyectos hi- dráulicos que no son siempre útiles y que, en cual- quier caso, se alejan del principio de recuperación de costes. Afortunadamente el planteamiento de la DMA es suficientemente prudente como para posi- bilitar cualquier opción. En cualquier caso sería muy util desarrollar una comparación sistemática entre las políticas del agua europeas y americanas. Al fin y al cabo, el congreso de los Estados Unidos lanzó un muy ambicioso plan de renovación de su política del agua, allá por 1972. REFERENCIAS Allan,T.2000.ThemiddleEastwaterquestion,hydropolitics and the global economy. London, Tauris, 2000. Arrojo, P. 1999. El agua a debate desde la Universidad, Hacia una nueva cultura del agua.Actes du 1er congrès ibéri- que sur l’aménagement et la gestion des eaux. Funda- ción Fernando el Católico, Zaragoza, 1999. Barraqué, B. 2000a. Assessing the efficiency of economic instruments: reforming the French Agences de l’Eau. Market based instruments for environmental manage- ment. Andersen M.S. & Sprenger R.U. Edward Elgar, 2000. Barraqué, B. 2000b.Are hydrodinosaurs sustainable? the ca- se of the Rhone-to-Barcelona water transfer’, in Vla- chosEvan,andCorreiaF.N.,Sharedwatersystemsand transboundary issues, with special emphasis on the iberian pen-insula. Luso-American Foundation and Colorado State University, Lisbon, 2000. Barraqué, B. 1998. ‘EuropäischesAntwort auf John Briscoes Bewertung der Deutschen Wasserwirtschaft’. GWF Was-ser-Abwasser, 139(6), 1998. Barraqué, B. 1995. Les politiques de l’eau en Europe, La Dé- couverte. Coll. Recherches, 1995. Barbier, J.M. et al. 2000. Evolution des consommations d’eau. Dossier in TSM – Génie Urbain – Génie Rural, peri-odical of theAGHTM, n°2, 2000. Incl.Apaper by Sophie Cambon Grau on water savings by the large consumers in Paris. Correia, F.N. 1998. Eurowater, Institutions for / Selected is- sues in / Water resources management in Europe. Bal- kema, Vol. I and II, 1998. Dickinson, M.A. 2000.Water conservation in the United Sta- tes: a decade of progress. InAntonio Estevan & Victor Viñuales, La efficiencia del agua en las ciudades, Ba- keaz y Fundacion Ecologia y Desarrollo, 2000. European Union Commission, Regional Policy Directorate. 2000. Toward a strategic and sustainable management of water resources, study n°31. Publications office of the Commission, Luxemburg, 2000. Hilding, R.T. & Johanssson, I. How to cope with degrading groundwater quality in Europe, proceedings of the in- terna-tional seminar in Johannesberg Sweden, FRN re- port, n°98:4, Stockholm, 1998. Llamas, R.M.; Fornés, J.M.; Hernandez, N.; Martinez, L. 2001. Aguas subterraneas: retos y oportunidades. Ma- drid, Fundacion Marcelino Botin & Mundi Prensa, 2001. Maver, I. 2000. Glasgow, Town and city histories, Edinburgh University Press, 2000. Moss, T. 2000. Unearthing water flows, uncovering social re- lations: Introducing new waste water technologies in Ber-lin.JournalofUrbanTechnology,Vol.7n°1, 2000. Okun, D.A. 1996. From cholera to cancer to cryptosporidio- sis. Journal of Environmental engineering, June 1996. 291 LAS POLÍTICAS DEL AGUA EN EUROPA A PARTIR DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003
  • 12. Okun, D.A.; Craun, G.; Edzwald, J.; Gilbert, J.; Rose, J.B. 1997. New-York city: to filter or not to filter? Journal of theAmerican water works association, 89(3) March 1997. Richardson, J. 1997. EU water policy: uncertain agendas, shifting networks and complex coalitions, in Environ- mental politics, 3(4), 1997. Tarr,J.1996.Thesearchfortheultimatesink,urbanpollution in historical perspective, Akron University Press, Ohio, 1996. Van Humbeeck, P. 1998.An assessment of the distributive ef- fects of the wastewater charge and drinking-water ta- riffs reform on households in the Flanders Region in Belgium. Report of the SERV (Sociaal-Economische Raad Van Vlandern), may 1998. Vergés, J.C. 2001. El saqueo del agua en España, Barcelona. La Tempestad, 2001. Zérah, M.H. 1997. Inconstances de la distribution d'eau dans les villes du tiers-monde: le cas de Delhi. Flux, cahiers scientifiques internationaux Réseaux et Territoires 30. October--December, 5-15. 292 B. Barraqué INGENIERÍA DEL AGUA · VOL. 10 · Nº 3 SEPTIEMBRE 2003