1) El autor predice que los republicanos ganarán el control del Senado en las próximas elecciones estadounidenses del 4 de noviembre.
2) A pesar de la buena gestión económica de Obama, seis años en el poder pasarán factura al presidente.
3) Con el control republicano del Congreso, se mantendrá el statu quo en políticas y no habrá reformas importantes, lo que impedirá el liderazgo global de Estados Unidos en temas como el cambio climático.
ACERTIJO SOPA DE LETRAS OLÍMPICA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Alexandre muns, profesor de eae business school. cinco dias
1. Martes 4 de noviembre de 2014 15Cinco Días Opinión
dientes le culpan de la subida de sus
primas del seguro médico (los que ya
tenían cobertura) y critican su negati-
va a autorizar la finalización del gaso-
ducto Keystone XL y perforar en aguas
o tierras federales. En política exterior,
votantes republicanos, independientes
y los demócratas más conservadores
atribuyen la guerra civil en Siria, la
amenaza de ISIS, el deterioro de la si-
tuación en Irak y la belicosidad de
Putin en Ucrania a un supuesto paci-
fismo de Obama. En una reciente con-
ferencia de prensa Obama fue incapaz
de hablar sobre el descenso del paro al
5,9% (10% en su primer año) porque
los periodistas le acribillaron con pre-
guntas sobre Siria, ISIS, Irak, Putin,
Ucrania, ébola y Obamacare.
Las contiendas más reñidas en el Se-
nado no pintan bien para los demócra-
tas. Los republicanos mantendrán sus
escaños en juego en el Senado, mien-
tras que los demócratas perderán pro-
bablemente entre cinco y siete debido
a la jubilación de bastantes de sus se-
nadores y la vulnerabilidad de otros.
Los republicanos obtendrán senadores
adicionales en Montana, Dakota del
Sur, Iowa, Arkansas, Louisiana y Virgi-
nia Occidental. Con dicho resultado,
republicanos y demócratas empatarían
a 50 senadores. Pero también peligran
escaños demócratas en el Senado en
Michigan, Colorado y Carolina del
Norte, con lo cual una mayoría míni-
ma republicana es probable. Las reglas
del Senado exigen 60 votos para apro-
bar una legislación importante. Ante
dicho escenario, ¿qué podemos esperar
en los dos últimos años del mandato
de Obama si el Tea Party contribuye a
que los republicanos logren el control
de ambas Cámaras? Los optimistas
apuntan a que los republicanos mode-
rados querrán pactar algunas reformas
mínimas en materia energética, inmi-
gración y fiscalidad de las empresas
para que no se pueda achacar al con-
trincante republicano de Hillary Clin-
ton en las presidenciales de 2016 una
parálisis legislativa total durante dos
años. Pero el Tea Party, embriagado
por el éxito del 4 de noviembre, estará
dispuesto a aceptar por pureza ideoló-
gica que no ganarán las presidenciales
y darse por satisfechos con el control
del Congreso.
Los republicanos no financiarán ni
Obama desea ninguna aventura mili-
tar de envergadura. La independen-
cia de la Reserva Federal no peli-
gra, con lo cual el crecimiento de
EE UU continuará a medio gas.
Pero no habrá una reforma sus-
tancial del sistema de inmigra-
ción. Tampoco se aprobará un sis-
tema de cap-and-trade de emisio-
nes que facilite un acuerdo inter-
nacional pos-Kioto. Será imposible
alcanzar un gran acuerdo para sa-
near y recortar a medio plazo los pro-
gramas de prestaciones federales
(pensiones y cobertura médica para
los jubilados y pobres) a cambio de
una reducción de impuestos exigida
por los republicanos. En definitiva, un
statu quo en 2014-2016 que no perju-
dicará demasiado al mundo pero im-
pedirá el imprescindible liderazgo es-
tadounidense en temas de gobernan-
za global.
Republicanos y Obama sí pueden
colaborar en la aprobación de acuer-
dos de libre comercio y de liberaliza-
ción de inversiones entre EE UU. y la
UE (el ACTI), y entre EE UU. y sus
aliados económicos de América Lati-
na con las potencias asiáticas del Pa-
cífico (TPP). Para concluir dichos
acuerdos, el Congreso debe otorgar a
Obama la llamada autorización fast-
track para negociar acuerdos que el
Congreso debe posteriormente apro-
bar o rechazar pero no puede enmen-
dar. Si fuera así, España debe apostar
fuerte como cuarta economía de la
eurozona para que se apruebe el ACTI
y nuestros intereses en Latinoamérica
se conjuguen en lo posible con los de
EE UU.
E
l 4 de noviembre los estadou-
nidenses elegirán a los 435
miembros de la Cámara de
Representantes y a una terce-
ra parte de sus 100 senadores. Desde
1994 ningún partido ha controlado
ambas Cámaras y la Casa Blanca. Esta
gobernanza dividida tiene ventajas e
inconvenientes. La facción radical del
Partido Republicano, el Tea Party, se
ha estrellado contra la mayoría demó-
crata (52-46) en el Senado, a la vez que
los intentos reformistas de Obama son
rechazados por la Cámara de Repre-
sentantes. Los republicanos quieren
eliminar la ampliación del sistema de
cobertura médica (Obamacare), supri-
mir importantes ministerios federales
(Educación, Energía), prohibir comple-
tamente el aborto y endurecer aún
más el sistema de inmigración expul-
sando a más ilegales. Asimismo, los re-
publicanos rechazan en la Cámara baja
los intentos de Obama de simplemente
limitar –no prohibir– la compra y utili-
zación de armas de todo tipo por parte
de personas con historiales de proble-
mas mentales o de introducir estánda-
res mínimos de eficiencia energética a
nivel federal. Además, sin el benepláci-
to de la mayoría republicana en la Cá-
mara baja, la mayoría demócrata en el
Senado y Obama no pueden aprobar el
presupuesto anual ni aumentar el lími-
te de endeudamiento de EE UU.
En octubre de 2013, la economía
de EE UU perdió 160 millones de
dólares porque el Tea Party condi-
cionó la aprobación del presu-
puesto anual y el aumento del lí-
mite de endeudamiento a la eli-
minación de Obamacare. Millones
de veteranos dejaron de cobrar sus
pensiones y recibir asistencia médica,
se cerraron todos los parques naciona-
les y monumentos federales, se para-
ron las pruebas médicas en los hospi-
tales públicos e incluso algunas fami-
lias no pudieron enterrar dignamente
a soldados fallecidos en Irak o Afganis-
tán. Ante tal escándalo, Obama resistió
el chantaje y se aprobó un presupuesto
continuista y se elevó el techo de en-
deudamiento sin concesión alguna por
parte de los demócratas.
El 4 de noviembre, el Partido Repu-
blicano se alzará con el control del Se-
nado. A pesar de su buena gestión de
la economía, seis años de mandato le
pasarán factura, como a cualquier pre-
sidente en la segunda parte de su se-
gundo mandato. Los votantes indepen-
Losrepublicanosquieren
eliminarlaampliación
delsistemadecobertura
médica,el‘Obamacare’
Semantendráunstatuquo
queimpediráelliderazgo
estadounidenseentemas
degobernanzaglobal
Apesarde
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gestiónde
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mía,seis
añosde
mandatole
pasarán
facturaal
presidente
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Cómoafectarálavictoria
republicanaenEEUUalmundo
El autor realiza un análisis predictivo de los
resultados de los próximos comicios en Estados
Unidos y de cómo afectarán estos a la política
y el liderazgo internacional de este país
ALEXANDRE MUNS
PROFESOR DE EAE BUSINESS SCHOOL
EL FOCO