1. ROMPIENDO PARADIGMAS
Como Docentes conocemos de una u otra manera las interpretaciones o características de
los paradigmas que han dado lugar a diversos modelos educativos, como el conductismo (Watson,
Pavlov, Skinner), la teoría cognitiva (Piaget, Ausubel, Bruner) y el constructivismo que también es
considerado dentro de la teoría cognitiva, sabemos que de una u otra manera todas en su
momento han tenido su razón de ser y su valor. De la educación tradicional en donde el
conductismo era la teoría que daba la razón de ser a la escuela y al maestro ya que se
consideraban como la fuente de todos los conocimientos para el alumno, hemos pasado a las
teorías cognitivas y al constructivismo en donde se asume que el conocimiento es una
construcción personal que se realiza a través de procesos mentales con la interacción del medio,
pasamos de ver el conocimiento desde el estudio de la conducta observable al estudio de la
psicogénesis del conocimiento que es el paradigma que sustenta a las teorías constructivistas
actuales.
El conductismo y el constructivismo son dos teorías opuestas, ya que asumen de manera
diferente los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como el rol que se le otorga al maestro y al
alumno dentro del proceso, analizando esta bipolaridad que representan y reflexionando sobre las
características reales de la práctica docente actual, es importante cuestionarse acerca de ¿si
realmente hemos dado ese cambio? ¿Si realmente hemos erradicado las prácticas conductistas
para dar paso a una práctica que responda a lo que en teoría sabemos y asumimos que deben
representar los procesos de enseñanza y aprendizaje?
La mayoría de los docentes actuales fuimos educados tradicionalmente, es decir en base al
modelo conductista, influyendo de manera muy importante en nuestra formación, reflejándose
en la manera en como nosotros abordamos el proceso educativo, con ello quiero decir que a pesar
de que tenemos ya varios años trabajando en teoría con modelos constructivos, en la práctica
sabemos que siguen existiendo actitudes conductistas como un reflejo de nuestra propia
formación. Ello representa un reto para todos los docentes, tenemos que encontrar un equilibrio
entre la teoría y la práctica, reflexionar acerca de que si lo que estamos haciendo responde a lo
que en teoría asumimos como válido o planteado de diferente manera necesitamos reflexionar
acerca de que si lo que estamos haciendo en las aulas puede estar coincidiendo más bien con
planteamientos teóricos que calificamos como obsoletos. Elsa Guadalupe Molina Meza.