1. Fianza
Una fianza es una garantía judicial que busca asegurar el
cumplimiento de una obligación. Sin embargo, es un término que
puede resultar equívoco, al hacer referencia tanto a una garantía real
como a una garantía personal.
Tipos de fianza
Garantía personal
La "fianza", en sentido estricto, consiste en una garantía personal, en
virtud de la cual se asegura el cumplimiento de una deuda u obligación
mediante la existencia de un fiador. El fiador es una tercera persona,
ajena a la deuda, que garantiza su cumplimiento, comprometiéndose a
cumplir él lo que el deudor no haya cumplido por sí mismo (deudor
subsidiario). Existen varios tipos de fianzas tales como vicios ocultos,
de cumplimiento, de suministro, de buena calidad entre otras.
En el Derecho civil, el fiador y el deudor son dos personas diferentes,
ligados mediante una figura que posee una fisonomía contractual:
contrato de fianza. La relación entre el acreedor y el fiador pasa a
través del deudor.
Garantía real
Otro uso común del término "fianza" en el ámbito jurídico es el de
entrega de una cantidad de dinero como garantía de ciertas
obligaciones. Sin embargo, a pesar del nombre, la fianza monetaria no
es tal, sino que se trata de un caso de prenda irregular, al tratarse de
una garantía real y no personal.
Existen varios ámbitos del Derecho en el que aparece esta figura.
• En el Derecho contractual: la fianza garantiza el cumplimiento de las
obligaciones derivadas de un contrato. Por ejemplo, es habitual la
constitución una fianza monetaria en caso de arrendamiento de
inmuebles para garantizar el cumplimiento del pago de las rentas de
arriendo, así como la devolución en buen estado del bien arrendado.
2. • En Derecho procesal penal: la fianza monetaria se entrega como
forma de garantizar que el acusado no tiene intención de huir de la
justicia. Con ello se pretende evitar o levantar una medida prisión
preventiva. Es el caso típico de la libertad bajo fianza.
Incumplimiento
En el caso de incumplimiento de la obligación garantizada, dependerá
del caso concreto para establecer qué ocurre con la fianza. Por
ejemplo, en Derecho contractual lo habitual es que el acreedor utilice
la fianza para resarcirse de los daños y perjuicios ocasionados. Sin
embargo, en Derecho procesal penal una posible fuga del acusado
provoca la pérdida absoluta de dinero dado como fianza, sin
necesidad de evaluar gastos o daños.