Este documento discute cómo las personas tienen dos necesidades relacionales fundamentales de agencia y comunión. Argumenta que todo síntoma es un intento de satisfacer estas necesidades por la fuerza o resignarse a nunca satisfacerlas. Además, señala que la patología no proviene de no satisfacer la necesidad, sino de deshonrarla, y que la violencia, al deshonrar la necesidad, causa síntomas más graves y recurrentes, fragmentando al individuo. La terapia propuesta consiste en honrar la necesidad en la relación para sanar las heridas