Este documento resume la resistencia aeróbica y la potencia anaeróbica. La resistencia aeróbica es la capacidad de una persona de desarrollar un esfuerzo de intensidad reducida o media durante un tiempo prolongado gracias al uso del oxígeno. La potencia anaeróbica es el poder de ejecutar una actividad física intensa y breve sin usar oxígeno, como actividades de alta intensidad que duran pocos segundos.
2. RESISTENCIA
AEROBICA
La idea de resistencia puede utilizarse de múltiples formas: en este caso, nos interesa su
acepción como la capacidad de tolerar o soportar algo. Entendida como una capacidad
física del ser humano, la resistencia se vincula a la posibilidad de desarrollar un esfuerzo
durante el periodo más extenso posible.
El concepto de aerobiosis, por su parte, hace mención a la vida que se desarrolla en un
entorno con oxígeno. A partir de estas definiciones, por lo tanto, podemos entender qué
es la resistencia aeróbica.
Se trata de la capacidad de una persona de desarrollar un esfuerzo de intensidad
reducida o media durante un tiempo prolongado. Dicha capacidad depende de la gestión
del oxígeno: es decir, del equilibrio que el sujeto consigue realizar entre la necesidad de
oxígeno por la actividad y el consumo que efectivamente realiza.
Una persona con buena resistencia aeróbica puede tolerar la fatiga que genera el
ejercicio, logrando mantener el ritmo y la intensidad durante un tiempo considerable.
Quien tiene una elevada resistencia aeróbica, de este modo, no experimenta una caída
relevante del rendimiento físico aun cuando pasan los minutos.
Gracias a la resistencia aeróbica, el organismo puede mantener un funcionamiento
eficiente ante un esfuerzo que sostiene en el tiempo. El corazón y los pulmones, que se
someten a la exigencia de la actividad física, emplean el oxígeno absorbido a través de la
respiración a modo de combustible.
Los atletas que corren distancias largas, como los maratonistas, necesitan una gran
resistencia aeróbica para sostener el esfuerzo que demandan estas competencias.
3. POTENCIA
ANAERÓBICA
Anaeróbico es un adjetivo vinculado a la anaerobiosis (la vida que se desarrolla
en un ámbito que carece de oxígeno). Lo anaeróbico, por lo tanto, se asocia a una falta de
este elemento químico vital.
Se conoce como ejercicio anaeróbico a aquella actividad física de duración reducida pero
gran intensidad, en la que el metabolismo de los músculos no apela al oxígeno en el
intercambio de energía. Con esto en mente, podemos indicar que la potencia anaeróbica es
el poder del ser humano para ejecutar una actividad física intensa y breve.
Esta capacidad está asociada a la velocidad que puede alcanzar la persona y a la resistencia
de sus músculos. Un sujeto con buena potencia anaeróbica podrá completar actividades
físicas que implican un amplia intensidad en pocos segundos.
La intensidad de los ejercicios suele medirse de acuerdo a las pulsaciones por minuto que
registra el deportista. Cuando esas pulsaciones son más de 170 por minuto, se calificará al
ejercicio como intenso y exigirá que la persona cuente con una potencia anaeróbica
adecuada para soportarlo.
La potencia aeróbica, en cambio, está relacionada con la capacidad orgánica para completar
ejercicios que se extienden, al menos, tres minutos y que tienen una intensidad mediana o
baja. Un ejemplo de ejercicio aeróbico es trotar: el individuo, mientras lo realiza, tiene la
posibilidad de inhalar y llenar sus pulmones de oxígeno. En cambio, mientras realiza una
actividad anaeróbica (como un abdominal), esto no puede hacerse.
Puede decirse, en definitiva, que la potencia anaeróbica muestra la resistencia del
organismo para desarrollar un esfuerzo con una cantidad reducida de oxígeno.