Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
Reseña de la Jornada de Psicoanálisis en el Hospital
1. Jornada de Psicoanálisis en el Hospital Central de San Isidro
“Las respuestas a la Segregación”
Hacia el IV Encuentro Americano del Campo Freudiano
8 de Mayo de 2009
Reseña:
Apertura:
Guillermo Belaga, jefe del Servicio de Salud Mental del HCSI y director del próximo EA, da la
bienvenida a la Jornada del HCSI, subrayando que será una Jornada de Psicoanálisis y en relación a
cumplirse 10 años de su jefatura en el Servicio de Salud Mental del Hospital.
Propone reflexionar respecto de la Clínica Analítica hoy, la pragmática del psicoanálisis y la
Institución y en tanto hacia el Encuentro Americano, el Síntoma y el Lazo Social.
¿Qué respuestas puede dar hoy el Psicoanálisis a los síntomas de la época? En un momento el
Programa de la Urgencia Generalizada, intentó dar una respuesta a estos síntomas, entendidos
como productos de la técnica en tanto encarnadura de la pulsión de muerte. Hoy dicho programa es
insuficiente y se tornó en el peligro de hacer de eso un problema monosintomático. ¿Cómo definir el
problema del trauma sin caer en el trauma que todo el tiempo plantea el discurso amo?
Por este motivo el título de esta Jornada: “Las respuestas a la segregación” y en relación al mismo
las dos puntas que se propondrán como trabajo del día, que enmarcarán las plenarias como así
también los trabajos libres presentados a la tarde: por un lado “la formación del practicante y el
control” y por otro “la posibilidad de pasaje desde el síntoma social hacia el síntoma particular,
siempre vía el inconsciente”.
Citará la Proposición de Lacan de 19671 (Proposición del Pase), lugar en que Lacan subraya al
Jurado del Pase, los siguientes puntos a repensar:
1. En los Simbólico: crítica del mito edípico (familias contemporáneas).
2. En los Imaginario: crítica de un fin de análisis pautado desde el ideal del Padre (en relación a
la comunidad analítica).
3. En lo Real: los campos de concentración (como nuevos modos de goce).
El analista en el recorrido de su formación debería dar algún testimonio sobre cómo ha resuelto estos
tres puntos, que por otro lado, vemos manifestarse a diario en la Institución.
Hoy la “ideología de supresión de los cuerpos” y “la homogenización de la técnica” llevan a un odio
racista que se manifiesta en un Otro que encarnaría un exceso de goce maligno o un Otro
subdesarrollado. ¿Qué S1 puede aportar el psicoanálisis para responder a ésta segregación?
Subraya las palabras de Miller en tanto “para hablar de psicoanálisis somos todos analizantes”.
¿La respuesta vendría por el lado de adaptarse a la precariedad simbólica de la época, no
conmoverla? ¿Reducir los síntomas a los meros efectos que pueden producir los psicofármacos?
Cita a Jorge Alemán, quien se refiere a la “miseria subjetiva”, como “estar a solas con el goce de la
pulsión de muerte en el eclipse absoluto de lo simbólico”2. Es despojar de la posibilidad de hacer la
experiencia del vacío inconciente, este es colmado por un Super yo que impulsa a consumir. En San
Isidro podría ser tanto el ipod como el paco. Ahí se anuda síntoma social y síntoma particular, en ese
pasaje lo que lo engancha es el gozar del Inconsciente.
1
Lacan, Jacques: Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la escuela. Ornicar?1, Barcelona, 1981.
2
Alemán, Jorge: Nota sobre una izquierda lacaniana, en Pensamiento de los Confines, N·20- Fondo de Cultura Económica-
junio de 2007.
1
2. Plenaria: “La formación del practicante y los efectos de control”.
Disertantes: Inés Sotelo, Diana Wolodarsky y Adrián Scheinkestel.
Coordinación: Lucas Leserre.
Inés Sotelo
Comienza remarcando el lugar éxtimo del supervisor y de qué manera podría pensarse su función
como la de aquel que a partir de escuchar algún texto es capaz de transmitir algo acerca del mismo.
También define al supervisor como el “lector de un hecho discursivo en un tiempo y espacio
determinados”. Llevando a este espacio justamente las urgencias que atraviesan al practicante, a los
dispositivos y a la Institución misma, incluyendo necesariamente a la Salud Pública.
Se refiere a este espacio como en permanente interlocución con el Otro.
Como conclusión se remarca en su disertación de qué manera articula que en el espacio de control
se piensa por un lado en la posición y formación de quién viene a controlar y presenta sus obstáculos
en la dirección de la cura y por otro lado, tan central como lo dicho anteriormente, resalta que el estar
en la Institución en dicho espacio hace pensar en la posición analizante y la formación de quién
ocupa el lugar de supervisor.
Diana Wolodarsky
Comienza proponiendo ver de qué forma intentar la articulación entre el título que convoca la
Jornada: “segregación” y el tema que convoca la plenaria: “la formación”.
En este sentido parte pensando el Psicoanálisis como la clínica de lo inesperado, como ocupándose
de quienes demandan un tratamiento a su padecimiento buscando algo singular que los nombre, lo
que llamaríamos síntoma, algo en relación al propio goce y que los deje por fuera de lo universal,
segregado de la serie. De esta forma el psicoanálisis aborda aquello que no entra en la norma,
apunta a lo excepcional de cada uno. En este sentido destaca la importancia de plantear efectos de
control y no del control.
Señala dos conceptos a veces malversados: “autorizarse de sí mismo” y el “deseo del analista”, en
tanto no vienen de por sí dados.
Subraya la distinción que plantea Miller en relación al Psicoanálisis y la Salud Mental, en cuanto a
que el psicoanalista como tal no es un trabajador de la salud mental, siendo precisamente ese el
secreto del psicoanálisis “que no se trate de salud mental”, el psicoanálisis agrega el pensar
inconciente, algo de su cuerpo, de su pensamiento se revela contra ese universal.
Marca dos características en el analista: tiempo y ser paciente (en relación a todos los equívocos que
quieran pensarse).
Planteará que la formación del analista es pensada como permanente, llevándonos a reflexionar
acerca de qué saber se trata y cómo este se relaciona con una responsabilidad íntima.
Así análisis/control/formación-enseñanza quedan implicados.
Si se piensa la Dirección de la Cura como la manera de recortar detalladamente el fantasma del
practicante y de aquel que es escuchado, puede entenderse la íntima relación entre control y
análisis, es decir de qué forma quedan ambos anudados. Si al apremio con que llegan los pacientes
se responde desde lo fantasmático del practicante, es decir desde el juicio moral de quien conduce la
cura, la consecuencia es la desorientación. De este modo lo que se controla es la posición de
enunciación de quién hace pasar el caso a otro y esto es lo que orientará la cura hacia lo real.
Por último remarca que el control es ese espacio y ese tiempo que hacen ver de qué manera va
transitando la formación anudada necesariamente a la responsabilidad íntima de cada quien.
Adrián Scheinkestel
Lo primero que ubica es el Efecto de Control como causa.
2
3. A modo de ilustración de lo dicho se referirá a un texto de Jean-Claude Razavet3 en el que se relata
la posición del éste analista que lleva a control con Lacan los avatares que se le presentan en la
dirección de la cura con un paciente, y en dónde podría ubicarse a partir del texto presentado al
supervisor la posición de quién dirige esa cura, aquello de lo singular y algo en relación a la
transferencia al momento del pedido de control y el efecto de control como causa.
También menciona la Clase de Jacques-Alain Miller del 12/03/084 en la que el autor hace cierto
ordenamiento del recorrido en la enseñanza de Lacan desde el centro puesto en la determinación
simbólica, al peso puesto en el corte, la falla, el agujero, la discontinuidad, lo contingente.
Hacia el final de la disertación se remarca el control como el lugar de articulación entre clínica,
política y episteme. La relación a la causa no está velada en el espacio de control, mientras que en
los efectos terapéuticos ésta queda velada.
El control como la posibilidad que reorienta y ubica el S1, la causa en algún sentido: que marche el
psicoanálisis no el S1.
Lucas Leserre
Subraya a partir de las disertaciones tres puntos de interés abiertos a comentarios y/o preguntas:
1. Cómo ha quedado ubicada la formación del supervisor a partir del texto que se escucha. Los
efectos que produce el control también en el supervisor.
2. Se controla por los efectos del discurso del amo, en el hospital esto parece tener mas
incidencia.
3. La cuestión de la transferencia respecto del espacio de control. De qué transferencia se
trataría: simbólica-imaginaria-real.
Diana Wolodarsky agrega: “el control tiene la función de deshechizar a uno mismo”, implica una
higiene. Es decir es una práctica que obliga a poner en forma lo que uno hace.
Plenaria: “Del síntoma social al síntoma particular”.
Disertantes: Silvia Baudini, Angélica Marchesini y Marina Recalde.
Coordinación: Raúl Solari.
Silvia Baudini
Titula su trabajo: Una vuelta a la formación del analista
Habla de ENAPaOL como un tiempo de entender colectivo, en donde se podrá reflexionar respecto
del psicoanálisis en estos últimos tiempos en los que los efectos terapéuticos parecen haber tomado
preponderancia.
El psicoanálisis nace de su relación al Otro, es preciso ubicar el discurso analítico allí donde sea
posible y no en todas partes. Es el amor el que introduce el cambio de discurso, señala la diferencia
entre lingüísitica y lingüistería, ubicando el amor de este lado, en una palabra que parece combinar
lingüística-histeria. También en la práctica analítica el amor como primero, vía que instaura el Sujeto
supuesto saber.
Hace una referencia del síntoma social en Freud remitiéndonos a dos textos Psicología de las masas
y análisis de yo5, en donde trabaja las tres formas de identificaciones y el enamoramiento y El
3
Razavet, Jean-Claude: Claro y oscuro. Un control con Lacan. Freudiana 31, 9-14, Año 2001.
4
Miller, Jacques-Alain : Clase del miércoles 12 de marzo de 2008, en Cusco 2007-2008, Jacques-Alain Miller on line,
www.eol.org.ar.
5
Freud, Sigmund; Psicología de las masas y análisis del yo (1921); Amorrortu editores, Obras Completas Tomo XVIII,
Buenos Aires, 1979.
3
4. malestar en la cultura6. Respecto de Lacan la referencia que toma en relación al síntoma social es de
La Tercera en donde él afirma: “Sólo hay un síntoma social: cada individuo es realmente un
proletario…7” y en relación a esta frase toma una referencia de Tudanca quien se refiere al proletario
como aquel despojado de su saber, como un desalojado del Otro.
Respecto del síntoma particular dirá que es lo que irrumpe para cada uno y lo atrapa en su
satisfacción. Repetición de una satisfacción.
El lazo está hecho de semblantes.
Angélica Marchesini
El título de su trabajo es: Un aspecto de la segregación en la línea del síntoma social al síntoma
particular.
Ubica la segregación como la carencia para cualquiera de la marca de lo colectivo en un momento
dado.
Sociedad de analistas como una contra-sociedad, en contra del discurso amo.
Es una época en que se tiende a la homogenización y el síntoma social, y en ese sentido el sujeto se
vacía de toda singularidad. Se adopta una identidad sin malentendidos. Se apunta a la felicidad de
las promesas de salud.
El psicoanálisis apunta a los detalles de la diferenciación, apela al vacío de sentido en donde poder
construir bajo transferencia un síntoma.
El síntoma construido en análisis es el lazo social.
Marina Recalde
Comienza recordando la diferencia entre Universal (para todos), Particular (algunos, las categorías,
incluye tipos clínicos, las estructuras en la primera enseñanza de Lacan), Singular (se borra la
diferencia Neurosis y Psicosis de la primera enseñanza, la clínica se aborda en el uno por uno, todos
los sujetos como inclasificables, pone el acento en las formas de gozar de cada quien.
Para que alguien entre en análisis es preciso la histerización del discurso y esto no es sin la
intervención del analista. En este sentido remarca dos operaciones, una la alienación en relación a la
identificación y la otra en relación al renacer del sujeto en tanto la posibilidad de reencontrar un S2.
La época tiene total incidencia en la construcción del síntoma, se trata de nombres sociales a
problemas singulares. El síntoma construido en transferencia en la operación analítica es el modo
singular de gozar de cada quien y para dicha construcción es preciso el trabajo del inconciente.
Raúl Solari
Subraya los siguientes aspectos en los trabajos presentados que se abren al debate y a la
ampliación por parte de los autores y la audiencia en general.
1. Respecto del trabajo de S. Baudini: “la euforia terapéutica del lado del éxito y no como
conviene del lado del fracaso”. Respecto de lo anterior la siguiente afirmación: “…el
psicoanálisis en contra del mismo psicoanálisis”.
2. Respecto del trabajo de A. Marchesini:”lo que es extranjero para cada uno”.
3. Respecto del trabajo de M. Recalde: “estamos todos locos, todos deliramos” y “el síntoma
como lazo social”.
Guillermo Belaga: la desinserción no es sólo de los pacientes sino también de los practicantes en la
Institución. En los tres trabajos se encuentra un punto que puede hacer pensar de qué manera los
que trabajamos en una Institución vamos o no hacia la desinserción. Estos puntos serían el amor en
el primer trabajo, la contingencia en el segundo y la transferencia en el tercero.
6
Freud, Sigmund; El malestar en la cultura (1930 [1929]); Amorrortu editores, Obras Completas Tomo XXI, Buenos Aires,
1979
7
Lacan, Jacques; La Tercera, en Intervenciones y Textos 2, Manantial, Buenos Aires, 1988, p. 86.
4
5. El síntoma como tratamiento de lo imposible es síntoma social hasta que alguien ubica la
contingencia, y es en este sentido que se necesita la escucha de un analista. Si el analista no está a
la altura de ubicar la contingencia no hay posibilidad de encuentro con lalengua, con el inconciente.
Silvia Baudini: la euforia terapéutica hace olvidar el psicoanálisis como discurso, ubica al analista
como un agente social más que un agente de discurso. Hay algo del amor que toca el cuerpo. Es
preciso distinguir entre la identificación (más que ver con un fenómeno de masa) y el semblante (del
lado de la singularidad, de cada uno).
Marina Recalde: la frase “todos estamos locos, todos deliramos”, estaría en relación a que lo real
afecta a todos en su singularidad. Hay un modo de enlazarse al Otro desde lo más singular, y es en
ese sentido que cada uno es inclasificable.
Angélica Marchesini: respecto de la puntualización de lo extranjero, lo entiende desde el punto de
vista de la excepción. Lo articula siguiendo a Freud en relación a lo ominoso, en ese sentido lo más
extraño, al mismo tiempo que los más familiar.
Claudia Pollak: hace una intervención en relación al fracaso y al éxito respecto del psicoanálisis
(Caso Schreber, fracaso como modo de avanzar, fracaso en relación a la castración, en relación al
amor, en relación al sinthome, en relación al lugar del analista).
Diana Wolodarsky: remarca, con el fin de no desorientarse, de que el fracaso del que se trata es el
que se opone a la felicidad como ideal de la época. Es en dicho sentido que vuelve a referirse al
control como una higiene con el fin de no quedar capturado por el discurso del amo.
Jorge Faraoni: se pregunta cuál sería entonces el lugar del psicoanálisis en la sociedad. En ese
sentido el fracaso podría quedar ligado a la no respuesta frente a la permanente respuesta del
discurso del amo.
Guillermo Belaga: propone pensar qué se dice cuando decimos “estamos todos locos”, “fracaso”, y
esto como parte de una época en que la ciencia propone asegurar “la píldora de la felicidad”. El
psicoanálisis enseña acerca del desgarro subjetivo: “cada uno en su propia casa encuentra lo
siniestro”, en dónde está lo imposible para cada uno. Lo que fracasa es el proceso técnico, siempre
se encuentra lo real. El psicoanalista es quien puede leer ese real. El fracaso es un nombre de lo real
y el psicoanálisis encarna una pragmática no utilitarista, una pragmática orientada por el deseo del
analista y este justamente como un deseo de no acción, un deseo que pasa por hacer decidir al otro
cada vez. Hace referencia a un texto de Le Blanc8 en cuanto a que el precario no accede a la
alienación, y es sobre ésta que hay que inventar.
Silvia Baudini: el fracaso en relación dialéctica con el éxito. El fracaso sería un nombre orientado
por lo real.
Marina Recalde: en relación a la cura subraya que ésta viene por añadidura, pero sería otra cosa si
esto es lo que estaría en juego en el horizonte de cada encuentro.
Mesa de Cierre:
Nilda Hermann, Ignacio Penecino.
Nilda Hermann
Sitúa a partir del texto de Laurent “Cómo se enseña la clínica”9, que de lo que se trata en la práctica
clínica es de investigar sobre el no saber, tomando las presentaciones de casuísticas, ateneos como
efectos de control.
Cita a Miller en “Cosas de finura”10, subrayando que un caso particular no es un caso de la regla sino
mas bien una cosa de finura. Se trata, como en la cultura Oriental y a partir de lo expresado por
8
Le Blanc, Guillaume: Vidas oridinarias, vidas precarias. Sobre la exclusión social. Buenos Aires, Nueva Visión, 2007.
9
Laurent, Eric: ¿Cómo se enseña la clínica?, Cuadernos del ICBA Nº 13, Bs. As. 2007
10
Miller, Jacques-Alain: Cosas de finura en psicoanálisis, 2008-09, disponible en:
http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008.html
5
6. Junichiro Tanizaki, particularmente en su ensayo escrito en 1933, El elogio de la sombra, de captar lo
bello en el enigma de las sombras: “En Occidente, el más poderoso aliado de la belleza fue siempre
la luz; en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra…”.
Si se sustituye el significante belleza por el de enseñanza, en la elucidación de la experiencia de
control en el hospital hemos podido captar un efecto de sombra.
Ignacio Penecino
Interroga acerca de cómo conversar con el otro, cómo hacer lazo, cómo no quedar los practicantes
del psicoanálisis segregados dentro de un hospital. Retoma la ponencia de Angélica Marchesini
quien definió la segregación ante lo extranjero. En el sentido clínico toma en referencia la respuesta
de Jorge Alemán11 cuando se le pregunta, de qué manera pensaba al sujeto en la clínica, a lo que
responde “como lo heterogéneo, lo que no deja homogeneizarse” y esto en contraposición al sujeto
conceptualizado por Foucault en tanto sujeto sujetado a lo colectivo.
Racalca modos de respuesta del sujeto que ubica Freud en malestar de la época, modos de evitar el
sufrimiento12: Satisfacción ilimitada. La modificación química: la intoxicación, el ataque a la naturaleza
y someterla (técnica dirigida por la ciencia), aislamiento voluntario (el separarse de todo lazo social),
finalmente el amor, como lo más cercano que puede llegar al objeto. Tenemos el discurso amo y su
reverso. Se trata de poder inscribir ese particular a modo de respuesta.
Valeria Cavalieri y Adriana Rógora
Mesas de Trabajos Libres
Mesa 1: Interconsulta - Urgencia
La mesa, coordinada por Lisa Erbin, tuvo como participantes a Josefina Altschuler y Santiago
Raimondi con su trabajo titulado “Quehacer del psicoanálisis en el hospital”; Juan Mitre presentó
“Filiación y corte” y yo titulé a mi trabajo “La interconsulta como respuesta a la des-inserción”.
El primer trabajo correspondía a integrantes de una Institución especializada en pediatría, que en la
coyuntura de la urgencia eran llamados a intervenir, dándole una relevancia particular al significante
recaída en el discurso médico.
El segundo trabajo era sobre una paciente adolescente en acting, ingresada al hospital como un
“caso perdido” y cómo el encuentro con un psicoanalista posibilitó la construcción de una versión del
padre pacificadora.
El último consistía en una viñeta que mostraba el trabajo que realizamos en la interconsulta en el
hospital, en un caso de urgencia. Intentaba responder a la pregunta acerca de nuestro quehacer
desde el psicoanálisis en la Institución Pública, en tensión permanente con el discurso amo.
La discusión y comentarios posteriores versaron sobre la importancia de hacer lazo con otros
discursos para ir contra la autosegregación, la apuesta a lo subjetivo dentro de clasificaciones
psiquiátricas y sociales segregativas y cómo responder cuando la demanda es “que la cosa marche”.
Fue una mesa de intercambio cordial, agradable y muy interesante, en la que cada participante pudo
hablar acerca del trabajo que realiza en las distintas Instituciones desde los casos clínicos.
María Belén Quiroga
11
Aleman, Jorge: Conferencia dictada en HCSI, 2004
12
Freud, Sigmund; El malestar en la cultura (1930 [1929]); Amorrortu editores, Obras Completas Tomo XXI, Buenos Aires,
1979
6
7. Mesa 2: Interconsulta - Pase diario de pacientes.
La mesa, coordinada por Graciela González Horowitz, fue integrada por Pablo Madera, Evelyn
Otarola, Luciana Nieto y Ramiro Gomez Quarello. Los trabajos presentados tuvieron como hilo
conductor la posición ética del acto del practicante en estos dispositivos dentro del servicio de Salud
Mental del Hospital: su orientación hacia lo real, lo cual precipita hacer lazo.
Pablo Madera en su trabajo “El pase de pacientes: un lugar a lo que no funciona” señaló que en el
Hospital se produce un entrecruzamiento de discursos, entre ellos el discurso médico que apunta a
un ideal de bienestar y a restablecer el equilibrio perdido, en este sentido correctivo. Se presenta una
viñeta de un paciente con “problemas digestivos” que venía siendo tratado hasta el momento de la
interconsulta con medicación, y puede apreciarse cómo a partir del relato del paciente el practicante
orienta su escucha hacia lo singular, haciendo lugar a lo que no funciona.
Evelyn Otarola presentó el trabajo “Los efectos del pase de pacientes”. Ubicó allí al pase como un
recorte y una transmisión de los significantes del paciente: se trata de la transmisión de una lógica
entre practicantes. Es este un recorte simbólico, que se espera que abra paso a lo real y que permite
orientar el tratamiento. Permite pensar cierta lógica a la que se apuesta, sin garantías.
Luciana Nieto presentó su trabajo titulado: “Un sitio, un lugar, un lazo“. Allí distinguió los conceptos
de sitio: del lado del uno, como lo disputado y lugar: “varios en una comunidad”, lo cual habla de lo
múltiple y del lazo. En el pase, cada integrante hace sitio: transmite los casos del día anterior, pero
puede pensarse como un lugar: se distinguen la multiplicidad de sitios. ¿Qué se pasa en el pase?
significantes que marcan la vida del paciente, que hablan de lo singular de ese paciente. No hay
respuestas universales, se escucha cada vez, el sujeto tiene respuesta a su sufrimiento, pero esto no
adviene solo: necesita una escucha.
Ramiro Gómez Quarello, en su presentación “El fin del pase”, trabajó el tema de la práctica en la
Institución como habitando una posición analizante, el problema del “ser analista“, mostrando la
discordancia del ser y saber. Propuso pensar a los practicantes como lectores de hechos discursivos.
Los comentarios que siguieron a las presentaciones permitieron ubicar lo siguiente:
Respecto de ¿qué se pasa en el pase? ¿qué se escapa? Lo imposible de decir, ahí es donde
nosotros somos el caso.
El deseo del analista es lo que inscribe y cuestiona cada vez.
La finalidad desde el psicoanálisis implica construir algo a partir de los recortes que se transmiten en
el pase.
Lo que está en juego es la transmisión de una posición de goce. Esto es lo que se escapa, lo que
está por detrás: lo que cada uno trata de apresar.
Ivana Lesyk
Mesa 3: Formación.
En la mesa, coordinada por Mónica Bureau, se presentaron los siguientes trabajos: “Efectos de la
Presentación de Enfermos” de M. Inés Iammateo, “Efectos de Control en el Hospital” de Adriana
Laura Rógora, “¿Qué es el Control?” de Valeria Cavalieri y “La formación del practicante y los
efectos de control” de María Rosa Catoi.
Tras una intervención introductoria de la coordinadora sobre la temática general, la importancia del
control y sus efectos en la formación del practicante de psicoanálisis en un Hospital General, se dio
paso a la lectura de los trabajos.
La lectura fue amena e interesante articulando referencias teóricas y recortes clínicos que permitían
ubicar el surgimiento del pedido de control y los efectos sobre el practicante en relación al obstáculo
que se presentaba en cada cura. Por otro lado los efectos de la presentación de enfermos.
La conversación comenzó sobre la diferencia entre el control y la presentación de enfermos a partir
de la presencia del público silencioso.
En relación a los efectos de control se conversó sobre la corrección del deseo del analista para que
la posición del practicante no obstaculice la cura, apuntando al más allá. Sobre todo se remarcó la
formación permanente a partir de la frase que se recortó tanto en el espacio de la apertura como en
la primera mesa plenaria “somos todos analizantes”. La afirmación “no hay analista formado” resonó
7
8. en los trabajos a partir de la formación constante articulada a los efectos de control tanto en quien
controla como quien pide el control. Se interrogaron los motivos de dicho pedido, en general más
ligado al obstáculo, sin embargo, podría controlarse cuando “todo marcha bien”.
Se destacaron los posibles efectos que podrían surgir en la presentación y en el control; efectos de
investigación, de enseñanza, de fascinación, de corrección, etc.
Leonardo Itzik
Mesa 4: Institución.
En esta ocasión, Virginia Walker coordinó la mesa en la que participaron Claudia Pollak con un
trabajo titulado “El analista, un dispositivo de la institución”, Alejandra Marroquín presentó “Mal-estar
en la escuela: reflexiones sobre una posible articulación entre el psicoanálisis y la educación”, Belén
Almira tituló su trabajo “Pedidos de interconsulta en sala” y Alejandra Rossi “El espacio del pase de
pacientes, un impasse de la práctica diaria en la institución”.
Luego de la lectura de los trabajos la coordinación señala la serie que a modo de una banda de
moebius va desde la formación del practicante hacia lo que constituye el dispositivo en acto, en texto.
Los trabajos de Pollak, Almira y Rossi intentaron transmitir desde su singularidad la práctica clínica
en la Institución Hospital Público en la que practican el psicoanálisis y la importancia del lazo con el
discurso médico, en tanto cómo hacer cada vez con las normas del Otro para no quedar segregados.
Asimismo la necesidad de poder recortar un espacio y tiempo con otros que permitiría, llegado el
caso, reorientar la escucha tal como lo propone Alejandra Rossi.
El trabajo de Alejandra Marroquín permite verificar el pasaje de un síntoma social a la construcción
de un síntoma singular en el tratamiento de un niño que no respondía “al ritmo de todos” en la
escuela. Lo que se desprende en la discusión es que no es sin ir en busca de la conversación con el
Otro, en este caso la Institución Escuela con sus universales cristalizados, que dicho pasaje puede
ser posible.
Valeria Cavalieri
Mesa 5: Síntomas.
La mesa fue coordinada por Jorge Faraoni.
El trabajo presentado por Mónica Samaniego, “Violencia y maltrato o del saber leer”, se refirió al caso
de una mujer que sufría por el maltrato físico y la violencia por parte de su marido. Tras un recorrido
de tratamiento en el Hospital –Estévez-, se evidencia que el maltrato se inscribe en una lógica
fantasmática que la deja como objeto de los golpes.
Luego Raquel Puga presenta el trabajo en equipo de un grupo de practicantes del Hospital Belgrano,
titulado: “Cuando la orientación es el saber hacer: De la irrupción de los objetos voz y mirada a la
comunicación social”, cuyos otros autores son Mercedes Buschini, Sebastián Copani, Sandra
Lezcano, Juan Mitre, Natalia Paladino, Soledad Possetto y Jesica Rosenthal.
A partir de dos casos clínicos se intenta dar cuenta de dos caras del síntoma: como mensaje dirigido
al Otro y su vertiente opaca, irreductible, no enlazada al Otro. A su vez, los casos muestran cómo
ciertas soluciones de los pacientes implican cierto saber hacer a partir de un imposible.
Se relata el caso de un joven con serias dificultades para salir de su habitación. Lo traen al hospital
sus padres debido a una crisis que lo lleva a romper los vidrios de su cuarto. Su malestar por no
poder relacionarse queda de lado cuando el paciente, encerrado en su habitación, comienza a
escuchar la radio, lo que hace que de alguna manera se sienta comunicado. La radio comienza a
tener el lugar de un Otro, mediador, de la palabra, que le posibilita alguna relación a lo social.
Escuchar radio se torna fundamental como tratamiento del síntoma de este paciente.
La presentación de Mariana Isasi con “Cantar con la voz en el bolsillo” da cuenta de una
investigación acerca del objeto voz en su relación con la clínica de las psicosis. Se trata de un
8
9. paciente del dispositivo de talleres del Hospital de San Isidro, que al llegar produce una irrupción en
la lógica del taller de música. Su mudez, o una verborragia incomprensible, son en él características.
Da cuenta del recorrido de este paciente por el taller de música. El caso es un ejemplo paradigmático
de lo intrusivo que resulta el lenguaje para el ser hablante, y de la carencia de un discurso social que
pudiera prestarle una forma de interactuar en lo social. El taller, por su parte, parece posibilitarle un
particular tratamiento del objeto voz, que se evidencia en la gesticulación e interpretación de temas
musicales que canta junto a sus compañeros; temas que interpreta en forma muda (sin voz audible)
pero reproduciéndolos con sus labios, gestos y movimientos corporales –cual cantante en el
escenario-, aparentando ser ésta, además, una actividad placentera para el paciente.
Por último Ruth Gorenberg presenta su trabajo “Construir lo singular” acerca del retorno de un
paciente al Centro de Psicoanálisis Aplicado a las Urgencias Subjetivas de la Actualidad –PAUSA-,
después de cuatro meses de darse por concluido su tratamiento. El paciente retorna por lo
insoportable que se le torna el ascenso de su mujer en el trabajo, debido a los celos excesivos que le
generan sus ideas delirantes referidas a que su mujer lo estaría engañando –ahora que tiene el
puesto de supervisora y llega más tarde-. Durante el tratamiento el paciente relata que sus celos se
fundan en que en los comienzos de la relación con su mujer, cuando noviaban, ella efectivamente lo
engañó con otro, él los vio y “esa fue la causa por la que se casó con ella”.
El coordinador de la mesa inicia la conversación comentando que se podría hacer una casuística si
se tiene en cuenta la incidencia del objeto a –especialmente el objeto voz y el objeto mirada- como
núcleo en la sintomática particular de los pacientes presentados en los trabajos.
Para la construcción de algunos de los casos se evidencia cómo ambos –objeto voz y objeto mirada-
suelen intervenir no en forma aislada, sino en intersección. Por ejemplo, el canto –en su forma de
mímica gesticulada- y el uso particular de la voz que hace el paciente de los talleres del Hospital de
San Isidro –caso presentado por Mariana Isasi- da cuenta de la construcción de una escena que
sirve como punto de partida para ciertas elaboraciones acerca del tratamiento del objeto voz.
Por otra parte, el caso de Mónica Samaniego apunta al detalle de la clínica: al detalle de las
intervenciones. Lo que parece conmover a la paciente –tras soportar 30 años de violencia y golpes- y
poner en marcha una construcción de su historia -que le posibilitará cierta rectificación en su
posición-, es el intento de suicidio de su hijo. Se debate si, en tanto histeria, esta mujer pudo verse
identificada a una escena de muerte (a partir del intento de suicidio de su hijo), y haber sido esto lo
que la llevó a poner un límite respecto a la violencia de la que era objeto.
A partir del caso que presenta Raquel Puga en nombre de su grupo, podría formularse que para este
sujeto, no poder salir de su casa ni relacionarse con amigos o compañeros da cuenta de cómo el
síntoma mismo porta la segregación, en tanto lo excesivo y repetitivo del recorrido de la pulsión suele
ser lo que lleva a auto-segregarse.
Ruth Gorenberg comenta que en su trabajo le interesaba señalar el retorno del paciente a partir de
su desestabilización producida por la aparición de un tercero. Se conversa acerca de la interpretación
en las psicosis ubicando a la misma como un intento de nominación.
Respecto al trabajo de Mariana Isasi, J. Faraoni comenta que es el único que surge a partir del
trabajo en el dispositivo de talleres. Mariana Isasi agrega que justamente una de las cosas que se
charla con Guillermo Belaga en las reuniones mensuales del equipo de talleres es que en este
dispositivo, no se trata de la dirección de la cura de los pacientes, sino más bien de una terapéutica.
En este caso en particular se da cuenta de cómo a partir de esta terapéutica se hace posible cierto
tratamiento del objeto voz. Se recorta una frase del trabajo: “Hay un colectivo que produce un lazo
vocal…”, como punto de partida para pensar el caso presentado en particular, el funcionamiento del
taller –de música- y los posibles efectos del mismo.
Se destaca, también, la vertiente de investigación y los desarrollos en torno a la teoría –del objeto
voz- que presenta el trabajo de Mariana Isasi.
9
10. Carolina Saylancioglu
Mesa 6: Urgencia.
Reseña 1
La mesa, coordinada por Marta Coronel, tiene como integrantes a Mariela Gutiérrez con su trabajo
“De una justificación a una posible pregunta”, en donde con el objetivo de dar cuenta de las diversas
respuestas a la segregación, y en el marco del Dispositivo de Consultorios Externos de un hospital
general, intentará a partir de un caso clínico reflexionar acerca de los nuevos modos de respuesta
que presentan algunos sujetos en la actualidad.
Luego Verónica Castro con su trabajo titulado “Revisión sobre el duelo” abordará el tema de la
angustia y su relación con la urgencia. A partir de un caso que nos ofrece la clínica de un Hospital
General, ubicará de qué manera se hace presente la urgencia en el Dispositivo de Admisión
posibilitando el inicio de un tratamiento.
Por último en mi exposición quot;Cortar con la angustia o hacerla hablarquot; trabajaré sobre las
intervenciones en la urgencia hospitalaria, basándome en casos de la práctica clínica en donde
puedan observarse dichas intervenciones. Hay que tener en cuenta que los casos tomados
provienen del trabajo realizado en un Dispositivo particular, el de la interconsulta en la guardia de un
Hospital Central y Público
Posteriormente a la lectura de los trabajos la coordinadora observó que todos los presentes del
público eran practicantes del Servicio del Hospital y que esto era una pena ya que los trabajos
reflejaban muy bien la dinámica de los Dispositivos dentro del hospital. Se abre un espacio a
preguntas o comentarios, que comenzaron en relación a esta temática y la práctica del psicoanálisis
en una Institución Pública. También se comentaron aspectos clínicos particulares en torno a los
casos y nuestra labor como practicante del psicoanálisis. Se conversó acerca de la sintomatología de
la época mencionando por ejemplo los cortes que se realizan los adolescentes y se discutió acerca
del estatuto de los mismos. Se profundizó sobre el duelo según Freud y Lacan.
Luciana Prota
Reseña 2
En la mesa, coordinada por Marta Coronel, se presentaron tres trabajos, el primero de Mariela
Gutiérrez “De una justificación a una pregunta posible”, el caso de una joven que le pega a su pareja.
Estaba haciendo pública su homosexualidad. Al principio no dejaba de pegar. Se detalla en el trabajo
los avatares y el recorrido del tratamiento de dicha mujer. Se puede verificar como a partir de ubicar
lo particular del síntoma se da lugar a una pregunta “¿Por qué le pego a mí pareja?” en donde se
recorta cierta diferencia respecto del inicio “Vengo porque le pego a mi pareja”.
En segundo término el trabajo de Verónica Castro “Revisión sobre el duelo”. Plantea en el duelo
¿Cómo intervenir éticamente? Con el duelo la falta se invierte, pensamos que estamos en falta con la
persona que murió.
La paciente siente dolor por la muerte de su pareja, presenta ansiedad, angustia, confusión y
situación económica grave: “No puedo con la ausencia”. Hubo dos épocas en la convivencia, en la
primera, vivían solos y felices y en la segunda, tenían una casa en un terreno compartido con la hija
de él. Allí, él la insultaba, le decía puta, desconfiaba de ella, la celaba. La paciente dice que no le
daba motivos pensaba que tenía que ver con la enfermedad, había sufrido de una embolia. Queda en
evidencia el lugar denigrante en que la pareja la colocaba. Aparece un sujeto en un lugar de desecho
que le imposibilita hacer el duelo. En el tratamiento se apuesta a un lugar diferente, haciendo
hincapié en el estar acompañada.
Por último el trabajo de Luciana Prota “Cortar con la angustia o hacerla hablar”.
“Amar es esencialmente querer ser amado”. En una época donde se demandan curas rápidas
plantea que nuestro trabajo como analistas se centra en ver cómo nos acercamos a lo real que cada
uno trae. En la entrevista se va dilucidar la gravedad y el tipo de tratamiento a seguir.
Una paciente de 19 años, es derivada en estado de urgencias. Se encuentra muy angustiada no le
encuentra sentido a nada, esto le pasa desde hace una semana. En aquel momento la pareja la dejó.
Se angustia y se corta, se siente culpable de que la hayan dejado y se corta para sentir dolor.
“Conmigo no se puede hablar”. Tiene una madre que va con ella a todos lados: “Éramos dos en una”.
10
11. Se la invita a poner en palabras aquello que tanto la angustia. Esto da lugar a un efecto sorpresa,
apareciendo el sujeto en el reestablecimiento de la cadena significante. La intervención tiene efecto
de interpretación. Los cortes en el cuerpo son hechos por la paciente por el exceso de angustia. La
paciente ya había pasado por tres analistas. Se interroga acerca de cómo se juega la transferencia
en el hospital. Mientras el paciente se encuentra en urgencia se hace el pase todas las veces que
sea necesario hasta que se sancione el fin de la urgencia.
Comentarios
Marta Coronel subraya la confianza puesta en la palabra en cada uno de los casos. En los mismos
hay un síntoma generalizado que habla de un goce particular. Se apuesta a la palabra en una época
donde se juega otra lógica, la de la acción. Los pacientes llegan a la consulta con significantes que
los representan, soy negro, soy gordo, soy homosexual, significantes que los segregan.
La admisión se hace pensando en el caso y se piensa en el terapeuta a que se va a derivar el
mismo.
Nilda Hermann: En el trabajo de Mariela, el insistir tranquilamente cada vez con diferentes
estrategias, es muy interesante como intervención sobre todo para alguien que goza de la exclusión
continúa.
Ignacio Penecino: Nombrarse yo soy, la lleva a ese punto de segregación. Hay algo que va a
descompletar. Es muy pertinente la pregunta sobre lo hetero, como el otro, lo diferente.
Mariela Gutierrez: La paciente me fue derivada por Ramiro Gómez Quarello y yo tomo eso (lo hetero)
de la admisión. Esta paciente finalmente abandona el tratamiento, se autosegrega.
Lucas Leserre: En el caso que trae Verónica el duelo deja en evidencia el dolor por haber perdido
esa posición denigrada, posición de goce para la paciente.
Ignacio Penecino: Freud decía que había que ser prudente con las intervenciones en situaciones de
duelo.
Nilda Hermann. El punto que nos autoriza a intervenir es que el otro está en una pesadilla. El duelo
de esta mujer tiene el tinte de la pesadilla.
Monica Buoreau: Haciendo referencia al caso presentado por Luciana Prota, dice: “La relación
conflictiva con la madre hace que se intervenga diciendo que la misma no venga”. La intervención del
“Aquí no” es del orden del acto.
Nilda Hermann: Lo que hay que ubicar es el estatuto de ese triangulo, si es algo del orden de la
estructura.
Luciana Prota: Lo que se veía en principio era una adolescente que tenía una relación de mucho
pegoteo con la madre. El gusto por las mujeres parecía un acto de rebeldía. Al principio estaba en
urgencia. La paciente venía marcando su cuerpo sin poder hablar.
Nilda Hermann: Se marcaba o se cortaba.
Luciana Prota: La angustia no la soportaba y necesitaba un dolor físico. La angustia era por culpa por
las peleas con su pareja. Era muy precario lo que hacía. Me parecía algo muy fuerte de la época
donde está muy presente lo del corte. “Somos dos en una, no somos confiables” estaba todo muy
pegoteado.
Ignacio Penecino: Pero flagelarse es una práctica muy antigua, los católicos se flagelaban.
Monica Buoreau: Me parece que lo actual está en el corte y la angustia es porque no había nada
más.
Nilda Hermann: Pero ¿se cortaba o se raspaba?
Luciana Prota: Eran raspones pero desde el discurso tenían el estatuto de corte.
Ignacio Penecino: El punto de lo contemporáneo es que el goce no pasa por el Otro.
Nilda Hermann: Pero debe haber alguien que promueva el efecto de que algo del Otro aparezca.
Para eso está el analista, justamente para que el Otro aparezca.
Alejandra López
11