BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
El poder según Foucault
1. Ciclo Básico Común – UBA
Materia: Introducción a la Sociología
Primer Cuatrimestre 2016
El concepto de Poder según Foucault
Autora: Stella Maris Lemos
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Índice
Una pequeña introducción sobre el autor Página 2
El poder disciplinario Página 3
Vigilancia Jerárquica Página 4
Sanción Normalizadora Página 5
Examen Página 6
Conclusiones Página 7
Bibliografía Página 8
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El concepto de Poder según Foucault
“El individuo es sin dudas un átomo ficticio de una representación “ideológica”
de la sociedad; pero es también una realidad fabricada por esa tecnología
especifica de poder que se llama la “disciplina” M. Foucault
Una pequeña introducción sobre el autor
Michael Foucault fue un filósofo francés (1926-1984).
Estudió filosofía y psicología en la Ecole Normale
Supérieure de Paris. Estuvo a cargo durante los años ’60
del departamento de filosofía de las Universidades de
Clemont Ferrand y del Centro Universitario experimental
de Vincennes. En 1970 obtuvo el puesto de profesor de
Historia de los Sistemas de Pensamiento en el
prestigioso College de Francia.
Sus influencias más importantes fueron Nietzsche,
Heidegger y Freud.
Entre sus obras principales están: Historia de la locura en la
época clásica (1961), El nacimiento de la clínica (1963),
Las palabras y las cosas (1966), La arqueología del saber
(1969), Vigilar y Castigar (1975) y La Historia de la
Sexualidad (1976).
Podríamos decir que sus análisis se ubican dentro de
una filosofía del conocimiento.
Sus teorías sobre el saber, el poder y el sujeto rompieron
con las concepciones modernas de éstos términos, por lo
que es considerado un postmodernista. Aunque a Foucault
no le interesaba la etiqueta, argumentando que prefería
discutir la definición de 'modernidad'.
Vigilar y Castigar, Edición 2002.
Siglo XXI. Portada
Michael Foucault 1926-1984
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El Poder disciplinario
A diferencia de otros autores que estudiaremos en este módulo que se basan en un
concepto de poder localizado en una institución, o en el Estado cuya función es sacar
o retirar algo del individuo y donde el individuo debe ceder ante el soberano, la
originalidad de Foucault se fundamenta en proponer una idea de poder relacional.
El poder está en todas partes y no en algunas instituciones en especial o en el Estado.
El poder “no encadena las fuerzas para reducirlas; lo hace de manera que a la vez
pueda multiplicarlas y usarlas”. El poder no sólo reprime sino que también produce
saber.
En efecto, para Foucault la función principal del poder es la de enderezar, encauzar las
conductas y para eso utiliza la disciplina.
Estamos ante una nueva visión del poder, el
poder disciplinario. Se trata de un poder discreto
y modesto que funciona bajo una economía
calculada pero permanente.
No se trata de un poder triunfante que se impone
desde “arriba”, sino más bien de humildes
modalidades y procedimientos menores en
comparación con los grandes aparatos del Estado.
Pero son precisamente estos los que van a invadir
los otros modos modificando sus mecanismos e
imponiendo sus procedimientos.
Para Foucault “la disciplina fabrica individuos”.
Estos son a la vez objeto e instrumento de su
ejercicio. El poder disciplinario separa, analiza y
diferencia.
El éxito del poder disciplinario se basa en el uso de
tres instrumentos simples: la vigilancia jerárquica,
la sanción normalizadora y el examen.Andry, Nicolas (1743). Orthopædia
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Vigilancia Jerárquica
El ver sin ser visto es el mecanismo que utiliza la vigilancia. El juego de la mirada
ejerce una coacción sobre quien es observado. Las sociedades modernas han
perfeccionado ese juego con artefactos que lo facilitan.
Han surgido así los “observatorios” que permiten una visibilidad general.
El ejemplo más acabado de ellos es el modelo del campamento militar. Este mismo
esquema lo encontramos también en el urbanismo, en la construcción de las ciudades
obreras, los hospitales, los
asilos, las prisiones y las
escuelas.
Bajo este concepto se
desarrolla una arquitectura que
no está solo para ser vista
(como los palacios) o para
observar el espacio exterior
(fortalezas) sino para observar a
quienes se encuentran dentro.
La arquitectura se transforma
entonces en un operador para la
transformación de los
Prisión Modelo Isla de Pinos 1926-1928
Panóptico de Bentham visto desde el
interior de una de las unidades
celulares
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individuos: “…obrar sobre aquellos a quienes abriga, permitir la presa sobre su
conducta, conducir hasta ellos los efectos del poder, ofrecerlos a un conocimiento,
modificarlos.”
Foucault nos alerta, “el aparato disciplinario perfecto permitiría a una sola mirada verlo
todo permanentemente”. (Foucault, 2002.Pág. 178)
Es por eso que se asocia el “panóptico” de Bentham a la teoría del poder de Foucault.
La vigilancia llega a ser parte tanto del proceso de producción en las fábricas como a
ser inherente a la educación. Esta forma de poder basada en la Vigilancia se organiza
como un poder múltiple, automático y anónimo que funciona como un sistema de
relaciones de arriba hacia abajo, donde los vigilantes son a su vez vigilados.
Ese poder se transforma en una maquinaria y si bien es verdad que existe una
organización piramidal con alguien que actúa de jefe, la realidad es que es el aparato
entero es el que produce poder y distribuye a los individuos en ese campo permanente
y continuo. Bajo el juego ininterrumpido de miradas el autor nos recuerda que el
dominio sobre el cuerpo se da de acuerdo con las leyes de la óptica y la mecánica en
lugar de recurrir a la fuerza y la violencia. Es por eso que se habla de “física del
poder” cuando nos referimos a su teoría.
Sanción normalizadora
El autor afirma que dentro de todo sistema disciplinario funciona un pequeño
mecanismo penal. Se trata de “infrapenalidades” que organizan un espacio que las
leyes dejan vacio.
micropenalidad del tiempo: retrasos, ausencias, interrupciones de tareas;
de la actividad: falta de atención, descuido, falta de celo;
de la manera de ser: descortesía, desobediencia;
de la palabra: charla, insolencia;
del cuerpo: actitudes incorrectas, gestos impertinentes, suciedad;
de la sexualidad: falta de recato, indecencia.
Se trata de castigos sutiles, castigos físicos leves pero más bien privaciones menores,
ciertas formas de humillación.
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El castigo disciplinario es esencialmente correctivo y es por eso que los castigos
implican la ejercitación. Foucault cita a J. B. de La Salle: “Los trabajos impuestos
como castigo (…) permiten obtener de las faltas mismas de los niños, medios para
hacerlos progresar al corregir sus defectos.” (Foucault, 2002.Pág. 184)
Tanto es así que castigar es ejercitar para Foucault.
Sin embargo, no todo es castigo se trata de un doble sistema de gratificación –
sanción. La idea es que las recompensas sean más frecuentes que las penas. De
esta forma la disciplina “calibra” a los individuos. Esta penalidad está integrada a un
ciclo de conocimiento de los individuos.
La forma de recompensarlos es por medio de los ascensos y la de castigarlos es
haciéndolos retroceder o degradándolos. Sin embargo la clase de los alumnos “malos”
está destinada a desaparecer y su única función es lograr la “conversión” de los
alumnos.
El autor explica que el “arte de castigar” utiliza cinco operaciones:
referir los actos
diferenciar a los individuos
medir en términos cuantitativos y jerarquizar en términos de valor
homogeneizar a los individuos
excluirlos
Es decir que la penalidad perfecta compara, diferencia, jerarquiza, homogeneiza,
excluye. En una palabra, normaliza.
El Examen
El examen combina las técnicas de la vigilancia jerárquica con las de la sanción
normalizadora. Es una mirada normalizadora según Foucault que permite
CALIFICAR
CLASIFICAR
CASTIGAR
Todo en una misma operación. Se superponen en el examen las relaciones de poder
con las relaciones de saber.
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1. El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder.
Pasamos de la visibilidad del monarca y su ostentación de poder a la visibilidad
inevitable de los súbditos. Es esta inversión de la visibilidad lo que garantiza el
ejercicio del poder hasta sus grados más bajos. Es la época del examen infinito
y la observación coactiva
2. El examen hace entrar la individualidad en un campo documental. El
individuo se constituye como objeto descriptible, analizable. El examen sitúa a
los individuos en una red de vigilancia y a la vez en una red de escritura
(acumulación documental, registro). A partir de la formación de una serie de
códigos de la individualidad disciplinaria se permiten transcribir,
homogeneizándolos, los rasgos individuales establecidos por el examen:
- código físico de señalización,
- código medico de los síntomas,
- código escolar o militar de las conductas y de los hechos destacados.
3. El examen, rodeado de todas sus técnicas documentales, hace de cada
individuo un “caso”. Se trata de un caso que es a la vez un objeto para un
conocimiento y una presa para un poder. Es el individuo tal como se lo puede
describir, juzgar, medir, comparar con otros.
Antiguamente era un privilegio ser mirado, referido, seguido a diario pero los
procedimientos disciplinarios hacen de esta descripción un medio de control y
un método de dominación.
Conclusiones
Este breve resumen nos presenta una teoría del poder novedosa, que nace de una red
que construye poder en lugar de ubicarlo en el Estado o alguna institución especifica.
El centro de ese poder es la disciplina y por eso hablamos de un poder disciplinario.
Su objetivo es que los hombres encaucen sus conductas. Pare ello el poder
disciplinario se apoya en tres elementos simples: la vigilancia jerárquica, el ver sin ser
visto cuyo ejemplo grafico es el panóptico; la sanción normalizadora, que basa su
eficacia en un mecanismo de gratificación-sanción y el examen que unifica las técnicas
de la vigilancia con las de la sanción. Sólo cuando todos los mecanismos del poder
disciplinario fallaron se procede a la exclusión como último recurso. Ya que como
dijimos al principio, el objetivo del poder no es excluir sino encauzar.
9. Stella Maris Lemos
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Bibliografía
Foucault, Michel: Vigilar y Castigar. Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2002
Foucault, Michel: Las redes del poder [1]
Bs. As., Editorial Almagesto, Colección
Mínima, 1991
[1]
El presente es el texto de la conferencia proferida en 1976 en la Facultad de Filosofía de la
Universidad del Brasil. Publicado en la revista anarquista 'Barbarie', N4 y 5 en 1981-82, San Salvador de
Bahía, Brasil. La traducción del francés al portugués la realizó Ubirajara Reboucas, y la traducción del
portugués al castellano la hizo Heloisa Primavera y fue publicada en la revista 'Farenheit 450' N1, Bs.
As. Diciembre de 1986 (revista publicada por estudiantes de la carrera de Sociología UBA).