¿Cómo la sangre del hijo del carpintero podía liberar al hombre? ¿Acaso “esa sangre” era “real” de la descendencia del Rey David? Pero lo cierto es que un desconocido, un Nazareno, uno de tantos ha derramado la sangre por el hombre y el hombre ha sido salvado. En su sangre estaba vertida toda la sangre de la humanidad, en su sangre estaba sumido todo el dolor del hombre.