2. La adolescencia
Además de los cambios físicos que se producen en nuestro cuerpo
cuando llegamos a la adolescencia, también nuestra mente, nuestra forma
de pensar, de entender las cosas y de analizarnos a nosotros mismos
cambia. Y estos cambios nos afectan no solo a nosotros sino también al
mundo que nos rodea.
3. La adolescencia
INDEPENDENCIA
Cuando somos niños pequeños dependemos de nuestros padres para hacer todas
las cosas.
Pero al llegar a la adolescencia queremos ser más independientes y hacer las
cosas por nosotros mismos, sin necesitar la ayuda de nuestros padres.
Cuando hacemos cosas nosotros solos sentimos una gran satisfacción pero al
mismo tiempo también tenemos miedo e incertidumbre ya que, como siempre nos
han ayudado, no sabemos si seremos capaces de valernos por nosotros mismos y
tomar las decisiones más acertadas.
Somos nosotros los que debemos demostrar que somos capaces de ser
independientes, y es tarea de nuestros padres dejar que nos vayamos separando
conforme vamos mostrando nuestra capacidad y buen hacer.
4. La adolescencia
INTEGRACIÓN EN EL GRUPO DE IGUALES
El papel que antes tenía la familia ahora lo tienen nuestros amigos y compañeros y
por eso nos identificamos cada vez más con nuestro grupo de iguales. Dentro del
grupo compartiremos experiencias y vivencias, nos sentiremos comprendidos por
otros que están pasando por lo mismo que nosotros, estaremos protegidos y
tendremos libertad para expresar todo lo que queremos sin miedo a sentirnos
injustamente evaluados.
Pero, aunque demos mucha importancia a nuestros amigos, la familia sigue siendo
importante y el adolescente la necesita para sentirse plenamente seguro y para
momentos de incertidumbre o desamparo.
La familia debe dar apoyo, ser comprensiva y comunicativa; y debe dar ejemplo en
su forma de actuar y entender los valores ya que la mejor forma de enseñar
valores es predicar con el ejemplo.
5. La adolescencia
CAMBIOS EN LA FORMA DE PENSAR
Cuando somos niños nuestra forma de pensar es concreta, entendemos lo que
podemos ver y tocar. En la adolescencia llegamos al pensamiento formal o
abstracto; esto quiere decir la realidad forma parte de algo que no se limita a lo que
se puede ver y tocar.
La inteligencia se vuelve abstracta; ya no es necesario tener algo delante para
pensar sobre ello, y comenzamos a hipotetizar: “qué pasaría si hiciéramos tal o
cual cosa, si ocurriera esto o aquello, ¿y si……?” También se nos desarrolla la
capacidad de comprobación, de experimentación, y la capacidad de pensar de
manera crítica. Cuando se es niño se aceptan las explicaciones porque sí, sobre
todo si vienen de los padres, pero en la adolescencia se discuten todas las cosas,
especialmente si vienen de los padres.
Y el papel de formación-información que antes conseguíamos de la familia, ahora
lo compartimos con nuestros amigos y con las redes sociales.
6. La adolescencia
BÚSQUEDA DE IDENTIDAD, AUTODEFINICIÓN COMO PERSONA. ¿QUIÉN
SOY? ¿QUÉ SOY? ¿CÓMO SOY?
La búsqueda de la propia identidad es la tarea más compleja que debemos abordar
los adolescentes.
El conocerse y saber quién es uno mismo (ya que ya no somos niños pero
tampoco adultos), es uno de los aspectos más importantes y difíciles a tener en
cuenta.
El proceso de construcción de la identidad se verá muy influido por los modelos
adultos que les hayan ofrecido sus padres y familiares en la niñez.
7. La adolescencia
CONFLICTOS
Forma parte del papel de adolescente analizar y discutir todas las normas, no
obedecerlas sin más, por lo que es característico el enfrentamiento, el
inconformismo y la tendencia a comportarse de forma contraria a lo establecido.
Ese enfrentamiento va a servir para poner a prueba y establecer límites, para
comprobar hasta dónde pueden llegar y cuánto van a ceder los padres. Es
recomendable que los padres razonen con los adolescentes todas las decisiones, y
evitar el “esto es así porque lo digo yo”.
Los conflictos con los adultos son normales y naturales, por lo que no conviene
magnificarlos ni despreciarlos, tan sólo aceptarlos.
8. La adolescencia
LA AUTOESTIMA Y EL ESTADO DE ÁNIMO
Parte de la información que tenemos del cómo somos, y que influye directamente
en nuestra autoestima, nos viene dada por los demás, por lo que nos dicen y cómo
se comportan con nosotros. En ese sentido es vital el comportamiento de los
padres para ayudar a establecer una autoestima en sus hijos los más positiva y
congruente posible.
9. La adolescencia
EL ESTADO DE ÁNIMO Y TÚ
Es muy posible que sientas cambios en tus estados de ánimo; de repente puedes
sentir depresiones, rabia y al rato puedes estar feliz o incluso puedes cambiar la
percepción que tienes de ti mismo de un día para otro.
Puedes parecer un joven agresivo, rebelde, aislado, inestable y hasta grosero. Esto
se debe sólo a que estás en una etapa en que piensas diferente a los demás.
Procura ser amable y tolerante con las diferencias de pensamiento. No olvides que
cada ser es único e irrepetible.