El Neoclasicismo fue un movimiento artístico inspirado en las ideas de la Ilustración que se opuso a los excesos del Barroco. Los artistas imitaron las formas griegas clásicas en busca de armonía y equilibrio. En arquitectura proliferaron construcciones monumentales como museos y teatros. En pintura, destacaron Rafael Mengs y Jacques Louis David. En escultura, Antonio Canova creó obras con sencillez y pureza de líneas. La literatura tuvo un carácter didáctico y moral
2. Generalidades
• Movimiento estético inspirado en las ideas de la
Ilustración.
• Se opone a los excesos del barroco y propone
revisitar las formas griegas clásicas.
• Más que creadores, los artistas fueron
imitadores.
• Resurgen los principios de armonía y equilibrio.
• Se considera el arte antiguo como progresista
pues carece de los adornos excesivos del
Barroco.
• El término Neoclásico se comenzó a usar de
forma despectiva y alude a la falta de
creatividad que le vieron algunos.
Johann
Joachim
Winckelmann
3. Arquitectura
• Proliferan las
construcciones
que pueden
contribuir a
mejorar la vida
humana como
hospitales,
bibliotecas,
museos, teatros,
parques, etc.,
pensadas con
carácter
monumental.
Panteón de París , Soufflot, 1764-1790
6. Pintura
Autoretrato,
Rafael Mengs
• Agregó a la pintura un valor didáctico y
moralizante, considerando imprescindible
el conocimiento científico de las fuentes
clásicas.
• Buscan resucitar los modelos del Arte
Antiguo, porque veían en ellos encarnadas
la virtud y así lograr la perfección del
mundo.
• Este nuevo estilo fue llamado “verdadero
estilo”.
10. Escultura
Los escultores de
fines del siglo XVIII y
comienzos del XIX,
crearán obras en la
que prevalecerá una
sencillez y una pureza
de líneas que los
apartará del gusto
curvilíneo del
Barroco.
Hércules y Licas, Antonio Canova
11. Escultura
• El desnudo tiene una notable importancia ya que
se busca rodear las obras de una cierta
intemporalidad.
Venus Victrix,
Antonio Canova
12. Escultura
• Los modelos griegos y
romanos, los temas
tomados de la
mitología clásica y las
alegorías sobre las
virtudes cívicas
llenaron los relieves de
los edificios, los
frontones de los
pórticos y los
monumentos, como
arcos de triunfo o
columnas
conmemorativas.
François Rude: La Marsellesa, 1833. Arco de Triunfo de París.
15. Literatura
• Se considera a los escritores griegos y latinos como modelos a imitar.
• Da preferencia a la razón frente a los sentimientos, impone reglas a las
que se deben ajustar las obras literarias. Como consecuencia de lo
anterior se abandonó bastante la producción lírica.
• Rechaza lo imaginativo y lo fantástico, ya que no se escribía solo para
entretener, sino para educar. La literatura neoclásica tiene un marcado
carácter crítico, didáctico y moralizador.
• El ensayo es el género literario más cultivado en este siglo, porque se
adapta perfectamente al interés científico y crítico de los escritores de la
época y a la difusión de sus ideas y opiniones.
• El género dramático fue el que más se desarrolló junto con el ensayo. Algo
normal, pues es el que permite transmitir de manera directa al pueblo
unas ideas y una moral.
• La fábula fue un género narrativo muy apreciado durante la etapa
ilustrada. Tiene todos los ingredientes que buscaba la ilustración: carácter
moralizador y finalidad didáctica
16. Ensayo
Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764).
• Fraile benedictivo, poseía un vasta cultura como reflejan sus
ensayos. De ideas modernas y reformistas, sufrío muchos ataques
de los defensores del tradicionalismo.
• Su obra más relevante es Teatro crítico universal (de ocho tomos).
En ella trata cuestiones muy variadas (filosofía, física, literatura…) y
difunde los avances del saber europeo.
• Luchó constantemente contra las supersticiones y la falsa
milagrería, en su afán por sacar al pueblo de su ignorancia.
• Hay que subrayar su labor con el idioma español que defendió
frente al uso que aún se hacía del latín en la universidad; apoyó la
incorporación de nuevas palabras si son necesarias y es el creador
de una prosa alejada de los excesos del barroco que prefiere la
expresión clara y antiretórica propias de la prosa moderna.
17. Ensayo
• Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811).
• Es el ensayista más importante del siglo XVIII. Político, jurista y
escritor luchó por conseguir reformar la economía, la educación y el
sistema judicial del país. Fue ministro en el gobierno de Godoy y
más tarde formó parte de la Junta central de defensa en la lucha
contra la invasión napoleónica.
• Escribió poesía y teatro, pero donde destaca es en el ensayo. Sus
ensayos abordan temas filosóficos, históricos, políticos, sociales,
morales, etc. Continúa empleando el estilo sencillo, conciso y
antirretórico empleado por Feijoo. Su obra más recordada es
Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos (1790) en la
que trata de reorientar los gustos y aficiones del pueblo con el
ánimo de que se divierta con aficiones constructivas y razonables.
Las aficiones del pueblo continuaron tomando un camino distinto al
que proponía Jovellanos, pero al menos lo intentó.
18. Fábula
Tomás de Iriarte (1750-1791)
• Fue traductor de la primera secretaría de
Estado y archivero del Supremo Consejo de la
Guerra. Además de las fábulas literarias
escribió muchas otras obras e hizo bastantes
traducciones del francés. También fue
compositor. Utiliza sus fábulas para dictar
normas que logren un buen estilo literario.
19. Fábula
Tomás de Iriarte
El burro flautista
Es famosa su fábula titulada El burro flautista. Un burro se acerca a una flauta y, al
olerla, ésta suena, lo que hace pensar al animal que sabe tocarla; entonces el autor
saca la moraleja: sin reglas del arte, el que acierta en algo, acierta por casualidad.
Sin reglas de arte,
el que en algo
acierta,
acierta por
casualidad.Esta
fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido
ahora
por casualidad.
Cerca de unos
prados
que hay en mi lugar,
pasaba un Borrico
por casualidad.Una
flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.En la
flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
"¡Oh! -dijo el
Borrico-:
¡Qué bien sé tocar!
¡Y dirán que es mala
la música asnal!"Sin
reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez
aciertan
por casualidad.
20. Fábula
Félix María Samaniego 1745-1801
• Estudió en Valladolid y viajó por Francia, cuya
influencia se advierte en la única obra por la que lo
conocemos: las Fábulas morales, 157 fábulas
distribuidas en 9 libros, escritas para los alumnos del
seminario de Vergara.
• Samaniego ridiculiza los defectos humanos en sus
fábulas, imitando a los grandes fabulistas Fedro, Esopo
y La Fontaine. Aunque las fábulas de Samaniego están
escritas en verso, su carácter es prosaico, dados los
asuntos que trata y su finalidad didáctica.
21. Fábula Samaniego
La Cigarra y la Hormiga
Una de las más famosas fábulas de Samaniego. Está escrita en heptasílabos. Pero vea el lector a la cigarra como un
personaje y no se juzgue al animal por estos hechos; pues en el campo nunca pediría comida a la hormiga cuyos
gustos alimenticios no comparte.
Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
le dijo: "Doña hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo."
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
"¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen
tiempo?"
"Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento."
"¡Hola!, ¿conque cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora que yo como,
baila, pese a tu cuerpo."
27. El sí de las niñas
Es una obra con finalidad moral y didáctica cuyo argumento es el siguiente:D. Diego, un
caballero de 59 años, va a casarse con Francisca, de 16 años, que acaba de salir de un
convento de monjas donde estaba estudiando. El matrimonio ha sido preparado por la
madre de la chica, Dña. Irene, sin contar con ella que ya está enamorada del joven Carlos,
sobrino del caballero. Éste descubre el asunto y renuncia, con mucho sacrificio, a su
matrimonio; puesto que ve más natural que la muchacha se case con un joven de su edad
que con un viejo como él.
En el fragmento que va a continuación (Escena XI), D. Diego intenta convencer a Dña. Irene
de que su hija está enamorada de otro. La madre no se lo cree e interpreta que lo que pasa
es que al caballero ya no le interesa casarse con su hija.
DON DIEGO.- Muy bien. Siéntese usted... Y no hay que asustarse ni alborotarse (Siéntanse
los dos) por nada de lo que yo diga; y cuenta, no nos abandone el juicio cuando más lo
necesitamos... Su hija de usted está enamorada...DOÑA IRENE.- Pues ¿no lo he dicho ya mil
veces? Sí, señor, que lo está; y bastaba que yo lo dijese para que...
DON DIEGO.- ¡Este vicio maldito de interrumpir a cada paso! Déjeme usted hablar.
DOÑA IRENE.- Bien, vamos, hable usted.
DON DIEGO.- Está enamorada; pero no está enamorada de mí.
DOÑA IRENE.- ¿Qué dice usted?
DON DIEGO.- Lo que usted oye.
DOÑA IRENE.- Pero ¿quién le ha contado a usted esos disparates?
28. DON DIEGO.- Nadie. Yo lo sé, yo lo he visto, nadie me lo ha contado, y cuando se lo
digo a usted, bien seguro estoy de que es verdad... Vaya, ¿qué llanto es ése?
DOÑA IRENE.- (Llora) ¡Pobre de mí!
DON DIEGO.- ¿A qué viene eso?
DOÑA IRENE.- ¡Porque me ven sola y sin medios, y porque soy una pobre viuda,
parece que todos me desprecian y se conjuran contra mí!
DON DIEGO.- Señora doña Irene...
DOÑA IRENE.- Al cabo de mis años y de mis achaques, verme tratada de esta manera,
como un estropajo, como una puerca cenicienta, vale al decir... ¿Quién lo creyera de
usted?... ¡Válgame Dios!... ¡Si vivieran mis tres difuntos!... Con el último difunto que
me viviera, que tenía un genio como una serpiente...
DON DIEGO.- Mire usted, señora, que se me acaba ya la paciencia.
DOÑA IRENE.- Que lo mismo era replicarle, que se ponía hecho una furia del infierno,
y un día de Corpus, yo no sé por qué friolera, hartó de mojicones a un comisario
ordenador, y si no hubiera sido por dos padres del Carmen, que se pusieron de por
medio, lo estrella contra un poste en los portales de Santa Cruz.
DON DIEGO.- Pero ¿es posible que no ha de entender usted a lo que voy a decirle?
DOÑA IRENE.- ¡Ay, no, señor; que bien lo sé, que no tengo pelo de tonta, no, señor!...
Usted ya no quiere a la niña, y busca pretextos para zafarse de la obligación en que
está... ¡Hija de mi alma y de mi corazón!