2. El cáncer de pulmón representa la primera
causa de muerte por cáncer. La
supervivencia de 5 años después del
diagnóstico es menor del 50% en casos de
enfermedad localizada, y menor del 25% si
está extendida.
Se reconocen cuatro variedades
fundamentales: carcinoma de células
pequeñas, adenocarcinoma, carcinoma
escamoso y carcinoma de células grandes.
3. Existe una clara relación con el
tabaquismo. El riesgo relativo es 10
veces mayor en fumadores de cigarrillos
y 1,5 veces mayor en fumadores pasivos.
Entre los no fumadores, es más frecuente
el adenocarcinoma.
4. Los síntomas pueden permanecer silentes
durante meses.
Los tumores de localización central aparecen
como masas tumorales que afectan a
bronquios grandes. Clínicamente, pueden dar
tos con expectoración hemoptoica
(expectoración con trazas de sangre).
Los de mayor tamaño pueden dar lugar a
atelectasias (colapso de una región pulmonar
periférica o bien de todo el pulmón) por
obstrucción de la luz bronquial.
5. Si la neoplasia (tumor formado por la
multiplicación o crecimiento anormal de
las células) no es del tipo de células
pequeñas, el tratamiento de elección es el
quirúrgico, siempre y cuando se cumplan
determinados criterios de estadificación del
tumor (grado de diseminación)
resecabilidad (posibilidad de extirpar todo
el tumor) y operabilidad (evaluación de si
el paciente es capaz de resistir la cirugía y
sus consecuencias).
6. La faringitis es una inflamación de las
membranas mucosas y del tejido linfoide
de la faringe, normalmente como
resultado de una infección.
7. Esta enfermedad es causada comúnmente
por infecciones bacterianas o virales, como
el virus de la gripe, Streptococcus
pyogenes o Micoplasma pneumoniae.
Ocasionalmente, la causa es la difteria o
Candida albicans.
El síntoma principal es el dolor de garganta.
También hay fiebre, dolor muscular y dolor
al tragar .
8. Las gárgaras con agua tibia y salada
son un remedio habitual. También son
útiles los fármacos analgésicos, los
líquidos, las pastillas para la garganta y
los anestésicos tópicos. Si un estudio
rápido o los resultados de los cultivos
identifican estreptococos, la penicilina o
la eritromicina suelen ser curativas.