2. Nota biográfica
• 1902. Luis Cernuda Bidón nace en Sevilla. Hijo de padre militar. Ambiente y educación familiar, rígida y estricta. Muerte del padre, 1920.
• 1919-1925. Universidad de Sevilla, Derecho. Profesor de Literatura, Pedro Salinas, que lo ayuda y guía.
• Primeros versos, 1924. Perfil del Aire (1927). Vivía en la calle Aire. 1928, muerte de la madre. Abandona Sevilla. Estancia en Málaga y Madrid.
• 1928-1929. Toulouse, lector de español, recomendación de Salinas. Viaje a París. Surrealismo. André Gide. Regreso a Madrid. Un río, un amor,
1929.
• 1930. Librería Sánchez Cuesta, contabilidad y envíos. Relaciona con Aleixandre, Lorca, Alberti, antes Prados y Altolaguirre.
• 1931. Los placeres prohibidos. Misiones pedagógicas: dotación de bibliotecas y guía exposición itinerante (copias) del Museo del Prado.
• 1933. Viajes a Andalucía. Invocaciones.
• 1934. Publicación Donde habite el olvido en la revista Héroe de Altolaguirre y Concha Méndez.
• 1936. Primera edición de La Realidad y el Deseo. Reseñas elogiosas de J.R. Jiménez, Salinas, Altolaguirre y Lorca, entre otros.
• 1936. Guerra Civil. París, agregado de prensa de la embajada. Regreso a Madrid, octubre 1936. Colaboraciones en periódicos. Alistamiento como
voluntario- pocas semanas- en las milicias de Guadarrama. 1937. Madrid, Alianza de intelectuales antifascistas. Colabora en El Mono Azul, boletín de
Alberti y Mª. Teresa León.
• Abril-octubre 1937, Valencia, traslado gobierno republicano. Censura de la estrofa sexta de la elegía por Lorca, «Elegía a un poeta muerto». II
Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, Valencia, julio 1937.
• 1937, regreso a Madrid. Interés por el teatro. Escribe una pieza teatral, El relojero o la familia interrumpida.
• Gran Bretaña, 1938-1947. Conferencias en Londres. 1938, julio-septiembre, París. Regreso a Londres, auxiliar de español en un instituto de Surrey.
Lectura poetas ingleses: Blake, Keats, Shelley, Shakespeare y Wordsworth.
• 1939-1943, ayudante en universidad de Glasgow. Finaliza Las nubes y Como quien espera el alba. 1943-1945, Universidad de Cambridge, lector de
español. 1944, inicia Vivir sin estar viviendo.
• Estados Unidos, 1947-1952. Profesor en college de señoritas, Mount Holyoke College de Nueva Inglaterra. 1948, reencuentro con exiliados en
«Escuela de Español» de Middlebury College.
• Primera visita en verano 1949 a México, también verano 1950 y 1951. Reencuentro con amigos en el exilio mexicano y con el idioma: Concha
Méndez, Altolaguirre, Moreno Villa, Octavio Paz, Prados, Bergamín… Noviembre 1950, Con las horas contadas. Noviembre 1951, Cuba.
• México y California (1952-1963). En México, con Concha Méndez. UNAM, 1954-1960. 1958, tercera edición por FCE de La Realidad y el Deseo.
Verano 1960, curso en Universidad de California-Los Ángeles. 1960-1961: Desolación de la Quimera. 1961, Universidad de San Francisco; 1962,
profesor invitado en UCLA.
• Muerte 5 de noviembre de 1963, en el domicilio de Concha Méndez en México.
3. Trayectoria poética (I)
• Perfil del aire (1927). Después se titulará, Primeras poesías en la edición de la obra completa.
• Un cierto rechazo crítico: falta de modernidad e imitación de Guillén.
• Influjo poesía francesa: Mallarmé, poesía pura, y Revedy.
• Égloga, elegía, oda (1927-28). Ejercicios sobre formas poéticas clásicas. Garcilaso
• Ciclo de juventud: Un río, un amor, Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido. Influencias: André Gide y
surrealismo francés.
• Un río, un amor (1929). Tema central: fracaso del ideal de amor adolescente frente al muro de la realidad. También la
tensión entre el tiempo que fluye y el objeto de deseo que se escapa.
• Los placeres prohibidos (1931). El amor como un acto de violencia social y política, contra los límites sociales y los del
propio cuerpo que encarcelan el deseo.
• Poesía moral: los placeres prohibidos frente a las fuerzas represoras de las instituciones (matrimonio, familia, religión
y leyes).
• Incorporación de surrealismo: un lenguaje expresivo sin restricciones y los poemas en prosa.
• Donde habite el olvido (1932-1933). Título procede de un verso de Bécquer (rima LXVI).
• Imágenes surrealistas. Tono melancólico y fatalista, reflexivo.
• Concepción romántica: olvido remite a muerte. Pero también a «limbo», región remota de indiferencia, un estado de
inconsciencia. El olvido es una región utópica donde sea posible abolir el deseo.
• Frente al «olvido» aparece también una región del edén: infancia o adolescencia. De ese paraíso ha sido expulsado
y se vive como una «caída» bíblica de la plenitud. Pero en la «tierra» pervive, como doble o desdoble, la memoria de
ese «otro» estado .
• Prólogo en prosa al libro de poemas: «¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando este desaparece? (…) queda el
recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis. Las siguientes
páginas son el recuerdo de un olvido». El recuerdo corresponde al amante y el olvido, al amado.
• Invocaciones (1934-1935). Giro del amor humano hacia los dioses y semidivinos adolescentes, de tal modo que la
poesía fija la belleza efímera. Influencia del poeta alemán Hölderlin. Monólogo dramático «Soliloquio del farero», pese a
que no había leído a Browning. El edén perdido: Grecia, Andalucía y el espíritu pagano.
4. Trayectoria poética (II)
• Las nubes (1937-1940). El exilio y la madurez, nuevo estado de conciencia.
• Influencia poetas románticos ingleses: Wordsworth, Coleridge, Keats, Browning , Eliot, más tarde, Yeats. También Leopardi.
• Dos principios: a) Evitar lo sentimental para objetivar la experiencia a partir de la situación de un personaje histórico o
legendario (técnica: monólogo dramático de Browning). Y, de ese modo, transferir a situaciones y personajes las experiencias
de la vida individual.
• Y b) renunciar a una expresión poética «bonita» y «superficial» para valorar no un verso sino el poema, la construcción entera.
Aproximación del lenguaje poético al lenguaje coloquial, una expresión «concisa» y sobria.
• Nuevos temas: hechos históricos (exilio), religión.
• Formas clásicas: heptasílabo, endecasílabo, eneasílabo y encabalgamientos.
• Como quien espera el alba (1941-1944). Título: esperanza de la paz, tras la 2º Guerra Mundial.
• Temas: reflexión sobre su propia obra y el sentido y utilidad de la poesía en sociedades modernas. Afán de eternidad y perdurar
como poeta por su obra. Formas métricas clásicas continúan con encabalgamientos. La frase es más sinuosa: circunloquios y
digresiones.
• Vivir sin estar viviendo (1944-1949). Tema: retener el tiempo que se nos escapa. El mito, la atemporalidad y el deseo vs.
temporalidad, realidad y juventud perdida.
• Con las horas contadas (1950-1956). Temas: Hastío, soledad. Contraste entre sur edénico vs. norte utilitario y burgués. También
una serie amorosa «Poemas para un cuerpo»: amor que llega cuando el poeta, por su edad, se creía incapaz de experimentarlo.
Métrica: heptasílabos y octosílabos con rima en asonante, también endecasílabos. Recuperación del yo. Variaciones sobre el amor:
solución al sentimiento de enajenación, de patria perdida; renacimiento y rejuvenecimiento; el amor es lo eterno y no el amado y el
amado es un mito, una invención del amante, que es solo ocasión y motivo de su deseo.
• Desolación de la quimera (1956-1962). Título: libro de T.S. Eliot. Influencia de Yeats. Prosaísmo. Múltiples referencias culturales:
modelo para los novísimos. Temas: envejecimiento y presentimiento de muerte; injusticia del mundo para con el poeta, salvación por
la obra de arte. Ajuste de cuentas con J.Ramón Jiménez, Dámaso Alonso, Pedro Salinas; homenaje a amigos (Altolaguirre, Víctor
Cortezo).
5. Claves de su poesía
• El yo poético y los desdoblamientos: Visión neorromántica, el poeta está dotado con un don divino o diabólico que le permite percibir y expresar,
distinta de la realidad aparente o superficial, una realidad oculta, profunda, que los otros no ven ni perciben. Ese don lo convierte en un ser maldito,
marginado por la sociedad y en soledad total. Pero, a diferencia del Romanticismo, el yo poético no es la voz dominante. Al contrario, es frecuente el
desdoblamiento o bien mediante una segunda persona verbal que dialoga con la primera, al modo del monólogo dramático o interior que aprende de
Browning, o bien mediante personajes históricos o legendarios como reflejos del yo Góngora, Larra, Felipe II…
Este sentimiento de marginación también se proyecta en el reconocimiento por la sociedad o el mundo literario a su propia obra poética,
a la obra artística. Y reprocha la injusticia e ingratitud con que la sociedad, vil y ajena a los valores artísticos, trata a quien no se somete a sus exigencias.
Frente a ello, confía en un futuro donde será, por fin, comprendida su poesía.
• Realidad vs deseo. Conflicto entre el poeta y la sociedad burguesa, hipócrita, que reprime y frustra el deseo de vivir, de amar, diferente:
• Soledad, aislamiento, alienación, frustración, marginación y sentimiento de diferencia. No obstante, esa soledad también aparece desde un
punto de vista narcisista, puesto que es el único modo de amar (no hay reciprocidad en el amor) y crear una obra artística.
• Búsqueda de un mundo que permita la unión. Ese mundo es ideal, puro, primigenio, panteísta, sensual, paradisíaco. A veces está localizado
en la infancia y en la juventud, más tarde (paraíso perdido mítico, retorno a un mundo privado donde realidad y deseo no entraran en
conflicto, más allá del flujo del tiempo inexorable, en un tiempo eterno, mítico) o en el mundo clásico (dioses y mitos, Grecia, Arcadia), o en
un sur mítico contrapuesto al norte o a lo mesetario, del que está desterrado o descentrado en un exilio permanente, o en la obra de arte(
belleza perfecta, no contaminada por la realidad, un mundo, creado por el arte, al margen del tiempo porque permite experimentar la
eternidad).
• Variaciones sobre el amor. En Cernuda más que de amor se habla de deseo, es decir, impulso, afán sin objeto. Desde la atracción física por el
cuerpo, como sombra que conduce al mito semidivino (el marinero, el joven andaluz…), el amante contempla con ansiedad, desde la
distancia, al amado, como sombra del amor que existe en el amante, que vive el amor en soledad. El deseo parte de una experiencia física,
una mirada, que lleva a la contemplación, para percibir, sentir y meditar sobre la eternidad, la intemporalidad en lo instantáneo del deseo
amoroso.
• El tiempo, la muerte y el olvido. El tiempo es el elemento destructivo del amor, que contiene la semilla de la muerte, puesto que no hay vida
posible sin amor. De igual modo, el olvido, como correlato de la muerte, consecuencia del paso del tiempo, anula la posibilidad de una vida plena
que persigue deseos.
• La naturaleza. Oposición entre el mundo burgués que reprime y el orden natural, perfecto y armónico, marcado por el deseo libre, donde domina la
espontaneidad y libertad de sentimientos, acompañado de un deseo de eternidad, para fundirse con la Naturaleza en un universo armónico, con el fin de
fijar por un instante la belleza de las cosas que pasan: "la poesía fija a la belleza efímera. Gracias a ella lo sobrenatural y lo humano se unen en bodas
espirituales, engendrando celestes criaturas, como en los mitos griegos del amor de un dios hacia un mortal nacieron seres semi-divinos. El poeta, pues, intenta fijar la
belleza transitoria del mundo que percibe, refiriéndola al mundo invisible que presiente, y al desfallecer y quedar vencido en esa lucha desigual, su voz, . . . . . . , llora
enamorada la pérdida de lo que ama».
• España. En los poemas escritos en el exilio aparece una doble visión de España: a) de un lado, poemas que, desde el dolor y la ira, subrayan la
corrupción e ingratitud de España y b) de otro lado, se invoca una España diferente a la franquista, una España mítica, soñada, ideal.