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Revolucion Francesa
1.
2. La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos
de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a
otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del
sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación
del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de
estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló
entre república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después
de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón
Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo
del absolutismo, y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en
algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política
dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico
como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un
discurso capaz de volverlo ilegítimo
3.
4. La división en estamentos de la sociedad del Antiguo Régimen se
manifiesta
como algo anacrónico, y más en una etapa de crisis económica aguda
como la que se da en vísperas de la Revolución. La burguesía, basándose
en las ideas de Rousseau está en contra de una sociedad tan desigual en
la que una minoría está exenta de pagar impuestos y la inmensa mayoría
tiene que tributar. Si a esto añadimos una terrible crisis
económica (momento propicio para un agravamiento de las tensiones
sociales) tendremos todos los ingredientes para comprender que el Tercer
Estado aspire a vivir en pie de igualdad con la nobleza y el clero. Es la
crisis económica y la idea de igualdad y lucha contra los privilegios lo que
hace que a la burguesía se le una el pueblo llano en las ciudades y gran
parte del campesinado en el campo. Las tensiones sociales, en definitiva
generan un malestar social que será rentabilizado por la burguesía
5. Son fundamentales, algunos autores han hecho de las causas económicas la clave
para explicar el inicio de la revolución. Lo que sí se sabe es que en los años
inmediatos a
1789 hay una crisis económica tremenda debido a sequías y otras catástrofes
naturales,
así, por ejemplo, Ernest Labrousse señala que en 1788 el trigo alcanza su precio más
alto
de todo el siglo, esto significa que en una sociedad preindustrial como la francesa un
gran
número de personas se acercara a los límites de la desnutrición y el hambre, y que en
esa
situación se arriesgara a movimientos revolucionarios. La subida de precios se da
también
en la ciudad y afecta a todos los productos. En el campo podemos señalar un hecho
de gran trascendencia, en el siglo XVIII los señores (nobles y clero) van a redoblar sus
esfuerzos por recaudar impuestos del campesinado reinstaurando en algunos casos
tributos ya olvidados, tratan con ello de sobreponerse a la crisis, pero la presión fiscal
6. Pero quizá es más grave como detonante de la revolución la crisis financiera que
sufre el Estado francés. Los gastos de la Corte y la ayuda a los Estados Unidos en
la guerra de Independencia contra Gran Bretaña hace que se dispare el déficit y
que la
situación de las cuentas públicas sea casi de bancarrota; si a esto unimos que
muchos
campesinos no pueden pagar impuestos por la crisis económica (disminución de
ingresos del Estado) comprenderemos la gravedad del momento. Ante este
panorama, una serie de ministros de economía entre los que destacan Turgot,
Necker, Calonne y Brienne, han recomendado al rey, para arreglar la situación, que
la Iglesia y la nobleza paguen impuestos1. La postura de los dos estamentos
privilegiados es de abierta rebeldía, es lo que se conoce como revuelta de los
privilegiados (para algunos la primera fase de la revolución), en su oposición
arremeten contra la monarquía y contra el tercer estado. Ante la imposible solución
del problema el rey decide convocar los Estados Generales, que no se convocaban
desde 1614, y ante los fracasos de éstos se producirá el estallido popular.
7. A finales del siglo XVIII Francia seguía anclada en lo político en el Antiguo
Régimen, el rey gobernaba sin contar con nadie, seguía teniendo todo el
poder político y justificando su poder a través de argumentos religiosos,
evidentemente el sistema era anacrónico. Ante este sistema anquilosado
hemos de señalar que la nobleza y la Iglesia (estamentos no productivos)
se alejan de la monarquía porque ésta cuestiona su privilegio de no pagar
impuestos; el campesinado se ve sacudido por la crisis y la burguesía,
aprovechando la situación aspira a imponer un nuevo modelo de sociedad,
de economía y de gobierno
8. 1-Se destruyó el sistema feudal
2-Se dio un fuerte golpe a la monarquía absoluta
3-Surgió la creación de una República de corte liberal
4-Se difundió la declaración de los Derechos del hombre y
los Ciudadanos
5-La separación de la Iglesia y del Estado en 1794 fue un
antecedente para separar la religión de la política en otras
partes del mundo
6-La burguesía amplió cada vez más su influencia en
Europa
7-Se difundieron ideas democráticas
8-Los derechos de los señores feudales fueron anulados
9-Comenzaron a surgir ideas de independencia en las
colonias iberoamericanas
10-Se fomentaron los movimientos nacionalistas
9.
10. Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles el 5 de
mayo de 1789 y se originaron las disputas respecto al tema de las votaciones, los
miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a
hacerlo el 28 de mayo y finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer
Estado se declararon como únicos integrantes de la Asamblea Nacional: ésta no
representaría a las clases pudientes sino al pueblo en sí. La primera medida de la
Asamblea fue votar la «Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano». Si
bien invitaron a los miembros del Primer y Segundo Estado a participar en esta
asamblea, dejaron en claro sus intenciones de proceder incluso sin esta participación.
La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde ésta se estaba reuniendo.
Los asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la aristocracia acostumbraba
a jugar el juego de la pelota, conocido como Jeu de paume. Allí es donde procedieron
con lo que se conoce como el «Juramento del Juego de la Pelota» el 20 de junio de
1789, prometiendo no separarse hasta tanto dieran a Francia una nueva constitución.
La mayoría de los representantes del bajo clero se unieron a la Asamblea, al igual que
47 miembros de la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía se
dieron por vencidos, y por esa fecha el Rey mandó reunir grandes contingentes de
tropas militares que comenzaron a llegar a París y Versalles. Los mensajes de apoyo a
la Asamblea llovieron desde París y otras ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró
a sí misma «Asamblea Nacional Constituyente».
11.
12. Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la
declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble
vertiente, moral (derechos naturales inalienables) y política (condiciones
necesarias para el ejercicio de los derechos naturales e individuales),
condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos,
el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se
proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados
Unidos (Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los
Estados Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un
fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y
del Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e inspiración a todas las
declaraciones tanto del siglo XIX como del siglo XX.
El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de
forma como de fondo. La declaración francesa es indiferente a las
circunstancias en que nace y añade a los derechos naturales, los derechos del
ciudadano. Pero sobre todo, es un texto atemporal, único, separado del texto
constitucional y, por tanto, con un carácter universal, a lo que hay que añadir la
brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito
tanto en Francia como en Europa y el mundo occidental en su conjunto.