Este documento presenta algunos principios éticos para educadores. Enfatiza la importancia de una preparación intelectual y moral de alta calidad para los educadores, ya que ellos preparan a la mayoría de los profesionales de la sociedad. También destaca que la autoridad de un educador debe ganarse a través de una vida ejemplar y conducta moral. Finalmente, resalta que ser educador requiere una vocación, no solo una profesión, y que los educadores deben respetar los derechos de los estudiantes.
1. Algunos principios éticos
para educadores/as.
Tomado de Hno. Wencith Guzmán G. FSC
Fundación Privada Miguel de Montaigne
2. PREPARACIÓN INTELECTUAL Y
MORAL DE ALTA CALIDAD
Son dos componentes que no se pueden
omitir en ninguna profesión, menos, en la
docente, pues prepara al más alto porcentaje
de profesionales; no existe, tal vez, un solo
profesional que no haya pasado por las manos
de un educador. Es también la responsabilidad
más grande por parte de los
educadores, entregarle a la sociedad personas
de alta preparación, resultado de su trabajo; y
esto se logra cuando se está preparado, pues
de lo contrario nada o poco se podrá decir, o
repetirá siempre lo mismo pues “el que conoce
3. “La autoridad educativa no se impone: se
merece. La verdadera autoridad la
educadora y liberadora, es de orden
moral, y es aquel prestigio espiritual que
rodea a una persona en virtud de la
calidad de sus actuaciones, su vida
ejemplar, y su trayectoria ascendente
hacia la plenitud humana”5 La moral de un
educador debe ser la carta de
presentación en su viaje por la profesión;
su conducta debe corresponder a su
quehacer profesional y con ella ganar todo
lo que considere justo y necesario. “Hay
ciertas verdades de las cuales no vasta
estar persuadidos; es preciso sentirlas y
vivirlas. Tales como las verdades relativas
4. ENTREGA A LA PROFESIÓN
POR VOCACIÓN
Una profesión, cualquiera que sea ella es fácil de elegir, vasta
con examinar un catálogo universitario, para saber que cientos
de carreras están a nuestro alcance y que si nos inscribimos en
una de ellas y logramos graduarnos, nuestra profesión está
determinada:
Médico, Ingeniero, Abogado, Periodista, Contador, Economista, O
ptómetra, etc., estoy hablando de profesiones determinadas en la
ley como tales y que son avaladas por una Institución de
Educación Superior; distinto a ésto, es el ejercicio de mi
conocimiento o profesión ¿por qué lo hago?
De esta manera la profesión puede escogerse y prepararse para
ella, la vocación se descubre, se vive y se realiza. Tiene que ver
con un llamado, con una respuesta, con un carisma, con una
manera de ayudarle al otro a configurar su futuro, más que con
instruirlo No cabe duda que ser educador es ser profesional, pero
es una profesión que se ha de ejercer con vocación. Vocación
que se constituye con el paso del tiempo y que madura donde la
vida cuestiona y enfrenta con la realidad En el ejercicio del acto
educativo, un educador podrá saber si en verdad eso que
ejerce, como profesión, es su vocación. En los momentos difíciles
aferrarse a ella o dejarla son dos caminos posibles.
5. RESPETO MÁXIMO DE LOS
DERECHOS
El respeto a los derechos de los
estudiantes debe comenzar por el
respeto a los derechos del niño. Sin
embargo, los educadores, sin
desconocer estas realidades, son los
primeros que deben propiciar un
ambiente de respeto.