PLAN ANUAL DE TUTORIA PARA SEGUNDO AÑO DE SECUNDARIA
La obesidad en nuestros niños
1. La obesidad en nuestros niños
La obesidad infantil tiene su raíz en la poca atención que el sistema
educativo da a la cultura física y la buena alimentación, aseguró el director
del OPD Hospitales Civiles de Guadalajara, doctor Jaime Agustín González
Álvarez.
En rueda de prensa para dar a conocer las Jornadas de Actualización en
Pediatría, que se realizarán el 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre en el
Hotel Hilton, González Álvarez aseguró que el tiempo que las escuelas
dedican al deporte es insuficiente para prevenir la obesidad en los
menores de edad.
Por ello, dijo, la Secretaría de Educación Pública tendría que evaluar la
posibilidad de aumentar la carga horaria de los planteles en todo el país
con la finalidad de dar por lo menos una hora diaria de actividades físicas y
evitar los problemas de salud que están teniendo los niños.
“Es un problema de cultura en las casas y las escuelas, que es donde se
deben tomar medidas preventivas, dar una buena orientación sobre su
alimentación y el deporte que deben efectuar. Tendrían que aumentar la
carga horaria para hacer ejercicio bien hecho con maestros bien educados
en cultura física; que se le dé seriedad al tema”, dijo González Álvarez.
La Clínica de Atención para Niños y Adolescentes con Obesidad, bajo la
dirección del doctor Enrique Romero Velarde, recibe a niños provenientes
de otras especialidades médicas, debido a las complicaciones que se
presentan derivadas de la obesidad, afirmó el doctor Luis Gustavo Orozco
Alatorre, jefe de la División de Pediatría del Hospital Civil Juan I.
Menchaca.
“Un 25 o 30 por ciento de los niños que acuden tienen sobrepeso u
obesidad, pero acuden a otras áreas por algún dolor abdominal o asma
bronquial, pero los papás no perciben que es un problema relacionado
con el sobrepeso y que si se atiende se puede limitar su progreso o las
consecuencias”
2. Algunos efectos de la obesidad en los niños se reflejan en cambios
metabólicos como colesterol o insulina elevados, presión arterial alta,
incluso desde los 8 años. Otros asociados, como ortopédicos con
cansancio de rodillas o tobillos, problemas pulmonares y los psicosociales,
que los hacen sentir mal o discriminados.
Conocimientos a tener en cuenta
La vuelta a clase supone un cambio importante en el horario de los niños/as. Septiembre es el
mes en el que comienzan los temidos madrugones, cargar con las mochilas, atender varias
horas de clase y asistir a las actividades extraescolares, en definitiva comienza la rutina. Por
todo esto, un desayuno adecuado es un factor importantísimo para que los más pequeños
tengan fuerza y ánimo durante todo el día.
De hecho, diversos estudios recientes han señalado la importancia de un buen desayuno, a lo
que se le relaciona con una buena calidad de la dieta diaria. Algunos de estos estudios
demuestran que un desayuno escaso o inadecuado produce consecuencias desfavorables en la
escuela, “los niños/as que no desayunan cometen errores en la escuela y tienen menor poder
de retención de la memoria en las pruebas de desempeño mental” dice la doctora Leslie Beck,
nutricionista canadiense, integrante de la organización “The Dietitians of Canada”. Según el
Hospital Clínico de la Universidad de Chile “los niños/as que no desayunan tienen un menor
rendimiento escolar, pues el cerebro no recibe la glucosa que es su principal combustible para
un buen funcionamiento”. Nora Perdomo de Herrera, tesorera y miembro de la junta directiva
de la Asociación Colombiana de nutrición dice: “No debemos olvidar que uno de los momentos
más importantes en el día para los estudiantes, sobretodo los que asisten al turno matutino, es
el desayuno”. Estudios realizados afirman que los estudiantes que desayunan bien rinden en los
estudios e incluso padecen menos accidentes. “Además tienen una expectativa de vida mejor;
se concentran en clase cuando han desayunado correctamente”, afirma Perdomo de Herrera.
Además de este factor se suman otros como menor habilidad para el lenguaje, menor
rendimiento en actividades físicas, aptitudes más negativas, una dieta peor en general (Glenyce
Vengsness).
Además de todo lo anteriormente expuesto, puede producir un sobrepeso corporal, “Un 40% de
los escolares presenta algún grado de sobrepeso” (Salesa Barja).
Por norma general, las personas que suelen desayunar diariamente, están más delgadas que
las que no desayunan y quiénes comen más cereales están más delgadas que aquellas que
comen la mayoría de otros tipos de desayunos. Además, los niños/as que no desayunan tienen
3. casi el doble de probabilidades de tener sobrepeso que los niños/as que si desayunan. El no
desayunar, puede hacer que las personas coman más alimentos, más tarde y entre comidas,
porque cuando se tiene hambre se come más cantidad de alimentos y éstos se escogen menos
nutritivos.
Piénselo, si tienes mucha hambre, ¿Qué se le apetecería más: una pizza con mucho queso y
patatas o una ensalada con pan integral?
Comer un desayuno alto en fibra podrá, de hecho, hacer que coma menos en su siguiente
comida, ya que la fibra ayuda a que se sienta lleno/a.
El objetivo de la colación es aportar una alimentación mínima entre el desayuno y almuerzo.
Debe ser baja en grasas, azúcares y sal, y rica en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra
dietética. Los más mayores podrán recordar que hace años existían los panes con dulce de
membrillo o el huevo duro que comían los escolares en el recreo.
A juicio del doctor Víctor Saavedra, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Obesidad y
Director del Instituto Nacional de Obesidad y Enfermedades Crónicas, “la colación, en la etapa
escolar, puede ser un apoyo muy importante para la dieta diaria, siempre y cuando sus
contenidos sean saludables”.
Debido a esta importancia otorgada al desayuno, la dieta de los alumnos es mejorable y tanto
la escuela como la familia deben colaborar para ofrecer una alimentación equilibrada, así, según
R. Manrique “los especialistas recomiendan que escuela y familia colaboren para ofrecer a los
niños una alimentación más equilibrada”.
Dada la importancia del desayuno, parece ser que la sociedad no está concienciada en la
importancia del mismo, ya que como demuestran diversos estudios, entre ellos uno promovido
por Sodexho “un 12% de los niños españoles no desayunan habitualmente y solo un 30% lo
hace bien”. Entre las causas destacan una falta de tiempo, la pereza de levantarse media hora
antes de marchar para el colegio, la monotonía producida al ingerir siempre los mismos
alimentos, la falta de apetito a horas tempranas y la dificultad para preparar algo que les guste
y a la vez sea adecuado y sano, son obstáculos para que los estudiantes no desayunen bien”,
dice María Alfonso, dietista y nutricionista de Florida Internacional University.
Además el tiempo recomendable a la hora de realizar el desayuno son 15 minutos, mientras
una encuesta realizada por el Instituto de Omega 3 de la Fundación Puleva “un 22% de las
madres asegura que sus hijos/as desayunan en menos de 5 minutos”, y según el citado estudio
anterior llevado a cabo por la Sodexho “un 35% de los niños/as dedica menos de 10 minutos a
desayunar”.
4. En la edad escolar es importante el aporte en vitaminas A, B, y C, presentes principalmente en
el desayuno, ya que después de 10 a 12 horas de ayuno necesitan la energía de los alimentos
para realizar sus actividades.
Un desayuno ideal debe contener raciones de los grupos básicos de los alimentos:
Hidratos de carbono: galletas, pan, cereales, tostadas, bollos, hidratos de
carbono de absorción lenta que aportan energía y vitaminas.
Lácteos: leche o yogurt por su contenido en proteínas y calcio, vitamina A y B.
Zumos: contiene agua, vitaminas y minerales.
Proteínas: queso, jamón... con función plástica.
Para que un desayuno sea equilibrado, deben estar presentes como mínimo los siguientes
grupos de alimentos:
Cereales: proporcionan hidratos de carbono que aportan energía, vitaminas y
minerales. Los cereales integrales aportan, además, fibra.
Lácteos: contienen proteínas de calidad, calcio, vitaminas Ay D, y vitaminas
del grupo B.
Frutas: aportan hidratos de carbono, agua, vitaminas, minerales y fibra.
Derivados cárnicos: jamón cocido o serrano, fiambres poco grasos (de pollo
o de pavo).
Otros. Azúcar, mermelada, miel, etc. aportan hidratos de carbono con función
energética.
Aunque no necesariamente todos los niños/as necesitan tomar un suplemento a media mañana,
en algunas circunstancias esta pequeña colación se hace imprescindible, sobretodo en alumnos
que hacen deporte, en periodos de estirón o en niños hiperactivos. Lo importante es que este
aporte alimenticio no esté compuesto por alimentos “basura” o chucherías.
Algunos de los alimentos adecuados para esta colación serían:
Un bocadillo de queso y una mandarina.
Leche u otro lácteo acompañado de una fruta.
Zumo y sándwich de jamón y queso suave.
Todo esto tiene que ir también relacionado en función del gasto calórico del niño según la
actividad física que realice y del gasto calórico del metabolismo basal.
A continuación se presenta una tabla con los principales gastos energéticos para algunas de las
actividades físicas más conocidas.
5. Dormir: 0,018 Jugar a baloncesto: 0,14
Estudiar: 0,028 Jugar al frontón: 0,152
De pie: 0,029 Jugar al squash: 0,152
Comer: 0.03 Jugar al voleibol: 0,12
Tumbado: 0,023 Jugar a la petanca: 0,052
Bajar escaleras: 0,097 Hacer montañismo: 0,147
Subir escaleras: 0,254 Remar: 0,09
Tocar el piano: 0,038 Nadar: 0,173
Montar a caballo: 0,107 Esquiar: 0,152
Montar en bicicleta: 0,012 Correr (8-10 Km / h): 0,151
Jugar al tenis: 0,109 Correr (5 Km. / h): 0,063
Jugar al fútbol: 0,137 Pasear: 0,038
Jugar al Ping-pong: 0,056 Jugar al golf: 0,08
El gasto calórico depende de una serie de factores como puede ser la edad del niño/a. En este
aspecto es más importante prestar atención a los alumnos/as de segundo y tercer ciclo de
primaria que a los de primer ciclo, puesto que estos niños/as se encuentran próximos a una
etapa de rápido crecimiento (pubertad). Por lo que se podría decir que los padres deberían
poner especial atención durante estos años.