1. PRESENTACIÓN :
PARA SABER HABLAR HAY QUE SABER
ESCUCHAR
Directora de oficina
para saber hablar hay que saber escuchar
2. Muchas personas tienen el hábito de hablar
muy fuerte, especialmente durante
conversaciones. Si no puedes evitar hablar
durante tu horario de trabajo, procura
hacerlo en voz baja para evitar conflictos
con tus vecinos de oficina.
para saber hablar hay que saber escuchar
3. Debemos comprender que la voz es parte
importante de las personas. Y es una
herramienta indispensable de liderazgo ya que
es el medio de comunicación más importante
que poseemos. Las voces mal utilizadas y mal
cuidadas son desagradables.
Cada lugar y circunstancia tiene su volumen
adecuado. Y una vez establecido el volumen en
el que se debe hablar.
para saber hablar hay que saber escuchar
4. El correcto –sereno, modulado– denota
ecuanimidad y poder. Hablar muy rápido
o muy alto transmite ansiedad;
hacerlo muy bajo o con pausas y
titubeos, proyecta timidez o inseguridad
para saber hablar hay que saber escuchar
5. Mientras que tenemos muy poco control del ruido en el
ambiente en general, realmente tenemos el control de
nuestro propio ambiente privado. Aquí es donde
comenzamos a cultivar una amistad con el silencio.
* Hacer un compromiso consciente con la experiencia y la
apreciación de silencio.
* Dar un paseo por la naturaleza. Deje al silencio calmar
su espíritu.
* Cuando esté sólo en su residencia apague todos los
electrodomésticos que hagan ruido. Comience con quince
minutos de silencio y gradualmente aumente la duración.
* Aprenda a meditar y programar un período de meditación
de diez minutos una o dos veces al día. Gradualmente
amplíe su tiempo de meditación.
* Cuando conduzca al trabajo apague la radio del coche y
conduzca en silencio.
* En silencio escuche para saber hablar hay que saber escuchar
su respiración. Consiga un sentido del
6. Pronto comenzará a desear los
períodos de silencio que ha
incorporado en su día y mucho tiempo
más. Rápidamente descubrirá que se
hace más relajado y menos tenso aún
en medio de nuestro mundo ruidoso.
Habrá encontrado un nuevo amigo
inestimable en el silencio, un amigo
que puede consolar, curar y calmar
su espíritu.
para saber hablar hay que saber escuchar
7. CONTROLA TU LENGUAJE CORPORAL
Mantén el cuerpo erguido, con la cabeza en
alto, los hombros relajados y los brazos
descruzados. Esta es la postura relajada
de la persona que está cómoda consigo
misma; proyecta poder personal sin
agresividad. Doblar el cuerpo, bajar la
cabeza, cruzar los brazos o esconder las
manos cuando hablas transmite debilidad
e inseguridad, no importa lo que digan tus
palabras. Jugar con el cabello, morderse
las uñas, aclarar la garganta o pestañear
en forma excesiva denota nervios y restan
seriedad. para saber hablar hay que saber escuchar
8. LO BENÉFICOS DEL SILENCIO
mucho más trabajo hecho en menos tiempo que
antes.
Mas productividad en una empresa
CONSECUENCIAS:
Estrés
Disgustos entre compañeros
malgenio de oficinas vecinas y/o jefes
Y mas trabajo a la hora del descanso (casa)
para saber hablar hay que saber escuchar
9. RESPETAR LAS NORMAS Y COSTUMBRES.
Todas las personas tenemos nuestras propias
particularidades y nuestra propia forma de ser, pero
cuando se convive en comunidad éstas deben ser
muchas veces reservadas para nuestro ámbito
privado y debemos adaptarnos a estas normas y
costumbres. Quien no conoce, en su trabajo, a esa
persona que sigue su propio estilo haciendo del
ambiente laboral una auténtica "selva" donde no se
respeta ninguna de las costumbres de la oficina. Esto
suele dar lugar a malas relaciones personales,
críticas y burlas, etc. Evitemos esto en la medida de
lo posible.
para saber hablar hay que saber escuchar