2. Introducción
El principio ergonómico fundamental que debe regir todas nuestras intervenciones es el
de adaptar la actividad a las capacidades y limitaciones de los usuarios, y no a la inversa.
Durante las veinticuatro horas del día, minuto a minuto, todos los años de nuestras vidas,
estamos formando parte de múltiples sistemas y ocupando los más variados espacios en
diversos lugares donde realizamos todas nuestras actividades, alguna de las cuales,
ciertamente, jamás podemos dejar de hacer.
Las relaciones dimensionales que se establecen entre nuestros cuerpos y muchos de
estos espacios y objetos generalmente no se ajustan a nuestras necesidades
antropométricas.
El efecto hostil del entorno también incide sobre la fiabilidad humana. Condiciones
anormales de temperatura, aumento de la carga de trabajo, falta de higiene ambiental,
condiciones ambientales deficientes, fatiga y malestar físico, psicológico y emocional, y
sobre todo, la imposibilidad de error mostrando la complejidad de la tarea y las
condiciones adversas del entorno, con las consecuentes dificultades para el operador.
Los estereotipos, o normas que regulan el comportamiento humano, constituyen un
elemento importante en el estudio ergonométrico con respecto a la seguridad. Por ello los
fabricantes de bienes de equipo tratan de normalizar los sistemas de mando conservando
características particulares.
En virtud de la abundancia de variables que entran en juego, es esencial que los datos
que se seleccionan sean los que mejor se adapten al usuario del espacio u objetos que
se diseñan.
Es incuestionable que el grado de movimiento o rotación de las articulaciones del cuerpo
influyen sobremanera en la interfase de la persona y su entorno físico.
El siguiente informe presenta el análisis de las distintas posturas que se dan en un ciclista
identificando los puntos críticos en la actividad, la adecuada manipulación de carga, los
ángulos de confort y la demanda necesaria de espacio para realizar la actividad de
manera adecuada.
4. Análisis de la actividad
En el ciclismo, la técnica, el rendimiento y la comodidad están directamente ligados a la
bicicleta. Pero no se puede pedalear, ni pretender un buen rendimiento sin tener
perfectamente adaptado el cuerpo a los distintos componentes de la bicicleta.
La postura ideal sobre la bicicleta es la correcta adaptación entre el ciclista, los objetivos
que se proponga, el terreno sobre el que pedalea, la duración del viaje y los componentes
que utiliza (coeficientes, medidas, calzado, plantillas correctivas, asiento, pedales, etc).
La posición del ciclista no es estática sino de movimiento, y además, en situaciones de
esfuerzo físico. Es necesario evaluar otros parámetros biomecánicos (cinéticos,
cinemáticos y aerodinámicos) y fisiológicos (consumo de oxígeno, nivel de lactatos y
frecuencia cardíaca). Se debe buscar la combinación perfecta entre mecánica y músculo.
Además de optimizar la eficiencia, para alcanzar el máximo rendimiento es fundamental
que el ciclista se encuentre cómodo sobre la bici, evitando cualquier tipo de molestia o
dolor que interfiera en el propio gesto del pedaleo. Se debe analizar la forma de pedalear
del ciclista, ver anatómicamente los movimientos y los ángulos así como también las
distancias para poder aprovechar al 100% la acción de los músculos.
Es importante antes de empezar la actividad verificar que la bicicleta esté en óptimas
condiciones de lo contrario podríamos lesionarnos. Uno de los errores más comunes es
que la sella no esté a la altura correcta (por lo general esta mas abajo de lo ideal) porque
la persona tiene miedo a caerse o le cuesta más adaptarse a bajar y subir de la bicicleta.
Una altura inadecuada puede causar molestias físicas en la parte frontal de las rodillas (si
esta muy bajo , molestias en la parte posterior de las rodillas (si esta muy alto) y una baja
en el rendimiento del pedaleo. Segun estudios biomecánicos la altura ideal es un 88% de
la longitud de la entrepierna (del piso a la pubis). La medida se coloca de nuevo desde el
centro del eje del pedal siguiendo la línea de las silla hasta la parte superior del sillín.
Debemos tomar en cuenta si la silla es muy mullida porque de ser así esta medida será
menor.
El ángulo de la parte posterior de las rodillas cuando el pie está en lo más bajo debe ser
de 150 º.
5. Conclusión
Toda la información y los datos relacionados con el usuario se definen como factores
humanos, dentro de los factores humanos encontramos los factores anatomofisiológicos,
antropométricos, psicológicos y socioculturales.
Desde el punto de vista anatomofisiológico y antropométrico podemos concluir que al
momento de andar en bicicleta es importante evitar posiciones forzadas, que puedan
provocar la aparición de sobrecargas por un exceso de tensión o presión en
determinadas estructuras corporales que puedan dar lugar a molestias físicas o lesiones.