El documento resume las perspectivas de Durkheim y Mead sobre el suicidio y la inteligencia. Durkheim argumenta que las personas que más sufren son menos propensas al suicidio porque han desarrollado resistencia emocional, mientras que las personas con demasiado bienestar son más vulnerables. Mead sostiene que las personas con menos inteligencia son más propensas al suicidio porque no pueden discernir otras opciones. El documento también discute cómo el sufrimiento y la inteligencia son factores importantes para tratar a alguien con ideas suicidas
1. Sociología General.
El Suicidio.
Inteligencia y
Sufrimiento.
Cátedra: Sociología General.
Docente: Rayen M. Ingles Hueche.
Alumnos/as: Mauricio E. Reyes Muñoz.
Nivel: V Semestre Servicio Social
Régimen Vespertino
Instituto Profesional Santo Tomás, Temuco
2. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
El Suicidio. Inteligencia y Sufrimiento.
The Suicide. Intelligence and Suffering.
Resumen/ Overview
Las personas que más sufren son las que menos se suicidan, porque la
vida difícil prepara emocionalmente su existencia, convirtiéndolas en personas con
temple, en donde cada adversidad superada o problema presentado inyecta las
fuerzas suficientes para seguir adelante. Durkheim en su libro “El Suicidio”
expresa: “los individuos que más sufren no son los que más se matan. Es más
bien el excesivo bienestar el que arma el hombre contra sí mismo” (Durkheim, E.
1897).
Las personas que eligen el suicidio son poco inteligentes, esto porque al
autoeliminarse, no supieron discernir entre el sin fin de opciones más favorables
que debieron tener y no pensaron en ellas como una vía favorable de escape o
solución del problema. Como Mead señala, “la inteligencia es, principalmente, una
cuestión de selectividad” (Mead. 1934/1962).
People who suffer most are the less commit suicide, because life difficult
emotionally prepares its existence, turning them into people with temple, where
each overcome adversity or problems presented injects enough forces to go
ahead. Durkheim in his book "The suicide" expresses: "individuals who suffer most
are not that more are killed. It is rather excessive well-being which weapon the
man against himself" (Durkheim, e.1897).
People who choose suicide are little smart, this because to the than, failed
to discern between the endless more favorable options that could have been spent
and not thought about them as a favourable way of escape or solution to the
problem. As Mead points out, "the intelligence is primarily a question of selectivity"
(Mead. 1934 / 1962).
3. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
Para el suicidio, tal vez no sea necesaria una definición, lo interesante es el
porqué de él, que lleva a las personas a atentar contra sus vidas, a despojarse de
lo más preciado de la humanidad, que nos lleva a dejar en segundo plano la
existencia y las personas que amamos, tal vez sea eso, que no tenemos a nadie a
quien amar o simplemente nadie nos ama, la recompensas son insuficientes, o
nuestras vidas se vuelven tan monótonas que ya no quedan ganas de vivirla.
Las personas que más sufren son las que menos se suicidan, porque la
vida difícil prepara emocionalmente su existencia, convirtiéndolas en personas con
temple, en donde cada adversidad superada o problema presentado inyecta las
fuerzas suficientes para seguir adelante. Durkheim en su libro “El Suicidio”
expresa: “los individuos que más sufren no son los que más se matan. Es más
bien el excesivo bienestar el que arma el hombre contra sí mismo” (Durkheim, E.
1897). El también aclara que en las épocas y en las clases sociales más
acomodadas, las personas se deshacen más fácilmente de sus vidas. Las
personas que poseen una vida plena donde ha sido fácil el cumplimiento de sus
anhelos, que tal vez no les ha costado sufrimiento alguno encontrar la felicidad,
tienen una mayor tendencia al suicidio, porque al verse enfrentados a una
situación adversa o medianamente complicada, provoca el colapso emocional, el
cual, si no está entrenado termina en un suicidio, que podría haber sido evitado de
haber existido una habilidad Intrapersonal que la protegiera de la autoeliminación.
La vida difícil es mejor apreciada para uno mismo, porque cuesta vivirla, porque el
sacrificio siempre es recompensado.
Las personas que eligen el suicidio son poco inteligentes, esto porque al
autoeliminarse, no supieron discernir entre el sin fin de opciones más favorables
que debieron tener y no pensaron en ellas como una vía favorable de escape o
solución del problema. Como Mead señala, “la inteligencia es, principalmente, una
cuestión de selectividad” (Mead. 1934/1962). La capacidad de elegir entre una
serie de acciones hace probable que las elecciones de las personas con mayor
inteligencia se adapten mejor a la situación que las reacciones poco organizadas,
inmediatas e irreflexivas de las personas menos inteligentes. Mead también nos
da a entender que los seres humanos poseen en sus mentes los modos optativos
4. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
de completar un acto social en el que están involucrados, y además, que las
personas son capaces de elegir por medio de una conversación interna, consigo
mismas, varios cursos de acción. Recordemos que la inteligencia también se mide
en el modo en como utilizamos nuestra habilidad Intrapersonal, esto quiere decir
que mientras más y mejor nos conozcamos a nosotros mismos y podamos
entablar una comunicación reflexiva con nuestra consciencia, mejores decisiones
podremos tomar en situaciones extremas.
Pero ¿Por qué hablar del Suicidio? Existe un mito que dice, que hablar de
Suicidio puede fomentarlo. Barbara Rubin y Ellin L. Bloch escribieron en su libro
“Intervención en Crisis y Respuesta al Trauma” que hablar del suicidio es vital,
expresando; “es necesario hablar sobre el suicidio para aliviar al individuo del
peso de pensar sobre ello e indagar hasta qué grado es peligrosa la ideación
suicida” (Rubin, B. y Bloch, E. 1998). Esto quiere decir, que siempre va a ser
mucho mejor saber lo que piensa esa persona sobre el suicidio, que no saberlo, ya
que esto nos permite obtener información valiosa para proteger, contener y buscar
las mejores acciones que orienten exitosamente a esa persona, que como
decíamos en líneas anteriores de este ensayo, no tiene la claridad o la inteligencia
sufienciente en ese momento, para reflexionar sobre nuevas o mejores opciones
para solucionar la aflicción. En este libro también se expresa que al momento de
entablar una conversación sobre este tema, sobre todo si se tiene la sospecha de
que la persona entrevistada sea un potencial suicida, el entrevistador o asistente
de la crisis, deben reflexionar en si mismo sobre sus propias emociones, sobre la
muerte en general y sobre el suicidio en particular, para poder hacer sentir
cómodo al “entrevistado” y generar que este habrá su mente y vea mas allá, que
no solo el suicidio es la solución.
De acuerdo al párrafo anterior, deberíamos rescatar la idea de conversar
mas sobre este fenómeno social que afecta a Chile y está presente en muchas
aéreas de su conformación como estado y ciudadanía, pero esa conversación
debe ser de todos los chilenos, de todas las personas que conforman esta
sociedad dividida y muy diferenciada en cuanto a las clases.
5. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
Las clases sociales en chile tienen un distanciamiento tan grande entre
ellas que las personas se suicidan por las grandes diferencias socio-económicas
que existen, el desempleo, la pobreza, la exclusión social, la falta de
oportunidades, causan ese tipo de sentimiento que lleva al suicidio, ese
“arrinconamiento social” sobre las personas más vulnerables, que no poseen las
herramientas para encontrar nuevos caminos que no sean la exclusión o el
suicidio.
Las drogas, son otro gran mal camino que nos afecta como país, el cual, en
estos momentos se encuentra al alcance de la mano de ricos y pobres llevando a
muchos a la pérdida de sus seres queridos y de sus vidas, ya sea por la droga
misma o por la depresión que les causa el consumo y la dependencia.
Últimamente, podemos ver cada vez más en televisión muertes de familias
completas, asesinadas por el padre de la casa, quien siendo víctima de celos
enceguecedores o de derechamente de una infidelidad, acaba con la vida de hijos
y esposa, terminando así esta escena con el suicidio del asesino.
El Bullying y el abuso sexual de menores, han sido el eje que marca los
noticieros del último tiempo en nuestro país, cada día un niño es golpeado y cada
semana hay una noticia nueva sobre un menor abusado. Son dos grandes pero
muy negativos motivos de suicidios a nivel nacional, que no siempre tienen
repercusiones instantáneas, ya que muchas personas que han sido atacadas
viven muchos años con estos traumas, que al no ser tratados se convierten en
verdaderas mochilas de dolor y tristeza, culminados en suicidios repentinos. Es
por ello cuando hablamos de darle un mayor auge al planteamiento de este
fenómeno social, que no debe verse como un tema tabú, si no, más bien como un
desahogo colectivo a través de la conversación entre las personas que muchas
veces sin saber pueden estar ayudando a otras que están con pensamientos tan
negativos que podrían llegar a desencadenar un suicidio. Pero el suicidio no es
más que un síntoma de una sociedad enferma y el contexto chileno no es más que
una parte de Latinoamérica, el cual tiene aun más ejemplos sobre este fenómeno
social. Si comparamos a Chile con otros países de Latinoamérica como Argentina,
6. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
Brasil, Uruguay, Costa rica, etc. podemos observar (Investigaciones de la Escuela
de Psicología, Universidad Católica de Costa Rica, en la Revista de Ciencias
Sociales, Aportes Para Una Epidemiología Del Suicidio En Costa Rica: “Un
Análisis De La Primera Década Del Siglo XXI”), que el contexto Latinoamericano
no está muy alejado de lo que ocurre en chile, ya que por ejemplo, en el año 1994
de cada 100 mil habitantes, 8.1 personas se suicidaban en nuestro país. En
Argentina en el año 1996 de cada 100 mil habitantes se daban 8.7 suicidios, en
Brasil donde existen las mayores tasas de desigualdad, los valores se
encontraban en 6.3 suicidios por cada 100 mil habitantes y por último, en Uruguay
se llegaron a contar 12.8 suicidios de una muestra de 100 mil habitantes en el año
1990, cuatro años antes en comparación a Chile, Uruguay le llevaba la delantera
en 4.7 suicidios. En el año 2003 Chile tenía una tasa de suicidios de 8.8.
El Suicidio, un fenómeno que tiene muchos puntos de vista, muchos más
de los que están expuestos en este ensayo. Entonces, recapitulando, si las
personas que más sufren son las que menos se suicidan y las personas que
eligen el suicidio son poco inteligentes, de acuerdo a esta argumentación
podríamos preguntarnos, ¿Las personas que más sufren, serán más inteligentes
que las que no sufren tanto? Seguro la inteligencia y el sufrimiento son variables
trascendentales en el tratamiento de una de persona con ideas suicidas, ya que el
sufrimiento es uno de los sentimientos más decisivos al momento elegir una
opción, sea esta morir o vivir, y la inteligencia, la habilidad para saber quiénes en
realidad somos y que realmente queremos hacer, que caminos tenemos
disponibles, la capacidad para discernir en momentos de angustia entre la vida y
la muerte.