3. b) el nivel sociológico , el desarrollo de los individuos y grupos civilizados en la lucha entre sí mismos y con su medio ambiente, es decir, la lucha consciente por la existencia (ananke).
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16. CAP. IX LA DIMENSION ESTETICA Kant afirma que “uno puede establecer leyes universales de la sensualidad, del mismo modo que puede establecer leyes generales del entendimiento; por tanto, hay una ciencia de la sensualidad: la estética, y una ciencia del entendimiento: la lógica” El concepto central de la estética idealista clásica es que verdad del arte es la liberación de la sensualidad mediante su reconciliación con la razón. El juego, más allá de la necesidad y la compulsión externa, es la manifestación de una existencia sin miedo y ansiedad, y, así, es la manifestación de la libertad misma, el hombre es libre sólo cuando no está constreñido ni por la ley ni por la necesidad.
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31. Mientras más ajeno al individuo llega a ser el trabajo necesario, menos lo envuelve en el campo de la necesidad. Liberada de los requerimientos de la dominación, la reducción cuantitativa del tiempo de trabajo y de la energía empleada en él lleva a un cambio cualitativo en la existencia humana.
32. El campo cada vez más amplio de la libertad llega a ser de juegos del libre juego de facultades individuales, que generarán nuevas formas de realización y de descubrimiento del mundo, que a su vez le dará nueva forma al campo de la lucha por la existencia
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34. l l a gratificación de los instintos requiere un mayor esfuerzo consciente de la razón libre, mientras más libremente se desarrollen los instintos, más libremente se afirmará a sí misma su “naturaleza conservadora”.
35. La lucha por la gratificación duradera tratará no sólo de aumentar el orden de las relaciones libidinales (la «comunidad»), sino también de perpetuar este orden en una escala más alta. El principio del placer se extiende a la conciencia. Eros define a la razón en sus propios términos.
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37. No es el conflicto entre el instinto y la razón el que provee el argumento más fuerte contra la idea de una civilización libre, sino más bien el conflicto que el instinto crea en sí mismo.
38. El mero hecho de que, en la elección de sus objetos el instinto del sexo no se guía por la reciprocidad, constituye una fuente de conflicto inevitable entre los individuos y es un fuerte argumento contra la posibilidad de su autosublimación.
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40. Los hombres existirán realmente como individuos, cada uno dándole forma a su propia vida; se enfrentarán uno a otro con necesidades realmente diferentes y con modos de satisfacción diferentes.
41. El tiempo no tiene poder sobre el id, que es el dominio original del principio del placer. Pero el ego, a través del cual el placer se hace real, está enteramente sujeto al tiempo. La sola anticipación del inevitable fin, presente en cada instante, introduce un elemento represivo en todas las relaciones libidinales y hace doloroso al propio placer.