2. BIOGRAFÍA
1889 Nace en París, el 07 de diciembre
1893 Marcel pierde a su madre a los cuatro años de edad,
lo que le dejó un profundo sentimiento de pérdida.
Fue educado en un ambiente de cariño, aunque sofocante,
por su abuela y tía, convirtiéndose esta última en su madrastra:
“Iba yo a cumplir cuatro años cuando la perdí. Independientemente de
las pocas imágenes precisas que he podido conservar de ella, siempre la he tenido presente; de
una manera misteriosa, ha estado siempre conmigo. Sin embargo, mi tía, quizás tan
dotada, pero muy diferente, debía inevitablemente eclipsarla de hecho [...] extraordinariamente
firme, dominante y que se creía obligada a proyectar la luz hasta los más pequeños rincones de
mi existencia”.
Marcel no tenía amigos de juego aunque se inventaba compañeros imaginarios. Ambas
educadoras eran judías aunque de religión protestante liberal en cuanto al dogma y muy
exigentes en materia moral.
Su padre, Henri, era diplomático y consejero de Estado. Después fue nombrado director de la
Escuela de Bellas Artes al tiempo que atendía diversos encargos dentro del Museo y de la
Biblioteca Nacional. Era agnóstico, aunque apreciaba sobremanera el arte cristiano, en el que
introdujo al joven Marcel. Henri aprovechaba sus numerosos viajes al exterior y mostrarle lo
mejor del arte europeo. Aprovechaba también para leerle las mejores obras de la
literatura, especialmente del teatro de Ibsen.
A los siete años escribió su primera obra literaria y en general tuvo buenos resultados en la
escuela primaria. Estudió secundaria en el Lycée Carnot de París donde aprendió a tocar el
piano. Algunas obras compuestas por él fueron luego escritas por su esposa que se dedicaba a
la música.
3. BIOGRAFÍA
Estudios universitarios:
Estudió cuatro años de filosofía en la Sorbona. Los maestros que más influyeron en su
preparación fueron V. Delbos para la historia de la filosofía y Lévy-Bruhl con quien preparó
su tesis de título Les idées métaphysiques de Coleridge dans leurs rapports avec la
philosophie de Schelling ( Ideas metafísicas de Coleridge en sus relaciones con la filosofía
de Schelling) presentada en 1909 y publicada íntegra en 1971). Con este trabajo entró en
contacto con el idealismo alemán especialmente con Fichte y Hegel aunque desde una
postura crítica.
También recibió clases de Charles Péguy, Jacques Maritain y Henri Bergson. Este último
influyó notablemente en su pensamiento especialmente en sus conceptos de intuición
creativa y duración.
Desde 1910 comenzó a estudiar a los pensadores ingleses como Bradley y Bosanquet. En
1914 pasó a los estadounidenses como Hocking y Royce. Sus notas personales acerca de
estos estudios dejan ver que intentaba hacer una publicación de comentario a esas obras e
ideas pero al final la abandonó debido al ambiente positivista y racionalista que reinaba en
las universidades. Todos esos apuntes a la vez que proponían su reflexión personal sobre
lo leído o estudiado, eran redactados en forma de diario. Sus fragmentos filosóficos
(escritos personales desde 1909 a 1914) fueron publicados solo en 1962 y el así llamado
«Diario metafísico» (Journal métaphysique) en 1927.
4. BIOGRAFÍA
Conoció a Xavier Léon que lo invitó a la Société Française de
Philosophie y a colaborar en la Revue de Métaphysique et de Morale
donde publicó su primer ensayo: Les conditions dialectiques de la
philosophie de l'intuition (Las condiciones dialécticas de la filosofía de
la intuición).
Tras los estudios:
1911 Tras terminar la carrera de filosofía, Marcel ejerció de profesor
en diversos liceos: Vendôme (1911-12), Lycée Condorcet en París
(1915-18), Sens (1919-1922), Lycée Luis-le-Grand también en la
capital (1939-1940), Montpellier (1941). Al mismo tiempo se dedicó a
la crítica literaria, en especial de las obras de teatro. En 1911 publica
el drama La grâce y dos años después Le palais de sable. Sus
trabajos fueron interrumpidos por la Primera Guerra Mundial donde, a
causa de su incapacidad militar, fue destinado en la Cruz Roja de
encontrar militares desaparecidos.
Primera Guerra Mundial:
Su fe en el idealismo fue decayendo por influencia de filósofos como
Bergson, pero de gran importancia fue también su experiencia en la
primera guerra mundial, en la que trabaja en el departamento de
desaparecidos, cuya misión era informar a los familiares sobre la
situación de aquellos soldados de los que no se conocía el paradero.
Experimentó entonces de modo muy fuerte la importancia que tenía
cada persona concreta y cómo la felicidad de algunas personas podía
depender de unas pocas palabras. Lo importante era cada persona
concreta e individual, y no las abstracciones.
5. BIOGRAFÍA
Período de entreguerras:
En 1919 se casó con Jacqueline Boegner, que era protestante y le pidió que el
matrimonio se realizara de acuerdo con los ritos de tal religión. Marcel aceptó. El
matrimonio fue estéril por lo que decidieron adoptar a un niño. De este período
datan la mayoría de las obras dramáticas de Marcel.
Colaboró en la preparación de una antología de textos literarios contemporáneos
que fue publicada con el nombre de Les feux croisées en 1926.
En 1929 tras largo período de inquietud religiosa e influenciado por sus amigos, Du
Bos y Mauriac, se convirtió al catolicismo. De este período de búsqueda religiosa
también surge su obra Être et avoir publicado en 1935.
En 1933 adquirió un apartamento en la calle Rue de Tournon que le sirvió de
residencia hasta su muerte y donde se reunía con un grupo escogido de pensadores
católicos con el fin de elaborar una filosofía espiritualista cristiana.
Durante este período sus obras filosóficas se alternan y se influencias mutuamente
con sus obras dramáticas.
Tras la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte:
En 1946, Jean-Paul Sartre publicó su ensayo “El existencialismo es un humanismo” en
el que afirmaba que Marcel era un «existencialista cristiano» cosa que Marcel
rechazó pero que le sirvió para ser conocido fuera de Francia. Con motivo de esta
disputa, Marcel definió su filosofía como «neo-socrática», expresión que usó
innumerables veces durante las conferencias que dio por Europa desde 1949 a 1951.
Su producción literaria y dramática prosiguió a buen ritmo en medio de las charlas
que daba por las universidades europeas y de la creciente ceguera, hasta que
falleció.
1973 Muere en París, 08 de octubre a la edad de 84 años
7. PENSAMIENTO
Dramaturgo y filósofo francés. Sostenía que los individuos tan
sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en
que se ven implicados y comprometidos. Esta afirmación
constituye el eje de su pensamiento, calificado como
existencialismo cristiano o personalismo. Considera que su
teatro es parte esencial de su propia indagación filosófica.
Marcel es poco sistemático; su pensamiento, sinuoso, trata de
plegarse a la realidad, siguiendo sus meandros, conservando la
mayor autenticidad posible y una gran fidelidad a las cosas. Su
pulcritud intelectual, su veracidad y su falta de frivolidad son
muy notorias. Hombre religioso, dominado por el respeto a lo
real, hace un uso digno y profundo de sus dotes intelectuales.
Desde 1914 habló de «existencia», y se ha llamado
«existencialismo cristiano» a su pensamiento, pero ese nombre
es rechazado por él. «Hay un plano —escribe Marcel— en que
no solo el mundo no tiene sentido, sino en que incluso es
contradictorio plantear la cuestión de saber si tiene alguno; es
el plano de la existencia inmediata; es necesariamente el de lo
fortuito, es el orden del azar.»
8. PROBLEMA Y MISTERIO:
Una distinción decisiva para Marcel es la que hace entre
problema y misterio:
El problema es para él algo que se encuentra, que cierra el
camino; está entero delante de mí.
Por el contrario, el misterio es algo en que me encuentro
envuelto o comprometido (engagé), cuya esencia consiste en
no estar entero delante de mí; como si en esa zona la distinción
entre el «en mí» y el «ante mí» perdiera su significación.
Marcel considera que los problemas filosóficos no son
propiamente problemas, sino más bien misterios en este
sentido. Con esto Marcel reconoce las realidades espirituales
de modo que no quedaran desvirtuadas por una mirada
objetivista. Los misterios son realidades en las que uno habita y
de las que no es posible salir ni mirarlas desde afuera aunque
sea para estudiarlas, pues se deformarían y desvirtuarían. Para
verlas de modo objetivo hay que buscar experiencias concretas
y considerarlas desde dentro. Solo entonces es posible acceder
al misterio que encierran.
9. EL SER ENCARNADO:
Otro de los puntos importantes que Marcel desarrolló, en el que
coincide plenamente con otros personalistas, es la dimensión de la
corporeidad. El problema del cuerpo es planteado como la condición
de «ser encarnado»; esto quiere decir aparecer como este cuerpo, sin
identificarse ni distinguirse. El cuerpo es manifestación del nexo que
me une al mundo, y puedo decir «yo soy mi cuerpo». Lo existencial se
refiere al ser encarnado, al hecho de estar en el mundo; y esto es un
chez soi; el sentir no es una pasividad, sino una participación. Marcel
ha reflexionado profundamente sobre la situación, el sacrificio y el
suicidio, la paternidad y su relación con el cuidado corporal del hijo
—y de ahí la posibilidad de la paternidad adoptiva—; finalmente, de
la «fidelidad creadora».
COMUNIDAD Y AISLAMIENTO
Marcel, a diferencia de otros existencialistas, hizo hincapié en la
participación en una comunidad en vez de denunciar el aislamiento
humano. No sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en
sus obras de teatro, que presentaban situaciones complejas donde
las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y la
desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las
demás personas y con Dios.
10. INTERSUBJETIVIDAD:
Gabriel Marcel planteó la cuestión de la copresencia o intersubjetividad, y para esto
criticó al cogito cartesiano. Para G. Marcel , Descartes encierra al ego (en francés Moi es
decir en castellano traducible ya no como deíctico sino como un pronombre-adjetivo
"mí") en "su concha": El "Yo Pienso" de descartes es un molde que no puede deshacerce
por sí mismo. El yo cartesiano en su individualidad se bloquea en sí mismo sin haber
alcanzado ninguna transcendencia: es imposible el diálogo desde el ego cartesiano, es
imposible el discurso sin la copresencia, desde ese ego el otro no puede dialogar ya que
el otro no es aceptado como un Tú (otro Yo) y esto hace incompleto a todo Yo (hablando
del Yo pronominal expresado en francés con la palabra moi, no con el subalterno "yo"
deíctico llamado en francés je).
FAMILIA:
En cuanto a la familia, Marcel tras reflexionar en su experiencia de temprana muerte de
su madre, afirmaba que la familia era una especie de símbolo de una realidad personal
mucho más rica y profunda donde el amor recíproco y la mutua donación son la base o
fundamento. En ese mundo, el niño ve un refugio de recuerdos felices donde vuelve
cada vez que hace falta. En el caso de los que morían hacía notar al mismo tiempo su
lejanía (ya no están) y su cercanía (la nostalgia).
11. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Tras la primera y Segunda guerra mundial, Marcel trabajó para que los horrores y las
tragedias de la guerra no sucedieran nunca más. Partiendo de la tesis de Nietszche según la
cual “Dios había muerto” , Marcel la acepta esta pero aclara que quien había muerto no era
el Dios vivo, sino el abstracto de la teodicea. Al perder a Dios, el hombre perdía el sentido y
las referencias de su vida. Ya no era posible encontrar respuestas a preguntas radicales. Y
esto conducía a mayores aberraciones y a la degradación porque el hombre perdía la
conciencia de su dignidad y su trascendencia. Estudia a la persona y elabora una serie de
categorías que reflejaban la espiritualidad y elmundo interior de los hombres:
Disponibilidad, donación, responsabilidad, compromiso, apertura, intersubjetividad, presenc
ia, vocación, respuesta, llamada, encuentro. De ellas destaca la disponibilidad, la persona se
caracteriza por estar dispuesta, accesible y abierta ante los demás- Y esta disponibilidad es
libertad pues el “homo viator”, es un ser que se construye a sí mismo en el camino de la
vida, pero no a lo sartreano, sino con puntos de referencia. Par aél la libertad solo es
comprensible por algo más grande que ella, la Gracia.
También toca la capacidad de recogimiento de la persona, con la que se interioriza a sí
misma y es capaz de trascenderse.
Nos acercamos al centro de su antropología: la consideración del hombre como Imago
Dei, como apertura y referencia a Dios, una dimensión que confiere a la persona un valor
sagrado e inviolable, y fundamenta de modo definitivo su dignidad. Marcel consideraba que
a partir de esa base, se podía poner un freno a la crisis cintemporánea ya que el hombre, si
quería, podía recuperar su esperanza al tener un punto de referencia preciso. Esta es una de
las razones por las que se le denominó el filósofo de la esperanza.
12. DIARIO METAFÍSICO:
En su Journal Metaphysique o Diario metafísico, Marcel abogaba por una filosofía de lo
concreto que reconociera que la encarnación del sujeto en un cuerpo y la situación
histórica del individuo condicionan en esencia lo que se es en realidad. Marcel propone
una «filosofía concreta», determinada por la «mordedura de lo real», en la cual son
temas la muerte, el suicidio, la traición; la creencia en el tú es esencial dentro de ella; el
ser es el lugar de la fidelidad, que significa un compromiso desmesurado y la esperanza
como crédito infinito; estas ideas, y la fe en la inmortalidad personal, están trabadas
estrechamente con el amor, y se expresan admirablemente en la frase de un personaje
de Marcel: Toi que j'aime, tu ne mourras pas.
Los textos de su Diario metafísico, reflejan tanto sus estudios de filósofos y corrientes
de pensamiento, —escrito a modo de diario— como sus experiencias personales. La
segunda parte del Journal trata de su experiencia de la guerra y evoca su idea de la
trascendencia de la existencia encarnada por medio de un análisis fenomenológico
propio.
Esta metodología fue desarrollada ulteriormente cuando oponía la «fenomenología del
tener» a la «fenomenología del ser» que lo pone en las puertas de la metafísica.
13. DISTINCION ENTRE SER Y TENER
Su análisis de la situación del hombre contemporáneo también se apoyó en
la distinción entre ser y tener. En la corporeidad , Marcel hace ver que el
hombre es cuerpo, no que tiene un cuerpo. De igual manera usa esta
distinción para criticar el desmezurado desarrollo de la civilización
industrial y técnica en relación con el desarrollo humano. Marcel critica el
preocuparse por tener cada vez más, en vez de esforzarse por ser más, ya
que a la postre, esto no hace mas que agravar la crisis de sentido puesto
que en las cosas nunca se puede encontrar una plenitud existencial.
14. REFLEXIÓN PRIMARIA Y
REFLEXIÓN SECUNDARIA:
Marcel distinguió la reflexión primaria, que tiene que ver con los objetos y las
abstracciones. Esta reflexión alcanza su forma más elevada en la ciencia y la
tecnología.
La reflexión secundaria -usada por él como método- se ocupa de aquellos
aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la situación de cada
persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no puede
abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y
proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser
verificada mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada mientras
ilumina la vida de cada uno.
15. OBRAS:
Ediciones en español
Sus libros más importantes son: (1987). Aproximación al misterio del ser:
Posición y aproximaciones concretas al misterio
Journal métaphysique, Diario metafísico ontológico.
(1923) La condición del intelectual en el mundo
contemporáneo. (1969). Diario metafísico.
Etre et avoir, [Ser y tener (1933) Ediciones Guadarrama. ISBN 978-84-250-0083-6.
Du refus á l'invocation, Del rechazo a la (1967). Dos discursos y un prólogo
autobiográfico. Editorial Herder. ISBN 978-84-
invocación (1940) 254-0119-0.
Homo viator Homo viator (1944) (1967). En busca de la verdad y de la justicia.
Editorial Herder. ISBN 978-84-254-0118-3.
y, sobre todo, Le mystére de l'étre; El (1971). Filosofía para un tiempo de crisis.
misterio ontológico (1959) Ediciones Guadarrama. ISBN 978-84-250-0136-9.
(1971). Incredulidad y fe. Ediciones
Guadarrama. ISBN 978-84-250-0124-6.
Entre sus obras teatrales: Le seuil (1971). El misterio del ser. Edhasa. ISBN 978-84-
invisible, Le quatuor en fa diese, Un homme 350-0027-7.
de Dieu, Le monde cassé, Le dará, Le Obras selectas. Biblioteca de Autores Cristianos.
fanal, La soif, Le signe de la ISBN 978-84-7914-547-7.
croix, L'émissaire. (1995). Ser y tener. Caparrós Editores. ISBN
978-84-87943-31-7.
16. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, por JULIÁN MARÍAS Págs422 a428.
32.aEDICIÓN Biblioteca de la Revista de Occidente Calle Milán, 38.
MADRID
1a edición: 1941; 32.a edición: 1980
EL PERSONALISMO
Juan Manuel Burgos
Editorial Palabra, 2da. edición
Madrid, 2003 pp. 124 a 128
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA:
IV Filosofía Contemporánea
Mario Fazio, Francisco Fernández Labastida
Editorial Palabra, MADRID, 2004.