2. Es una enfermedad crónica que causa inflamación de las articulaciones
entre las vértebras de la columna y las articulaciones entre la columna y
la pelvis. Esta enfermedad finalmente hace que las vértebras afectadas
se fusionen.
Habitualmente de forma lenta y gradual, con episodios de dolor en la
región lumbar que irradian hacia los glúteos e incluso por la cara
posterior del muslo.
3. Se desconoce la causa de la espondilitis anquilosante, pero pueden
ser por
*los genes.
*Es con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años de edad, pero
puede ocurrir antes de la edad de 10 años y afecta más a los
hombres que a las mujeres.
*Antecedentes familiares de espondilitis anquilosante.
*Sexo masculino.
*penetración de fragmentos de bacterias que aprovecharían las
debilidades del sistema digestivo para entrar al organismo(no ha
sido probada).
*puede existir una respuesta inmunitaria desproporcionada, en la
que presentan el antígeno HLA-B27.
Causas.
4.
5. Síntomas.
El dolor y la rigidez son peores en la noche, en la mañana o cuando no se
está activo.
El dolor mejora particularmente con ejercicio o actividad.
El dolor de espalda puede comenzar en las articulaciones sacroilíacas (entre
la pelvis y la columna).
Se puede perder movimiento o movilidad en la columna lumbar.
La fatiga también es un síntoma común.
Dolor en los talones.
Rigidez y dolor en la cadera.
Dolor e inflamación articular en los hombros, rodillas y tobillos.
Fiebre leve.
Si la enfermedad prosigue se afecta la región cervical, con largos períodos
de dolor, restricción progresiva de la movilidad y aparición de una
deformación con el cuello y la cabeza hacia delante, una ligera inclinación
hacia un lado y una pequeña rotación de la cabeza hacia el lado contrario.
6. Manifestaciones extraarticulares.
Uveítis.
Un 25%-40% de pacientes padece episodios de iritis aguda. Son unilaterales
y curan en días o semanas, aunque la recurrencia no es rara. No suelen
producirse secuelas oculares graves. La iritis aparece independientemente
de las manifestaciones articulares o incluso puede precederlas.
Enfermedad pulmonar.
La afección y posterior fusión de las articulaciones costovertebrales
comporta una reducción de los movimientos de la caja torácica y
alteraciones ventilatorias restrictivas. Ocasionalmente puede producirse una
fibrosis pulmonar apical con formación de bullas, que se confunde con
tuberculosis, o sobreinfectarse por Aspergillus.
Neuropatía.
La subluxación atloaxoidea es infrecuente. Los pacientes con anquilosis de
la columna cervical pueden sufrir fracturas por traumatismos con
compresión medular secundaria. En fases avanzadas se ha descrito un
síndrome de la cola de caballo, atribuido a fibrosis aracnoidea.
7. Manifestaciones extraarticulares.
Nefropatía.
Puede deberse a toxicidad por AINE, amiloidosis renal y, en algunos casos, a
una nefropatía IgA.
Enfermedad intestinal.
Además de la asociación con la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn,
un 50% de los pacientes tiene una inflamación intestinal subclínica con
rasgos histopatológicos similares a los de la enfermedad de Crohn, de
significado incierto.
Osteoporosis.
Entre un 10%-18% de pacientes sufre fracturas vertebrales
osteoporóticas, que pueden contribuir a la deformidad vertebral. La
disminución de la masa ósea puede estar presente en fases iniciales de la
enfermedad y se observa básicamente en pacientes con una actividad
inflamatoria mayor y persistente.
8. Pruebas y exámenes.
Los exámenes pueden ser:
Antígeno HLA-B27(es un examen de sangre de una proteína específica que
se encuentra en la superficie de los glóbulos blancos denominado antígeno
leucocitario humano B27 (HLA-B27) antígenos leucocitarios humanos son
proteínas que ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a diferenciar entre
sus propias células y sustancias extrañas y dañinas).
Imagen de perfil de columna lumbar en un paciente
con EA avanzada. Sindesmofitosis a lo largo de toda la
columna lumbar
(flechas), vértebras cuadradas (squaring) y fusión de
interapofisarias posteriores.
9. Tratamiento.
Los objetivos terapéuticos consisten en reducir el dolor y la rigidez
articular, prevenir la anquilosis y deformidades y, en definitiva, mantener
al paciente con una buena capacidad funcional y calidad de vida. Para
ello se dispone de los AINE, de los denominados fármacos
modificadores de enfermedad como la salazopirina.
La rehabilitación se considera como un punto fundamental, esta terapia
esta encaminada a mejorar tanto la movilidad como la flexibilidad de la
columna vertebral.
Una exploración posible será el Test de Schober parcial, que constituye
una exploración más precisa del segmento lumbar que ayuda a valorar
posibles contracturas y atrofias. El tratamiento fisioterápico en esta
enfermedad va a clasificar en dos periodos, una fase inflamatoria y otra
no inflamatoria.
10. Fisioterapia en el periodo inflamatorio.
Nos centraremos en reducir el dolor y la inflamación.
También se recomienda que prueba el decúbito prono 20 minutos antes
de levantarse por la mañana y acostarse por la noche.
Seran periodos cortos de 5 minutos y los aumentará según tolerancia.
Cuando el reposo lo realice en una silla, ésta deberá ser bastante alta, con
asiento firme y respaldo recto, permitiendo al paciente mantener un
ángulo recto de las rodillas y de las articulaciones coxofemorales.
Durante estos periodos de reposo, será conveniente aplicar calor local por
conducción, y entrenar y concienciar al paciente en la importancia de los
ejercicios respiratorios. Con base a estos tratamientos evitara un
agravamiento del periodo inflamatorio.
11. Fisioterapia en el periodo no inflamatorio.
Durante el periodo no inflamatorio, podemos insistir con técnicas de termoterapia,
incluyendo técnicas por convección (infrarrojos) y por conversión (onda corta y
microondas).
La aplicación de electroterapia de baja y media frecuencia también ofrece buenos
resultados como medida analgésica.
Estarán indicados ejercicios activos libres, asistidos y pasivos suaves.
12. Algunos ejercicios diarios son:
Ponerse de pie, con los talones y los glúteos contra la pared. Incline
la cabeza hacia atrás hasta tocar la pared y sosténgala hasta contar 5.
Repítalo 10 veces.
Sentarse en una silla rígida (en forma de L). Tome la mano
derecha, por delante del pecho, el lado izquierdo
de la silla. Extienda el brazo izquierdo por delante y
después gírelo hacia la izquierda, llevelo horizontalmente
tan atrás como pueda y gire la cabeza hasta mirar por encima del hombro
izquierdo. Repítalo 3 veces con cada brazo.
Sentarse con los hombros relajados y el mentón metido, mirando al
frente. Incline la cabeza de lado hasta acercar al máximo la oreja derecha al
hombro derecho. vuelva a la posición vertical. Repítalo 2 veces con cada
lado