Este documento describe un experimento para determinar cómo evitar que los trozos de manzana se oxiden cuando están expuestos al aire. Se tomaron rodajas de manzana y se probaron diferentes métodos para aislarlas del aire, como cubrirlas con papel manteca, cera, agua o miel, o guardarlas en un frasco cerrado. El resultado fue que las manzanas se oxidaron menos cuando estaban protegidas del contacto directo con el aire.