La filosofía medieval se caracterizó por la estrecha relación entre la filosofía y la teología. La filosofía sirvió como instrumento para comprender los misterios del cristianismo y se enseñaba en las universidades medievales junto con las artes liberales. La metafísica y la dialéctica fueron fundamentales para la teología especulativa. La escolástica buscó equilibrar la autoridad (auctoritas) de las escrituras y padres de la iglesia con la razón (ratio) y el pensamiento filosó
2. 1.1. LA RELACIÓN ENTRE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
La FM históricamente ha sido poco conocida por
considerarla, desde posiciones filosóficas de la
modernidad, como un saber no estrictamente
racional -por estar al servicio de la teología- y por
ser acusada de contaminación racional, desde
algunas actitudes religiosas. Estos prejuicios han
sido responsables de que el pensamiento
moderno la ignore.
No existe en la Edad Media una filosofía
autónoma o absolutamente independiente de la
religión. Las tres grandes religiones monoteístas
–cristianismo, islam y judaísmo- se encontraron
con las doctrinas de las escuelas filosóficas
griegas. Este contacto con lo laico de la cultura
greco-romana, dio lugar no sólo a tres teologías
abrámicas, sino también a unas filosofías que
estaban relacionadas con la fe religiosa.
3. De estas tres grandes filosofías medievales -que se relacionaron
mutuamente-, estudiaremos específicamente la filosofía cristiana
en una de sus modalidades, la denominada escolástica, sus
presupuestos, su formación, su desarrollo y su crisis.
El término “escolástica” tiene muchos sentidos.
El más común se refiere a lo que se enseñaba en
las escuelas de la Edad Media, que después se
convirtieron en las universidades medievales. Al
principio se enseñó las llamadas “artes
liberales”, el Trivium (gramática, lógica o
dialéctica y retórica) y el Quadrivium (geometría,
aritmética, astronomía y música), posteriormente
estas se unificaron bajo el nombre de Filosofía.
Sin embargo, el interés principal no será el estudio de la Filosofía
sino el de la Teología, pues ésta se consideraba como un saber
superior. La filosofía servirá como instrumento importantísimo y
método necesario para profundizar en el misterio revelado. Todo
este movimiento lo ubicaremos de mediados del s. V a finales del
XIV.
4. ¿Cuál es la fuerza que le da impulso a la filosofía medieval? El
entender, valorar y aplicar mi vida como una preparación para la
vida con Dios. Todo lo que soy, lo que hago y a lo que aspiro
tiene un fin sobrenatural y supraterreno: el encuentro con Dios.
Si lo importante es conocer lo referente a la vida con Dios ¿cuál
es el sentido de conocer lo referente a la vida terrena, cuál es el
sentido de la filosofía? Para algunos toda ciencia profana, y con
ella la filosofía, fue menospreciada. Otros, estimulados por el
carácter misterioso y sobrenatural de la doctrina revelada,
llevaron a altos vuelos la especulación filosófica pues buscaron
comprender los misterios del cristianismo.
¿Cómo se cuál es el fin de mi vida? Dios
me ha revelado su voluntad y me ha
revelado el misterio de su ser. El espíritu
conoce las verdades sobrenatuales por
medio de la fe, y por la gracia, tendemos a
la comunión con Dios.
1.2. LA IMPORTANCIA DE LA METAFÍSICA
5. La especulación teológica produjo naturalmente el gusto y la
inclinación por la Metafísica, pues no era posible una ciencia de
lo sobrenatural sin una ciencia de lo suprasensible. La
Metafísica fue el cimiento de la Teología especulativa, y sólo los
pensadores que tenían un profundo conocimiento metafísico
fueron capaces de elaborar los grandes edificios teológicos. Es
lógico pensar que junto a la metafísica, la teología necesitó
desarrollar la dialéctica.
A esta exigencia que la teología le pedía a
la metafísica, hay que añadir el hecho de
que en occidente hubo acceso a algunos
escritos neoplatónicos y a la Metafísica de
Aristóteles, estos textos alimentaron
abundantemente el ansia de conoci-
mientos metafísicos.
De esta forma en la FM se marca la dirección hacia lo real y
objetivo, hacia lo universal, hacia la quidditas, hacia la esencia
que el pensamiento abstrae de la realidad concreta, y hacia el
contenido y valor puramente espiritual.
6. En este culto de lo metafísico y transcendente, lo individual y
personal no es estimado como lo será, más tarde, en la filosofía
del Renacimiento. Lo concreto e individual no tiene inmediato
valor científico; únicamente lo tiene lo universal y abstracto. La
filosofía de la Escolástica es preferentemente una filosofía del
ser, brotada del convencimiento de que el espíritu humano
puede, a través de las apariencias, penetrar en el ser y esencia
de las cosas y elevarse hasta Dios, el Ser absoluto, como primer
principio y un último fin de la creación.
7. Auctoritas y ratio son los resortes esenciales del método
escolástico. Auctoritas quiere decir la enseñanza de la Iglesia,
las sentencias de la Sagrada Escritura y la doctrina de los
Santos Padres. Auctoritas es un texto de un Concilio, una
palabra de la Biblia, una cita de un Santo Padre. Más tarde
también se incorporan las Tabulae auctoritatum, que son
afirmaciones de algunos filósofos, especialmente de Aristóteles.
En la auctoritas está representado el elemento tradicional y
constante.
Ratio es la razón humana, es la dialéctica y
la reflexión filosófica, es el fundamento
racional, es la forma y el valor del
pensamiento, la esencia espiritualmente
comprensible (eîdos) de una cosa. En la
ratio es, donde se puede apreciar el
elemento subjetivo filosófico, especulativo,
la fisonomía intelectual de la Escolástica.
1.3. AUCTORITAS Y RATIO
8. La auctoritas y la ratio –que son dos factores del pensamiento
filosófico medieval- pueden ponerse de relieve de un modo unilateral.
La exaltación de la autoridad nos llevará a un tradicionalismo, a una
labor de mera recepción y compilación de cosas ya indagadas y
transmitidas.
Por el contrario, de la exageración de la ratio, de la
dialéctica, da como resultado la manía de la sutileza y
del artificio ideológico, una hiperdialéctica que piensa
en abstracto, sin sentido histórico alguno, no aprecia
objetivamente el material de las fuentes y hace de las
auctoritates un objeto de habilidades conceptuales.
Los verdaderos maestros de la Escolástica procuraron guardarse
teórica y prácticamente de ambos extremos: en ellos se
equilibran la auctoritas y la ratio. “Somos enanos encaramados
sobre los hombros de unos gigantes. Si vemos más y a mayor
distancia que ellos, no es porque nuestros ojos tengan mayor
potencia visual, ni porque seamos más grandes, sino porque nos
hemos elevado a las alturas sirviéndonos de la grandeza del
gigante”. (Bernardo de Chartres)
9. En San Anselmo de Cantorbery, Hugo de San
Víctor, Alberto Magno, Santo Tomás de
Aquino, etc., auctoritas y ratio no son cosas
contrapuestas sino que una se inserta en la
otra y se estimulan mutuamente. La auctoritas
bajo el influjo de la ratio cesa de ser una
simple compilación de citas tradicionales
aisladas, se transforma en un estudio
sistemático de las distintas obras. Este es el
sentido y la inteligencia del estudio de las
fuentes. El trabajar sobre las fuentes mismas
es un rasgo característico de la Escolástica en
tiempos de florecimiento; mientras que el
abandono de los estudios de conjunto sobre
las fuentes y el ir a caza de sutilezas son cosa
propia de los tiempos de su decadencia.
Así, en la suerte que corrieron la auctoritas y la ratio se refleja la
marcha ascendente y la decadencia de la labor del pensamiento
escolástico.
10. La Escolástica es materia de enseñanza y de
estudio, su lugar es la cátedra, su forma es
más racional e impersonal, sus elementos son
ante todo la Lógica y la Metafísica. La Mística
es coloquio del alma con Dios, su lugar está
en la silenciosa celda de un claustro, su forma
tiene el atractivo de lo original y lo personal,
su elemento es el camino del alma a Dios, el
«Itinerarium mentis ad Deum».
1.4. ESCOLASTICA Y MISTICA
La Escolástica y la Mística tienen correlación en su más íntima
esencia, pues concuerdan intelectualmente: su objetivo es Dios.
La ESCOLASTICA se mantiene en el terreno
del conocimiento teórico y especulativo y de
la divina verdad, mientras que la MISTICA
persigue un conocimiento de Dios y de su
presencia en el fondo íntimo del alma,
basado en una interior y sobrenatural
relación con la Divinidad.
11. Mística y Escolástica se intercambian dones
y servicios. La Mística es deudora a la
Escolástica pues ha tomado de ellos
pensamientos de la doctrina de Dios, de
doctrinas fundamentales de la Psicología y
de la Ética. La Mística ha influido en la
Escolástica al contrarrestar el exceso de
dialéctica, ha contribuido a la trabazón
orgánica de los conocimientos, ha
penetrado en las ideas y en los amplios
horizontes de San Agustín y otras fuentes.
No se puede comprender completamente la
Filosofía y la Teología de la Edad Media si
se prescinde de su conexión con la Mística.
Pero la Escolástica y Mística beben en las mismas fuentes. La
conexión entre la Escolástica y la Mística se revela en el hecho
de que ambas direcciones convergen con frecuencia en una
misma persona sin turbar la unidad de su vida espiritual.