El documento describe el arte neoclásico que surgió a finales del siglo XVIII e inicios del XIX como reacción contra el Barroco. El neoclásico buscaba volver a los ideales de belleza de la antigüedad grecorromana y adoptó sus formas racionales y ordenadas. Se difundió por Europa y Estados Unidos impulsado por la Ilustración, la Revolución Francesa y Napoleón, y se manifestó en la arquitectura, escultura y otras artes.