El virus de Marburgo toma su nombre de la ciudad alemana de Marburgo, donde se aisló en 1967 tras una epidemia entre personal de laboratorio que había estado en contacto con riñones de simios infectados. El virus tiene forma de bastoncillo irregular de 800-1400 nm de largo y 80 nm de ancho, y se replica dentro de las células mediante su glicoproteína de superficie. La transmisión entre humanos ocurre a través de los fluidos corporales como la sangre, saliva y secreciones respiratorias. El periodo de incubación es de
2. Origen del virus
El virus toma su nombre de la ciudad
alemana de Marburgo, donde fue
aislado en 1967 tras una epidemia de
fiebre hemorrágica que cundió en el
personal de laboratorio encargado de
cultivos celulares que había trabajado
con riñones de simios verdes
ugandeses (Cercopithecus aethiops)
importados hacía poco, que luego
resultaron estar infectados.
3. Estructura del virus
El virus de Marburgo presenta la
estructura clásica de los filovirus.
El virión presenta una morfología
irregular (pleomórfica), pues
tiene forma de bastoncillo de
longitud variable entre los 800 y
los 1400 nm y con un diámetro
de alrededor de 80 nm.
4. Replicación viral
El ingreso del virus a la célula
hospedante es mediado por la
glicoproteína de superficie,
pero no se conoce el receptor
al que se pega. Asimismo, se
desconoce si el virus penetra
a través de la fusión de la
membrana o si a esto se
agrega también un proceso de
endocitosis.
5. Modalidades de contagio
La transmisión interhumana es la principal forma de contagio de la
gente. En particular, el contagio se da a través de los líquidos del cuerpo:
Sangre Saliva
Vómito Heces
Orina
Secreciones
respiratorias
6. Incubación
• El periodo de incubación de la enfermedad es de
alrededor de 3 a 9 días, pasados los cuales aparece una
cefalea frontal y temporal acompañada de malestar
general y mialgias.
7. Terapia
No existe terapia específica.
Aunque en la actualidad no existen vacunas o terapias
contra los virus del Ébola o Marburgo aprobadas para
uso humano.
Algunos investigadores han conseguido desarrollar
vacunas contra ambos patógenos basadas en una forma
recombinante del virus de la estomatitis vesicular.
Descubrieron que una sola inyección de cualquiera de
ambas vacunas en macacos producía respuestas
inmunes protectoras.