SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 9
Descargar para leer sin conexión
D I A 15 D E M A Y O
SAN ISIDRO LABRADOR
PATRÓN DE MADRID (1095? 1100 - 1170)
E
L glorioso San Isidro, patrono de los labradores, tan popular en
nuestra España donde tantos y tan portentosos milagros ha obrado
en favor de sus devotos, nació en Madrid, a fines del siglo X I, de
padres muy pobres en bienes de fortuna, pero temerosos del Señor.
Sus enseñanzas y ejemplos movieron desde muy temprana edad al hijo que
el Señor Ies había dado a grande horror al mal y encendido amor a Dios.
No pudo darse al estudio por ser de familia pobre; pero el mismo Espíritu
Santo quiso alumbrar con su divina luz el alma de aquel santo mancebo que
buscaba a Dios con corazón puro y sencillo. Cuando pudo entregarse a la
ruda labor del campo, pusiéronle a servir a un caballero de Madrid, llamado
Iván de Vargas, para cultivar sus tierras de Carabanchel.
Determinó casarse, y lo hizo con María Torribia, que era también de
muy humilde condición, y servía en casa de una honrada familia de Madrid.
Era una virtuosísima doncella, muy digna de tan santo esposo, pues llevó
vida santa y hoy es venerada, como su esposo, en los altares, con el nombre
de Santa María de la Cabeza; la Iglesia española celebra su fiesta el 8 de
septiembre. Vivieron sucesivamente en Torrelaguna y en Madrid, señalán-
dose siempre por su perfecta concordia, gran caridad y singular devoción.
SAN ISIDRO. DEVOTO CRISTIANO Y RUEN TRABAJADOR
H
A L L A H A Isidro tiempo para todo y pasaba muchas horas en oración,
sin por eso perjudicar a las demás obligaciones de su estado, ante»
cumpliéndolas con suma exactitud. Para ello echaba man» de do*
medies eficaces. Era el primero levantarse muy de madrugada; así justi-
ficaba el proverbio: «A l que madruga. Dios le ayuda». El segundo medio
era no perder ni un minuto del día y aplicarse con ardor a todas sus tarea».
Nunca ni por nada dejó las prácticas piadosas que se había impuesto.
Los domingos y días festivos los consagraba al Señor, asistiendo muy devo-
tamente a los divinos oficios y oyendo el sermón con avidez y mucho fru-
to para su alma; no obstante ser aldeano y sin letras, dedicaba esos día*
largas horas a la meditación de los divinos misterios. «Los demás días de la
semana, ya desde el amanecer solía visitar las principales iglesias de Ma-
drid; ningún día iba al campo sin haber oído misa y orado con gran fervor
al Señor y la Virgen María», dice el diácono Juan, su historiador.
Para recuperar el tiempo gastado en ejercicios piadosos, trabajaba luego
con más ardor, de suerte que al final de la jornada llevaba buena ventaja
en la labor a los demás peones, los cuales, por la envidia que le tenían,
quisieron ponerle mal con su amo y fueron a decirle: «Dignísimo señor, el
peón Isidro, que cobra jornal por labrar los campos de vuestra merced, en
lugar de ir al trabajo cuando debe, se levanta antes de amanecer y, so
pretexto de peregrinaciones y rezos que dice que tiene que hacer, se va o
visitar todas las iglesias de Madrid. Ya está muy entrado el día cuando
viene a trabajar, y así no hace ni la mitad de la labor. Mire su merced;
si se lo decimos, no es porque malqueremos a Isidro; es para provecho de
la hacienda y porque miramos por ella.»
A l oír eso, Iván de Vargas se puso furioso, fué a ver a Isidro y le re-
prendió severamente. «Dignísimo dueño y señor mío — repuso Isidro con
mansedumbre— , sirvo a su merced fielmente y me considero muy honrado
al tenerle por amo y señor; pero ni puedo, ni quiero descuidar de ningún
modo mis obligaciones con Dios y los Santos. Si teme su merced que por
acudir yo tarde al trabajo disminuya su hacienda, le indemnizaré con mi
salario de todo el daño que al parecer de los demás peones haya ocasionado
en las cosechas. Le ruego, pues, porque ya sé que es un hombre honrado,
que no se enfade conmigo, porque lo que doy a Dios, no traerá perjuicio a
su merced.»
Con este discurso se calmó por entonces el amo; volvió a casa, pero re-
suelto a seguir más de cerca a su criado para ver por sí mismo lo que pa-
saba. Por lo que toca a Isidro, tenía muy arraigada la devoción para desazo-
musí por lo sucedido. Su ánimo permaneció sereno y sosegado; no interrum-
pió m i *, visitas a las iglesias, y siguió rezando como solía, pensando en las
l il.iliras de Nuestro Señor: «Buscad ante todo el reino de Dios y su justi-
riit. y todo lo demás se os dará por añadidura».
MARAVILLAS Y MILAGROS
S
ALIÓ Iván de Vargas un día muy de mañana y fué a esconderse en una
choza, desde donde podía acechar al Santo, sin ser de él visto, y vi-
gilar el trabajo que hacía. Pasó largo rato y no llegaba Isidro; hacía
.1 tiempo que había salido el sol, cuando al fin apareció el Santo. Igual
luí' verle que salir furioso del escondrijo y correr hacia Isidro para reñirle.
«■Pero, ¿quién conoce los designios del Señor — exclama el profeta— y
limen es su consejero?» Acercábase ya a la heredad, fuera de sí de rabia,
riiinido vió en el campo dos nuevos arados tirados cada uno por una pareja
■li- Imcyes albinos; cada yunta estaba guiada por un mancebo que llevaba
l.iri>ns vestidos blancos, y cuyo rostro era por demás hermoso y sereno.
I ni re los dos araba Isidro. Los tres arados cruzaban el campo rápidamente,
■I. i.nulo tras de sí muy hondos surcos.
Atónito y maravillado con aquel espectáculo nunca visto, detúvose Iván
ilr Vargas para contemplarlo. Eran dos ángeles que ayudaban a un hombre.
Siiiue andando, vuelve a mirar; pero ya no ve sino a Isidro, que está la-
t.i.iiulo solo, como de costumbre. Acércase a él, le saluda y le pregunta:
-O ye, amigo, por el Dios a quien sirves tan fielmente, dime, ¿quiénes eran
.ii|iiellos que poco ha estaban arando, ayudándote? He visto que dos mozos
••■.iban contigo: pero luego, en un abrir y cerrar de ojos, han desaparecido.
Isidro le contestó sencillamente:
En presencia del Señor a quien sirvo con todas mis fuerzas, no creo mere-
rrr reproche alguno de su merced por lo que toca al cumplimiento de mis obli-
(¡.ii ioiics. Lo que le aseguro es que a nadie he llamado ni a nadie he visto aquí
I ri'iiinigo en el campo sino a Dios, a quien invoco y que siempre me ayuda,
i Hondamente conmovido quedó el caballero al oír esta respuesta. Arre-
I i<int¡óse de haber dado oídos tan fácilmente a las calumnias, y antes de
ii.ii'tirse. dijo al Santo:
-Mira, Isidro, de aquí en adelante no haré caso de lo que murmuren
fiintra ti; toda mi hacienda y heredades te las encomiendo; tú mismo de-
cidirás lo que haya que hacer en ellas como si fueran tuyas.
Volvióse Iván a su casa y refirió a todos lo que había visto. A l fin cayó
ni la cuenta de que era muy verdadero lo que le dccía Isidro, que el tiempo
i|iir se emplea en servir a Dios no es nunca tiempo perdido.
Otro prodigio obró el Santo en medio di verano, cuando todo estaba
agostado por un sol abrasador. Fué su amoa dar una vuelta por las he-
redades, y, como le viniese grande sed, pidióil santo varón que le mostrase
alguna fuente. Isidro le señaló un lugar dond< la hallaría. Fuése allí Vargas,
pero vió que estaba agotada por el calor. Inomodóse un tanto con aquella
decepción. «Me engañaste, embustero» — dijomalhumorado a Isidro al vol-
ver. «Vamos los dos allá» — repuso humildemnte el Santo. Fueron al monte
vecino, pero allí no había rastro de agua; tdo estaba árido y seco. Isidro
entonces hirió el suelo con su ahijada, dicieno: «Aquí, cuando Dios quería,
agua había», y al punto brotó en aquel lugaruna fuente de clarísimas aguas.
Esta maravillosa fuente nunca se ha secado on estar en parte alta y árida;
ni aun los mayores calores han podido agotrla. Muchísimos enfermos van,
a beber de sus aguas, atraídos por los innuierables milagros que Dios ha
obrado con ellas por intercesión de su siervc
Muriósele a Iván de Vargas su hija úrta tras gravísima enfermedad.
Isidro — según refiere su historiador fray Jaiie Bleda— hizo oración a Dios
y la resucitó cuando ya estaban preparando 1 entierro de la muchacha.
Un día de fiesta, por la tarde, estaba ezando en la iglesia de Santa
María Magdalena, que se hallaba cerca de Carabanchel Bajo. De pronto
llegaron unos mozuelos corriendo con gran aloroto, dando voces y diciendo:
«Dése prisa, señor Isidro, que un lobo ha acometido a su burra, y si no acude
su merced pronto, la va a matar. — Idos a paz, hijos — repuso el Santo,
muy sereno— ; hágase en todo la voluntad cj Dios.» Quedóse en su oración
y, cuando la acabó, salió a ver lo que pasaa: halló al lobo muerto, y su
burra sana y buena, sin herida alguna. El Señor había acudido en auxilio
de su siervo, mientras éste pensaba en las osas celestiales.
CARIDAD DE SAN ISIDRO (ON SUS PRÓJIMOS
P
ERO si amaba a Dios, mejor dicho, porque amaba mucho a Dios,
tenía también grande caridad con los prójimos y más con los pobres.
Aunque pobre, se privaba de lo neceario para poder socorrer a otros
más necesitados. Tan grata era a Dios su caridad, que antes obraba mila-
gros que consentir en que su siervo no pidiese dar limosna.
Un sábado vino un pobre a pedirle limisna después que el Santo había
ya dado a otros menesterosos todo lo que tenía de comer. ¡Qué aflicción
para el caritativo Isidro! ¿Despediría a aquí en ayunas? Eso no. «Ruégote
por Dios, hermana — dijo a su mujer— , qie si sobró algo de la olla, des
de comer a este pobre.» Ella, con estar eierti de que no había sobrado nada,
fué a la cocina y trajo la olla para mostrara vacía a su marido. Pero — ¡oh
maravilla!— donde nada había antes, halló tal provisión de comida que no
U
N sábado, San Isidro ha dado ya a los pobres todo lo que en
la olla ha preparado para ellos. Preséntase uno a ultim a hora
y, cuando su m ujer va a buscar la olla para que vean que está
vacía, la encuentra con viandas bastantes para dar de com er a aquel
pobre y a otros que vienen luego.
sólo pudo saciar el hambre del pobre que había recurrido a última hora a
nuestro bienaventurado, sino la de otros muchos indigentes, atraídos por
tan extraordinario milagro. De esta manera favorecía el Señor a su siervo,
que algunas veces se quedaba sin comer por darlo todo a los pobres.
Otro relato descubrirá el bondadoso corazón de San Isidro. Un día muy
riguroso de invierno iba a moler trigo al molino; vió desde el sendero en
unos árboles gran multitud de palomas torcaces, las cuales parecían muy
inquietas por no hallar comida, pues el campo estaba cubierto de nieve,
de suerte que aquellas avecillas se morían de hambre. Movido a compasión,
limpió con los pies y las manos la tierra apartando la nieve, y del trigo
que llevaba derramó gran cantidad, para que fuesen allí a comer. Un hom-
bre que le acompañaba hizo mucha burla de Isidro y le reprendió por mal-
gastar tanto trigo. Pero el Señor juzgó aquella misericordia de muy otra
manera; al llegar al molino vieron que no se hallaban faltios los costales del
caritativo labrador, sino enteros y llenos.
Pero el milagro que dió más que hablar fué el que ahora referiremos. El
Santo era miembro de una cofradía y, como tal, fué convidado por los co-
frades a comer cierto día que tenían costumbre de hacerlo juntos. Isidro,
en vez de ir inmediatamente a comer, se detuvo en las iglesias, como solía,
para cumplir sus devociones, y allí permaneció largas horas. Entretanto co-
mieron los otros, guardando a Isidro su parte. Vino después el Santo y, ha-
llando a la puerta unos pobres que esperaban limosna, los metió consigo.
Cuando entraban, habían comido ya los cofrades.
«¿Pero, hombre — le dijeron— , ¿a quién se le ocurre llegar aquí a estas
horas con tantos pobres, si no queda más comida que la que hemos guar-
dado para ti? — No hagáis caso — repuso Isidro— ; lo que Dios nos diere y
eso que me habéis guardado, lo partiremos entre nosotros».
Fué la servidumbre a toda prisa por lo que habían dejado en la cocina
para el Santo, y quedaron pasmados al hallar no ya la parte de uno, sino
las ollas llenas de carne, y comida bastante para todos aquellos pobres y
otros tantos que luego llegaron. Acabada la comida, despidióse de todos el
Santo y corrió a la iglesia de Santa María Magdalena a dar gracias al Señor
por haberle asistido tan misericordiosa y oportunamente.
RESUCITA A SU PROPIO HIJO
T
E N IA el Santo tan bondadoso corazón, y una fe tan viva e inge-
nua. que cada vez que deseaba conseguir algo del Señor, no dudaba
de alcanzarlo. Por grandes y muchos trabajos que tuviese entre ma-
nos. nunca quiso dispensarse del ayuno eclesiástico. Guardaba fielmente la
mslidad conyugal; vivía muy santamente con su virtuosísima esposa y
imbos se edificaban mutuamente con los buenos ejemplos que se daban.
K1 Señor les concedió un hijo, al que criaban en la piedad y virtudes
cristianas.
Cuéntase que cierto día, mientras el padre trabajaba en el campo, aquel
pobre y santo hogar fué afligido con un gravísimo accidente; el muchacho
se cayó a un pozo muy hondo, donde se ahogó. Llegó Isidro del trabajo
y, viendo a su esposa muy llorosa, supo por ella lo que pasaba. También
en ese trance triunfó la fe del Santo. Arrodilláronse los dos esposos junto
ul brocal del pozo y oraron fervorosamente. Por cierto que debió ser su
plegaria muy acepta al Señor, porque al poco tiempo creció el agua del
pozo hasta el brocal, viniendo el hijo salvo sobre las aguas. Entonces Isidro,
tomándole por la mano, le sacó sano y bueno.
SU SANTA MUERTE.— MÁS PRODIGIOS
F
IN A L M E N T E , llegó el tiempo en que quiso el Señor premiar la cari-
dad y virtudes de su siervo, el cual cayó malo de gravísima enfer-
medad. Como conociese que se le acercaba el último día de su vida,
confesó humildemente todas las culpas que creía haber cometido, recibió el
santo Viático con extraordinaria devoción, exhortó a su esposa y a su hijo
a la perseverancia en la piedad y caridad con los prójimos, y ordenó sus
cosas que eran pocas y pobres. Hirió muchas veces sus pechos con gran
dolor y ternura, juntó las manos, compuso todo su cuerpo y, cerrados los
ojos, entregó su espíritu al Criador, siendo ya muy lleno de años y de
virtudes. Ocurrió su muerte a 10 de mayo de 1170.
Fué sepultado su sagrado cadáver en el cementerio de la iglesia de San
Andrés de Madrid, que era la postrera que solía visitar cada día antes del
trabajo. Allí permaneció por espacio de cuarenta años con tanto olvido, que
en tiempo de lluvias pasaba como un arroyo de agua sobre su sepultura,
llevándose la tierra de ella, de manera que la henchía toda el agua, que
casi llegó a descubrir el cuerpo.
Plugo luego al Señor honrar a su siervo y publicar milagrosamente su
santidad en el mundo; porque, pasados los cuarenta años de su muerte,
se apareció el siervo de Dios a un pariente suyo, sacristán de aquella igle-
sia; le señaló el lugar preciso donde descansaban sus restos, y le mandó
que hiciese desenterrar el cuerpo y trasladarlo a la iglesia de San Andrés.
Pero aquel hombre se acordó que Isidro no había sido sino un pobre la-
brador, y así no dió crédito a sus palabras, y rehusó publicar esta revela-
ción temiendo no ser a su vez creído. Su descuido y falta de fe fueron
castigados: sobrevínole una grave enfermedad de la que no sanó hasta el
día de la traslación de las reliquias del Santo.
Entretanto, el Santo se apareció a una santa y noble matrona de Ma-
drid. y le dió el mismo encargo. Ella, más obediente, comunicó muy presto
al clero y a los fieles lo que el Santo le había revelado. Todos se acordaron
entonces de San Isidro; unos de haberle visto, otros de haber oído contar
la vida santa y portentosa del siervo de Dios. Fueron todos con gran de-
voción al cementerio, cavaron y descubrieron la sepultura del Santo, y ha-
llaron el sagrado cuerpo íntegro, sin la menor señal de corrupción: la mor-
taja estaba también como nueva. Aquellas preciosas reliquias exhalaban
suavísima fragancia.
Fué grande la devoción y alborozo que causó a todos aquel prodigio.
No pudieron contener en sus pechos la admiración y prorrumpieron en ala-
banzas al Señor. Trasladaron el sagrado cuerpo a la iglesia de San Andrés
y lo depositaron junto al altar del santo Apóstol, en un magnífico sepulcro
digno del precioso depósito que en él encerraban. A l tiempo que le trasla-
daban, tocaron las campanas de la iglesia de San Andrés por sí mismas,
sin manos de hombres ni otro artificio humano.
Noticiosos de estos prodigios, algunos pobres tullidos y ciegos que solían
estar en la calle pidiendo limosna a los transeúntes, se fueron allí como
mejor pudieron, acudiendo a la sepultura vacía donde estuvieron las reli-
quias del Santo y, tomando tierra de ella, tocaron con viva fe sus miem-
bros doloridos y enfermos, con lo cual sanaron milagrosamente.
Con estas maravillas tuvieron todos al siervo de Dios por santo, mucho
tiempo antes de que fuese canonizado, y empezaron a decir misa de él, y
a dedicarle templo con aprobación de los prelados.
LABRADOR GLORIFICADO POR LOS REYES
Y POR LA IGLESIA
M
ÁS de tres siglos después de estos sucesos, en el año de 1504, al
abrir el sepulcro de San Isidro, ante los legados pontificios, se
halló nuevamente su cuerpo entero e incorrupto; también esta vez
se exhaló de las sagradas reliquias suavísima fragancia que se esparció por
el ambiente.
La iglesia que guarda el precioso tesoro del Santo vino a ser muy con-
currido lugar de peregrinación; innumerables milagros ha obrado el Señor
en todas las épocas por intercesión de San Isidro, ya en su sepulcro, ya
por el agua milagrosa de que antes hablamos.
Muchas veces alcanzaron los madrileños la cesación de pertinaz sequía
por mediación de su santo Patrono. En tales trances, sacaban el sagrado
cuerpo, y al son de salmos y otros devotos cánticos lo exponían a la pú-
blica veneración delante del presbiterio; luego lo llevaban procesionalmente
por las calles, en medio de grandísimo concurso de fieles que acudían a
implorar la divina misericordia por los merecimientos de San Isidro, y muy
presto solía enviarles el Señor copiosísima lluvia. Los años de 1275 a 1426,
se libró Madrid de una espantosa hambre merced a estas devotas proce-
siones.
Los historiadores del Santo traen el relato de innumerables curaciones
y favores de todo género, sacados de los archivos de la iglesia de San An-
drés. Los encargados del servicio de dicha iglesia, oyeron muchas veces
armonías celestiales sobre su sepulcro.
Pronto fué unánime el deseo de ver al santo labrador glorificado por
la Iglesia y puesto sobre los altares. Y a el año de 1545, con aprobación
del papa Paulo III, fué encerrado el sagrado cuerpo en un sepulcro nuevo.
Otros reconocimientos de las reliquias de San Isidro se llevaron a efecto los
años de 1567 y 1595. En el intervalo, el año de 1593, a raíz de una carta
personal que el rey don Felipe I I envió a su embajador en Roma, el arzobis-
po de Toledo nombró un apoderado que recogiese informes para el pro-
ceso de beatificación de Isidro.
El papa Paulo V, por Breve de 14 de junio de 1619, otorgó el título de
Beato a este humilde peón labrador. De allí en adelante, su fiesta, que se
celebraba el domingo de Cuasimodo, en recuerdo de la primera traslación
de sus reliquias, se celebró el día 15 de mayo.
El mes de noviembre del mismo año 1619, el rey don Felipe III, de re-
greso de un viaje a Lisboa, cayó gravísimamente enfermo en Casarrubios
del Monte. Llevaron de Madrid el sagrado cuerpo de San Isidro con gran
honor y acompañamiento, y lo depositaron en el aposento real. El rey sanó
milagrosamente, y pasados algunos días acompañó él mismo las santas re-
liquias hasta Madrid.
El rey don Felipe III, muy agradecido al Santo por el insigne favor
recibido, hizo las últimas instancias para la canonización del bienaventu-
rado Isidro, el cual lo fué finalmente por el papa Gregorio X V , a 12 de
marzo del año 1622, juntamente con San Felipe Neri y tres compatriotas
de Isidro e insignes glorias de España, San Ignacio de Loyola, San Fran-
cisco Javier y Santa Teresa de Jesús.
Es San Isidro patrón adecuado para los labradores, de quienes es decha-
do incomparable.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (8)

Tiempo Interior 0909b(Septiembre)
Tiempo Interior 0909b(Septiembre)Tiempo Interior 0909b(Septiembre)
Tiempo Interior 0909b(Septiembre)
 
20
2020
20
 
2° Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C
2° Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C2° Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C
2° Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C
 
Medalla milagrosa eso
Medalla milagrosa esoMedalla milagrosa eso
Medalla milagrosa eso
 
Sor eusebia 3er día
Sor eusebia 3er díaSor eusebia 3er día
Sor eusebia 3er día
 
Retiro cuaresma 2013. AGENTES DE EVANGELIZACION
Retiro cuaresma 2013. AGENTES DE EVANGELIZACIONRetiro cuaresma 2013. AGENTES DE EVANGELIZACION
Retiro cuaresma 2013. AGENTES DE EVANGELIZACION
 
Virgen de guadalupe
Virgen de guadalupeVirgen de guadalupe
Virgen de guadalupe
 
Carne santifica
Carne santificaCarne santifica
Carne santifica
 

Destacado

Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)
Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)
Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)Miguel Bravo Yépez
 
Universidad nacional-de-chimborazo
Universidad nacional-de-chimborazoUniversidad nacional-de-chimborazo
Universidad nacional-de-chimborazoMiguel Bravo Yépez
 
Initialskillsanalysis
InitialskillsanalysisInitialskillsanalysis
InitialskillsanalysisEleanor Round
 
Initial Skills Analysis. Scott Appleyard
Initial Skills Analysis. Scott AppleyardInitial Skills Analysis. Scott Appleyard
Initial Skills Analysis. Scott AppleyardScottAppleyard
 
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...Serenissima Ristorazione
 
Quatrocentto y Cinquencento
Quatrocentto y Cinquencento Quatrocentto y Cinquencento
Quatrocentto y Cinquencento pilarcpm
 
Exposición de ambientes
Exposición de ambientesExposición de ambientes
Exposición de ambientesAriana Cosme
 
Iniciativadetelecentro
IniciativadetelecentroIniciativadetelecentro
Iniciativadetelecentroeducaticbol
 

Destacado (9)

Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)
Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)
Universidad nacional-de-chimborazo-presentation (1)
 
Universidad nacional-de-chimborazo
Universidad nacional-de-chimborazoUniversidad nacional-de-chimborazo
Universidad nacional-de-chimborazo
 
Initialskillsanalysis
InitialskillsanalysisInitialskillsanalysis
Initialskillsanalysis
 
Initial Skills Analysis. Scott Appleyard
Initial Skills Analysis. Scott AppleyardInitial Skills Analysis. Scott Appleyard
Initial Skills Analysis. Scott Appleyard
 
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...
Serenissima Ristorazione partecipa all'8a edizione della convegno sulla risto...
 
Quatrocentto y Cinquencento
Quatrocentto y Cinquencento Quatrocentto y Cinquencento
Quatrocentto y Cinquencento
 
Exposición de ambientes
Exposición de ambientesExposición de ambientes
Exposición de ambientes
 
Iniciativadetelecentro
IniciativadetelecentroIniciativadetelecentro
Iniciativadetelecentro
 
Trabalho de irlânia
Trabalho de irlâniaTrabalho de irlânia
Trabalho de irlânia
 

Similar a 15

San isidro labrador
San isidro labradorSan isidro labrador
San isidro labradorLourdes
 
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORALOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORAGiro Sin Tornillo
 
Santa Isabel de Hungría
Santa Isabel de HungríaSanta Isabel de Hungría
Santa Isabel de HungríaLolicanadilla
 
Milagros de nuestra señora (3 medio)
Milagros de nuestra señora (3 medio)Milagros de nuestra señora (3 medio)
Milagros de nuestra señora (3 medio)Lis Claudia
 
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabáticajespadill
 
Vigilia día del Franciscano Seglar Villarrubia de los Ojos
Vigilia día del Franciscano Seglar   Villarrubia de los OjosVigilia día del Franciscano Seglar   Villarrubia de los Ojos
Vigilia día del Franciscano Seglar Villarrubia de los OjosLolicanadilla
 
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid Taller 3: Lectura Destierro Del Cid
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid Daniel Ruíz Suárez
 
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del rey
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del reyCuentos san francisco de asis y las tres preguntas del rey
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del reyEuler
 
Textos sobre héroes
Textos sobre héroesTextos sobre héroes
Textos sobre héroessylviaroig
 
Fragmentos del primer cantar
Fragmentos del primer cantarFragmentos del primer cantar
Fragmentos del primer cantarG GM
 
San francisco de asís
San francisco de asísSan francisco de asís
San francisco de asísYolanda Moral
 
Santa Rosa De Viterbo
Santa Rosa De ViterboSanta Rosa De Viterbo
Santa Rosa De ViterboColegio
 
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdf
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdfBoccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdf
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdfelizabethmonroy26
 

Similar a 15 (20)

San isidro labrador
San isidro labradorSan isidro labrador
San isidro labrador
 
Alegacion
AlegacionAlegacion
Alegacion
 
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORALOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA
 
Santos7 8
Santos7 8Santos7 8
Santos7 8
 
San gerardo
San gerardoSan gerardo
San gerardo
 
Santa Isabel de Hungría
Santa Isabel de HungríaSanta Isabel de Hungría
Santa Isabel de Hungría
 
19
1919
19
 
19
1919
19
 
Milagros de nuestra señora (3 medio)
Milagros de nuestra señora (3 medio)Milagros de nuestra señora (3 medio)
Milagros de nuestra señora (3 medio)
 
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | ¡Llorad y aullad! | Escuela Sabática
 
Vigilia día del Franciscano Seglar Villarrubia de los Ojos
Vigilia día del Franciscano Seglar   Villarrubia de los OjosVigilia día del Franciscano Seglar   Villarrubia de los Ojos
Vigilia día del Franciscano Seglar Villarrubia de los Ojos
 
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid Taller 3: Lectura Destierro Del Cid
Taller 3: Lectura Destierro Del Cid
 
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del rey
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del reyCuentos san francisco de asis y las tres preguntas del rey
Cuentos san francisco de asis y las tres preguntas del rey
 
Textos sobre héroes
Textos sobre héroesTextos sobre héroes
Textos sobre héroes
 
Fragmentos del primer cantar
Fragmentos del primer cantarFragmentos del primer cantar
Fragmentos del primer cantar
 
Textos cantar de mio cid
Textos cantar de mio cidTextos cantar de mio cid
Textos cantar de mio cid
 
22
2222
22
 
San francisco de asís
San francisco de asísSan francisco de asís
San francisco de asís
 
Santa Rosa De Viterbo
Santa Rosa De ViterboSanta Rosa De Viterbo
Santa Rosa De Viterbo
 
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdf
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdfBoccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdf
Boccaccio, Giovanni. Meter el diablo en el infierno.pdf
 

Más de nicoleplacebo (20)

01
0101
01
 
30
3030
30
 
29
2929
29
 
28
2828
28
 
26
2626
26
 
31
3131
31
 
27
2727
27
 
24
2424
24
 
23
2323
23
 
25
2525
25
 
21
2121
21
 
18
1818
18
 
17
1717
17
 
16
1616
16
 
17
1717
17
 
14
1414
14
 
13
1313
13
 
12
1212
12
 
11
1111
11
 
10
1010
10
 

Último

Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdfResolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfAngélica Soledad Vega Ramírez
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfManual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfMaryRotonda1
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFAROJosé Luis Palma
 
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxzulyvero07
 
GLOSAS Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docx
GLOSAS  Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docxGLOSAS  Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docx
GLOSAS Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docxAleParedes11
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxAna Fernandez
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosCesarFernandez937857
 
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfHerramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfMARIAPAULAMAHECHAMOR
 
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuaDANNYISAACCARVAJALGA
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxjosetrinidadchavez
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleJonathanCovena1
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxlclcarmen
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.José Luis Palma
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptELENA GALLARDO PAÚLS
 

Último (20)

Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdfResolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfManual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
 
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
 
GLOSAS Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docx
GLOSAS  Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docxGLOSAS  Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docx
GLOSAS Y PALABRAS ACTO 2 DE ABRIL 2024.docx
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docx
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
 
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfHerramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
 
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
 
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza MultigradoPresentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
 

15

  • 1. D I A 15 D E M A Y O SAN ISIDRO LABRADOR PATRÓN DE MADRID (1095? 1100 - 1170) E L glorioso San Isidro, patrono de los labradores, tan popular en nuestra España donde tantos y tan portentosos milagros ha obrado en favor de sus devotos, nació en Madrid, a fines del siglo X I, de padres muy pobres en bienes de fortuna, pero temerosos del Señor. Sus enseñanzas y ejemplos movieron desde muy temprana edad al hijo que el Señor Ies había dado a grande horror al mal y encendido amor a Dios. No pudo darse al estudio por ser de familia pobre; pero el mismo Espíritu Santo quiso alumbrar con su divina luz el alma de aquel santo mancebo que buscaba a Dios con corazón puro y sencillo. Cuando pudo entregarse a la ruda labor del campo, pusiéronle a servir a un caballero de Madrid, llamado Iván de Vargas, para cultivar sus tierras de Carabanchel. Determinó casarse, y lo hizo con María Torribia, que era también de muy humilde condición, y servía en casa de una honrada familia de Madrid. Era una virtuosísima doncella, muy digna de tan santo esposo, pues llevó vida santa y hoy es venerada, como su esposo, en los altares, con el nombre de Santa María de la Cabeza; la Iglesia española celebra su fiesta el 8 de septiembre. Vivieron sucesivamente en Torrelaguna y en Madrid, señalán- dose siempre por su perfecta concordia, gran caridad y singular devoción.
  • 2. SAN ISIDRO. DEVOTO CRISTIANO Y RUEN TRABAJADOR H A L L A H A Isidro tiempo para todo y pasaba muchas horas en oración, sin por eso perjudicar a las demás obligaciones de su estado, ante» cumpliéndolas con suma exactitud. Para ello echaba man» de do* medies eficaces. Era el primero levantarse muy de madrugada; así justi- ficaba el proverbio: «A l que madruga. Dios le ayuda». El segundo medio era no perder ni un minuto del día y aplicarse con ardor a todas sus tarea». Nunca ni por nada dejó las prácticas piadosas que se había impuesto. Los domingos y días festivos los consagraba al Señor, asistiendo muy devo- tamente a los divinos oficios y oyendo el sermón con avidez y mucho fru- to para su alma; no obstante ser aldeano y sin letras, dedicaba esos día* largas horas a la meditación de los divinos misterios. «Los demás días de la semana, ya desde el amanecer solía visitar las principales iglesias de Ma- drid; ningún día iba al campo sin haber oído misa y orado con gran fervor al Señor y la Virgen María», dice el diácono Juan, su historiador. Para recuperar el tiempo gastado en ejercicios piadosos, trabajaba luego con más ardor, de suerte que al final de la jornada llevaba buena ventaja en la labor a los demás peones, los cuales, por la envidia que le tenían, quisieron ponerle mal con su amo y fueron a decirle: «Dignísimo señor, el peón Isidro, que cobra jornal por labrar los campos de vuestra merced, en lugar de ir al trabajo cuando debe, se levanta antes de amanecer y, so pretexto de peregrinaciones y rezos que dice que tiene que hacer, se va o visitar todas las iglesias de Madrid. Ya está muy entrado el día cuando viene a trabajar, y así no hace ni la mitad de la labor. Mire su merced; si se lo decimos, no es porque malqueremos a Isidro; es para provecho de la hacienda y porque miramos por ella.» A l oír eso, Iván de Vargas se puso furioso, fué a ver a Isidro y le re- prendió severamente. «Dignísimo dueño y señor mío — repuso Isidro con mansedumbre— , sirvo a su merced fielmente y me considero muy honrado al tenerle por amo y señor; pero ni puedo, ni quiero descuidar de ningún modo mis obligaciones con Dios y los Santos. Si teme su merced que por acudir yo tarde al trabajo disminuya su hacienda, le indemnizaré con mi salario de todo el daño que al parecer de los demás peones haya ocasionado en las cosechas. Le ruego, pues, porque ya sé que es un hombre honrado, que no se enfade conmigo, porque lo que doy a Dios, no traerá perjuicio a su merced.» Con este discurso se calmó por entonces el amo; volvió a casa, pero re- suelto a seguir más de cerca a su criado para ver por sí mismo lo que pa- saba. Por lo que toca a Isidro, tenía muy arraigada la devoción para desazo-
  • 3. musí por lo sucedido. Su ánimo permaneció sereno y sosegado; no interrum- pió m i *, visitas a las iglesias, y siguió rezando como solía, pensando en las l il.iliras de Nuestro Señor: «Buscad ante todo el reino de Dios y su justi- riit. y todo lo demás se os dará por añadidura». MARAVILLAS Y MILAGROS S ALIÓ Iván de Vargas un día muy de mañana y fué a esconderse en una choza, desde donde podía acechar al Santo, sin ser de él visto, y vi- gilar el trabajo que hacía. Pasó largo rato y no llegaba Isidro; hacía .1 tiempo que había salido el sol, cuando al fin apareció el Santo. Igual luí' verle que salir furioso del escondrijo y correr hacia Isidro para reñirle. «■Pero, ¿quién conoce los designios del Señor — exclama el profeta— y limen es su consejero?» Acercábase ya a la heredad, fuera de sí de rabia, riiinido vió en el campo dos nuevos arados tirados cada uno por una pareja ■li- Imcyes albinos; cada yunta estaba guiada por un mancebo que llevaba l.iri>ns vestidos blancos, y cuyo rostro era por demás hermoso y sereno. I ni re los dos araba Isidro. Los tres arados cruzaban el campo rápidamente, ■I. i.nulo tras de sí muy hondos surcos. Atónito y maravillado con aquel espectáculo nunca visto, detúvose Iván ilr Vargas para contemplarlo. Eran dos ángeles que ayudaban a un hombre. Siiiue andando, vuelve a mirar; pero ya no ve sino a Isidro, que está la- t.i.iiulo solo, como de costumbre. Acércase a él, le saluda y le pregunta: -O ye, amigo, por el Dios a quien sirves tan fielmente, dime, ¿quiénes eran .ii|iiellos que poco ha estaban arando, ayudándote? He visto que dos mozos ••■.iban contigo: pero luego, en un abrir y cerrar de ojos, han desaparecido. Isidro le contestó sencillamente: En presencia del Señor a quien sirvo con todas mis fuerzas, no creo mere- rrr reproche alguno de su merced por lo que toca al cumplimiento de mis obli- (¡.ii ioiics. Lo que le aseguro es que a nadie he llamado ni a nadie he visto aquí I ri'iiinigo en el campo sino a Dios, a quien invoco y que siempre me ayuda, i Hondamente conmovido quedó el caballero al oír esta respuesta. Arre- I i<int¡óse de haber dado oídos tan fácilmente a las calumnias, y antes de ii.ii'tirse. dijo al Santo: -Mira, Isidro, de aquí en adelante no haré caso de lo que murmuren fiintra ti; toda mi hacienda y heredades te las encomiendo; tú mismo de- cidirás lo que haya que hacer en ellas como si fueran tuyas. Volvióse Iván a su casa y refirió a todos lo que había visto. A l fin cayó ni la cuenta de que era muy verdadero lo que le dccía Isidro, que el tiempo i|iir se emplea en servir a Dios no es nunca tiempo perdido.
  • 4. Otro prodigio obró el Santo en medio di verano, cuando todo estaba agostado por un sol abrasador. Fué su amoa dar una vuelta por las he- redades, y, como le viniese grande sed, pidióil santo varón que le mostrase alguna fuente. Isidro le señaló un lugar dond< la hallaría. Fuése allí Vargas, pero vió que estaba agotada por el calor. Inomodóse un tanto con aquella decepción. «Me engañaste, embustero» — dijomalhumorado a Isidro al vol- ver. «Vamos los dos allá» — repuso humildemnte el Santo. Fueron al monte vecino, pero allí no había rastro de agua; tdo estaba árido y seco. Isidro entonces hirió el suelo con su ahijada, dicieno: «Aquí, cuando Dios quería, agua había», y al punto brotó en aquel lugaruna fuente de clarísimas aguas. Esta maravillosa fuente nunca se ha secado on estar en parte alta y árida; ni aun los mayores calores han podido agotrla. Muchísimos enfermos van, a beber de sus aguas, atraídos por los innuierables milagros que Dios ha obrado con ellas por intercesión de su siervc Muriósele a Iván de Vargas su hija úrta tras gravísima enfermedad. Isidro — según refiere su historiador fray Jaiie Bleda— hizo oración a Dios y la resucitó cuando ya estaban preparando 1 entierro de la muchacha. Un día de fiesta, por la tarde, estaba ezando en la iglesia de Santa María Magdalena, que se hallaba cerca de Carabanchel Bajo. De pronto llegaron unos mozuelos corriendo con gran aloroto, dando voces y diciendo: «Dése prisa, señor Isidro, que un lobo ha acometido a su burra, y si no acude su merced pronto, la va a matar. — Idos a paz, hijos — repuso el Santo, muy sereno— ; hágase en todo la voluntad cj Dios.» Quedóse en su oración y, cuando la acabó, salió a ver lo que pasaa: halló al lobo muerto, y su burra sana y buena, sin herida alguna. El Señor había acudido en auxilio de su siervo, mientras éste pensaba en las osas celestiales. CARIDAD DE SAN ISIDRO (ON SUS PRÓJIMOS P ERO si amaba a Dios, mejor dicho, porque amaba mucho a Dios, tenía también grande caridad con los prójimos y más con los pobres. Aunque pobre, se privaba de lo neceario para poder socorrer a otros más necesitados. Tan grata era a Dios su caridad, que antes obraba mila- gros que consentir en que su siervo no pidiese dar limosna. Un sábado vino un pobre a pedirle limisna después que el Santo había ya dado a otros menesterosos todo lo que tenía de comer. ¡Qué aflicción para el caritativo Isidro! ¿Despediría a aquí en ayunas? Eso no. «Ruégote por Dios, hermana — dijo a su mujer— , qie si sobró algo de la olla, des de comer a este pobre.» Ella, con estar eierti de que no había sobrado nada, fué a la cocina y trajo la olla para mostrara vacía a su marido. Pero — ¡oh maravilla!— donde nada había antes, halló tal provisión de comida que no
  • 5. U N sábado, San Isidro ha dado ya a los pobres todo lo que en la olla ha preparado para ellos. Preséntase uno a ultim a hora y, cuando su m ujer va a buscar la olla para que vean que está vacía, la encuentra con viandas bastantes para dar de com er a aquel pobre y a otros que vienen luego.
  • 6. sólo pudo saciar el hambre del pobre que había recurrido a última hora a nuestro bienaventurado, sino la de otros muchos indigentes, atraídos por tan extraordinario milagro. De esta manera favorecía el Señor a su siervo, que algunas veces se quedaba sin comer por darlo todo a los pobres. Otro relato descubrirá el bondadoso corazón de San Isidro. Un día muy riguroso de invierno iba a moler trigo al molino; vió desde el sendero en unos árboles gran multitud de palomas torcaces, las cuales parecían muy inquietas por no hallar comida, pues el campo estaba cubierto de nieve, de suerte que aquellas avecillas se morían de hambre. Movido a compasión, limpió con los pies y las manos la tierra apartando la nieve, y del trigo que llevaba derramó gran cantidad, para que fuesen allí a comer. Un hom- bre que le acompañaba hizo mucha burla de Isidro y le reprendió por mal- gastar tanto trigo. Pero el Señor juzgó aquella misericordia de muy otra manera; al llegar al molino vieron que no se hallaban faltios los costales del caritativo labrador, sino enteros y llenos. Pero el milagro que dió más que hablar fué el que ahora referiremos. El Santo era miembro de una cofradía y, como tal, fué convidado por los co- frades a comer cierto día que tenían costumbre de hacerlo juntos. Isidro, en vez de ir inmediatamente a comer, se detuvo en las iglesias, como solía, para cumplir sus devociones, y allí permaneció largas horas. Entretanto co- mieron los otros, guardando a Isidro su parte. Vino después el Santo y, ha- llando a la puerta unos pobres que esperaban limosna, los metió consigo. Cuando entraban, habían comido ya los cofrades. «¿Pero, hombre — le dijeron— , ¿a quién se le ocurre llegar aquí a estas horas con tantos pobres, si no queda más comida que la que hemos guar- dado para ti? — No hagáis caso — repuso Isidro— ; lo que Dios nos diere y eso que me habéis guardado, lo partiremos entre nosotros». Fué la servidumbre a toda prisa por lo que habían dejado en la cocina para el Santo, y quedaron pasmados al hallar no ya la parte de uno, sino las ollas llenas de carne, y comida bastante para todos aquellos pobres y otros tantos que luego llegaron. Acabada la comida, despidióse de todos el Santo y corrió a la iglesia de Santa María Magdalena a dar gracias al Señor por haberle asistido tan misericordiosa y oportunamente. RESUCITA A SU PROPIO HIJO T E N IA el Santo tan bondadoso corazón, y una fe tan viva e inge- nua. que cada vez que deseaba conseguir algo del Señor, no dudaba de alcanzarlo. Por grandes y muchos trabajos que tuviese entre ma- nos. nunca quiso dispensarse del ayuno eclesiástico. Guardaba fielmente la
  • 7. mslidad conyugal; vivía muy santamente con su virtuosísima esposa y imbos se edificaban mutuamente con los buenos ejemplos que se daban. K1 Señor les concedió un hijo, al que criaban en la piedad y virtudes cristianas. Cuéntase que cierto día, mientras el padre trabajaba en el campo, aquel pobre y santo hogar fué afligido con un gravísimo accidente; el muchacho se cayó a un pozo muy hondo, donde se ahogó. Llegó Isidro del trabajo y, viendo a su esposa muy llorosa, supo por ella lo que pasaba. También en ese trance triunfó la fe del Santo. Arrodilláronse los dos esposos junto ul brocal del pozo y oraron fervorosamente. Por cierto que debió ser su plegaria muy acepta al Señor, porque al poco tiempo creció el agua del pozo hasta el brocal, viniendo el hijo salvo sobre las aguas. Entonces Isidro, tomándole por la mano, le sacó sano y bueno. SU SANTA MUERTE.— MÁS PRODIGIOS F IN A L M E N T E , llegó el tiempo en que quiso el Señor premiar la cari- dad y virtudes de su siervo, el cual cayó malo de gravísima enfer- medad. Como conociese que se le acercaba el último día de su vida, confesó humildemente todas las culpas que creía haber cometido, recibió el santo Viático con extraordinaria devoción, exhortó a su esposa y a su hijo a la perseverancia en la piedad y caridad con los prójimos, y ordenó sus cosas que eran pocas y pobres. Hirió muchas veces sus pechos con gran dolor y ternura, juntó las manos, compuso todo su cuerpo y, cerrados los ojos, entregó su espíritu al Criador, siendo ya muy lleno de años y de virtudes. Ocurrió su muerte a 10 de mayo de 1170. Fué sepultado su sagrado cadáver en el cementerio de la iglesia de San Andrés de Madrid, que era la postrera que solía visitar cada día antes del trabajo. Allí permaneció por espacio de cuarenta años con tanto olvido, que en tiempo de lluvias pasaba como un arroyo de agua sobre su sepultura, llevándose la tierra de ella, de manera que la henchía toda el agua, que casi llegó a descubrir el cuerpo. Plugo luego al Señor honrar a su siervo y publicar milagrosamente su santidad en el mundo; porque, pasados los cuarenta años de su muerte, se apareció el siervo de Dios a un pariente suyo, sacristán de aquella igle- sia; le señaló el lugar preciso donde descansaban sus restos, y le mandó que hiciese desenterrar el cuerpo y trasladarlo a la iglesia de San Andrés. Pero aquel hombre se acordó que Isidro no había sido sino un pobre la- brador, y así no dió crédito a sus palabras, y rehusó publicar esta revela- ción temiendo no ser a su vez creído. Su descuido y falta de fe fueron
  • 8. castigados: sobrevínole una grave enfermedad de la que no sanó hasta el día de la traslación de las reliquias del Santo. Entretanto, el Santo se apareció a una santa y noble matrona de Ma- drid. y le dió el mismo encargo. Ella, más obediente, comunicó muy presto al clero y a los fieles lo que el Santo le había revelado. Todos se acordaron entonces de San Isidro; unos de haberle visto, otros de haber oído contar la vida santa y portentosa del siervo de Dios. Fueron todos con gran de- voción al cementerio, cavaron y descubrieron la sepultura del Santo, y ha- llaron el sagrado cuerpo íntegro, sin la menor señal de corrupción: la mor- taja estaba también como nueva. Aquellas preciosas reliquias exhalaban suavísima fragancia. Fué grande la devoción y alborozo que causó a todos aquel prodigio. No pudieron contener en sus pechos la admiración y prorrumpieron en ala- banzas al Señor. Trasladaron el sagrado cuerpo a la iglesia de San Andrés y lo depositaron junto al altar del santo Apóstol, en un magnífico sepulcro digno del precioso depósito que en él encerraban. A l tiempo que le trasla- daban, tocaron las campanas de la iglesia de San Andrés por sí mismas, sin manos de hombres ni otro artificio humano. Noticiosos de estos prodigios, algunos pobres tullidos y ciegos que solían estar en la calle pidiendo limosna a los transeúntes, se fueron allí como mejor pudieron, acudiendo a la sepultura vacía donde estuvieron las reli- quias del Santo y, tomando tierra de ella, tocaron con viva fe sus miem- bros doloridos y enfermos, con lo cual sanaron milagrosamente. Con estas maravillas tuvieron todos al siervo de Dios por santo, mucho tiempo antes de que fuese canonizado, y empezaron a decir misa de él, y a dedicarle templo con aprobación de los prelados. LABRADOR GLORIFICADO POR LOS REYES Y POR LA IGLESIA M ÁS de tres siglos después de estos sucesos, en el año de 1504, al abrir el sepulcro de San Isidro, ante los legados pontificios, se halló nuevamente su cuerpo entero e incorrupto; también esta vez se exhaló de las sagradas reliquias suavísima fragancia que se esparció por el ambiente. La iglesia que guarda el precioso tesoro del Santo vino a ser muy con- currido lugar de peregrinación; innumerables milagros ha obrado el Señor en todas las épocas por intercesión de San Isidro, ya en su sepulcro, ya por el agua milagrosa de que antes hablamos.
  • 9. Muchas veces alcanzaron los madrileños la cesación de pertinaz sequía por mediación de su santo Patrono. En tales trances, sacaban el sagrado cuerpo, y al son de salmos y otros devotos cánticos lo exponían a la pú- blica veneración delante del presbiterio; luego lo llevaban procesionalmente por las calles, en medio de grandísimo concurso de fieles que acudían a implorar la divina misericordia por los merecimientos de San Isidro, y muy presto solía enviarles el Señor copiosísima lluvia. Los años de 1275 a 1426, se libró Madrid de una espantosa hambre merced a estas devotas proce- siones. Los historiadores del Santo traen el relato de innumerables curaciones y favores de todo género, sacados de los archivos de la iglesia de San An- drés. Los encargados del servicio de dicha iglesia, oyeron muchas veces armonías celestiales sobre su sepulcro. Pronto fué unánime el deseo de ver al santo labrador glorificado por la Iglesia y puesto sobre los altares. Y a el año de 1545, con aprobación del papa Paulo III, fué encerrado el sagrado cuerpo en un sepulcro nuevo. Otros reconocimientos de las reliquias de San Isidro se llevaron a efecto los años de 1567 y 1595. En el intervalo, el año de 1593, a raíz de una carta personal que el rey don Felipe I I envió a su embajador en Roma, el arzobis- po de Toledo nombró un apoderado que recogiese informes para el pro- ceso de beatificación de Isidro. El papa Paulo V, por Breve de 14 de junio de 1619, otorgó el título de Beato a este humilde peón labrador. De allí en adelante, su fiesta, que se celebraba el domingo de Cuasimodo, en recuerdo de la primera traslación de sus reliquias, se celebró el día 15 de mayo. El mes de noviembre del mismo año 1619, el rey don Felipe III, de re- greso de un viaje a Lisboa, cayó gravísimamente enfermo en Casarrubios del Monte. Llevaron de Madrid el sagrado cuerpo de San Isidro con gran honor y acompañamiento, y lo depositaron en el aposento real. El rey sanó milagrosamente, y pasados algunos días acompañó él mismo las santas re- liquias hasta Madrid. El rey don Felipe III, muy agradecido al Santo por el insigne favor recibido, hizo las últimas instancias para la canonización del bienaventu- rado Isidro, el cual lo fué finalmente por el papa Gregorio X V , a 12 de marzo del año 1622, juntamente con San Felipe Neri y tres compatriotas de Isidro e insignes glorias de España, San Ignacio de Loyola, San Fran- cisco Javier y Santa Teresa de Jesús. Es San Isidro patrón adecuado para los labradores, de quienes es decha- do incomparable.