4. Para los egipcios de la
Antigüedad, el aspecto
del cielo siempre
revistió una
significación mitológica
y religiosa; sin
embargo, las
observaciones astronó
micas no tenían una
finalidad astrológica tan
pronunciada en la
civilización egipcia
como en Mesopotamia.
5. La noche comenzaba
con el crepúsculo y
terminaba con el
amanecer. Las doce
estrellas que servían
para la división de la
noche en horas
estaban asociadas a
los « doce guardianes
del cielo »
encargados de
acompañar a los
faraones difuntos en
su viaje nocturno con
Ra, la divinidad solar.
6. Los egipcios observaron que las estrellas realizan
un giro completo en poco más de 365 días. El año
civil egipcio tenía 12 meses de 30 días, más 5 días
llamados epagómenos.
La diferencia, pues, era de
¼ de día respecto al año
solar. No utilizaban años
bisiestos: 120 años
después se adelantaba un
mes, de tal forma que 1456
años después el año civil y
el astronómico volvían a
coincidir de nuevo.
7. La orientación de templos y
pirámides es otra prueba del
tipo de conocimientos
astronómicos de los egipcios.
Se construyeron pirámides
como la de Gizeh, alineada con
la estrella polar, con la que les
era posible determinar el inicio
de las estaciones usando para
ello la posición de la sombra de
la pirámide. También utilizaron
las estrellas para guiar la
navegación.
8. El legado de la astronomía
egipcia llega hasta nuestros
días bajo la forma del
calendario. Herodoto, en sus
Historias dice: "los egipcios
fueron los primeros de todos los
hombres que descubrieron el
año, y decían que lo hallaron a
partir de los astros".
9. Según muestra el zodiaco de
Dendera, encontrado en el
templo de Hathor, los egipcios
conocían los equinocios.
Algunos edificios del complejo
de Karnak, por ejemplo, fueron
orientados hacia el punto en el
horizonte adonde ciertas
estrellas se levantaban o fijaban
en momentos importantes del
año. Debido a los movimientos
estelares las estrellas cambiaron
de lugar en el firmamento, y
algunos siglos más
adelante, cuando los templos
fueron reconstruidos, las
orientaciones de los edificios
quedaron obsoletas.
11. ASTRONOMÍA BABILÓNICA
La astronomía babilónica designa las teorías
y métodos astronómicos desarrollados en la
antigua Mesopotamia, región situada entre los
ríos Tigris y Éufrates (en el actual Irak) y donde
se desarrollaron algunas de las civilizaciones
precursoras de la astronomía occidental. Entre
estas civilizaciones se destacan los sumerios,
el Imperio acadio, la ciudad de Babilonia y
los Caldeos.
12. Según la cosmogonía babilónica, el dios Marduk creó los
cielos y la Tierra tras derrotar a Tiamat, el Caos
primordial(representado aquí como un dragón).
13. La astronomía babilónica cimentó las bases de
la astronomía de civilizaciones posteriores
como la griega, la hindú, la de los sasánidas, la
del Imperio bizantino y la de los sirios así como
la astronomía medieval musulmana y europea.
Los autores clásicos
griegos y latinos
citan frecuentemente
astrónomos de
Mesopotamia
llamándolos
Caldeos.
14. Entre el Siglo VIII a.C. y
el Siglo VII a.C., los
Caldeos desarrollan un
acercamiento empírico
a la astronomía
elaborando una
cosmología que detalla
una versión ideal del
universo.
15. Entre el 3500 a.C. y el 3000
a.C. una forma de escritura
conocida bajo el nombre de
cuneiforme fue desarrollada
por los Sumerios, lo que
permitió crear los primeros
registros acerca de los eventos
celestes.
Los Babilonios fueron los primeros en
registrar por escrito el carácter periódico
de ciertos fenómenos astronómicos. Las
tablillas de arcilla del período paleo
babilónico muestran que se usaban
métodos matemáticos para determinar la
variación de la duración del día durante
el año solar.
16. Ofrecen un catálogo
de estrellas y
constelaciones y las
puestas de los
planetas. Se conocen
además docenas de
tablillas de arcilla
escritas en
cuneiformes que
hablan sobre
observaciones de
eclipses.
En el Siglo III a.C., los
astrónomos comienzan a utilizar
cronogramas para predecir el
movimiento de los planetas.
17. Entre los principales descubrimientos de los
astrónomos caldeos durante este período se
encuentran el descubrimiento de los ciclos de
eclipses.
Entre los astrónomos caldeos más importantes de
este modelo que conocemos hoy en día caben
destacar a Naburimannu , Kidinnu (hacia el 340
a.C.), Beroso y Sudines .