Libro producido por las organizaciones de movimiento campesino de Córdoba (Argentina), donde exponen la forma de trabajo que tienen como organización y los logros que han obtenido desde la creación de las agrupaciones.
2. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
1
Este trabajo tiene por objetivo exponer la estrategia
llevada a cabo por comunidades rurales organizadas
en cuatro entidades APENOC, UCATRAS, OCUNC y
UCAN1
que forman parte del movimiento campesino
de Córdoba. Esa estrategia se vio fuertemente poten-
ciada por la participación de las comunidades en la
Cadena Caprina de un Programa de Cadenas
Productivas2
que se desarrolló en Córdoba,
Argentina. Mediante el apoyo de dicho programa se
lograron importantes avances en la regularización de
la propiedad de las tierras y el establecimiento de
prácticas económicas comunitarias que permitieron
a los productores i) pasar de la situación de pobre-
za de subsistencia a la de capitalización simple; ii) la
sustentabilidad del ecosistema productivo con eje en el cuidado de la tierra y el
agua; iii) la generación de escala en la compra de insumos iv) la venta de su pro-
ducción en un esquema de comercio justo y v) una significativa mejora en la
estrategia de defensa de los derechos sobre la tierra que trabajan.
Esta experiencia ha probado que trabajar sobre las debilidades y las amenazas,
maximizando las oportunidades y potenciando todas las fortalezas de estas
comunidades constituye la principal estrategia para que el éxito en la lucha cam-
pesina por el territorio deje de ser una utopía para convertirse en una realidad.
Ha probado también que intervenciones orientadas a mejorar la situación de los
pequeños productores deben revestir carácter integral, deben apoyarse sobre
las competencias y la cultura de los actores, deben ejecutarse de manera asocia-
tiva y por ende participativa y deben incluir una fuerte vinculación con las institu-
ciones académicas, estatales y de la sociedad civil interesadas en la problemáti-
ca sectorial.
1- APENOC (Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba), UCATRAS (Unión de Campesinos de la Traslasierra), OCUNC
(Organización de Campesinos deL Noreste de Córdoba) y UCAN (Unión del Campesinos del Norte de Córdoba
2- Programa que ejecuta la Agencia para el Desarrollo Económico de Córdoba (ADEC) con fondos suministrados por el Fondo
Multilateral de Inversiones (FOMIN) que es administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Participan también la
Agencia Córdoba Ciencia y la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (CACEC).
Introducción
3. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
2
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La distribución de la tierra
en la Argentina
En la actualidad, el 93% de la población argentina reside en centros urba-
nos (figura1), mientras que el resto de los habitantes viven en zonas rurales,
en su mayoría enmarcados dentro de un inmenso desierto verde.
La tierra se destina cada vez más a la producción agrícola exportable -fundamen-
talmente el monocultivo de soja -, cuyo alto precio internacional contribuye a
generar, vía los impuestos a las exportaciones, las divisas necesarias para afron-
tar los servicios de la deuda externa y mantener el superávit fiscal primario.
1.1 La situación en el país
En los últimos 15 años, la superficie cultivada con cereales y oleaginosas se incre-
mentó en 5,2 millones de hectáreas en todo país, de las cuales, una parte respon-
de a cambios en el uso del suelo, así como el avance de la frontera agropecua-
ria sobre ecosistemas más frágiles, tales como montes y bosques naturales. Este
fenómeno se dio con mayor intensidad en la región pampeana, donde se con-
centra la producción agrícola del país.
1
Urbanos y rurales (Figura 1)
4. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
3
Este crecimiento de la superficie cultivada, no se tradujo en un incremento del
número de establecimientos rurales productivos. De hecho, en los últimos 15
años desaparecieron 103.405 unidades económicas rurales, lo que representó
una reducción de 24.5%, respecto de 19883
.
En la década de los '90, alrededor de 4,7 millones de hectáreas se incorporaron
a la agricultura. La propiedad de tierra pasó, de manos de productores, a grupos
empresarios nacionales y transnacionales. Como resultado, en la actualidad el
80% de las tierras de cultivo se encuentra bajo alguna figura de arrendamiento.
Dentro de este escenario, vale remarcar algunas particularidades como el caso
del Gran Chaco Americano, la región natural del noreste del país más afectada
por el avance de la frontera agropecuaria, donde sus bosques y montes se con-
virtieron en tierras productivas, o la experiencia de la provincia de Córdoba4
, terri-
torio que más superficie forestal cedió a la agricultura de escala. Entre 1998 y
2002, se perdió el 2,93% de sus bosques -alrededor de 122.800 hectáreas-, mien-
tras que en el plano mundial el índice promedio de deforestación es de 0,23 %
anual.
Este índice del avance de la "frontera agropecuaria", explica la transformación de
una sociedad mayoritariamente rural -que concentraba el 60% de la población en
el Siglo XVIII- en grandes centros poblados con campos casi sin habitantes.
1.2 El sector campesino e indígena
Las unidades económicas campesinas e indígenas se sustentan en economías
de producción familiar y su principal fuente de ingresos proviene de la venta del
excedente del autoconsumo, de la producción extensiva del ganado caprino,
bovino -en menor escala-, la explotación forestal, la extracción de madera, car-
bón, leña, además del desarrollo de la agricultura en pequeñas parcelas y de la
agroindustria artesanal.
Complementariamente, la venta de mano de obra fuera de sus explotaciones -
localmente o bajo la forma de "trabajo golondrina"5
- representa un componente
importante de los ingresos familiares. Además, el escaso valor agregado de la
3- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
4- Provincia ubicada en el área central del país, que concentra gran parte de las tierras productivas disponibles en la "Pampa
Húmeda", región caracterizada por su alta fertilidad.
5- Trabajo Golondrina se refiere a aquellas tareas relacionadas con la estacionalidad de la producción. Una vez finalizada la tarea
(siembra o cosecha, por ejemplo), estas personas "emigran" a trabajar a otro lugar.
5. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
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A P E N O C - U C A T R A S - O C U N C - U C A N
producción agropecuaria provoca una sobrecarga
en los sistemas productivos y generen sobreexplo-
tación de los recursos naturales, sobre todo en las
zonas de avance de la frontera agrícola y ganadera.
Para dimensionar el peso relativo de estas comuni-
dades, basta mencionar que ocupan el 14 % de la
superficie cultivable del país, pese a que concentran
el 82 % de la población rural. Desde el punto de vista
sociopolítico, las poblaciones campesinas e indíge-
nas fueron aisladas de los ámbitos de toma de deci-
siones y fueron debilitadas en su territorio, desalo-
jándolas y despojándolas de tierras ancestrales,
arrasando sus bosques y, con ellos, una forma de
vida que durante generaciones caracterizó a regio-
nes completas del país.
Figura 2. El 66% del territorio nacional sufre las
consecuencias de la desertificación (rojo, naranja
y amarillo). Estas regiones concentran la mayor
parte de las comunidades campesinas indígenas.
1.3 La realidad de la provincia de Córdoba
Históricamente la provincia de Córdoba, ubicada en el corazón de la Pampa
Húmeda, región que concentra las tierras más fértiles del país, se caracterizó por
su alta diversidad productiva, reducida en las últimas décadas, debido a un pro-
ceso de concentración que desencadenó la expulsión de productores agrope-
cuarios y la reducción de la población rural, lo que aparejó un incremento de las
desigualdades en el seno de la estructura productiva.
Según el Censo Agropecuario de 2002, en toda la provincia existían 26.226 esta-
blecimientos agropecuarios, universo que implica una reducción de 35% respec-
to del Censo de 1988, que contabilizó un total de 40.061 unidades. En el mismo
período, la población residente en zonas rurales se redujo un 30 por ciento,
pasando de 136.863 habitantes en el año 1988, a 96.062 en 20023.
La tasa de expulsión que se dio en los últimos años sobrepasó las posibilidades
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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de reinserción, en el mercado
laboral provincial, de productores,
empleados rurales y sus familias,
agravando problemas urbanos
como desempleo, pobreza, falta
de vivienda y de seguridad, entre
otros. En el mejor de los casos, los
productores se convirtieron en
rentistas, perdiendo la cultura del
trabajo rural y el potencial
emprendedor que los caracteriza-
ba.
Desde el punto de vista de la pro-
piedad de la tierra, el 17.4%6
de
los productores registra alguna
irregularidad en la documentación
que acredita jurídicamente los
derechos a la tenencia de sus tie-
rras, proporción que supera el
70% en los departamentos del
arco noroeste provincial7
, donde
se acentúa el avance de la fronte-
ra agropecuaria.
En la provincia de Córdoba, existen unidades productivas campesinas,
estrechamente ligadas a la producción ganadera, principalmente caprina,
conocida como "el ganado de los pobres". Se estima que en 1988 existían
alrededor de 6.000 familias productoras de cabras, número que siguió dis-
minuyendo debido a una tendencia a reemplazar la producción caprina fami-
liar por la producción bovina extensiva empresarial, con utilización de tec-
nología de punta.
6- Informe de Consultoría: Desarrollo Regional de la Provincia de Córdoba, UNRC, 2007
7- Fundamentos para la Ley Nº 9150 de Registro de Poseedores. Legislatura de Córdoba
7. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
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2Las organizaciones campesinas
Las organizaciones campesinas se fueron articulando horizontalmente y en dife-
rentes niveles, como estrategia para romper el aislamiento, la cultura corporativa y
el impacto localista de las estrategias desarrolladas. Esta tendencia, se repite tam-
bién en el plano internacional.
A partir de este esquema organizativo, surgen articulaciones, redes y organizacio-
nes a nivel comunitario -local, provincial, nacional y regional-, que responden a
necesidades concretas, y encuentran en el trabajo asociativo el mejor mecanismo
para resolver sus problemas y canalizar sus reclamos, propuestas y necesidades.
2.1 La articulación horizontal
En la Argentina, se conforma el Movimiento Nacional
Campesino Indígena en el año 2005, integrado por orga-
nizaciones de segundo y tercer grado, que trabaja por la
dignidad de este sector, aportando soluciones a los proble-
mas comunes.
Estas organizaciones desarrollan y defienden métodos que
garanticen la equidad y la dignidad en la distribución de
beneficios y recursos, para lo cual maximizan la participa-
ción activa de los productores en la toma de decisiones. Se
reemplaza, de esa manera, la lógica del clientelismo por la
participación activa y comprometida en la resolución de
los problemas sectoriales.
En la provincia de Córdoba, particularmente, las comuni-
dades rurales están organizadas en el Movimiento
Campesino de Córdoba y, a nivel territorial, existen otras
instituciones como APENOC, que trabaja en los departa-
mentos Cruz del Eje y una región de Minas; UCATRAS,
en los departamentos de San Javier, San Alberto, Pocho
y otra región de Minas; OCUNC en los departamentos
Ischilín, Tulumba y Sobremonte y UCAN, en Río Seco y
Tulumba (Figura 3).
Localización de las
comunidades campe-
sinas (Figura 3)
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
7
2.2 Lucha por la tenencia de la tierra y la pro-
ducción sustentable
En la provincia de Córdoba, la problemática de las comu-
nidades campesinas e indígenas, fundamentalmente en lo
que a tenencia de tierra y desarrollo de sustentable de sus
explotaciones de subsistencia se refiere, estuvieron den-
tro de los objetivos de un importante número de proyec-
tos de instituciones civiles y gubernamentales, tanto en el
plano nacional como internacional.
Estas iniciativas sirvieron de apoyo a la estrategia de la organización campesi-
na, que apuesta a seguir produciendo y generando empleo digno en el campo,
a partir de la sustentabilidad económica, ecológica y social, tanto para los
miembros de las organizaciones, cuanto para el resto de la comunidad.
El alcance de estos proyectos no se circunscribe a los territorios de acción
antes mencionados e identificados en la Figura 3, sino que se plantea como
una opción para todas las familias que viven o quieran
vivir en el campo, para lo cual será necesario desarrollar
un mecanismo de acceso a la tierra.
Así, con el apoyo de la agencia alemana GTZ y del
Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones
Unidas de Lucha contra la Desertificación, en un primer
momento, y de la International Land Coalition después;
se iniciaron las bases de la lucha por el territorio campe-
sino, en la que se buscó combinar la seguridad de
tenencia de la tierra con la sustentabilidad del medio
ambiente. A su vez, otras iniciativas nacionales -como el
Programa Social Agropecuario, el PROINDER, "Manos a
la Obra"-, e Internacionales -en la figura de la coopera-
ción de la española AECI-, sirvieron a las organizaciones
como punto de apoyo para apuntalar el objetivo de
regularizar la tenencia de la tierra de los campesinos e
indígenas.
9. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
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A P E N O C - U C A T R A S - O C U N C - U C A N
3
El trabajo iniciado por los diferentes programas nacionales e internacionales
conformó la antesala de una iniciativa que articularía la potencialidad productiva
con un esquema de redes comunitarias.
De ese modo, a partir del año 2004, estas comunidades aceptaron el ofrecimien-
to de integrar la "Cadena Caprina", del Programa de Cadenas Productivas BID-
FOMIN, proceso que se vio facilitado por la coincidencia
entre el sistema de "governance" "de abajo hacia arriba"
del programa y el que venían utilizando las organizacio-
nes campesinas.
El proceso se vio facilitado, por otra parte, por la existen-
cia en la provincia de Córdoba cuenta un Programa
Provincial de Desarrollo del Sector Caprino, que es eje-
cutado por la Agencia Córdoba Ciencia. Este programa
auspicia la instalación de procesos industriales que
agreguen valor a la producción regional. Le interesa, en
particular, transformar la cultura productiva del sector,
buscando un mejor equilibrio entre la producción cárni-
ca y la láctea.
3.1 Su rol como cohesión comunitaria
Actualmente, integran la Cadena Productiva Caprina alrededor de 350 familias
campesinas que habitan en el Noroeste de la Provincia de Córdoba, organizadas
en 24 comunidades de base, donde la producción de cabritos constituye su prin-
cipal fuente de ingresos, complementado con la producción de dulce de leche y
de frutas, conservas, arrope, miel, leña y carbón, terneros y cerdos.
En el diagnóstico de este grupo asociativo se han destacado los siguientes
problemas:
La Cadena Productiva Caprina
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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Tenencia precaria de tierras.
Infraestructura precaria de caminos,
comunicación y agua.
Dificultad en el acceso a la salud.
Población dispersa.
Productos tradicionales con escaso valor.
Comercialización a pequeña escala y muy dependiente
de intermediarios.
Además, los productores a menudo enfrenta-
ban una posición desigual en el mercado, pues
el principal canal de comercialización del cabri-
to era la venta a acopiadores (cabriteros), que
usufructuaban un poder de mercado fundamen-
tado en su posición monopsónica8
y en las
deterioradas condiciones socioeconómicas de
los productores
El sistema de tenencia de la tierra era precario
debido a que la mayoría de las familias tenía
derechos adquiridos por posesión veinteñal,
pero carecía de títulos (por la modalidad de pro-
ducción a campo abierto en pastaje comunita-
rio, falta de información sobre las normativas
vigentes y dificultades económicas para finan-
ciar el saneamiento de la posesión).
Esta situación de inseguridad jurídica comenzó
a generar incertidumbre acerca de la posibilidad de disponer de ellas en el
futuro (debido a la expansión de la frontera agrícola y al consecuente inte-
rés de terceros por esas tierras). Esa inseguridad hizo poco atractivas las
8- En rigor, la posición puede no ser necesariamente monopsónica sino, probablemente, oligopsónica; pues resulta obvio que no
existe un único "cabritero". Para defender la idea del monopsonio puede esgrimirse como argumento que, en muchos casos, exis-
ten grandes distancias entre los productores y es posible que los cabriteros separen la zona en territorios menores e intenten
comerciar sólo en algunos.
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pequeñas pero continuas inversiones que realizaban los productores y limi-
tó los planteamientos que se realizaban frente al proceso de desertificación
que recién comenzaba.
Las explotaciones eran rudimentarias y, en general, insuficientemente capi-
talizadas. Los corrales, precarios, sólo cumplían la función de amparar a la
majada de las inclemencias del tiempo. Tampoco se disponía de sistemas
eficientes de aprovisionamiento de agua.
A partir de este diagnóstico, y sobre la base de la demanda de las 24 comu-
nidades que participan del Programa fue posible desarrollar actividades que
permitieron transformar los acuerdos consensuados en reuniones periódi-
cas en propuestas concretas de trabajo.
Surgieron, de esa manera, el apoyo a la mejora en la comercialización, de la
producción y la organización, a tiempo que se puso especial énfasis en la
resolución de la problemática de la tierra, cuya magnitud absorbió la mitad
de los recursos que el Programa de Cadenas Productivas tenía destinado
para el sector (Figura 4). Cabe remarcar que esta estrategia de regularización
dominial no está contemplada en ninguno de los programas que el Estado
argentino destina al sector rural.
Componentes del
financiamiento
(Figura 4)
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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3.2 La formalización de la tierra, el punto de
partida
La respuesta a la tenencia precaria de la tierra de
estas comunidades representó una estrategia
clave dentro del Programa Cadenas Productivas,
en virtud de que el 58,6% de las familias que lo
integran no seguirían produciendo si no estuvie-
sen participando en las organizaciones campesi-
nas (que han avanzando más rápidamente en el
logro de sus objetivos como consecuencia de la
acción del Programa).
Dentro de las actividades que se financiaron estuvieron un servicio jurídico,
integrado por varios profesionales de la abogacía que, fundamentalmente
capacitó a los poseedores de los campos acerca
de sus derechos de propiedad y los asesoró de
manera permanente. Realizó además gestiones
de tipo individual y colectivo orientadas a regu-
larizar la situación de las tierras y, finalmente,
litigó cuando fue necesario. El corolario de estas
acciones fue la conformación de la Mesa de
Tierras, espacio de debate y acción con otros
actores de la sociedad.
Desde esa Mesa de Tierra, se realizaron denuncias en la Defensoría del
Pueblo de la Nación, presentando algunos casos paradigmáticos en la viola-
ción de los derechos a la tierra, del agua, la salud, el bosque y el medio
ambiente.
También se trabajó, junto con la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC), en el ordenamiento
territorial de parte estas comunidades campesi-
nas y se desarrolló una propuesta de Legislación
Nacional, con contenidos que contemplan la rea-
lidad Campesina Indígena.
13. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
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Paralelamente, se puso en marcha un Servicio de Mensuras, tanto individual
como comunitaria, con la conformación de un Fondo Rotatorio (lo que impli-
ca un significativo avance en un área en la que la inversión necesaria es la
limitante para avanzar en dotar a los poseedores de seguridad en la tenen-
cia de sus tierras.
Como resultado de éstas y otras acciones, se con-
solidaron 15.000 hectáreas como territorios
comunitarios en favor de 49 familias y otras 7.000
hectáreas, en favor de 150 familias campesinas en
forma individual. Desde el punto de vista penal,
hubo 90 imputados en conflictos de tierra con
defensa jurídica (con importantes resultados
favorables para la lucha campesina por la seguri-
dad jurídica en la posesión legítima que ejercen desde muchas décadas
atrás).
3.3 Producción sustentable y comercio justo,
pilares de su acción
Además de abordar en forma integral la problemáti-
ca de la tierra, el Programa también trabajó en el
desarrollo de una Red de Comercio Justo que per-
mitió establecer una opción de venta más segura
frente a intermediarios.
Fue así que se generó un Fondo Rotatorio para la comercialización median-
te la Red de Comercio Justo, que permite el pago anticipado de productos,
para la venta en la ciudad, al tiempo que se avanza
sobre una marca comercial para identificar los artículos
y en una mejora del sistema de marketing de los mis-
mos.
Se estableció un sistema de compras conjuntas de
forraje, botiquines y alambre, entre otros productos e
insumos, que permitió un ahorro de 50 % en lo precios
que los campesino pagaban individualmente por pro-
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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ductos de igual o peor calidad.
Como consecuencia de la eficientización de los meca-
nismos productivos y comerciales, el ingreso de las
familias se ha incrementado sensiblemente. Ello se
debe, por un lado, a la menor mortalidad de animales
lograda mediante la incorporación y circulación en las
comunidades de conocimientos relacionados a las téc-
nicas y tecnologías de sanidad y alimentación, repro-
ducción y genética de los animales; y por otro, a las
mejoras en los precios de sus productos9
.
La Diversificación productiva fue otra de las estrategias
utilizadas para sustentar a estas comunidades. En ese
orden, la apicultura, la elaboración de dulces y la pres-
tación de servicios, como impresión de remeras, car-
pintería y herrería, figuran entre las principales activi-
dades.
En lo referente al medio ambiente productivo, el traba-
jo conjunto permitió la mejora de las reservas de agua
para animales y personas, y la asistencia técnica pro-
ductiva y organizativa.
Tomando como referencia estos resultados, hacia el
futuro es fundamental continuar con la construcción
del concepto y la práctica de "Desarrollo Integral",
donde se fortalece la idea de los campesinos "guardia-
nes del monte" y se articula con la posibilidad de pro-
ducir en un marco ambientalmente sustentable, junto
con el aprovechamiento integral del territorio, intensi-
ficando y diversificando la producción.
Los próximos pasos incluyen la gestión de apoyo
financiero, en el marco de un programa que solucione
problemas estructurales como pasturas, caminos,
potreros, perforaciones y represas, salud humana,
9- Los ingresos familiares se incrementaron en un 25% sólo por la reducción de la mortalidad animal, por separado deben conta-
bilizarse los incrementos inducidos por la acción de la Red de Comercio Justo y la reducción en los costos de adquisición de los
insumos.
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empleo para jóvenes y recreación para niños, entre
otros.
3.4 La metodología
Para llevar adelante la planificación y la puesta en mar-
cha de las acciones antes mencionadas, se constituye-
ron equipos de trabajo, diferenciado por áreas, encar-
gados del seguimiento de los diferentes procesos.
Estos equipos están compuestos por referentes de las
comunidades y grupos técnicos multidisciplinarios.
Así surgieron la ya mencionada "Mesa de Tierras",
donde se trabaja la problemática de tierra, agua y
ambiente; el área de "Producción-Comercialización";
el área de "Salud", de "Jóvenes" y, finalmente, el área
de "Capacitación y Formación".
En virtud de la situación socioeconómica de los integrantes de las organiza-
ciones campesinas, el incremento de los ingresos se destina automática-
mente a la mejora de la estructura productiva, garantizar el autoconsumo o
cubrir deudas anteriores. Pero, además, esos excedentes contribuyen a
garantizar la autonomía en la toma de decisiones y contar con fondos rota-
torios para el acceso a herramientas legales y jurídicas, como las mensuras
o los costos judiciales.
Permite, además, la compra de insumos para la producción, la financiación
parcial de la comercialización y la puesta en marcha de mecanismos de
organización para la transformación de los productos; el acopio, la distribu-
ción, la publicidad y la venta, apuntalada en un esquema de promoción, sen-
sibilización y difusión de la realidad campesina como la que pone en prácti-
ca la Red de Comercio Justo.
Se reitera, por su importancia, que la estrategia para abordar el problema de
la tenencia de la tierra incluyó varias actividades cuyo objetivo final es el
ordenamiento y formalización territorial de los productores. Las principales
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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acciones en este aspecto son: la contratación de un
asesor letrado por cada organización para la gestión de
los procesos judiciales tendientes a la regularización o,
si fuese necesario, la defensa de los derechos de los
productores como poseedores legítimos de acuerdo al
Código Civil10
, la adquisición de equipos para el geopo-
sicionamiento satelital, la capacitación de miembros de
las organizaciones en su utilización y la contratación de
un servicio de mensura de campos.
Por otra parte, en el área del mejoramiento tecnológico,
se ha brindado asistencia técnica en alimentación, sani-
dad, genética y reproducción caprina, en cada una de
las áreas indicadas en la figura 3. Entre las actividades
desarrolladas se destacan: i) las campañas de compra
conjunta de alimentos (maíz y alfalfa); ii) la asistencia
para la construcción de potreros; iii) la implantación de
pasturas de alto rendimiento y poder nutritivo; iv) la
incorporación de animales de genética superior a
las majadas; y v) la creación y abastecimiento de
botiquines veterinarios comunitarios.
Además, en el área de nuevos productos se capa-
citó en la producción de dulce de leche, la que se
realiza en los predios de los productores, en esca-
la pequeña y bajo condiciones de "trazabilidad" de
proceso y homogeneidad de resultados. Se intro-
dujo también la explotación apícola (con una uni-
dad productiva propia para la fabricación de col-
menas). Se realiza, finalmente, la elaboración de
dulces y arropes artesanales.
10- Se defiende de esta manera la posesión efectiva pública, pacífica y con ánimo de dueño que establece nuestro código como
una forma para adquirir el dominio. Se defienden además las mejoras productivas que han introducido los productores en sus
campos.
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Apartir de esta experiencia de estos últimos siete años, es posible sinteti-
zar algunos resultados, así como las lecciones aprendidas y las tareas pen-
dientes de las organizaciones campesinas:
Es imposible avanzar a una transformación del modelo agropecuario
vigente, y hacia una reforma agraria integral, sin la existencia masiva de movi-
mientos sociales organizados, autónomos y horizontales en la toma de deci-
siones.
No existen en el país leyes que promuevan el acceso a la tierra y, las
que están, son antiguas y su vigencia ignorada o violada por muchos acto-
res. En cambio sí existen las garantías legales y económicas para que la tie-
rra y los recursos naturales se sigan concentrando en pocas empresas nacio-
nales y extranjeras. La tierra no es tratada como un bien social. Sólo a las
comunidades indígenas les ha sido reconocido su
derecho al territorio comunitario. Falta incluir al sector
campesino, que opera con metodologías de produc-
ción comunitaria, dentro de este reconocimiento de
derechos.
Los gobiernos, en todos sus niveles, han
demostrado limitada disposición a diagramar políticas
activas de seguridad y acceso a la tierra que benefi-
cien a los pequeños productores.
4.1 Los resultados
Desde un punto de vista general el trabajo de las organizaciones en el marco
del Programa de Cadenas Productivas ha tenido un elevado impacto econó-
mico11
que se manifiesta en:
Mejora significativa en los ingresos de las familias campesinas.
Un balance de los logros4
11- Lo que ha sido rigurosamente constatado por los especialistas del Programa y por las auditorias externas..
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Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
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Reducción en la mortalidad de las majadas.
Diversificación productiva.
Mejora en los canales de comercialización.
Mejora en el "marketing" de los productos
Las acciones realizadas por las organizaciones han
tenido impacto también en:
La salud de los campesinos.
La educación de los hijos.
La sanidad animal.
La provisión de agua potable.
Desde el punto de vista de la problemática central de
la tierra el trabajo de las organizaciones en el marco
del programa ha permitido:
Poner en relieve la problemática campesina,
instalando el debate sobre la injusta distribución de la
tierra y los recursos naturales.
Alertar a muchas familias campesinas sobre
las posibilidades de defender lo que, por derecho, les
corresponde.
Articular a las organizaciones campesinas en
todos los niveles con el objeto de discutir estrategias
y acciones comunes.
Aumentar la participación de los campesinos
en la resolución de los conflictos por despojos de sus
tierras.
Resolver favorablemente esos conflictos
mediante estrategias jurídicas profesionalmente sóli-
das.
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4.2 Las tareas Pendientes
Profundizar los avances realizados desde el punto de vista producti-
vo, organizativo, comercial y de financiamiento.
Continuar realizando acciones que tengan elevado impacto sobre la
salud de los campesinos, sobre la educación de sus hijos y sobre su forma-
ción continua como productores.
Involucrar a la sociedad civil, sobre todo a la urbana, en el debate y
compromiso de un proyecto agropecuario alternativo al vigente.
Lograr que se considere la formalización de los derechos sobre la tie-
rra para los sectores de pequeños productores como una obligación de los
estados.
Hacer conocer los convenios y declaraciones internacionales
(Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, etc.) y lograr que estos se conviertan en
herramientas que impulsen la puesta en vigencia de esos derechos.
Fortalecer y consolidar la organización campesina nacional, generan-
do alianzas con todas las expresiones que coincidan en los derechos funda-
mentales de los campesinos y campesinas, y aumentar la participación y tra-
bajo en la Coordinación Latinoamericana de Organizaciones del Campo
(CLOC) y en la Vía Campesina.
20. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
19
El trabajo asociativo, una "governance" de las enti-
dades campesinas y de los programas que las apoyan
que opere "desde abajo hacia arriba", el fortalecimiento
institucional de las entidades campesinas, el vínculo
entre sí de estas organizaciones, el establecimiento de
lazos con las Agencias del Estado interesadas en la
problemática jurídica y técnico comercial del sector y
la relación estrecha con los centros de investigación y
enseñanza pueden constituir elementos centrales en la
estrategia de generar un sector campesino ecológica-
mente responsable que pueda, al mismo tiempo, cre-
cer económicamente hasta superar la línea de pobreza
rural e incrementar su capital social a fin de profundizar
los lazos de confianza existentes y utilizarlos para man-
tener sus valores y mejorar sus condiciones de vida.
Desde un punto de vista operativo son centrales, a los
efectos expuestos, la existencia de una oficina jurídi-
ca que pueda apoyar jurídicamente a los campesinos
en su lucha por dotar de formalidad a la tenencia de
la tierra de la que son legítimos poseedores, la exis-
tencia de un servicio de mensuras que pueda apo-
yar técnicamente la labor de los asesores jurídicos,
la generación de fondos rotatorios que puedan
facilitar el acceso a recursos económicos que, ini-
cialmente, no tengan costo financiero, la asisten-
cia de profesionales de la agronomía en la mejo-
ra de todos los aspectos de la producción del
campo, la generación de oportunidades para la
diversificación productiva, la valoración de las
Los aprendizajes
Las asociaciones campesinas en el Programa de Desarrollo de Cadenas Productivas en la Provincia de Córdoba
5
21. Intervenciones integrales en la formalización de la legítima tenencia de la tierra
20
A P E N O C - U C A T R A S - O C U N C - U C A N
competencias adquiridas de manera tácita por los productores, la utilización
de esas competencias para capacitar a sus pares, la generación de Redes de
Comercio Justo, la conformación de grupos asociativos de Compra
Conjunta y el establecimiento de vínculos formales y estables con los secto-
res académicos y con las entidades del sector público.
Ha sido central para la suma de pequeños logros del programa la utilización
del capital social como herramienta de competitividad y el respeto por las
competencias, los tiempos y la cultura campesina.
La experiencia realizada en Córdoba indica que programas que cumplan con
las condiciones expuestas pondrán, si se apoyan sobre legislaciones ade-
cuadas para el sector de pequeños productores, resolver paulatinamente los
problemas centrales que los afectan.