el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
Resumen explicativo apologia de socrates
1.
2.
3. LA APOLOGÍA DE SÓCRATES
LA APOLOGÍA ESTÁ DIVIDIDA EN SIETE PARTES:
I. PROEMIO
II. II. PLAN DE DEFENSA
III. III. DEFENSA DE SÓCRATES
IV. IV. LA MISIÓN DIVINA DE SÓCRATES
V. V. EPILOGO;
VI. VI. CONTRAPROPUESTA TRAS EL VEREDICTO DE CULPABILIDAD
VII.VII. DESPUÉS DE LA IMPOSICIÓN DE LA PENA.
4. I. PROEMIO
• Sócrates se muestra asombrado por la acusación. Niega tener habilidades
oratorias, más tarde hablará de su facilidad para hablar distinguiéndola de los
sofistas. Pide a los jueces que presten atención al contenido de su defensa y no al
estilo o la forma en a que se expresará.
5. II. PLAN DE DEFENSA
Sócrates expone el orden en el que se ocupará de a acusaciones, distinguiendo las
antiguas (informales), de las nuevas (formales) Las antiguas está fundadas en la obra
del comediante Aristófanes, son el origen remoto de la falsa imagen que se tiene de él.
De las nuevas solo hablará en la defensa misma con mayor precisión y más
extensamente.
6. III. DEFENSA DE SÓCRATES
Antiguas Acusaciones
En la defensa empieza apuntando sus
dardos contra Aristófanes, de quien
dice, le creó una imagen que lo pone
como:
• Un indagador de las cosas
subterráneas y las del cielo.
(acusación de ateísmo)
• Acusándolo de convertir el
argumento más débil en el más
fuerte.
• Enseñar lo anterior a otros.
Nuevas Acusaciones
Al defenderse de las nuevas acusaciones, es
decir, las formales que presentó Melito, Anito
y Licón, los identificó como defensores de
los intereses políticos, poéticos y artesanos.
Los que Sócrates había dejado en
circunstancias deplorables. Por esto, le
acusaron de:
• Corromper a los jóvenes
• No creer en los dioses de la polis
• Introducir nuevos dioses a la ciudad
7. IV. LA MISIÓN DIVINA DE SÓCRATES
Luego de defenderse de las acusaciones formales e informales, apela a la misión divina que, según
él tiene en la ciudad. Aquí Sócrates explica la misión última de su indagación, la cual consiste en
buscar la verdad y la felicidad por medio de la razón, además de conducirse éticamente por ésta.
Según él, el dios Apolo, le encomendó esto por medio del oráculo. Para esto él:
• Afrontará el riesgo de morir
• A la hora de cumplir una misión, nunca la abandonará.
• Se dedicará a esta actividad pública y no renunciará a ella en el futuro.
• Lo anterior, porque el hombre bueno, no puede sufrir daño por el malo.
• Los bienes son interiores, están en el alma, el cuerpo es el que sufre daño.
8. V. EPILOGO
En el epilogo, Sócrates argumenta que no apelará a la misericordia de los jueces,
como acostumbran en otras instancias. Lo considera indigno e incompatible con
la función de un juez el tomar determinaciones en base a esto.
9. VI. CONTRAPROPUESTA TRAS EL VEREDICTO DE
CULPABILIDAD
Sócrates no acepta el veredicto de culpabilidad y no acepta una salida digna. Plantea un nuevo argumento:
• Se pregunta si hizo un bien o un mal.
• Se pregunta si merece una recompensa por su labor o un castigo.
• A partir de esto, determina que no hizo ningún mal, pues el dios Apolo le encomendó esta labor por medio del
oráculo. Por lo que merece una recompensa, la que consistiría en alimentación gratis en el Prítaneo
(recompensa reservada para los héroes de la polis).
10. VII. DESPUÉS DE LA IMPOSICIÓN DE LA
PENA
Después de la imposición de la pena, en la que
Sócrates perdió 360 a 141, dirige sus palabras a
los jueces. A los que le inculparon les lanza sus
últimos dardos planteándoles que: no se
beneficiarán ellos, ni a la ciudad asesinando al
hombre más digno y justo; se expondrán a
difamaciones y al desprestigio; y por último, se
verán expuestos a confrontaciones con sus
seguidores, quienes lo tomaran como un
emblema de las injusticias que se cometen en
Atenas.
A quienes lo absolvieron dedica palabras de consuelo,
diciéndoles que el daimon nunca o previno de seguir
hablando, por lo tanto no cometió ninguna falta ni
agresión. Además plantea que la muerte no es un mal de
acuerdo al siguiente dilema:* Si la muerte es ausencia
de conciencia, no hay mal en ella, porque no seriamos
consientes de nada al morir.* Si la muerte es un tránsito
a la otra vida, tampoco sería un mal, porque en la vida
siguiente se reunirá con los grandes sabios.Además,
plantea que para el justo la muerte no es un mal. Se
desprende que Sócrates consideraba a la vida como a
un pesar, como a una carga.