El positivismo lógico sostenía que solo los enunciados empíricamente verificables o basados en la lógica y las matemáticas tenían sentido, mientras que la metafísica, la ética y la estética carecían de sentido. La tarea de la filosofía era analizar el lenguaje y las ciencias para esclarecer conceptos y métodos de verificación, no describir el mundo. El principio de verificación establecía que el significado de un enunciado dependía de sus condiciones de verificación.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
El positivismo lógico y el principio de verificabilidad
1.
2. El Positivismo lógico (también llamado
Empirismo lógico, o Neopositivismo) se
basa en Comte y el 1er. Wittgenstein.
3. La meta de la concepción científica del
mundo es lograr la ciencia unificada, es
decir, lograr conciliar los resultados de
los investigadores individuales con los
demás campos de la ciencia. (…)
La concepción científica del mundo no
conoce enigmas sin resolver.
La dilucidación de los problemas
filosóficos tradicionales conduce a que,
por un lado, se los desenmascare como
pseudoproblemas, y, por el otro, a que
se transformen en problemas empíricos
para, luego, subordinarlos al juicio de la
ciencia experimental.
La tarea del trabajo filosófico consiste en
la dilucidación de problemas y
enunciados, y no en la formulación de
enunciados “filosóficos” propios.
4. Plantea la unidad de
todas las ciencias: los
datos científicos deben
expresarse en forma de
enunciados cuantitativos
de puntos definidos de
espacio-tiempo.
Las ciencias de la
naturaleza constituyen el
modelo de toda
cientificidad.
Así, la psicología científica
deberá plantearse en
términos conductistas
(reduccionismo fisicalista o
fisicalismo).
5. La idea original fue formulada por
Wittgenstein en su Tractatus:
› (W2) “Entender una proposición significa saber lo
que es el caso si la proposición es verdadera.
› No se la puede entender sin saber si es verdadera.
› Para apercibirse del sentido de una proposición
se tiene que tener claro el procedimiento para
establecer su verdad.
› Si no se conoce este procedimiento, entonces no
se puede entender tampoco la proposición…
› El sentido de una proposición es el método de su
verificación”
Los neoempiristas pulieron lo anterior y
obtuvieron lo siguiente:
› (CV) "Una oración constituye una afirmación
cognoscitivamente significativa y puede, por lo
tanto, decirse que es verdadera o falsa
únicamente si es, bien
› 1) analítica o contradictoria, o bien
› 2) capaz, por lo menos en principio, de ser
confirmada por la experiencia"
6. Todos los enunciados
significativos son de dos
clases:
A) los enunciados empíricos
acerca del mundo.
B) los enunciados formales
que son puramente
autorreferenciales.
7. Para los neopositivistas,
cualquier enunciado que no
fuese, o bien un enunciado
formal (de la lógica o de las
matemáticas) o contrastable
empíricamente, carecía de
sentido.
Según Schilick: “El significado
de una proposición es el
método de su verificación”.
8. Este principio mostraba una
forma de analizar enunciados
que fuesen significativos.
Cualquier cosa que no pudiese
verificarse empíricamente, no
tenía sentido.
Es decir, todo lo que no se
pudiera verificar mediante la
observación sensorial, carecía
de sentido.
Lo que una proposición
significaba podría describirse
estableciendo qué la verificaría.
9. El principio de verificabilidad: el
significado de una proposición
está dado por sus condiciones de
verificación y tal proposición solo
es cierta cuando es verificable en
principio.
Es decir, para que alguien pueda
hablar con sentido se debería
poder especificar una manera
empírica de verificar lo que está
diciendo.
Toda proposición que no tenga un
medio empírico de verificar si es
verdadera o falsa es un sinsentido.
¿Cómo verificamos la proposición
‘Esas llaves son de metal’?
¿Y ‘En la cara oculta de la Luna
hay montañas’?
10.
11. Queremos demostrar
que el agua es un
compuesto formado
por hidrógeno y
oxígeno que son dos
gases. Se puede
separar los
componentes del
agua mediante
electricidad en un
proceso conocido
como hidrólisis
12.
13. El famoso criterio de demarcación científica establece que la ciencia tiene
como principal actividad la de verificar o corroborar (o demostrar
formalmente) sus proposiciones.
La seudociencia, en cambio, no es susceptible de verificación alguna,
resulta incomprobable. De ahí, se concluye que la metafísica no es
científica ni puede serlo porque sus enunciados son imposibles de
comprobar porque, además, carecen de sentido y significado.
¿Cómo comprobamos que “el ser es, mientras que el no ser no es”?
¿Qué procedimiento valedero contará para especificar que “Dios ha
muerto porque nosotros lo hemos matado”?
¿Cuál método formal o experimental nos servirá para saber si,
efectivamente, “El mundo mundea al mismo tiempo que la nada nadea”?
Las anteriores expresiones filosóficas de Parménides, Nietzsche y
Heidegger, respectivamente, serán calificadas de seudoproposiciones
porque a pesar que gramaticalmente parecen tener la forma de un
enunciado asertivo, no tienen un valor de verdad.
No son verdaderas ni son falsas, son carentes de significado.
14. El método correcto en filosofía era
esperar a que alguien dijese algo
metafísico, y luego demostrarle
que no tenía ningún sentido.
La metafísica debe ser excluida del
análisis filosófico.
La filosofía debe dedicarse a
analizar las teorías y los conceptos
de la ciencia.
La filosofía debe dedicarse a una
actividad de elucidación. La
filosofía no es una doctrina, sino
una actividad.
La filosofía pone de manifiesto lo
absurdo.
15. La metafísica y la
teología son
rechazadas porque
son conjuntos de
seudoproposiciones
inservibles.
La metafísica expresa
el sentimiento de la
vida, un sentimiento
propio del hombre.
16. El Círculo de Viena propuso que los únicos enunciados con
sentido eran aquellos empíricamente verificables o basados
en la lógica o en la matemática, todo lo demás se
consideraba emotivo.
Como consecuencia, el positivismo lógico sostenía que las
proposiciones de la metafísica (la ética y la estética) no eran
enunciados en lo absoluto.
Los enunciados de la ética y la estética eran órdenes como,
por ejemplo,
“No matarás”;
o exclamaciones básicas de aprobación o desaprobación
como, por ejemplo,
“No me gusta el Impresionismo”, o
“¡Viva el Cubismo!”;
y los enunciados de la metafísica simplemente carecían de
sentido.
17. El principio de verificación fue usado
como una especie de navaja de
Ockham.
La tarea de la filosofía no era descubrir
cosas acerca del mundo, ni intentar
describirlo.
La tarea de la filosofía era redefinir los
métodos de todas las ciencias;
esclarecer los conceptos que manejan,
así como sus métodos de
argumentación.
La filosofía llegó a considerarse un
objeto de estudio de segundo orden.
Los objetos de primer orden, eran
hablar acerca del mundo; entonces,
este objeto de segundo orden era
hablar acerca de su hablar acerca del
mundo.
18. Una investigación de
nuestro uso del lenguaje es
una investigación de la
estructura del mundo, tal
como la experimentan los
seres humanos.
Cuando alguien decía algo
se le examinaba
preguntándole: ¿Cómo
harías para verificar ese
enunciado?, o ¿Qué tipo de
respuesta deseas para esa
pregunta?
19. El principio de verificación nunca llegó a
formularse con propiedad.
El reduccionismo fisicalista ulterior no es
aplicable.
Toda la distinción analítico-sintética ha
sido puesta en duda.
Toda la reducción de enunciados
referentes al pasado a enunciados de
pruebas, presentes y futuras, es errónea.