1. 7 CLAVES PARA MANTENERSE SANOS
Realizar ejercicio diariamente, tener una adecuada
alimentación y trabajar para manejar el estrés son
cuestiones clave. ¿Cómo llevarlas a la práctica? En esta nota
algunas formas fáciles, prácticas y llevaderas de hacer algo
por el organismo todos los días.
Cuidarse, no enfermarse, mantener una buena calidad de vida,
sentirse bien. Todas estas cuestiones parecen requerir un gran
esfuerzo, al menos a priori. En realidad, no es tan difícil: prestando
atención a estas 7 claves simples y prácticas es posible vivir más y
mejor. ¡En marcha!
1.- Ejercítese en forma regular.
A no desesperar: no hacen falta dos horas por día en el gimnasio.
La clave es encontrar una actividad que resulte placentera y que
esté en concordancia con los gustos y posibilidades de cada uno.
Por ejemplo, una persona que siempre disfrutó del aire libre puede
optar por correr, participar en maratones (siempre y cuando cuente
con al apto médico y la autorización del médico de cabecera), jugar
al tenis o al fútbol entre otras actividades, que a medida que pasan
los años pueden ser reemplazadas por otras similares como hacer
caminatas, andar en bicicleta o jugar al golf. Lo importante es la
constancia en el ejercicio.
“Está demostrado que con sólo caminar diariamente es posible
prolongar la esperanza de vida. La ‘cantidad mínima’ a la que
debemos aspirar es 3 veces por semana, 1 hora. También es
importante chequear si estamos transpirando en el momento en que
nos movemos y no debemos dejar nunca de lado las
recomendaciones sobre indumentaria, calzado e intensidad que son
las que nos permitirán prevenir lesiones tanto musculares como
2. orgánicas”, sostuvo el Dr. Sebastián Sevilla, clínico del Hospital
Universitario Austral (HUA).
2.- Reduzca el estrés.
Esta clave está estrechamente relacionada con la práctica de
actividad física debido a que, entre otras cosas, “moverse”
contribuye a liberar endorfinas, los neurotransmisores responsables
de brindarle al organismo la sensación de bienestar y relajación.
3.- Duerma más y mejor.
De esta forma, mejorará su performance laboral y se sentirá mejor
por las mañanas para poder empezar el día con energía. Por otro
lado, descansar bien —hecho que está favorecido por ciertas
cuestiones como no beber café por las noches, evitar llevarse el
trabajo a casa y mucho más aún al dormitorio o dormir en un
ambiente oscuro y silencioso— es fundamental para el buen humor.
4.- Cuide su alimentación.
“Una dieta equilibrada aporta al organismo todos los nutrientes
necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo.
Por otro lado, nuestros hábitos alimentarios influirán en el desarrollo
de muchas de las patologías ‘típicas’ de la adultez”, refirió el Dr.
Sevilla.
“Justamente —agregó el especialista—, el concepto de ‘hábito’ es
clave porque hace referencia a algo que se vuelve común, que se
naturaliza y se incorpora. A eso debemos apuntar, dado que lo
importante es cambiar y adoptar la costumbre de alimentarse
mejor. No sirven las dietas compulsivas con descensos bruscos de
peso que a las pocas semanas son dejadas de lado, provocando que
se vuelva al exceso del inicio”.
Sevilla expresó que los argentinos tendemos a excedernos siguiendo
dietas ricas en grasas saturadas (carnes y fiambres y embutidos),
cuando en realidad lo ideal es tratar de incorporar frutas y verduras
diariamente y en porciones mayores. También son recomendables
los lácteos descremados, el aceite de oliva y las comidas horneadas.
¿Carne? Dos veces por semana. Otra buena opción es el pescado
que contiene omega-3 y favorece el HDL o colesterol “bueno”.
5.- Disminuya el consumo de sal y de azúcar.
Ambos productos están relacionados con patologías como la
hipertensión y la diabetes, respectivamente.
3. 6.- Realice alguna actividad placentera.
“Esto es muy importante porque despejarse y relajarse haciendo
algo que a uno le gusta —ya sea un deporte, leer, pintar, estar con
la familia— contribuye en gran medida a la disminución del estrés,
un factor que ocupa un lugar cada vez mayor entre los factores que
actúan como disparador de patologías orgánicas y psicológicas”,
explicó el clínico del HUA.
7.- Tenga en cuenta que nunca es tarde.
Si bien es ideal es que los hábitos saludables se incorporen desde la
niñez, nunca es demasiado tarde, porque las costumbres sanas
sirven para evitar enfermedades provocadas por una alimentación
inadecuada o sedentarismo en la edad adulta.
“Este es el eje del concepto de prevención. Desde este punto de
vista, siempre es bueno empezar a cuidarse, aún a los 40 ó 50 años,
porque esa es la edad en la que nuestro cuerpo comienza a
‘cobrarse’ todos los excesos y errores de años anteriores”, concluyó
el especialista.
Contacto: Dr. Sebastián Sevilla: SSEVILLA@cas.austral.edu.ar