6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Ensayo: Impacto de las TIC
1. Confesiones: no soy una adicta a las TIC, pero estoy aprendiendo a hackearla
Por Pascuala Silva Terrones.
Desde que tengo uso de razón, la radio es el despertador matutino de mi familia; conforme pasaron los
años, la televisión pequeña, blanco y negro pasó a ser más grande, con una pantalla a colores que
entretenía e informaba algunas horas de la tarde y las noches. Ya en mi juventud, con los primeros
sueldos de docente me animé por comprar una computadora debido a la novedad de la ofimática, de
ese entonces. Seguidamente, vino el gran Internet, el cual me capturó, empleando algunas horas en las
cabinas que quedaban muy cerca de mi casa para ver mi correo y realizar actividades académicas. Hoy
es un huésped más y se lleva mejor con los integrantes más jóvenes de mi hogar.
Actualmente, tengo dos cuentas en Gmail y una en Outlook (Hotmail). Esta última fue mi primera
cuenta, en la que registré como contactos a mis parientes y amigos; con quienes conversaba
ocasionalmente cuando el tiempo y el acceso me lo permitía; pero cuando apareció el Facebook y la
mayoría de mis contactos empleaban este espacio para comunicarse y subir fotos tuve que crearme una
cuenta para hacerme presente con mis saludos por cumpleaños o por fechas especiales. Confieso que
no he sido muy asidua al facebook, pero en algunas oportunidades reviso los perfiles de mis contactos
y sus contactos para conocer lo que últimamente acontecen en sus vidas o encontrar temas de interés
común, marcando con un like si me gusta.
Personalmente, pienso que las tecnologías han ido progresivamente ocupando un papel importante en
mi existencia, pero esto no ha sido aplastante porque no me considero un ente prosumidor que se
apasione por consumir y crear información de todo cuanto me acontece. Hace unos pocos días
realizamos entre compañeros la tarea de googlear nuestros nombres con el fin de conocer nuestro
perfil en la red. Confrontante fue el descubrimiento, al detectar que solamente a partir del 2012
empecé a tener una mayor presencia en la red empleando youtube, gmail y el blogger, recursos
estrechamente vinculados con mi carrera docente, los que me generan una identidad digital
relacionada a la educación, siendo difícil desvincularlo de mi entorno personal.
En el ámbito profesional, desde hace ocho años las tecnologías me acompañan en la planificación de
mi sesión de aprendizaje; aprendí ofimática por la necesidad de organizar la información propia del
trabajo docente. Asimismo, incorporé progresivamente el uso de diapositivas, videos, audios en la
ejecución de mis clases; sin embargo, en estos últimos años producto de la autorreflexión de mi
práctica pedagógica reconocí que no había cambiado mucho mi manera tradicional y expositiva de
realizar las clases, a pesar de emplear algunos recursos TIC mencionados y otros que aprendí en las
capacitaciones organizadas por UGEL.
Entonces, reparé en los objetivos pedagógicos trazados y reconocí que mi forma de concebir la
enseñanza-aprendizaje debía pasar por una transformación para estimular el desarrollo de las
2. competencias de mis estudiantes y éstas no se lograrían sino tenía claro cuáles eran, en qué consistían,
cómo se desarrollan. Este proceso reflexión, en sus inicios fueron bastante difíciles, pues requerían
humildad para aceptar que estaba obstaculizando su aprendizaje. Conforme pasaban los meses la
frustración se convirtió en un desafío y con el apoyo de los docentes de mi institución educativa,
quienes tenían experiencias pedagógicas parecidas, iniciamos nuestra investigación de la realidad
estudiantil, priorizamos las capacidades que los estudiantes requerían desarrollar, propusimos
acuciosamente materiales y recursos pertinentes para lograr aprendizajes significativos.
En el proceso de nuestra intervención pedagógica aprendimos a reconocer nuestras debilidades, sin
temerle al error y al qué dirá el colega. El trabajo en equipo permitió apoyarnos de nuestras fortalezas
para disminuir nuestras debilidades. Cada día fue un reto y una de las limitaciones detectadas y
reconocidas fue el dominio pertinente de los recursos tecnológicos para investigar, aprender,
comunicarnos y producir.
Un ejemplo de ello ocurrió en los inicios de la tarea de intervención pedagógica, descubrí el por qué
de la apatía de la mayoría de mis estudiantes en las actividades propuestas, a pesar del buen trato con
el que socializábamos en clase. Había cerrado los ojos a quiénes son, en muchas oportunidades
censuraba que muestren sus celulares, audífonos en clase.
En una oportunidad, una de mis estudiantes de tercer año de secundaria, a quien la había preconcebido
como una joven poco responsable en su aprendizaje porque se distraía demasiado y participaba poco
me dio una gran lección. Un día cuando realizábamos una actividad del plan lector me acerqué un
poco más a ella y le pedí que me muestre lo que a hurtadillas observaba y distraía a su grupo de
trabajo; entonces, me mostró su tablet diciéndome rápidamente “aquí tengo libros descargados y he
leído dos en este mes porque me han parecido interesantes”; me habló de programas y de páginas web
que jamás había oído. Me sentí avergonzada, primero por calificarla de ociosa en la clase y otra porque
me hablaba de sus entornos de aprendizaje que había gestionado para aprender.
Así que le solicité comparta en una siguiente clase acerca de lo que ella realizaba en las redes y para
sorpresa mía; muchos de sus compañeros de clase también venían haciendo lo mismo, es decir,
empleando la red para ampliar intereses vocacionales. No todo era “relax” como en ese entonces
pensaba sobre la forma que mis estudiantes empleaban las TIC; sabía que no era suficiente, pero su
profesora, es decir “yo” tampoco estaba preparada para acompañarlos en esta travesía e impulsar la
gestión pertinente de sus propios entornos de aprendizaje.
Tal como señala Piscitelli (2012), debemos revisar nuestras prácticas docentes para rediseñarlas desde
la problemática más amplia producto de las mutaciones de este siglo. En los últimos años,
institucionalmente hemos desarrollado proyectos por áreas y luego de manera transdisciplinaria,
propuestas socializadas y validadas por los estudiantes partiendo de una situación problémica. Los
estudiantes aportaban propuestas de actividades y productos a lograr al final del proyecto.
3. Esta forma de trabajo demandó generarme tiempo para desarrollar mis habilidades informacionales
como revisar páginas de interés y de actualidad en el Internet; textos dinámicos, cortos, los cuales me
sirvieron para ejercitar la selección de información, la comprensión y reflexión de la información en
los estudiantes. En otras sesiones empleé sus dispositivos móviles como smarphones, tablets, mp4 para
desarrollar las capacidades planificadas realizando trabajos colaborativos como grabaciones de
programas radiales, entrevistas; éstas actividades se sumaron al uso de las XO y las PC del aula de
innovaciones en determinados momentos del proyecto.
Esta apertura solucionó en parte los problemas de compromiso que los estudiantes tenían por sus
aprendizajes y disminuyó las dificultades para acceder al aula de innovaciones de la I.E.; pero por otro
lado generó otros problemas relacionados a la comunicación con los padres, impulsándonos a romper
progresivamente con nuestra tradicionalmente forma de vivir la educación. Estas vivencias recientes
han sido una razón poderosa para estar en la Maestría en TIC, un espacio formal para desarrollar la
investigación y el crecimiento profesional, el que a su vez, me estimula al autoaprendizaje por medios
menos formales, porque la formación y el perfeccionamiento del profesorado, posiblemente sea una de
las piedras angulares que determine la incorporación de los medios al terreno de la enseñanza; tal
como lo señala Cabero (2014).
Si bien es cierto, en estos momentos la Maestría en TIC, con la riqueza de aportes presentados por los
profesores y compañeros me está permitiendo indagar y organizar información acerca de las
concepciones del aprendizaje, los materiales y los recursos que emplearé para la mejora de mi práctica
pedagógica; pienso que lo más rico es la apertura para someter a juicio lo que pensamos, gestionamos
y empleamos. Esta reflexión y planteamientos de ideas de cambio están íntimamente relacionados con
mi práctica docente, la gestión institucional (estudiantes, padres de familia y comunidad) en relación al
uso real y al deseado de las Tic en la escuela. Es necesario, seguir aprendiendo a través del
cuestionamiento si empleo y emplearé de una manera genuina y oportuna con relación a situaciones
contextualizadas porque las TIC son un soporte presente en nuestras vidas.
Sé que ahora mi labor como docente ha recuperado sentido, pues no me veo como transmisora de
información desfasada, sino como un ente que aprende y busca emprender cambios en la práctica.
Asumo, que el docente siempre debe mantener un espíritu investigador para aportar, para generar
reflexión en lo que hacemos y responder al cómo, por qué y para qué lo realizamos, buscando
estimular las competencias informacionales, el aprender a aprender y la creatividad en los estudiantes;
pues el impacto de las tecnologías tiene que ser a favor de su desarrollo personal y la comunidad.
Referencias
Cabero, J. (2014). La formación del profesorado en Tic: modelo TPACK. Sevilla: Secretariado de Recursos Audiovisuales y
las Nuevas Tecnologías de la Universidad de Sevilla. En: tecnologíaedu.es/tecnoedu/images/stories/tpack.pdf
Piscitelli, A. (2012). Aprende a emprender. Buenos Aires: Santillana.