3. ¿Cuál es el problema?
En ocasiones, el feto puede crecer hasta ser más grande de lo esperado y nacer con un
peso alto. Cuando se sospecha un crecimiento excesivo del feto durante el embarazo, la
madre puede tener visitas prenatales y pruebas programadas adicionales para evaluar su
salud y la salud del feto en desarrollo.
¿Por qué es esto importante?
Esto es importante para poder detectar si hay signos de deterioro en la condición del feto o si
se han desarrollado complicaciones en la madre. Las combinaciones de pruebas y la
frecuencia especificada varían con las políticas y los protocolos locales. Las pruebas pueden
incluir recuento de los movimientos fetales, evaluación de la frecuencia cardíaca fetal
(cardiotocografía), comprobación de la glucosa sanguínea de la madre o el uso de ecografía
para exámenes del crecimiento fetal, revisión con ecografía Doppler de los vasos
sanguíneos fetales y evaluación del volumen de líquido alrededor del feto.
¿Qué evidencia se encontró?
El 10 de agosto 2015 se buscaron estudios pero no se encontraron ensayos controlados
aleatorizados que consideraran los efectos de realizar pruebas adicionales sobre los
resultados de salud en las pacientes embarazadas con un crecimiento excesivo del feto
después de las 20 semanas de gestación.
4. ¿Qué significa esto?
Se necesitan ensayos controlados aleatorios en esta área para informar la práctica clínica cuando se
identifican fetos grandes durante un embarazo, para evaluar si las pruebas o la vigilancia adicionales
pueden mejorar la salud de estas embarazadas y sus fetos. También es importante identificar
cualquier efecto perjudicial asociado con las pruebas y la vigilancia adicional, ya que la identificación
de las embarazadas con presuntos fetos grandes puede provocar ansiedad materna innecesaria con
investigaciones e intervenciones adicionales, que incluyen la inducción del trabajo de parto o la
cesárea.
Conclusiones de los autores:
No se encontraron ensayos controlados aleatorizados que evaluaran el efecto de los regímenes
prenatales de vigilancia fetal de un presunto feto con TGEG sobre resultados importantes de salud
para la madre y el feto.
Durante las últimas décadas ha habido un incremento de la prevalencia de fetos con TGEG en
muchos países. Por lo tanto, se requieren estudios de investigación sobre los regímenes de
vigilancia prenatal de los presuntos fetos con TGEG para guiar la práctica y mejorar los resultados
de salud para la madre y el feto. En concreto, serían útiles los ensayos controlados aleatorizados
que investiguen si las evaluaciones prenatales seriadas en el consultorio y la evaluación ecográfica
de los presuntos fetos con TGEG (que incluyen el volumen del líquido y los marcadores de
adiposidad fetal) y evalúen si los métodos de vigilancia mejoran los resultados de salud. Además,
como existe preocupación con respecto a que la identificación de los presuntos fetos con TGEG
puede provocar ansiedad materna, investigaciones e intervenciones innecesarias, dichos ensayos
necesitarían evaluar los riesgos, así como los efectos beneficiosos de los regímenes de vigilancia
fetal para los presuntos fetos con TGEG.
5. Antecedentes:
Las políticas y los protocolos varían mucho para la vigilancia fetal en un embarazo donde el
feto tiene un tamaño presuntamente grande para la edad gestacional (TGEG). Todos al final
terminan en decisiones acerca de la forma y el momento del parto. Se sabe que el TGEG se
asocia con mayores riesgos para la madre y el feto. Las intervenciones basadas en los
resultados del régimen de vigilancia se pueden asociar con riesgos para la madre y el feto.
Objetivos:
Evaluar la efectividad o la eficacia de diferentes métodos de vigilancia prenatal en fetos
presuntamente grandes para la edad gestacional sobre resultados importantes de salud para
la madre y el feto.
Métodos de búsqueda:
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto
(Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (30 de agosto 2015),clinical trials .gob y la WHO
International Clinical Trials Registry Platform (IICTRP) (21 de agosto 2015).
6. Criterios de selección:
Ensayos cuasialeatorizados y aleatorizados grupales publicados y no publicados que
compararon los efectos de regímenes prenatales descritos de vigilancia fetal en
pacientes con fetos presuntamente grandes para la edad gestacional.
Obtención y análisis de los datos:
No se identificaron estudios que cumplieran con los criterios de inclusión de esta
revisión.
Resultados principales:
No se incluyeron ensayos.
7. El advenimiento de la tecnología en los tiempos modernos, ha cambiado en forma
notable la práctica de la obstetricia y dentro de esta, sin duda que la ultrasonografía
representa el avance más significativo en el diagnóstico y tratamiento obstétrico en las
últimas tres décadas, constituyéndose en la fundamental herramienta de la Auxología
fetal (1,6, 7-10,12-19, 38,40) y en la conducción del embarazo de alto riesgo (EAR). Es
por ello que; a pesar de la información relacionada con el crecimiento fetal y de las
diferentes estrategias diseñadas para su estudio (1-43), se hace necesaria e
impostergable una revisión y actualización de estudios perinatales que aporten nuevos
datos sobre biometría fetal, que estén apoyados en equipos ecográficos cada vez más
modernos, de igual manera, deben ser integrados al estudio fetal, formas vanguardistas
de interpretación de resultados estadísticos que puedan contribuir a dar mayor precisión
a estos resultados como pudiera ser el Z score tanto en la biometría ecográfica, así
como, la flujometría Doppler (11)
8. La evaluación del crecimiento fetal y de sus desviaciones constituye un reto al que diariamente se
enfrenta el médico que emplea la ultrasonografía como recurso auxológico o antropométrico fetal,
pero una vez que obtiene múltiples medidas de su cuerpo y procede a la estimación del peso de
éste, a través de innumerables fórmulas matemáticas (12) en las que indudablemente influye la
calidad de las medidas (13, 41), se encuentra con un hecho irrebatible cual es, que dicho cálculo
se aparta de la realidad entre un 5 a 20%, cifra que se incrementa cuando las desviaciones
ponderales se ubican hacia los extremos superiores o inferiores de la distribución gaussiana
(37,38). La tipificación del crecimiento fetal como adecuado (AEG), grande (GEG) o pequeño
(PEG) se ha basado en criterios estadísticos que utilizan como referentes las medidas de
tendencia central y de dispersión (promedios y desvío estándar), o de posición (mediana y
percentiles), y dentro de estos criterios son múltiples las conceptualizaciones para cada una de las
circunstancias que se pretenden definir, así para fetos PEG se usa el criterio de la ubicación del
peso estimado por debajo de 2 las 2 desviaciones estándar (-2 DE), o la ubicación por debajo del
percentil 10, 5 o 3, mientras que para el feto GEG, el peso estimado ubicado en +2DE, o por
encima de los percentiles 90 o 95. Como complemento a estos criterios se ha venido incorporando
el denominado Z score como herramienta que toma en cuenta la biometría actual, los valores de
referencia para el parámetro evaluado y el desvío estándar del mismo, con lo que se pretende
disminuir la limitante de una simple medida comparada con el valor promedio, su desviación
estándar o ubicación percentílica en la tabla de referencia. Este sistema de puntuación ha venido
siendo empleado por numerosos autores (4, 17, 30, 35) y recomendado por la OMS para la
construcción de tablas auxológicas actualizadas (43).
9. Resulta evidente que hasta el momento no existe un criterio unánime, de general
aceptación y aplicación para la tipificación del crecimiento fetal normal y de sus
desviaciones, lo que trae como consecuencia una sub o sobre valoración del
diagnóstico de estas, con la subsecuente información errada hacia el paciente
induciendo una iatroasiogénesis y, en no infrecuentes ocasiones, la toma de
decisiones erradas que conducen a la interrupción a destiempo de un embarazo,
que por lo demás iba evolucionando con toda normalidad, conocidas son las
repercusiones de la ansiedad materna sobre el curso del embarazo y el feto (2)