1. Desprendimiento de Retina
¿Qué es la retina?
La retina es una delgada capa de nervios que cubre el interior del ojo. Está adherida a la
superficie interna del globo ocular y juega un papel semejante al de la película en una
cámara fotográfica. Cuando la luz entra en el ojo, pasa a través de la córnea, y el
cristalino la enfoca en la retina; ésta transforma la energía luminosa en una impresión
visual y transmite la información al cerebro por medio del nervio óptico. Hay que
distinguir dos partes de la retina:
• La parte central que es la mácula, el “ojo del ojo”. Nos permite la visión con
mayor detalle. Se utiliza para leer, conducir, etc.
• La parte periférica. Es la responsable de la visión que tenemos cuando estamos
leyendo, y por ejemplo entra una persona en la habitación: no la vemos con
detalle pero la percibimos.
Para que pueda funcionar bien, la retina debe ser nutrida por la capa que está detrás de
ella: la coroides. Cuando la retina se “desprende” se separa de la coroides, flota en el
humor vítreo y deja de funcionar. Si no se trata a tiempo, esta enfermedad puede
conducir a un deterioro importante e incluso a una pérdida completa de visión.
Tratamiento
El desprendimiento de retina afecta a una de cada 10.000 personas por año,
aproximadamente. Este problema ocular puede aparecer a cualquier edad, aunque
generalmente ocurre en adultos de más de 30 años.
Los desprendimientos de retina no tienen una única causa, aunque en la mayoría de los
casos el vítreo es el responsable de la lesión. Dicha sustancia, un gel que rellena el ojo,
puede enfermarse, contraerse, fibrosarse, inflamarse, todo lo cual actúa sobre la retina,
separándola de la coroides. A menudo los desprendimientos son precedidos por
agujeros o desgarros retinianos, cuyos síntomas son puntos negros en la visión o
destellos luminosos.
Con respecto al tratamiento, conviene diferenciar dos estadios:
• Roturas y agujeros. Se deben tratar inmediatamente con láser o aplicación de
frío (criocoagulación), consiguiendo una soldadura o bloqueo del desgarro. Esto
evita que se filtre líquido entre la retina y la coroides y se desprenda la retina.
2. • Si no se consigue la oclusión, el desgarro terminará en un desprendimiento de
retina y se debe pasar al tratamiento quirúrgico. La urgencia vendrá dada si el
desprendimiento compromete la mácula, en cuyo caso se pone en riesgo la
visión central.
Cirugía, láser y crioterapia
• Cirugía: Para solucionar el Desprendimiento de Retina, los desgarros o agujeros
deben cerrarse para evitar que pasen líquidos debajo de la retina. Como esta
membrana es extremadamente delicada es imposible suturar y cerrar el desgarro
directamente. La reaplicación de la retina depende del cierre indirecto del
agujero por la producción de una depresión o pliegue de la capa externa del ojo
en ese sitio. Por lo general se crean las depresiones suturando pequeñas partes de
silicón en la superficie sobre la región del agujero. Se produce una ligera
inflamación con diatermia (frío intenso) o fotocoagulación láser de manera que
la retina se adhiera a la depresión escleral y el agujero se cierre
permanentemente. El líquido que se encuentra debajo de la retina se evacúa
haciendo una abertura en la capa externa del ojo. A veces se necesita inyectar
solución salina, aire, gases especiales o silicón líquido dentro del ojo para
ayudar a aplanar la retina.
• Láser: El láser se utiliza tanto en el tratamiento preventivo de los desgarros
retinianos (antes de que se desarrolle un desprendimiento) como en la curación
del desprendimiento de retina, en combinación con las técnicas quirúrgicas. Su
tarea es cauterizar y sellar las capas de la retina, fortaleciendo la adherencia
entre dicho tejido y la coroides.
• Crioterapia: La terapia por el frío produce la cicatrización en el área del
desgarro, evitando así el desprendimiento. Este tratamiento se usa por sí solo o
en combinación con procedimientos de depresión escleral. Se usa en los casos en
que el tratamiento con láser no se puede aplicar adecuadamente.
Recuperación
Cuando en el vítreo existe una cicatrización anormal, un tejido fibroso o una
hemorragia, la retina puede ser atraída hacia dentro del ojo y desprendida de su posición
normal. En estos casos es necesario practicar una vitrectomía: se introducen pequeños
instrumentos en el ojo a través de pequeñas aberturas laterales, se succiona y corta el
vítreo enfermo, se lo extrae y en su lugar se repone líquido o gas.
Cada desprendimiento de retina es diferente; los procedimientos quirúrgicos y
tratamientos postoperatorios serán diferentes. En muy pocos casos se obligará al
paciente a mantener reposo, gran parte de las cirugías son ambulatorias, el paciente
puede caminar inmediatamente después de la operación, para continuar con las
indicaciones y cuidados en su hogar. Como se necesita tiempo para que la retina se
pegue firmemente, las actividades físicas al principio serán moderadas, debiendo evitar
levantar cosas pesadas, y esforzarse en cualquier actividad, para luego llevar una vida
normal según progrese la curación