Este documento resume la vida y obras del filósofo romano Anicio Manlio Severino Boecio (480-524). Boecio tradujo obras de Aristóteles y Porfirio al latín y comentó temas lógicos como las proposiciones y silogismos. También escribió su famosa obra "Consolación de la Filosofía" y trató conceptos como la existencia de Dios, la providencia, la libertad, la persona y la eternidad. Boecio tuvo una gran influencia en el desarrollo de la lógica y la
1. LA PRE-ESCOLASTICA
2.1. ANICIO MANILO SEVERINO BOECIO (480-524)
“Símaco y su yerno Boecio, hombres de
antigua nobleza, se contaban entre los más
acreditados senadores romanos, revestidos
ambos de nobleza consular. Los dos se
dedicaron a la investigación filosófica y
destacaron por su sentido de justicia. Se
mostraron muy dadivosos, llegando a utilizar
sus riquezas a favor de sus conciudadanos y
de los forasteros; y precisamente por esto
adquirieron una gran nombradía, pero
también atrajeron la envida de hombres
corrompidos por la perfidia. Teodorico,
persuadido por las calumnias de éstos, los
condenó a muerte bajo la acusación de
tramar una rebelión y mandó confiscar sus
bienes” (Procopio de Cesarea, en su Guerra
de los Godos).
2. Boecio ha sido definido como el “último de los romanos y el
primero de los escolásticos”. La tarea que llevó acabo de
manera conciente consistió en dar a conocer a los latinos la
cultura griega. Él organizará el “marco tradicional” a través del
cuál se pudo trasmitir y dar continuidad a la vida intelectual. En
una carta a Símaco, Boecio le comenta su intención de estudiar
todas las ciencias que llevan a la filosofía: aritmética, música,
geometría y astronomía.
Con este propósito proyecta traducir al
latín y comentar todas las obras de lógica,
moral y física escritas por Aristóteles y la
traducción y comentario de todas las
obras de Platón, con la intención de poner
de relieve el acuerdo substancial que
existe entre ambos filósofos. Debido a su
muerte prematura, no pudo llevar acabo
este ambicioso proyecto, pero logra
traducir algunas obras de Aristóteles y de
Porfirio.
3. LOS UNIVERSALES Y
EL “CUADRO LÓGICO DE LA OPOSICIÓN”
Según algunos historiadores el problema de los UNIVERSALES
ES EL PROBLEMA de la escolástica, y este problema pasó a la
escolástica a través de Boecio. Al comentar la Isagoge de
Porfirio, Boecio se enfrenta con tres cuestiones propuestas por
dicho autor: a) Si los universales subsisten en sí mismos o
son simples concepciones del espíritu.
b) Si son sustancias corpóreas o incorpóreas.
c) Si son incorpóreos, si se hallan separadas de
lo sensible o puestas en ellas.
Porfirio se planteó esto, pero no propuso ninguna solución.
Boecio, siguiendo a Alejandro de Afrodisia, sugiere determinadas
respuestas, que pueden resumirse en lo que será denominado
“realismo moderado”. El universal existe en cuanto universal
sólo en el intelecto, y por esto es incorpóreo. En la realidad no
existe el hombre universal, sino hombres individuales. Los
universales se obtienen abstrayendo los caracteres comunes de
los hombres individuales.
4. “Platón piensa que los géneros,
especies y otros universales no sólo
son conocidos con independencia de
los cuerpos, sino que existen y
subsisten fuera de ellos; en tanto que
Aristóteles piensa que los incoróreos
y los universales son objeto de
conocimiento, pero que solamente
subsisten en las cosas sensibles.
Mi intención no ha sido decidir cuál de estas opiniones es
la verdadera, ya que ello corresponde a una filosofía más
alta. Nos hemos limitado a seguir la opinión de Aristóteles,
no porque nos inclinemos preferentemente por ella, sino
porque este libro ha sido escrito en vistas a las Categorías,
cuyo autor es Aristóteles” (Boecio, Commentaria in
Porphyrium a se translatum, lib. I ; PL 64, 86ª)
5. Además de traducir y comentar algunos escritos lógicos de
Aristóteles y de Porfirio. Boecio también es autor de sus propios
tratados lógicos: Introductio ad categoricos syllogismos, De
syllogismo categorico; De syllogismo hypothetico, De divisione,
De diferentiis topicis.
Apuleyo se había interesado por las
relaciones entre las cuatro proposi-
ciones clásicas (universales, particu-
lares, singulares e indefinidas) y al
analizarlas afirma que es conveniente
presentarlas en quadrata formula, y
las dispone de la siguiente manera:
UA UN
PA PN
Apuleyo hablará de relaciones contradictorias, contrarias y
subcontrarias. Este cuadro será completado por Boecio cuando
le agregue las relaciones subalternas. Además Boecio introducirá
términos como “sujeto”, “predicado” y “contingente” que serán
clásicos en la filosofía. Posteriormente los lógicos medievales
utilizarán la simbología de las proposiciones que llegará a ser
clásica: A,E,I,O; procedentes de “nEgO; y de AdfIrmo”.
6. LAS PROPOSICIONES Y LOS SILOGISMOS HIPOTÉTICOS
Boecio trabajó sobre las proposiciones y los silogismo
hipotético. Primero distingue entre dos tipos de proposiciones
hipotéticas: las accidentales y las necesarias. Y luego, siguiendo
a Aristóteles –que utilizaba letras y no números como los
estóicos- representa las posibles variantes de los silogismos.
1. Si A es, B es; ahora bien, A es; entonces, B es.
2. Si A es, es B; ahora bien, B no es; entonces, A no es.
3. Si A es, B es; y si B es, C debe ser; pero entonces: Si A es, también C
debe ser.
4. Si A es, B es; y si B es, también debe ser C; pero C no es; luego A no es.
5. Si A es, B es; Si A no es, C es; entonces Si B no es, C es.
6. Si A es, B no es; si A no es, C es; Entonces, Si B no es, C es.
7. Si B es, A es; Si C es, A no es; supuesto esto, si B es, es necesario que C
no sea.
8. Si B es, A es; y si C no es, A no es; entonces, si B es, C será.
9. Si se afirma “ o A es, o B es” (entonces), en el caso de que A sea, B no
será; y si A no es; B será; y si B no es, A será; y si B es, A no será.
10.La proposición que afirma “o A no es, o B no es” significa, sin duda, que
si A es, B no puede ser.
7. JUICIO: Boecio, por lo
que respecta a la lógica,
no es demasiado original:
es más refinado que
original. En realidad, su
importancia no se basa
tanto en lo que haya
aportado personalmente
a la lógica –contribución
sin duda escasa- como
en las informaciones que
nos proporciona sobre la
lógica antigua y sobre el
influjo que ésta ejerció en
la elaboración de la
lógica medieval.
8. SOBRE “DE CONSOLATIONES PHILOSOPHIAE”
Esta obra está redactada en prosa y verso y la escribió estando
en la cárcel de Pavia. Son innumerables los filósofos que la han
comentado y en los que ha influido. Presenta a un hombre
abrumado por las desdichas de la vida al que se le aparece la
Filosofía personificada, conversando sobre temas teológicos,
metafísicos y éticos que se consideraban fundamentales.
La Filosofía le muestra el contraste entre los
bienes mudables de esta tierra y los bienes
eternos que se obtienen mediante la
contemplación del bien y la práctica de las
virtudes, por lo que el interlocutor comprende que
está llegando a un reino del cual se halla
desterrada toda zozobra, el reino de la ciencia
divina “ que precede a todas las cosas” y el reino
de una Providencia que tiene siempre presente al
hombre. Con ello se engendra un estado de
espíritu que es estóico por la voluntad de
resistencia y cristiano por la fe en la Providencia.
9. La estructura del libro es la siguiente: Libro I: Todas las cosas
son regidas por Dios. El hombre toma conciencia de su origen
y de su destino mediante un volver sobre sí mismo. La
verdadera felicidad no puede consistir en los bienes aleatorios
de la fortuna. Hay que buscarla en la interioridad, en el valor
intelectual y moral del alma inmortal. Todos los bienes
exteriores son ficticios.
Libro II: El verdadero sabio no confía en la
fortuna ni en sus bienes ficticios, no pone en
los bienes exteriores su afición y se da cuenta,
en el momento en que los posee, de que su
valor no puede provenir más que del sentido
humano y moral con que de ellos se use.
Libro III: Sin embargo, no basta buscar la
verdad y la virtud en uno mismo, sino que
es preciso salir de sí en busca del origen y
fin de ellas, que es Dios, que es el Bien
universal y supremo. Dios gobierna y
dirige las cosas al Bien.
10. Libro IV: Trata de conciliar la
bondad divina con la existencia del
mal en el mundo. La desdicha es
útil a los hombres. Es importante
comprender que Dios gobierna el
mundo y que su Providencia tiene
en cuenta la libertad humana.
Distingue entre Providencia y
destino.
Libro V: Plantea el problema de la
presciencia divina, que conoce
nuestra libertad y nuestros actos
futuros en el contexto de la
eternidad.
Establece la existencia del libre albedrío como consecuencia
necesaria de la razón. Hay grados de libertad. Dios es justo al
premiar o castigar. No es vana la esperanza en Dios, ni son
inútiles las oraciones.
11. LA NATURALEZA Y LA EXISTENCIA DE DIOS
En el Libro III de “La Consolación” nos dice:
“Hay que reconocer que Dios, el ser
supremo, contiene en sí el bien sumo y
perfecto”. Boecio identifica siempre a Dios
con la perfección, y, siendo Dios perfecto,
también lo identifica con el Bien. Al hacer
esto –unir Dios y Bondad-, Boecio ve en el
mal no una forma de ser, sino una carencia
de ser –postura similar a la agustiniana-.
En el Libro I de “La Consolación” nos dice que lo que nosotros
consideramos bienes (poder, riqueza y fama), no lo son
realmente; el único Bien es Dios mismo. Pero ¿es seguro que
Dios exista? Para probar la existencia de Dios, Boecio sigue tres
caminos. a) El argumento aristotélico:
Nada puede existir sin una
Causa Primera a la que todos
llamamos, Dios.
12. b) Esta prueba empieza afirmando que nuestro
mundo es imperfecto, en un segundo momento
señala que la imperfección es inconcebible si
no se compara con la perfección absoluta, es
decir, si no se compara con Dios perfecto.
c) La tercera se desarrolla en el plano moral y es paralela a la
anterior. Señala que en nuestra vida existen males y vicios, los
cuales no podríamos entender si no existiera un Bien, gracias al
cual existe un criterio para juzgar lo mas o menos bueno.
Concluyamos: Para Boecio es claro que
Dios es la Suma Perfección, es Providente,
es Bueno y Todopoderoso; sin embargo,
con esto surge una pequeña dificultad:
¿Cómo compaginar la libertad humana con
la infinitud de Dios?
13. PROVIDENCIA Y LIBERTAD
Para Boecio una cosa es la previsión
divina y otra la libertad humana. En el
Libro V de “La Consolación” dice: “Si la
Providencia ve algo como presente, es
necesario que esto exista, aunque tal
necesidad no le venga de su propia
naturaleza. Ahora bien, Dios ve como
presentes los futuros que dependen de
la voluntad libre; tales futuros, pues,
referidos a la mirada divina, resultan
necesarios por la condición que se les
agrega del conocimiento divino, pero en
sí considerados, no pierden el carácter
de libres, inherentes a su naturaleza”.
14. EL CONCEPTO DE PERSONA
Uno de los autores más influyentes en
la historia de la noción de persona es
Boecio. En su “Liber de persona et
duabus naturis”, Boecio proporciona la
definición que fue tomada como base
por casi todos los pensadores
medievales: “Persona est naturae
rationalis individua substancia” -La
persona es una substancia individual
de naturaleza racional-. La persona es
una substancia que existe por derecho
propio y es perfectamente
incomunicable. El ser de la persona es
un ser suyo, de este modo podríamos
anotar que lo distintivo de la persona
es la propiedad.
15. EL CONCEPTO
DE
ETERNIDAD
Boecio, distingue la eternidad de Dios y la posible eternidad
del mundo. Para ello acuña dos vocablos. Por un lado, hay la
sempiternidad “sempiternitas”, la cual transcurre en el tiempo,
“currens in tempore”. Por otro, hay la eternidad “aeternitas”, la
cual constituye lo eterno estando y permaneciendo, “stans et
permanens”. La eternidad es la posesión entera, simultánea y
perfecta de una vida interminable, “interminabilis vitae tota
simul et perfecta posessio”.