Las cuentas de orden son cuentas que controlan operaciones contingentes que no afectan el balance, como avales, litigios o mercancías en consignación. No están normadas, por lo que cada empresa establece su estructura de acuerdo a sus necesidades. Representan compromisos y contingencias que podrían afectar la situación financiera futura, aunque actualmente no modifican los estados financieros. La contabilización puede ser directa entre cuentas de orden o mixta con cuentas de balance cuando los valores contingentes se vuelven reales.