2. A partir de la década de 1970 muchos gobiernos y organizaciones sociales empezaron a sentir
una seria preocupación por el deterioro ambiental, se realizaron reuniones y como resultado
de ellas se formularon recomendaciones para seguirse en todo el mundo, con el objeto de
promover la creación de instituciones y leyes que abordaran el tema ambiental en los países.
De esta manera, nació el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
que hasta la fecha se encarga de vigilar los temas ambientales en todo el mundo.
A partir de la década de 1970 muchos gobiernos y organizaciones sociales empezaron a sentir
una seria preocupación por el deterioro ambiental, se realizaron reuniones y como resultado
de ellas se formularon recomendaciones para seguirse en todo el mundo, con el objeto de
promover la creación de instituciones y leyes que abordaran el tema ambiental en los países.
De esta manera, nació el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
que hasta la fecha se encarga de vigilar los temas ambientales en todo el mundo.
3. El desarrollo sustentable es un estilo de desarrollo que permite satisfacer las necesidades de
las sociedades actuales, sin que esto represente una merma en los recursos naturales, de los
cuales dependerá el bienestar de la humanidad. El desarrollo sustentable busca superar la
pobreza, de forma que tanto en el presente como en el futuro, sea posible que las sociedades
humanas mantengan una calidad de vida adecuada. Aunque la idea parezca muy elemental,
sus implicaciones son muy importantes y profundas. El desarrollo sustentable tiene como
condición básica y fundamental, que los recursos naturales no se agoten ni se deterioren, lo
cual requiere necesariamente que cambien las formas de producción y consumo de la
sociedad.
Cómo usar y preservar la biodiversidad.
La creciente preocupación por la destrucción de los recursos naturales, ha llevado a las
sociedades y los gobiernos a impulsar alternativas encaminadas a un uso y explotación
adecuados de la biodiversidad. Estas alternativas se clasifican en tres rubros: a) la protección y
conservación de los ecosistemas naturales y su biodiversidad, b) el uso sostenible y equitativo
de los recursos naturales con la perspectiva de mejorar las condiciones de vida de toda la
población y c) la restauración de áreas deterioradas. A continuación se examinan algunos
detalles de estas tres estrategias.
4. Protección y conservación en áreas naturales protegidas.
Las áreas naturales protegidas son la mejor opción para conservar la biodiversidad. Se
definen como las áreas marítimas y terrestres de un país, destinadas especialmente a la
protección de la diversidad biológica y de sus recursos naturales y culturales. En estas áreas
también se pretende garantizar la provisión de bienes y servicios ambientales
indispensables para la sociedad. Se estima que actualmente 10% de la superficie de la
Tierra se encuentra en algún régimen de protección que suman cerca de 30,000 áreas.
Estas áreas tienen distintas características, y por tanto, reciben distintos nombres: parques
nacionales, reservas de la biosfera, áreas de protección de flora y fauna, monumentos
naturales y paisajes protegidos, entre otras categorías. Los gobiernos y la sociedad de
diferentes países han dado una atención muy desigual a las áreas naturales protegidas.
Uso sostenible de los ecosistemas naturales.
El desarrollo de las sociedades se basa en los ecosistemas naturales como fuentes de un
sinfín de recursos. Cuando se realiza adecuadamente, la extracción de organismos de la
naturaleza no implica la transformación profunda o la destrucción de los ecosistemas; por
el contrario, hace posible que los usemos de forma permanente.