El documento habla sobre los programas y objetivos para mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores. Propone articular las instituciones de promoción social con la familia para brindar apoyo afectivo y servicios como salud, vivienda, recreación y cultura a los adultos mayores, considerando su situación psicosocial. Describe programas de salud, vivienda y atención, así como la valoración de necesidades de los adultos mayores centrada en lo físico, psicosocial y su entorno.
2. INTRODUCCIÓN
Los planes y programas orientados a mejorar la actual
situación de la población adulto mayor, no solo deben
estar dirigidos por instituciones de promoción social,
sino también por otra gran institución que no
debemos dejar de darle la importancia que merece: LA
FAMILIA, que constituye el soporte afectivo y su
participación efectiva en la adaptación del adulto
mayor a su nueva situación, la que muchas veces se
traduce en desequilibrios en la esfera psico-social.
3. Sin embargo, el proceso de modernización esta
cambiando estos patrones de conducta, de allí que es
necesario articular las instituciones señaladas, de tal
manera que nuevas estructuras de servicios
reemplacen, por lo menos parcialmente la
participación familiar en la atención del adulto mayor
de lo contrario será cada vez más frecuente la imagen
de un adulto mayor aislado entregado a la soledad y no
visto como persona con dignidad humana.
4. OBJETIVOS
Mejorar la calidad de vida de toda la población adulta
mayor.
Promover el desarrollo integral de los adultos mayores.
Asegurar servicios idóneos de salud y seguridad social,
vivienda digna, recreación y cultura, que permita a los
adultos mayores mantener una actividad física,
intelectual, afectiva y social, priorizando a los sectores
de mayor pobreza.
5. PROGRAMAS DE SALUD
El definir la salud de las personas que envejecen no en
términos de déficits, sino de mantenimiento de la
capacidad funcional, resulta importante para
establecer una estrategia adecuada de cuidados así
como las orientaciones para cada uno de los posibles
servicios de salud destinados a las personas adultas
mayores.
6. PROGRAMAS DE SALUD
Para este motivo es útil clasificarlas en tres grandes grupos:
Persona adulta mayor autovalente: es aquella persona
adulta mayor capaz de realizar las actividades básicas de la
vida diaria que son las actividades funcionales esenciales
para el autocuidado (comer, vestirse, desplazarse, asearse,
bañarse y continencia) y las actividades instrumentales de
la vida diaria (cocinar, limpiar, realizar tareas o trabajos
fuera de casa o salir fuera de la ciudad). Se considera que el
65% de los adultos mayores tienen esta condición.
7. PROGRAMAS DE SALUD
Persona adulta mayor frágil: se define como aquella
que tiene algún tipo de disminución del estado de
reserva fisiológico y/o factores sociales asociados con
aumento de la susceptibilidad a discapacitarse y a
presentar mayor morbilidad y mortalidad. Se
considera que el 30% de los adultos mayores que viven
en la comunidad tienen esta condición.
8. PROGRAMAS DE SALUD
Persona adulta mayor dependiente o postrada: se
define a aquella persona que tiene una pérdida
sustancial del estado de reserva fisiológico, asociada a
una restricción o ausencia física o funcional que limita
o impide el desempeño de las actividades de la vida
diaria, se considera que entre el 3% a un 5% de
personas mayores que viven en la comunidad se
encuentran en esta condición.
9. PROGRAMAS DE VIVIENDA
Al igual que salud, la vivienda constituye un aspecto
importante a considerar dentro de los Programas de
Atención a la población del adulto mayor. En muchos
casos los asilos o albergues constituyen una
solución al problema, para los que no cuentan con
familia o que teniéndola estos no pueden o no
quieren hacerse cargo de ellos, inclusive
incompatibilidad en la convivencia, constituye
una salida.
10. PROGRAMAS DE ATENCIÓN AL AM
La ocupación creativa del tiempo libre del adulto
mayor, constituye un aspecto importante en la
elevación de la calidad de vida de las personas de esta
edad. Las actividades de tipo socio culturales y físicas,
se orientan a combatir males frecuentes en la
población adulto mayor, tales como la pluripatología,
aislamiento, soledad, marginación, depresión,
pobreza, maltrato familiar y social, entre otras.
11. VALORACIÓN DE LAS
NECESIDADES DEL AM
La valoración de la profesional de enfermería
gerontológica debe contribuir a dar una visión
completa de cómo el anciano se desenvuelve en sus
actividades diarias tomando en cuenta no solo al
individuo sino a la familia y la comunidad. Para la
valoración de enfermería utilizará la entrevista, el
examen físico, la observación y la información que
obtenga del resto del personal del equipo de atención.
12. VALORACIÓN DE NECESIDADES AM
Necesidades físicas
Bienestar: valorar presencia de dolor, cuidado
personal e higiene, el estado y cuidado de la piel,
aparato buco-dental, sueño.
Nutrición: capacidad funcional para alimentarse,
evacuaciones y detección de problemas
(Constipación, diarrea, intolerancias, etc.)
Función circulatoria e hidratación Continencia
Funcionalidad e independencia
13. VALORACIÓN DE LAS NECESIDADES
AM
Función sensorial Función cognitiva
Necesidades psicosociales individuales Autoestima
Interacción social
Necesidades de su entorno
Familia, vivienda e ingresos Servicios comunitarios