Los buenos tratos a la infancia son fundamentales para el desarrollo saludable de los niños. Proporcionan estimulación cerebral, hormonas que fomentan las interacciones sociales positivas y el autocontrol. La capacidad de brindar y recibir cuidado está determinada biológica y culturalmente. Una sociedad justa garantiza que todos los niños reciban los cuidados y derechos que necesitan.