Criterios ESG: fundamentos, aplicaciones y beneficios
9.1 Envejecimiento y Variabilidad individual
1. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA
FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN
Licenciatura en Administración de Empresas
“9.1 Envejecimiento y Variabilidad Individual”
Discente: Norma Lorena Payan Ortiz
Matrícula: 265648
Materia: ERGONOMIA
Grupo: MV81
Docente: LSCA-MSI Arturo Daniel Solares Guevara
Delicias, Chih., 13 de Octubre del 2017
2. Envejecimiento y Variabilidad Individual
La categoría de los trabajadores de edad avanzada varía según su condición funcional,
que a su vez está influida por su historial laboral anterior. También depende del puesto
de trabajo que ocupan y de la situación social, cultural y económica del país en el que
viven.
Así pues, aquellos trabajadores que realizan un trabajo puramente físico son, con
frecuencia, los que menor nivel de escolarización y preparación profesional tienen.
Están sujetos al estrés causado por un trabajo agotador, que puede ser causa de
enfermedades, y expuestos al riesgo de accidentes de trabajo.
Con frecuencia, no trabajan en entornos de trabajo peligrosos y sus capacidades se
aprecian y valoran más con el paso del tiempo.
Durante los períodos de expansión económica y escasez de mano de obra, se
reconoce que los trabajadores de edad avanzada poseen mayor “conciencia laboral”,
realizan su trabajo con mayor regularidad y pueden mantener actualizada su
experiencia.
En los períodos de recesión y desempleo, sin embargo, se resaltará el hecho de que su
rendimiento laboral es inferior al de los trabajadores más jóvenes y tienen menos
capacidad para adaptarse a los cambios en las técnicas y organización del trabajo.
La dimensión temporal en la relación edad-trabajo
La relación entre los procesos de envejecimiento y el trabajo engloba una gran
variedad de situaciones que se pueden considerar desde dos puntos de vista.
3. Así pues, la edad avanzada desempeña la función de “vector” en el que se registran
cronológicamente los hechos de la vida de un trabajador, tanto dentro como fuera del
trabajo. Alrededor de este eje se engranan los procesos de decadencia y progreso, que
varían de un trabajador a otro.
La relación edad-trabajo se puede considerar a la luz de la evolución de tres
elementos fundamentales:
1. El trabajo evoluciona. La tecnología avanza; la mecanización, la automatización, la
informatización y los métodos de transferencia de información, entre otros factores,
se están convirtiendo en algo generalizado.
2. La población laboral cambia. Las estructuras de edad se modifican a la par que los
cambios demográficos, los medios de acceso al mercado laboral, la jubilación y la
actitud ante el trabajo. El número de mujeres que se incorporan al mercado laboral
sigue creciendo.
4. 3. Los cambios individuales se producen a lo largo de la vida laboral y con frecuencia
se cuestionan los procesos de ajuste entre las características de un trabajo
determinado y las personas que pueden realizarlo.
Algunos procesos de envejecimiento orgánico y su relación con el trabajo
Las principales funciones orgánicas implicadas en el desempeño del trabajo se
desarrollan hasta alcanzar su plenitud alrededor de los 20 ó 25 años y declinan de
manera apreciable de los 40 ó 50 años en adelante. En particular, se puede observar
un decaimiento en la fuerza muscular máxima y en el recorrido de las articulaciones.
La reducción en la fuerza es del orden del 15-20 % entre los 20 y los 60 años.
Envejecimiento cognitivo: Ralentización y aprendizaje
Por lo que se refiere a las funciones cognitivas, lo primero que cabe observar es que la
actividad laboral pone en juego los mecanismos básicos para recibir y procesar
información, por una parte, y los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida, por
otra.
Estas funciones cognitivas dependen mucho del entorno en el que hayan vivido los
trabajadores.
5. Envejecimiento de hombres y mujeres en el trabajo
Las diferencias entre hombres y mujeres en función de la edad se sitúan en dos
niveles diferentes. A nivel orgánico, las expectativas de vida suelen ser mayores para
las mujeres, pero, la llamada expectativa de vida sin discapacidades es muy similar
para ambos sexos: hasta los 65-70 años.
A nivel de carrera profesional hay grandes diferencias. En general, las mujeres han
recibido menos formación profesional que los hombres cuando comienzan su vida
laboral, suelen ocupar puestos para los que se requiere una menor capacitación y
están peor pagadas y consideradas profesionalmente.
6. Envejecimiento de la población activa:
Utilidad de los datos colectivos. Hay al menos dos razones para abordar de forma
colectiva y cuantificable el problema del envejecimiento de la población activa.
La primera razón es que estos datos son necesarios para evaluar y prever los efectos
del envejecimiento en un taller, servicio, empresa, sector o país.
La segunda razón es que los principales componentes del envejecimiento son, en sí
mismos, fenómenos sujetos a la probabilidad: no todos los trabajadores envejecen al
mismo tiempo o al mismo ritmo; así pues, por medio de herramientas estadísticas
podremos revelar, confirmar o valorar diferentes aspectos del envejecimiento.
Diferentes formas de acción
Las medidas encaminadas a mantener a los trabajadores de edad avanzada en el
mundo laboral, sin consecuencias negativas para ellos, deben seguir unas líneas
generales:
1. No se debe considerar a este grupo de edad como una categoría aparte, sino
considerar la edad como un factor de diversidad, entre otros, en la población activa.
7. 2. Se deben anticipar los cambios individuales y colectivos relacionados con la edad,
así como los cambios en las técnicas y organización del trabajo.
3. La diversidad del desarrollo individual durante la vida laboral es otro de los factores
que se debe considerar para poder crear condiciones de diversidad equivalente entre
situaciones y profesiones.
4. Se debe prestar atención a favorecer el proceso de aprendizaje de habilidades
propias del trabajo y ralentizar el proceso de deterioro.