La autora discute que las habilidades básicas de lenguaje como hablar, escuchar, leer y escribir son procesos polivalentes e intencionales. Estas habilidades sirven para muchos propósitos y objetivos y guían nuestra actividad lingüística. La autora enfatiza que es importante capacitar a los estudiantes para que se conviertan en usuarios competentes de la lengua y puedan usar estas habilidades de forma efectiva en diferentes situaciones y para lograr diferentes objetivos.