Los factores socioculturales, familiares y religiosos influyen significativamente en el desarrollo de la personalidad a lo largo de las diferentes etapas de vida de un individuo. La familia, la cultura y la religión moldean la personalidad durante la lactancia, la infancia, la adolescencia y la edad adulta. La pobreza, la violencia familiar, la ausencia de padres y la religión afectan los valores, las metas y las relaciones sociales de una persona.