Este documento discute cómo el lenguaje ha evolucionado de ser representacionista a ser un generador de mundos. Explica que originalmente el lenguaje se consideraba un mero instrumento para describir la realidad, pero ahora se reconoce que el lenguaje crea nuevas realidades y transforma el mundo. El lenguaje genera relaciones, identidad y posibilidades, y no es solo pasivo sino que es una acción capaz de crear nuevas realidades. Finalmente, el documento sugiere que el lenguaje como generador de mundos puede contribuir a la construcción de conocimiento

1. ESPECIALIZACIÓN EN DOCENCIA UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
2015
NUEVOS PARADIGMAS EPISTEMOLÓGICOS Y
ONTOLÓGICOS EN EL DINA
EL LENGUAJE COMO GENERADOR DE MUNDOS
CLARA GONZÁLEZ
DIOMAR LILIANA GONZÁLEZ
MARGARITA PORTILLA

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EL LENGUAJE COMO GENERADOR DE MUNDOS: DEL UNIVERSO AL MULTIVERSO
Responde a las Preguntas:
1. ¿En qué se diferencia el lenguaje representacionista del lenguaje como generador de
mundos?
El lenguaje es un fenómeno social que nació del trabajo y la convivencia de los hombres,
representa una actividad muy complicada, estrechamente relacionada con las demás
funciones intelectual, emocional y motivacional del individuo.
“Lo social, para los seres humanos se constituye en el lenguaje. Todo fenómeno social es
siempre un fenómeno lingüístico” (Echevarría, 2005).
Antes de la invención del alfabeto, los seres humanos vivían en lo que Echeverría
denomina “el lenguaje del devenir”, estando la acción y el lenguaje estrechamente
unidos. Es así como los poetas que eran los responsables de la educación, mediante el
relato de historias épicas o fabulas, las narraciones de eventos y hazañas realizadas por
humanos, héroes y dioses, transmitían los acciones, los valores y los sentimientos de
quienes realizaban dichas hazañas.
Se consideraba que el lenguaje era sólo un instrumento para describir lo que se percibía,
expresar pensamientos y sentimientos; así, el lenguaje estaba destinado a describir la
realidad. Esta era la concepción tradicional, que suponía que la realidad antecedía al
lenguaje y que éste se limitaba a transmitirla.
La aparición del alfabeto en el año 700 antes de nuestra era, permitió separar el orador,
del lenguaje y de la acción; dando paso del lenguaje representacionista al “lenguaje del
ser”, trayendo con ello la reflexión y el pensamiento racional. Posterior a esto, se
inventó la filosofía y el pensamiento científico; y a través de querer perfeccionarlo, se
desarrolló la lógica, naciendo así la racionalidad.
A través de esta racionalidad, una interpretación generativa y activa fue reemplazando
la interpretación pasiva del lenguaje, que lo reducía a su rol descriptivo. Las ciencias
sociales en general, pero también la biología y las llamadas "ciencias duras", como la

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matemática y la física, fueron reconociendo en los últimos años la importancia decisiva
del lenguaje en la comprensión de la vida humana.
Como lo plantea John Austin, el lenguaje, además de describir y constatar lo que ya existe,
es capaz de generar nuevas realidades, es decir, construye futuro y transforma el mundo.
Esta teoría es concretada en la propuesta de Humberto Maturana y Rafael Echeverría, en la
cual plantean que el lenguaje genera mundos.
Como los seres humanos viven en el lenguaje, éste es la calve para comprender los
fenómenos que ocurren alrededor de éste, pero, como no es solo un ser lingüístico, se
reconoce en él tres dominios principales, autónomos e interdependientes: El domino del
cuerpo, de la emocionalidad y del lenguaje.
El lenguaje genera relaciones, compromiso, identidad, relaciones, posibilidades, mundos
diferentes. Éste no es pasivo ni descriptivo, el lenguaje es acción. Constituye una
herramienta poderosa que permite la generación y creación de nuevas realidades y un
nuevo ser. Cuando el lenguaje crea nuevas realidades se constituye en acción, pues a
través del mismo hacemos que las cosas ocurran o dejen de ocurrir, participamos en la co
creación del mundo en el que habitamos, generamos una nueva forma de ser,
transformamos nuestros ser, nuestro entorno y el mundo.
La contribución magna de la ontología del lenguaje es el ofrecimiento a los seres humanos
para inventar y regenerar un sentido en sus vidas que les permita trascender como
personas transformadoras de la realidad.
Una aplicación de estos conceptos la encontramos en la programación neurolingüística
(PNL) que es un modelo de comunicación interpersonal que pretende educar a las personas
en la autoconciencia y la comunicación efectiva, así como cambiar sus modelos de
conducta mental y emocional. Se basa en la influencia que el lenguaje tiene sobre la
denominada "programación mental" y demás funciones atribuidas al sistema nervioso, como
también los "patrones lingüísticos" que empleamos, permitiendo a quienes lo practican
GENERAR un mundo acorde a sus sueños, aspiraciones y emociones.

4. 3
2. ¿Cuál es el aporte del lenguaje como generador de mundos a la construcción de
conocimiento en el aula de clase?
3. ¿Cómo influyen las emociones a la hora de utilizar el lenguaje en la construcción de
conocimiento en el aula de clase?
Bibliografía
Echeverría, R (2003). Ontología Del lenguaje. Santiago de Chile. J. C. Sáez,
8, 277-278, 9, 304-305
Maturana. H & Varela (1984). Lenguaje y emoción. Santiago, Editorial universitaria
El Poder del Lenguaje Como Generador De Mundos. BuenasTareas.com. Recuperado 04,
2012, de http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Poder-Del-Lenguaje-Como-
Generador/3802197.html
http://coachingdevidaynegocios.blogspot.com/2008/12/1-qu-genera-el-lenguaje.html