La función exponencial tiene la forma f(x) = bx donde b es la base mayor que 0 y diferente de 1 y x es el exponente. Un ejemplo es el crecimiento de bacterias que se duplican cada hora. La gráfica de una función exponencial nunca corta el eje x y siempre es positiva, siendo estrictamente creciente si b es mayor que 1 y decreciente si b es menor que 1.