La sepsis es un síndrome clínico heterogéneo y de alta complejidad que puede causar insuficiencia renal aguda (AKI), la cual es una complicación común y grave con alta mortalidad. La autofagia participa en la fisiopatología del AKI inducido por sepsis y el uso de antibióticos tiene una alta tasa de mortalidad en pacientes con esta afección. Fitoterapéuticos podrían tener efectos protectores a través de la regulación de la autofagia, inhibición de la inflamación y apoptosis.