La alimentación complementaria para niños menores de 2 años es aquella que complementa la lactancia materna sin anularla. Se debe introducir a los 6 meses para cubrir los requerimientos nutricionales y porque el niño ha alcanzado el desarrollo digestivo, renal y neurológico necesario. Además, los niños pueden mantener un aumento de peso normal mientras tienen déficit de vitaminas y minerales, por lo que se necesitan otros alimentos que aporten los nutrientes que la leche materna proporciona en poca cantidad.