Durante el primer año de vida, un bebé triplica su peso y aumenta su estatura en un 50%. La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé sano recién nacido, ya que satisface todas sus necesidades nutricionales y protege su sistema inmunológico. A los 6 meses se pueden incorporar alimentos sólidos de forma gradual, como cereales y purés de frutas y verduras. Es importante vigilar la cantidad de hierro en la dieta del bebé para prevenir anemia.